Ecuador vive horas difíciles pues el tiránico Lenin Moreno ha decretado el toque de queda y en las calles francotiradores han comenzado a operar en contra del pueblo sublevado.
En Rojava, los turcos han iniciado una campaña de exterminio auspiciada por el propio Donald Trump quien además, con la bravuconería que le caracteriza ha salido a respaldar a Israel tras sus más recientes crímenes de guerra contra los palestinos.
Yemen se sigue desangrando en su tenaz resistencia en contra de la familia Al Saud.
En ese escenario resulta de contumaz hipocresía declararse ajeno a tanta violencia generada por el imperialismo neoliberal.
Para desgracia del lehendakari 3/7, en Euskal Herria hay quienes le recuerdan que su "generosidad" ante la crisis de los refugiados -que Erdogan amenaza con empeorar si no se le apoya en su embestida contra el pueblo kurdo- no es gratuita.
Lean ustedes:
Ongi Etorri Errefuxiatuak ha realizado una «feria con productos Eusko Label» en Bilbo. Pero estos productos no llegaban de las huertas o prados de Euskal Herria, sino de las empresas armamentísticas. Han denunciado «la implicación e hipocresía de instituciones públicas y privadas» y han reclamado «una acogida real» de migrantes y refugiados, víctimas de ese mercado.«En Euskal Herria se producen armas, armas para la guerra, armas que matan. En la actualidad hay más de un centenar de empresas vascas que dedican parte o toda su producción a fines militares», afirma Ongi Etorri Errefuxiatuak, que ha realizado una «feria con productos Eusko Label» en Bilbo. «No solo de la huerta, también los armamentísticos».El colectivo ha señalado a las empresas Aernnova, ITP, Senner, Sapa, Dassault y Turbomeca y ha recordado que «no solo se produce, sino que también se ensaya la guerra», en referencia al polígono de tiro de Bardenas. «Queremos denunciar que en estos momentos el ejército de Turquía está invadiendo el Kurdistán de Siria y está bombardeando a la población civil con armas fabricadas en Euskal Herria y en España», han señalado.Ante ello, se han dirigido al presidente español, Pedro Sánchez, y le han reclamado que detenga «inmediatamente» la venta de armas a Turquía y que, «junto al resto de países de la Unión Europea, dejen de hacer negocio con la guerra» y exijan al gobierno turco el fin de la invasión del Kurdistán sirio. «Queremos asimismo denunciar la implicación e hipocresía de instituciones públicas y privadas vascas tales como: la universidad, los centros de formación profesional y otros centros de investigación; el Gobierno Vasco; las entidades bancarias y los representantes de partidos políticos que alaban, apoyan y prestigian socialmente a los empresarios que invierten e impulsan el sector militar», han añadido.Responsabilidad sobre la migraciónEn esa línea, han recordado que «el derecho al trabajo no puede estar por encima del derecho a la vida y a la libertad de otras personas». Por ello, han propuesto la conversión de la industria militar vasca en producción para uso civil, «atendiendo a criterios éticos, sostenibles y solidarios», que busquen «transformar la sociedad en la que la vida de las personas esté en el centro».Del mismo modo, han exigido a las instituciones «una acogida real» de migrantes y refugiados. «Si nuestras bombas son responsables de que miles de personas se vean obligadas a desplazarse de forma forzosa, tenemos el deber de construir ciudades y pueblos de acogida».
°
No hay comentarios.:
Publicar un comentario