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lunes, 12 de junio de 2017

Los 250 Km de Ortuzar

Al PNV le cuesta trabajo lidiar con una verdad histórica demoledora: actuó como valedor de Madrid en contra de la militancia vasca al sugerir el alejamiento de los presos políticos vascos de su entorno geográfico. Así nació la dispersión, medida de excpeción que se ha cobrado muchas vidas.

Fanfarrón como acostumbra ser, Andoni Ortuzar ha hecho declaraciones al respecto de la medida actualmente y desde la izquierda abertzale le han corregido la plana según nos explica esta nota publicada por Naiz:


«Para muchas familias el acercamiento a cárceles a un radio de 250 kilómetros supone un avance y así lo reconocemos. Sin embargo, es insuficiente. Esta distancia quiere decir que las familiares harán 500 kilómetros de ida y vuelta para una visita y que sus vidas continuarán en peligro», ha respondido Sortu a Andoni Ortuzar, presidente del EBB del PNV.

En este sentido, Sortu destaca el accidente que la pasada semana sufrieron amigos de Asier Ormazabal se registró cuando volvían de la cárcel de Terual. «Podría volver a repetirse, ya que esa prisión figuraría en la lista de 250 kilómetros. Los presos y las presas vascas tienen que estar en Euskal Herria», ha añadido la formación abertzale.

«Sortu quiere mostrar su disposición y determinación para superar las consecuencias del conflicto. Es importante continuar con las movilizaciones populares. Si entre todas y todos damos pasos estaremos más cerca de un nuevo escenario de paz y convivencia», ha destacado Sortu.

Sin embargo, Sortu ha recordado que «desde un principio el PNV promovió y amparó la política de dispersión que tanto sufrimiento ha traido. Pese a que sus intereses políticos le hayan hecho cambiar de postura, ya es hora de que arregle el entuerto originado. La solución de la situación de los presos y las presas beneficiaría a toda la sociedad. La dispersión, además de causar sufrimiento, no ha logrado su principal objetivo: romper el colectivo de presos y presas. Si el PNV ha cambiado su postura, se debe en gran medida por la capacidad de resistencia mostrada por las presas y los presos».

Por ello, Sortu destaca que «la autocrítica tiene que hacerse de una manera integral. Tienen que hacer autocrítica, dentro de un proceso integral, todos los que han causado sufrimiento, todos lo que hayan obtenido del mismo y todos los que hayan formado parte en este conflicto, con el fin de construir una sociedad basada en la paz y la convivencia.






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