Tal como lo hemos señalado desde que se diera a conocer la condena de cadena perpetua a 29 de los argentinos acusados de cometer crímenes de lesa humanidad durante la más reciente dictadura, en el comparativo el estado español definitivamente lleva las de perder. Lo anterior también tomando en cuenta que en este momento ambos países son gobernados por la extrema derecha, baste recordar lo que está sucediendo en Catalunya por un lado y el caso de Santiago Maldonado por el otro.
Pues bien, en este excelente reportaje dado a conocer por Público se saca a relucir el doble rasero con el que se conducen los empleados de Felipe Borbón y Franco:
La reacción de Pedro Sánchez a la condena a cadena perpetua en Argentina de responsables implicados en los viajes de la muerte de hace 40 años o la visita de Cifuentes a una exposición sobre Auschwitz refleja, una vez más, la contradicción que supone que nuestros políticos reivindiquen la verdad, la justicia y la reparación fuera de nuestras fronteras, mientras que rechazan que el torturador Billy el Niño sea juzgadoAlejandro TorrúsLo hemos vuelto a ver esta semana. Dos veces. Es la sorprendente propensión de nuestros políticos a admirar la justicia, la verdad y la reparación cuando esta se da fuera de nuestras fronteras. El mejor de los ejemplos lo ofreció Pedro Sánchez el viernes en la red social Twitter. Un día antes, había sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, la que había ofrecido un ejemplo magistral. Por partes.El secretario general del PSOE alabó la acción de la justicia de Argentina que, "40 años después del horror", dictó una histórica sentencia que condenó a perpetua a 29 implicados en los conocidos como 'vuelos de la muerte'. "Reparar la memoria. 40 años después del horror se hace justicia en Argentina. Nunca olvidaremos a las víctimas de la represión", escribió Sánchez.El líder de los socialistas mostró de esta manera su alegría por la acción reparadora de la justicia a pesar de haber transcurrido 40 años de los horribles crímenes perpetrados por la dictadura de Argentina. Su postura, como secretario general de los socialistas, choca frontalmente con la mantenida por su partido en épocas recientes y pasadas respecto a la necesidad de juzgar los crímenes de la dictadura de Franco.El PSOE se opuso en 2015 a extraditar precisamente a Argentina, único país que investiga la dictadura de Franco por sus posibles crímenes contra la humanidad, a los 17 cargos de la dictadura franquista que fueron reclamados por la jueza Servini. El PSOE esgrimió que los hechos por los que se reclamaba la extradición de, entre otros, el torturador Billy el Niño estaban "prescritos". "En una democracia los verdugos también tienen derechos, nosotros se los hemos dado", subrayó el diputado socialista, que pidió "explorar otras vías" que se encuentran recogidas, presuntamente, en "la Ley de Memoria Histórica".Y aquí una vez encontramos la diferencia de criterio. En Argentina estos juicios han sido posible gracias a que el Congreso derogó las leyes de Punto Final y Obediencia Debida que en su mayoría fueron aprobadas también, como en España, por un Parlamento democrático. Pero en Argentina una nueva mayoría parlamentaria, con el apoyo de los movimientos sociales, decidió en 1998 en el Congreso Nacional derogar estas leyes, que quedaron definitivamente anuladas en 2003. La anulación fue convalidada por la Corte Suprema de Justicia de Argentina, que las declaró inconstitucionales el 14 de junio de 2005.En España, sin embargo, PSOE y Partido Popular se han negado sistemáticamente a derogar o modificar la Ley de Amnistía y, además, se han parapetado tras ella para lamentar o justificar la impunidad del franquismo. Los socialistas han gobernado en España desde 1982 a 1996 y de 2004 a 2011 y, a pesar de la Ley de Memoria Histórica, las cunetas españolas siguen llenas de luchadores por la democracia, las víctima de Billy el Niño siguen sin ver a su verdugo tener que responder por sus actos y los familiares de Yolanda González, por ejemplo, tienen que ver como el asesino de la chica de 18 años mantiene negocios con el Estado.Hace apenas cinco semanas, ya con Pedro Sánchez como líder, el PSOE rechazó firmar una propuesta conjunta de siete partidos en el Congreso para modificar la Ley de Amnistía de tal manera que no fuera aplicable a crímenes contra la humanidad. La iniciativa necesita del apoyo del PSOE para ser aprobada. De momento, los socialistas rechazaron firmar la propuesta en el momento de su presentación en el Congreso.No obstante, los socialistas aún están a tiempo de apoyar esta propuesta y ayudar a que la Justicia de España también "repare la memoria". De lo contrario, la única conclusión posible es que los socialistas consideran que los crímenes cometidos por Franco o mejor dicho: los crímenes perpetrados bajo el paraguas de la dictadura de Franco fueron menos graves que los que se llevaron a cabo en dictaduras como las de Argentina. Quizá esa sea la respuesta: que todos los dictadores fueron peores que Franco.
Cifuentes y la memoria selectivaEl ejemplo de Pedro Sánchez era el mejor de la semana, pero no era el único. Su caso es importante porque es el líder del principal partido de la oposición. Pero es no es el más sangrante. La presidenta del Partido Popular de Madrid y de la Comunidad, Cristina Cifuentes, visitó el martes la exposición Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos’, que el Centro de Exposiciones Arte Canal Madrid acoge sobre el mayor y más letal campo de concentración nazi.“Comprender es imposible, recordar es necesario”, comentó en las redes sociales la presidenta de la Comunidad en una frase más que acertada. El problema aquí vuelve a ser la memoria selectiva. Dice Cifuentes que recordar lo que ocurrió en Auschwitz es necesario. Estamos de acuerdo. De hecho, Memoria Pública ha difundido reportajes de los campos de concentración nazis, pero también sobre los campos franquistas de Santiago e Higuera de Calatrava, donde se hacinaron cerca de 15.000 presos; de Los Merinales; del Campo de Albatera; o de los pseudo campos de concentración del sur de Francia donde hacinaron a los republicanos españoles que huyeron de Franco; y, entre otros muchos, de Mauthausen, el campo nazi donde concentraron a la mayor parte de los republicanos españoles que lucharon contra el fascismo tanto en España como en Europa.¿Y qué ha hecho la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, desde que ostenta su cargo? Ahí está la hemeroteca. La presidenta recibió en abril de 2016 el mandato de la mayoría de la Asamblea de Madrid para que el Gobierno impulsara la creación de una Ley de Memoria autonómica. Pero aquí la presidenta parece menos dispuesta a "recordar". No es el único caso.El Partido Popular de la Comunidad de Madrid también rechazó que una placa recordara a las víctimas de la dictadura franquista que fueron torturados brutalmente en los calabozos de la antigua Dirección General de Seguridad por la política política del régimen. El Partido Popular defendió entonces que, en todo caso, habría que poner una placa a las víctimas de la República y del franquismo.Por último, el PP de Cristina Cifuentes también impidió en el 80 aniversario del golpe de Estado del 36 que la Asamblea de Madrid condenara la dictadura franquista mediante una declaración institucional. Los conservadores, contactados por Público, explicaron que no consideraban "conveniente" traer esta Declaración al Pleno porque "la temática sobrepasaba las funciones de la Asamblea de Madrid" y no tenían clara "la finalidad" de la misma. Memoria, sí. Pero selectiva.
Cuando los reyes se vistieron de republicanos en ParísUn ejemplo paradigmático, aunque con tintes diferentes, se vivió hace tres años en París. Es la clara muestra de la dificultad de mantener en el extranjero el relato equidistante que se construyó en España. Los reyes de España, Felipe y Letizia, asistieron en París al homenaje de los soldados republicanos de La Nueve que combatieron codo con codo con el ejército francés para tumbar a los nazis. Fueron ellos, de hecho, los primeros en llegar al París ocupado por los nazis.Los reyes se atrevieron a hacer en Francia lo que nunca antes habían hecho de manera tan explícita en España: homenajear a los republicanos que lucharon contra el fascismo donde quiera que se lo encontrara: en España o en Europa. Aunque peor es el caso de Mariano Rajoy. El presidente decía ayer con su socarronería habitual que desconocía por qué le habían quitado una calle al exministro franquista Salvador Moreno.A estas alturas de la película, parece difícil creer que el presidente desconoce cuál es el principal motivo por el que se han retirado calles en España en los últimos diez años: la Ley de Memoria Histórica. Parece, no obstante, que se trata de un nuevo ejercicio de cinismo del presidente para restar importante y banalizar los crímenes del franquismo. Quizá para el presidente no es importante. Pero Moreno fue el responsable de embarcaciones franquistas, como el buque Canarias, que bombardeaban desde la costa a la población civil que huía del avance de las tropas franquistas y fascistas.
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