Gracias a inSurGente nos llega este escrito de Gabirel Ezkurdia con respecto al fraude electorero que se avecina en la CAV, mismo que ha sido denunciado en los blogs de la diáspora vasca como Berriak Egunkaria, Orain Euskal Herria y este mismo:
La guinda
por Gabirel Ezkurdia“(...)alguien puede dedicar su vida entera a demostrar que el independentismo es la solución a los problemas de Euskadi(...)”
Rubalcaba
Por fin! Ya está. Tramite cumplimentado. ¡Ganar las elecciones del 1 de marzo el 9 de febrero! ¡Ni Forrest Gamp lo hubiera hecho mejor! Si acaso se hubieran acercado al 23-F, por eso de “la memoria histórica”... En fin, que mucho peor lo debe hacer Francisco López para llegar a ser “Lendakari”.
Ha habido perlas, pero lo de mentir tan cándidamente en su blog personal inventándose una titulación, es pecata minuta comparado con el “papel de fumar” que son sus “100 motivos para el cambio”. Puro humo. El 95% de ellos por cierto en castellano también purísimo, y lo que hay en euskara, aquella lengua que pretendía cuidar a sones de “Miguel” Laboa, Mikel en campaña, para que no fuera manipulada y bla, bla, bla, con unas “patadas” tales que ya entendemos porque “no terminó” sus estudios.
Pero ya está, Francisco, Pachi y ahora Patxi tiene vía libre para ganar las elecciones. 9 escaños a repartir y bastantes decenas de miles de votos abertzales menos de los que preocuparse en “el reparto”. Entre los dividendos que proporciona la LTH con el sobredimensionado voto alavés y el “pucherazo” legal, Francisco “debe” ser “Lendakari” nunca mejor dicho, por imperativo legal. Lo tiene a huevo, aunque el pobre da lo que da. Bueno si no le detienen y encarcelan antes, porque quizá sea un candidato de ETA-Batasuna. Sí, sí, como lo leen. En el grupo de famosetes que apoya a Pachi está “el hombre de Hierro” un antiguo y conocidísimo militante de EMK, luego Zutik, partidos ambos que han pedido públicamente el voto para HB varias veces, que sin duda “contamina”, según la “doctrina jurídica vigente” a Pachi y “su entorno”.
Pero que no cunda el pánico. En el fondo da igual que el mediocre Francisco llegue a ser Lehendakari o segundo de Juanjo Ibarretxe. Tanto monta-monta tanto. Todos tienen la misma vocación: un nuevo “pacto político” que garantice otros 30 años de “autogobierno”. Deposito de “ideas” o think thank 2020 le llaman pomposamente a reeditar lo editado, pero con una presunta salvedad ¡Qué maravillosos serían otros 30 años igual que hasta ahora, pero sin “los antisistema” de la izquierda abertzale, eh! ¡Faltaba la guinda!
Por eso da lo mismo que los partidos que con su presencia en estas elecciones legitiman un proceso electoral flagrantemente antidemocrático y absolutamente incoherente con la realidad social de Euskal Herria saquen unos u otros resultados: la falta de legitimidad democrática de las instituciones autonómicas de la Comunidad de Euskadi será un hecho, aunque de negocietes ¡bien gracias!
Y además, esa pendejada de la legitimidad democrática ¿a quién le importa? Curiosamente a los únicos demócratas, a los “antisistema” de la izquierda abertzale. Lo ocurrido es el acto final de un proceso histórico nítido y claro, es la guinda del pastel. A partir de ahora, es más evidente que nunca que comienza un nuevo ciclo para todos, para bien y para mal.
Sería largo explicar en pocas líneas la coherencia de los actores del nacionalismo unionista español respecto a la Resistencia vasca desde hace décadas. A pesar de que son decenas los artículos que tanto irónicamente como desde una perspectiva jurídica irreprochable cuestionan de modo absoluto la mediocridad, el doble rasero y sobre todo la deriva política de todas y cada una de las decisiones judiciales y literarias que “sustentan” la actual situación, no podemos más que reconocer que a trancas y barrancas, el estado y sus legitimadores han llegado a su escenario deseado: la radical inhabilitación pública e institucional del independentismo.
Los nacionalistas españoles unionistas, los del patriotismo constitucional creen a pies juntillas y vulgarmente desde hace años que las realidades artificiosamente gestadas en la burbuja metropolitana madrileña son correlativas a la situación real que vive Euskal Herria. Están equivocados.
El PNV, EA, Aralar, IU... se parten, porque no va con ellos, y a río revuelto...Todavía resuena el ¡no puede ser, pero si es ilegal! de un conocido “vascoetologo” asombrado por los 15.000 de Batasuna en el BEC allá hace tres años. “No puede haber acto porque es ilegal, y porque es ilegal no puede haber gente”. Creo que además le dieron el Cum Laude.
Por eso, al margen de su coherencia ideológica, vulneradora flagrante de su propio ordenamiento jurídico, están convencidos de que ponen puertas a un charco que se seca, cuando la realidad es que están poniendo puertas al mar. Y ese es el problema de creerse sus propias mentiras, de obcecarse con estrategias basadas en irrealidades, de operar matemáticamente sobre presupuestos electorales o sociológicos sesgados, erróneos.Andan acertados en cierto diagnóstico, el problema va más allá que la existencia de ETA.
Ya lo decía Mayor Oreja el problema es Lizarra Garazi no ETA. Lo reconocen ¡es un problema político! Pero hasta ahí. Punto.Por eso Rubalcaba se troncha arrogantemente con el discursito que encabeza el artículo. “Se puede ser y tratar de demostrar el independentismo una y mil veces, en una y mil vidas, como lo mejor para Euskadi” en esta España democrática. Efectivamente para eso están EA o Aralar.
Pero lo que no se puede es ejercer, articular la independencia como propuesta política legítima en esa España en la que las Fuerzas Armadas (y ahora los jueces) garantizan la unidad nacional. Por eso es subversiva toda idea independentista que supere la retórica, porque cuestiona con sus actos la existencia del Estado, su autoridad y el monopolio de la violencia...claro que esto no conviene expresarlo con nitidez.De ahí que Rubalcaba defienda a Aralar o EA con ese amor, porque si fueran opciones independentistas, al margen de la retórica, hace tiempo que hubieran sido ilegalizadas, en aplicación de la doctrina del Tribunal Constitucional de agosto del 2008, en la que sanciona como subversivo todo cuestionamiento constitucional, intrínseco por otra parte a cualquier discurso independentista coherente.
Por eso el primer error de los unionistas es creer que el independentismo “puede secarse” cual charco. Creer que ahorcar expresiones políticas, como encarcelar independentistas o criminalizarlos, es ahogar el independentismo es baldío. Así llevamos tantas décadas. Lo es porque el independentismo es un deseo coherente con el sentir mayoritario de los vascos, su identidad vasca en exclusiva, y por eso circunscribir el debate a una mera lógica coyuntural de opciones políticas homologables o no, es absurdo, porque el independentismo rebasa esa realidad, es transversal, plural.
Por eso la estrategia de jibarizar el independentismo, desarrollar un reduccionismo vinculando orgánicamente todo a ETA, para ahogar un movimiento popular tan plural y transversal, es basar en el diseño de lógicas ajenas a la realidad la acción político-jurídico-represiva. Obviar que la proyección electoral de la izquierda abertzale es correlativa a sectores más amplios que los que se suponen lógicos a su presencia social es absolutamente miope, y no hay peor miope que el que no quiere ver.
Por eso se frivoliza de modo falaz cuando se presenta su inhabilitación civil como determinante para su disolución social.Son poco públicos los estudios demoscópicos que hablan de que si hiciéramos una proyección de los votos de D3M, estos superarían a los de EHAK. Pero no es esto lo verdaderamente determinante de la realidad que los miopes unionistas no quieren ver, lo que verdaderamente quieren ignorar metiendo su cabeza de avestruz en el subsuelo de la ilegalización vigente es saber que cualquier proyección de un Movimiento Civil Soberanista superaría en escaños autonómicos vascongados la barrera de los 20, por ser parcos, por lo que la actual correlación de fuerzas que se refleja en esas instituciones es ajena a la realidad. Una cosa es la realidad deseada y otra la realidad vivida.Así es.
El gran error de los partidos legitimistas, o sea todos los que legitiman con su presencia esta mamarrachada bananera, es que siguen interpretando la realidad sociológica de Euskal Herria desde perspectivas partidarias, electorales, sin profundizar en la transversalidad ideológica que surca ese electorado. Borrachos de “antiterrorismo” vichyniano para justificar su impresentable y cobarde actitud ante unos comicios que hasta el relator de la ONU observa indignado, y ansiosos por estar como sea en unas instituciones por el mero fin de estar en ellas y rascar, cual cualquier partido turco, marroquí o tunecino en sus respectivas y “democráticamente” homologadas elecciones, son inconscientes sobre el abismo por falta de credibilidad de sus mensajes para con la gran masa electoral, no hay más que ver la precampaña y sus actos: ¡patética!
Claro que en parte, por el conductualismo deliberado basado en responsabilidad participativa impuesto por el Sistema, y en parte por el temor que infunda la elección entre “la nada” o “el despropósito”, la gran masa electoral participa en la elección siguiendo el paradigma francés del “Chirac o Le Pen”. Caca o pis... aunque luego, a pesar de haber votado pocos se lo crean y la mayoría ponga a parir “a los políticos”.
A día de hoy, y en igualdad de condiciones, es obvio que la única fuerza transversal que aglutinaría dispares sectores sociales, es la izquierda abertzale. Capaz de rearticular ese movimiento único que siempre ha sido en Europa, el independentismo vasco anticapitalista es la única fuerza de izquierdas popular y vanguardista del siglo XXI en propuestas organizativas basadas en la democracia participativa que puede recoger y transmitir valores y conceptos de amplio arraigo popular, ajenos al discurso de los partidos establecidos y homologados.
Por eso es imperioso criminalizarla, marginarla, expulsarla...porque activa nos llevaría a una realidad real ajena esta virtualidad interesada. Nunca ha estado más claro hasta ahora que el ordenamiento jurídico vigente, que los procesos electorales correspondientes, que las garantías legales de este Sistema, son ajenas a los vascos, exógenas, extranjeras. Pensadas en Madrid por y para los unionistas, los nacionalistas españoles e impuestas a capricho a miles de personas que ante este escenario no tienen derechos civiles ni políticos.
Pero nunca ha estado más claro que tampoco que realmente, al margen del pucherazo maniobrero, del corto plazo discursivo-represivo, a medio largo plazo, el independentismo y el anticapitalismo en Euskal Herria se van configurando como una verdadera alternativa de liberación. Una realidad viva ajena a esta realidad virtual muerta. Aceite sobre el agua.
Que disfruten del pastel porque la guinda esta amarga..... ... .
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