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miércoles, 4 de septiembre de 2013

Saña Contra Familia Gorostiaga

¿Quieren saber a que grado llega la saña en contra de los presos políticos vascos por parte del régimen borbónico franquista?

Basta con leer este artículo de Gara:


Tras cinco días de gestiones ante Instituciones Penitenciarias y dos autos del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria autorizando e instando a cumplir el traslado de Pablo Gorostiaga para ver a su esposa, Judith Uriarte, gravemente enferma, este conoció ayer la muerte de su compañera durante una llamada a sus hijos desde Ocaña, a unos 100 kilómetros de Herrera de la Mancha, desde donde debía haber salido el viernes.

Nerea Goti

Pablo Gorostiaga no solo no pudo visitar con vida a su esposa, Judith Uriarte, sino que conoció su muerte ayer en medio de un traslado que debió iniciarse el pasado viernes, cuando el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria autorizó que fuera conducido a su domicilio para poder visitar a su compañera, dado el grave estado de salud en el que se encontraba. Gorostiaga conoció la noticia ayer por la mañana a través de sus hijos, cuando llamó por teléfono desde la cárcel de Ocaña, a solo 100 kilómetros de la de Herrera de la Mancha, después de cinco días de trámites ante diversas instancias para poder ver por última vez con vida a su compañera.

Fuentes de la familia comentaron a GARA que lo que han vivido durante estos últimos días es la expresión de «la máxima crueldad». Detallaron que Gorostiaga pidió su traslado el pasado miércoles y le fue denegado pese a que había presentado informes médicos sobre la gravedad de la enfermedad de su esposa, que le impedía acudir a visitarle desde hace más de un año.

Horas más tarde, el estado de Judith empeoró, por lo que el viernes los abogados recurrieron al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. La juez autorizó el traslado del que fuera alcalde de Laudio, ahora preso en Herrera de la Mancha, donde cumple una condena de 9 años tras ser juzgado dentro del sumario 18/98 por su relación con el clausurado diario «Egin».

Esti y Xabi Gorostiaga, hijos de la pareja, explicaron que, tras conocer la autorización de la juez de Vigilancia Penitenciaria, el mismo Pablo esperaba su inminente conducción, por lo que llamaron a quienes iban a visitarle el sábado para que no lo hicieran. Pero el mismo día supieron por otras visitas que seguía en Herrera.

La única respuesta que obtuvieron sus hijos en sus repetidas llamadas a instancias penitenciarias fue que, además del permiso del juzgado, era necesaria una orden del centro directivo, que no llegó. Los letrados volvieron al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria el lunes con nuevos informes médicos sobre el estado crítico de Uriarte. Según apuntaron, la juez no pudo ocultar su sorpresa cuando supo que aún no se había trasladado a Gorostiaga y emitió un segundo auto instando a efectuar la conducción.

A media tarde de ayer, sus familiares desconocían el paradero de Gorostiaga e, incluso, temían que pudiera demorarse el traslado o no llegar a producirse al cambiar las circunstancias. Destacaron que esta situación de incertidumbre también estaba condicionado los actos de despedida a su madre.

En medio del dolor por la muerte de Judith Uriarte, muy conocida en Laudio por su dedicación en el ámbito de la mujer -años atrás como impulsora del Centro Cultural y de Promoción de la Mujer- y por su solidaridad con los represaliados, sus hijos se mostraron preocupados por la situación en la que ha recibido la noticia su padre, de 71 años, recientemente vetado como pregonero en las fiestas de Laudio a instancias del Delegado del Gobierno español, Carlos Urquijo.

Además, el exalcalde ha perdido en los últimos meses a otros dos familiares cercanos. Su familia valoró que lo que le ha ocurrido es producto de la dispersión, que tiene claros responsables, y recordó que, además de su caso, que enmarcaron en «una cuestión más de humanidad que de derechos humanos», la política penitenciaria ya se ha cobrado dos vidas en Laudio, Pili Arzuaga y Fontso Isasi, ante lo que pusieron en paralelo las recientes declaraciones de Carlos Urquijo, también laudioarra, calificando de «anecdótica» la dispersión.

Dos familiares resultan heridas en accidente de tráfico

La madre y una prima de Asier Aginako resultaron heridas en un accidente de tráfico, ocurrido el lunes, cuando se dirigían a la cárcel de Aranjuez para un vis a vis. Las dos fueron trasladadas a un hospital, donde se les diagnosticó traumatismo cervical y lumbar debido al golpe recibido. No pudieron realizar la visita. Etxerat informó de que el siniestro tuvo lugar en Guadalix de la Sierra, sentido Madrid, cuando un todoterreno alcanzó por detrás al vehículo en el que viajaban.

En cuanto a las movilizaciones semanales por los presos, el lunes se reunieron 47 personas en Laudio apenas unas horas antes de que falleciera Judith Uriarte; 17 en Otxarkoaga (Bilbo); y 90 en Altsasu.






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