A los españoles les fascina el concepto de "pena añadida" aplicado a diestra y siniestra en contra de los presos políticos vascos, y como nos relata esta nota publicada en Gara, ahora recurren a presos comunes para violentar el día a día de estos. Aquí la tienen:
O sea que a la dispersión, a la negativa a reducir las penas por buen comportamiento o por enfermedad, a las múltiples vejaciones que sufren los que les visitan, ahora los presos políticos vascos tendrán que cuidarse de las agresiones de presos comunes azuzados por las propias autoridades carcelarias. ¿Dónde están las organizaciones de derechos humanos cuando realmente se necesitan?
Diez presos sociales atacan a David Cebrián y Aratz Gómez
La prisión de Villabona fue el jueves pasado escenario de una nueva agresión a prisioneros políticos vascos. En esta ocasión fueron el vecino de Berriozar David Cebrián y el azkaindarra Aratz Gómez quienes recibieron los golpes de diez presos sociales, que poco antes se habían juntado ante una garita de funcionarios.
GASTEIZ
Los prisioneros políticos de Berriozar y Azkaine, David Cebrián y Aratz Gómez, respectivamente, fueron agredidos por una decena de presos sociales el pasado jueves, 19 de enero, según denunció ayer Askatasuna. Los hechos se produjeron en la prisión asturiana de Villabona, donde se encuentran encarcelados los dos ciudadanos vascos.
En una nota de prensa, el organismo antirrepresivo explicó que aquel día Cebrián y Gómez fueron trasladados al módulo 5 desde la galería de aislamiento, donde han permanecido encerrados en unas muy duras condiciones durante mucho tiempo.
Cebrián fue el primero en llegar, y tras dejar sus enseres en la celda bajó al patio. Na- da más salir, uno de los presos sociales le preguntó si era «FIES-ETA», usando una terminología propia de los funcionarios de prisiones. Al poco tiempo llegó Gómez al módulo, y cuando los dos jóvenes se juntaron en el patio, fueron rodeados por diez presos sociales que, repartidos en dos grupos, les propinaron una paliza.
Los dos presos vascos lograron salir de allí como pudieron, y tras lo sucedido fueron enviados a los módulos 6 y 7 de la prisión.
Ambos han tenido que pasar por la enfermería pero, aunque tienen golpes en todo el cuerpo, no tienen heridas de gravedad.
Askatasuna explicó que antes de que Cebrián y Gómez fueran trasladados al módulo 5, pasó por allí el también prisionero vasco Daniel Ortiz, quien se asombró al ver a los presos sociales arremolinados junto a la garita de los funcionarios. Este hecho, y la terminología usada por uno de los sociales, lleva a este organismo a pensar que fueron los funcionarios quienes promovieron el ataque.
Tras reclamar que se respeten todos los derechos de los represaliados, Askatasuna hizo un llamamiento a participar en las movilizaciones de mañana, último viernes de mes.
O sea que a la dispersión, a la negativa a reducir las penas por buen comportamiento o por enfermedad, a las múltiples vejaciones que sufren los que les visitan, ahora los presos políticos vascos tendrán que cuidarse de las agresiones de presos comunes azuzados por las propias autoridades carcelarias. ¿Dónde están las organizaciones de derechos humanos cuando realmente se necesitan?
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