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viernes, 5 de septiembre de 2008

Testimonios

Este artículo publicado por Gara contiene los testimonios de algunos de los familiares de los detenidos en Nafarroa en días pasados. Cuando los lean tomen en cuenta que los hechos relatados están sucediendo hoy, en la España democrática de la progresista Europa del siglo XXI y no durante la dictadura de Francisco Franco.

Aquí lo tienen:


«Los han detenido por trabajar en favor de Euskal Herria»

Maider Caminos y Maitane Intxaurraga, encarceladas por orden de Grande-Marlaska, denunciaron ayer haber sido objeto de malos tratos durante el periodo de incomunicación en manos de la Guardia Civil. Algunos de los allegados de los detenidos relataron a GARA las circunstancias que rodearon los arrestos y posteriores registros de los domicilios familiares. Afirman que no olvidarán fácilmente lo vivido en estos días.

Asier Velez de Mendizabal

Después de su encarcelamiento el miércoles, Maider Caminos y Maitane Intxaurraga relataron ayer a su defensa que durante su cautiverio con la Guardia Civil fueron física y síquicamente maltratadas. Asimismo, los familiares de los detenidos en la operación policial desarrollada en Nafarroa durante las últimas semanas comparecieron para denunciar «la impunidad» con la que actúan las FSE.

Según informó Askatasuna a través de un comunicado, los testimonios de ambas coinciden en que fueron tratadas de manera «bastante correcta» hasta su traslado a Madrid. Una vez en la capital española, dieron comienzo las presiones, los golpes, las amenazas y las torturas. Maider Caminos, por ejemplo, denunció que le aplicaron «la bolsa» en numerosas ocasiones.

«La sentaron en una silla y le pusieron una bolsa en la cabeza. Cada vez que respondía algo que no les gustaba, se la apretaban fuertemente». También denunció haber sido golpeada de forma violenta en la cabeza y obligada a aprenderse de memoria la declaración policial.

Maitane Intxaurraga, a su vez, declaró que fue sometida a una gran presión sicológica por los guardias civiles. «Le dijeron que su marido también había sido detenido y que sus hijos quedarían en manos del Estado», señala el testimonio facilitado por el organismo antirrepresivo. A ambas, además, les ofrecieron «colaboración a cambio de quedar libres», así como la retribución de una cantidad de dinero.

GARA, además, ha recabado los testimonios de varios familiares de los detenidos sobre cómo vivieron los arrestos de sus allegados y los posteriores registros domiciliarios.

Fran Balda - Marido de Maitane Intxaurraga

«Un hombre encapuchado nos apuntó con una pistola estando los niños delante»

El marido de Maitane Intxaurraga, Fran Balda, relató lo «duro» que resultó el momento de la detención de Intxaurraga, a lo que, además, se añadió «la desgracia» de tener que presenciarlo los hijos de la pareja, de 4 y 13 años de edad. «La mañana del domingo nos dirigíamos en coche al Artzai-Eguna de Uharte Arakil. Cuando llevábamos un rato, yo ya me di cuenta de que algo extraño estaba pasando porque me fijé que nos seguían dos vehículos», recordó Balda.

«Uno de los coches se nos cruzó obligándonos a parar, y de su interior salió una persona encapuchada y con una pistola en la mano dando voces. Estaba fuera de sí. Le pedí que se tranquilizara y que guardase el arma porque con aquello iba asustar a los críos, pero no me hizo ni caso. Al final sacó a empujones a Maitane del coche», rememoró el vecino de Arbizu.

«Lur, la mayor, comenzó a llorar desconsolada al ver que se llevaban a su madre, e Iker se agobió muchísimo al ver esa escena. Se les va a hacer muy duro hacerse a la idea de que su ama ya no está en casa».

Por la tarde, seis horas después del arresto, los guardias civiles acudieron al domicilio familiar de Arbizu a efectuar el registro. Los agentes no permitieron que nadie, excepto la detenida, estuviese presente.

Antes de concluir el registro, Balda discutió con uno de los mandos policiales. «Me reprochó que la culpa de aquello la tenía mi mujer por haberse metido en esos líos. Le respondí que mi mujer todavía no ha sido juzgada ni condenada, por lo que le pedí que se callara».

Irantzu Legarra - Hermana de Amaia Legarra

«Amaia ha estado los tres días vomitando, la han sometido a una gran presión sicológica»

Tras recobrar la libertad el miércoles abonando una fianza de 4.000 euros, Amaia Legarra sacó ayer fuerzas para acudir junto a los familiares del resto de detenidos a la rueda de prensa que ofrecieron en la capital navarra. Reprimiendo el llanto en varias ocasiones, no fue capaz de volver a rememorar todo lo padecido en el acuartelamiento.

«Nos ha contado que le han propinado varios golpes en la cabeza y la han estado continuamente amenazando. En Iruñea, el trato fue correcto, pero al llegar a Madrid comenzaron las presiones», comentó Irantzu Legarra, hermana de Amaia. Según relató a sus familiares la concejala de Basaburua, los militares no la dejaron dormir durante los cuatro días que permaneció incomunicada.

«Han estado jugando continuamente con ella. Primero le gritaban y la obligaban a permanecer con la cabeza agachada, y, luego, al rato, le decían que se tranquilizase, que no pasaba nada. La estuvieron amenazando con que le aplicarían «la bolsa»y otro tipo de torturas, pero al final no lo hicieron».

Respecto al momento del arresto, Irantzu Legarra recuerda cómo «volvíamos a casa sobre las dos de la madrugada y nos estaban esperando en la puerta». «Salieron varios hombres encapuchados y se la llevaron. Pedía auxilio de manera desesperada, pero no pudimos ayudarla», recordó ayer la hermana de Amaia.

Amelia Albizu - Madre de Noé López

«En el hospital, los guardias enturbiaban el ambiente para que le diesen pronto el alta»

El joven Noé López no pudo asistir ayer a la rueda de prensa al encontrarse «con una grave crisis depresiva» derivada de los ataques de ansiedad que sufrió tras su arresto y por los que tuvo que ser hospitalizado en dos ocasiones. «Mi hijo es un chico completamente sano que nunca había tenido ninguna crisis de este tipo. Es escalofriante pensar en la angustia, la presión y el temor que debió sufrir cuando lo detuvieron para pasarle lo que le pasó», explicó ayer la madre del joven de Barañain, Amelia Albizu.

Recordó cómo una vez ingresado en el Hospital Virgen del Camino después de su primera crisis, los militares permanecieron apostados en la puerta de la habitación intimidando e identificando al personal sanitario. «Cada vez que entraba el médico o las enfermeras a la habitación, entraban con ellos, e incluso les decían que no nos dijesen nada a los familiares acerca de su estado de salud». Una actitud con la que «trataban de enturbiar el ambiente en el hospital para que los doctores se hartasen y le quisiesen dar el alta cuanto antes».

Pintadas a un autobús

Un grupo de desconocidos paralizó en la noche del miércoles en Arbizu un autobús que cubría la línea Iruñea-Gasteiz, en cuyo exterior realizaron varias pintadas de denuncia sobre el operativo policial llevado a cabo en el herrialde.

«Nuestros familiares han sido detenidos por trabajar en favor de Euskal Herria»

Los familiares de los navarros detenidos y encarcelados comparecieron ayer en Iruñea para denunciar «la impunidad» con la que las FSE «arrestan y posteriormente torturan en comisaría» a ciudadanos vascos «que trabajan por los derechos de este pueblo».

«Ante todo, tenemos que decir que estamos muy orgullosos de nuestros familiares, porque somos conocedores del trabajo que han realizado en favor de Euskal Herria, que ha sido precisamente lo que ha originado sus detenciones», denunció Enrike Miranda, tío de la encarcelada Maider Caminos.

Apuntó que los detenidos han sido procesados «por su trabajo político, y en ningún caso por pertenecer a ninguna organización terrorista». A su juicio, las acusaciones vertidas desde la Audiencia Nacional española «no son sino epítetos para tratar de anestesiar a la sociedad ante las detenciones políticas, la incomunicación y las torturas».

Asimismo, Miranda comparó la situación que vive Euskal Herria con la que padeció Argentina tras el golpe de estado de Pinochet. «En aquel entonces, los militares campaban a sus anchas secuestrando y torturando a ciudadanos, mientras que la sociedad, hábilmente anestesiada, no se inmutaba ante esas barbaridades».

Miranda se mostró «horrorizado» porque las instituciones públicas ni ningún partido político haya levantado la voz ante los arrestos y posteriores denuncias de torturas. En ese sentido, matizó que «no me asombra que la derecha calle ante estas barbaridades, pero me sorprende que otras fuerzas políticas que se dicen nacionalistas y progresistas también permanezcan impasibles». Para concluir, animó a los navarros a que se unan a las movilizaciones que se llevarán a cabo en Arbizu, Basaburua y Barañain esta tarde.




Para decirlo claro, en lo ideológico y en la práctica, José Luis Rodríguez Zapatero es descaradamente un triste y patético émulo de Patxi Garbantzu.


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