Este escrito del profesor Arrondo nos llega vía correo electrónico:
Vascos afectivos o vascos legalistas
Los que incursionamos por el contencioso vasco, por curiosidad, estudio o compromiso con la causa nacional, nunca terminamos de sorprendernos de lo que algunos vascos pueden decir o hacer contra su propia Patria. En este sentido, la historia contemporánea nos demuestra, que muchos compatriotas deslumbrados por las luces de Madrid o París se han puesto al servicio de ellas, sin más, buscando los laureles, el brillo y las distinciones que les brindan los Estados, con el fin de satisfacer su propio egocentrismo, y allí podemos incluir a ministros, embajadores, literatos, diputados y demás, todos étnicamente vascos, pero nacionalmente españoles o franceses.
Una Nación sin Estado, como lo constituye el pueblo vasco, se mueve entre márgenes muy difusos, donde la legalidad e ilegalidad no le son propias en la mayoría de los casos, sobre todo, cuando ese pueblo intenta reivindicar sus derechos en el marco legal de los Estados dominantes.
Muchas veces, la sola mención, de que un pueblo, como el vasco, tiene “derecho a decidir su futuro” como dice el Lehendakari Ibarretxe y otros agentes políticos y sociales de Euskalherría, esta sola mención, se transforma de inmediato de un acto de ilegalidad que puede conducir a quien reivindica estos derechos, a quedar incluido en un microproceso como el 18/98, o como el que se le formó a la Mesa del Parlamento Vasco.
La sola defensa del idioma ha sido causa suficiente para ser sospechado de “ilegal”, y un ejemplo de ello, ha sido la persecución al profesor Martín Ugalde, en el proceso contra el periódico vasco Egunkaria.
En estos días, la organización Udalbiltza (Batasuna) ha instrumentado la implementación del Documento Vasco EHNA. La obtención del mismo implica un reconocimiento personal de nacionalidad vasca, y este es un derecho que poseen todos los ciudadanos vascos y miembros del colectivo vasco de la diáspora, los que pueden acceder a su tramitación. El mismo, ha sido difundido en la diáspora, con el fin de que simpatizantes nacionalistas o centros vascos se encarguen de la implementación del mismo. Mucho se ha discutido en los últimos tiempos sobre la legalidad del EHNA, lo cual es como discutir si el DNI o Pasaporte español fuesen legales en Euskalherría, o si la escarapela celeste y blanca repartida frente al Cabildo de Buenos Aires en mayo de 1810 era legal o no, cuando simplemente lo que había que entender era que la misma, constituía un símbolo de soberanía en si misma, y quienes la cuestionaban simplemente intentaban demorar el proceso emancipador, ósea estaban al servicio del Rey de España, Fernando VII.
Es en estos momentos, cuando todos debemos estar juntos, en este gran esfuerzo que hay que realizar para que lograr la paz y la normalización política del país, esperando también que Udalbiltza (asociación de electos municipales de Euskalherría que abarca a los siete Herrialdes) se unifique. Poco ayuda que algunos cargos, pongan sus esfuerzos en diferenciar cual es la Udalbiltza buena y la mala, la ilegal o la legal, esa es tarea de quienes gobiernan en los Estados español y francés y la de sus respectivos embajadores y representantes de sus intereses políticos y económicos, los cuales, a diario hacen la diferencia entre vascos legales y vascos afectivos, a los que también se los denomina, nostálgicos o sentimentales. En este sentido, muchos de nosotros, ayer, hoy y mañana preferiremos ser afectivos con la Patria de nuestros antepasados.
Prof. César Arrondo
Universidad de La Plata
Argentina
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