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miércoles, 4 de junio de 2025

Odiosa Negación

A Tomás Campos, quien escribe en el medio deportivo Marca, le sorprende que en el enfrentamiento de los equipo femeniles de pelota del País Vasco y del estado español las cuatro jugadoras sean vascas.

Luego, en su afán por que le aplaudan Santiago Abascal y Cake Minuesa, el hace una comparación que, curiosamente, denomina odiosa. Acto seguido, compara la situación con la de los deportistas galeses, ingleses y escoceses, diciendo que ellos no tienen que decidir con quien jugar.

Así que aclaremos el panorama para el buen Tomás pues sin darse cuenta se ha dado por sí solo el jaque y el mate.

Porque precisamente de eso se trata la oficialidad por tanto tiempo negada, de que los deportistas puedan jugar para el seleccionado con el que se sientan identificados, con los colores que realmente les representan. 

En ese sentido, hace mucho que Londres permite a las naciones sin estado que componen la Gran Bretaña participar en competiciones internacionales con su propia bandera, algo que el régimen borbónico franquista le niega a vascos, catalanes y galegos, por no mencionar a andaluces.

Lo mismo sucede con otras metrópolis. No así con Madrid ni con París.

Así que la "odiosa comparación" ha terminado por dar la razón a los vascos y vascas que exigen la oficialidad para no tener que mostrar la ikurriña en los podios casi que a hurtadillas.

Aquí no se trata de negar libertades, todo lo contrario, como lo demuestra precisamente la decisión de Erika y Arai, quienes optaron por el seleccionado del estado porque este les garantizaba participación activa en otros torneos. 

Ellas tuvieron la libertad de elegir, algo que Madrid y gente como Tomás Campos le ha negado a atletas y deportistas vascos durante décadas, obligándolos a participar portando la rojigualda o a quedar excluidos del escaparate internacional.

Así que odiosa, lo que se llama odiosa, la actitud de Tomás, misma que refleja la de la caverna española, como deja ver claramente su patético uso del calificativo "peligrosa" para la puerta que se ha abierto en Gernika.

Aquí su desangelado artículo:


La pelota vasca abre hoy una peligrosa puerta hacia lo desconocido con un histórico España-Euskadi

Duelo de selecciones femeninas en la Liga de Naciones de cesta punta en Gernika 

Tomás Campos

Y llegó el día. Hoy, a partir de las 19.00 horas, las selecciones femeninas de España y Euskadi se enfrentarán en el Frontón Jai Alai de Gernika en el marco de la Liga de Naciones de cesta punta que organiza la Federación Internacional de Pelota Vasca (FIPV). Será un partido intrascendente a nivel deportivo porque ambos equipos tienen asegurada su presencia en la gran final del próximo viernes tras derrotar previamente a México y Francia, los otros dos rivales de esta liguilla inicial.

La cuestión política y emocional, qué duda cabe, es otra historia porque hablamos de un duelo de enorme trascendencia si tenemos en cuenta que es la primera vez que España y Euskadi se van a enfrentar a nivel de selecciones en un deporte reconocido por el Comité Olímpico Internacional –aunque sin presencia actualmente en los Juegos de Verano–.

Durante la inauguración del torneo el pasado lunes, Aitor Esteban, presidente del PNV, calificó el debut de Euskadi como un “gran paso en términos de construcción nacional”, dejando muy claro lo importante que es para los partidos nacionalistas –aunque Bildu se ha desmarcado– lo que está aconteciendo estos días en la capital espiritual del pueblo vasco. 

Y es que a nadie escapa que el deporte puede jugar un papel importante en pos del objetivo final, que no es otro que el reconocimiento de Euskadi como nación independiente.

Una odiosa comparación

Por todo ello, el partido de hoy es mucho más que un simple duelo deportivo. Entre otras cosas porque las cuatro pelotaris son vascas. Visto así, este enfrentamiento no tiene nada que ver con los que protagonizan galeses, ingleses y escoceses, todos ellos británicos, en deportes como el fútbol o el rugby pues el deportista no tiene que elegir con qué selección quiere jugar.

No ha sido el caso de Erika Mugartegui y Arai Lejardi, que estaban preseleccionadas por la Federación Vasca pero se decantaron por seguir defendiendo los colores de España. Erika y Arai son paisanas de Markina Xemein, una pequeña localidad del este de Vizcaya. 

Campeonas del mundo sub-22 el pasado año en Pamplona, no pondrán nada fácil la victoria a Elaia Gogenola y Maia Goikoetxea, puntistas representantes de la ‘Euskal Selekzioa’.

 

 

 

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