Se llevó a cabo el proceso electoral que por muchos era considerado un plebiscito a la administración del criminal de guerra José María Aznar y el resultado deja al desnudo una realidad contundente; los españoles fueron bien amaestrados durante los 40 años de dictadura pues ha quedado claro que Aznar no es una aberración en el panorama político español, sino muy al contrario, representa el sentir de la mayoría, un hijo sano del franquismo pues, para que se entienda.
En lo que corresponde a lo nuestro, la apuesta de la izquierda abertzale ha dado frutos pues la sumatoria de los votos en favor de AuB - nulos - pone de relieve su aceptación en la clase trabajadora vasca por un lado y la farsa democrática que se vive bajo el régimen borbónico franquista por el otro.
Así que, dicho lo anterior, les dejamos con este detallado reportaje del corresponsal Armando G. Tejeda publicado por La Jornada:
Gana el PSOE la mayoría de sufragios sin modificar el mapa electoral español
Sólo en Barcelona tuvieron consecuencias comiciales las movilizaciones contra la guerra
Armando G. Tejeda | CorresponsalEl opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ganó por estrecho margen el mayor número de votos en las elecciones municipales y autonómicas celebradas hoy en España, aunque sin lograr variaciones en el mapa electoral. Los resultados reflejaron un leve deterioro ante la sociedad española del presidente del gobierno, José María Aznar, y su conservador Partido Popular (PP) que pese a todo conservó la alcaldía de Madrid, aunque perdió votos en la comunidad autónoma de Madrid.
El PSOE se convirtió de nuevo en la formación más votada del Estado, con 250 mil votos más que el PP, su eterno rival en esta jornada electoral, que se desarrolló sin incidentes graves, y tuvo una participación de 67.37 por ciento, 3.4 por ciento más que en los comicios de 1999.
En la comunidad autónoma de Madrid se rompieron ocho años de hegemonía del PP, al triunfar la coalición PSOE con la también ascendente Izquierda Unida (IU); en todo caso, el PP mantiene la alcaldía de la capital con mayoría absoluta.
Aznar y el PP enfrentaron estas elecciones como una especie de "plebiscito" a la gestión de los últimos tres años de gobierno, marcada por acontecimientos que han movilizado a la sociedad, entre ellos la catástrofe que causó el hundimiento del buque petrolero Prestige, el apoyo del gobierno español a la invasión y ocupación de Irak, la huelga general del 20 de junio pasado y la proscripción de la coalición de la izquierda independentista vasca, Batasuna, que por esta razón no pudo presentarse a los comicios.
Pero el llamado voto de castigo no se hizo patente, por lo menos al punto de producir grandes variaciones en el mapa municipal y autonómico español.
Como es habitual en este tipo de elecciones, con más de 8 mil ayuntamientos y 13 de las 17 comunidades autónomas en juego, los dirigentes de las formaciones políticas hicieron una lectura triunfalista de los resultados.
Así, mientras el PSOE resaltó la recuperación de su condición de partido más votado, al conseguir el respaldo de 34.78 por ciento del censo, que significa que gobernará a 18 millones de españoles frente a los 12 de los conservadores, el PP destacó que mantuvo el poder en casi todas las plazas y que por tanto gobierna en la mayoría de las capitales de provincia, en 35 de 52, escrutado 99.45 de los votos.
Asismismo, el reparto del poder en las comunidades autónomas sigue favoreciendo al PP que, a pesar de perder Madrid, convalidó los gobiernos en Valencia, Navarra, Castilla y León, Murcia, Cantabria, La Rioja, Ceuta y Melilla, y recuperó Baleares.
El PSOE conserva el poder en Extremadura, Aragón, Asturias y Castilla-La Mancha, mientras que la Coalición Canaria se alzó con la víctoria en las Islas Canarias.
En Castilla-La Mancha y Extremadura, los socialistas José Bono y Juan Carlos Rodríguez Ibarra obtuvieron los mejores resultados de su historia.
Triunfo agridulce
Los resultados en la capital española ocasionaron en los partidos una sensación de triunfo agridulce. El PP logró una victoria aplastante en el ayuntamiento, cuyo candidato, Alberto Ruiz-Gallardón, alcanzó la mayoría absoluta con 30 concejales frente a los 21 del PSOE y los cuatro de IU.
La capital se había convertido en el principal reto para las formaciones de izquierda, máxime después de las movilizaciones de protesta al gobierno que se produjeron los últimos meses.
Pero si en el ayuntamiento la hegemonía del PP no tuvo rival, en la comunidad el resultado con 99.45 por ciento de los votos escrutados favoreció al PSOE e IU, que lograron 56 escaños frente a los 55 del PP, después de un reñido conteo y a la espera de sumar los votos de los emigrantes.
La capital de Aragón, Zaragoza, se convirtió en otro revés para el PP en los comicios, al perder el poder frente al candidato y ex ministro socialista Juan Alberto Belloch, que podría formar coalición con la Chunta Aragonesista (CHA), formación ascendente en la región. Por el contrario, el PP arrebató al PSOE la ciudad de Burgos.
El PSOE mantuvo la alcaldía de Barcelona, pero con una fuerte disminución de votos, al perder cinco de sus antiguos 20 concejales, motivado por el aumento notorio del respaldo a formaciones independentistas y pacifistas, sobre todo a Esquerra Republicana de Catalunya e Iniativa per Catalunya Els-Verds, que lograron cinco concejales cada uno.
Con este resultado, se puede afirmar que únicamente en Barcelona se hicieron sentir las consecuencias electorales de las movilizaciones contra la guerra.
En Galicia también se registró una disminución de votos del PP, lo que propició que el PSOE recuperara en la región su condición de partido más votado, al ganar en cinco de las seis capitales de provincia: A Coruña, Lugo, Ourense, Vigo y Santiago de Compostela, mientras que Pontevedra estará gobernada por la coalición Bloque Nacionalista Galego (BNG).
La catástrofe del Prestige y la mala gestión del PP de la crisis podría explicar el revés de esta formación en la región, que sin embargo recuperó los ayuntamientos de Ferrol y Muxía.
Con la mayoría de los datos escrutados, los principales dirigentes se dirigieron a sus seguidores. Desde el balcón de la sede de su partido, Aznar dio un mensaje triunfalista al asegurar que el PP obtuvo unos resultados "sensacionales", que demuestran que "los ciudadanos han elegido masivamente y mayoritariamente a este partido a pesar de que algunos creían que nos iban a sacar del mapa político".
Ante una multitud eufórica que coreaba "¡campeones", "campeones!", el presidente agradeció la labor mostrada por los candidatos del PP, y concluyó su mensaje al asegurar que el proyecto de reforma y modernización de su partido está más fuerte que nunca y "seguiremos trabajando por España y por el PP".
El líder socialista José Luis Rodríguez Zapatero, en un tono más templado resaltó que "en estas elecciones se produjo un hecho histórico", al convertirse el PSOE "en el partido que se responsabilizará de un número superior de ciudadanos de los que va a gobernar el PP, concretamente en torno a 18 millones de españoles serán gobernados por socialistas y 12 millones por administraciones del PP".
Añadió que "no sólo hemos recuperado los 10 puntos de diferencia de las anteriores elecciones generales, sino que en las elecciones municipales hemos ganado".
De su lado, Gaspar Llamazares, líder de IU, manifestó que "el PP perdió la mayoría en estas elecciones, no hay más que los datos globales para ver que hay una nueva mayoría política de izquierda en este país, que es esa mayoría social que ha salido a la calle en las manifestaciones del Prestige y de la invasión de Irak".
Voto nulo y avance del PNV en el País Vasco
En el País Vasco, donde los comicios fueron sólo para ayuntamientos, la formación que mejores resultados logró fue el Partido Nacionalista Vasco-Eusko Alkartasuna (PNV-EA), al incrementar su mayoría en Bilbao y subir en Vitoria, donde gobierna el PP, y en San Sebastián, que refrendó el Partido Socialista de Euskadi, lo que significa que las tres capitales vascas se mantienen inalteradas.
Pero el otro hecho a destacar es el gran aumento de los votos nulos, más de 130 mil, lo que equivale a más de 12 por ciento del electorado, lo que significa que la mayoría de los simpatizantes de la proscrita Batasuna manifestaron así su protesta ante la medida y sólo unos pocos decidieron otorgar su voto a otras formaciones políticas.
Después de la ilegalización de Batasuna y la prohibición de 221 listas de la coalición separatista radical por el Tribunal Supremo, los dirigentes abertzales (nacionalistas) hicieron campaña en favor del voto nulo, que fue seguido por una buena parte de sus electores.
En Guipúzcoa 16.1 por ciento de los sufragios fueron nulos, lo que representa un incremento de más de 15 puntos porcentuales con respecto a los comicios anteriores, mientras que en Alava y Vizcaya el voto nulo fue de 6.1 y 9.9, respectivamente.
"Territorios históricos"
El dirigente del PNV, Xabier Arzalluz, expresó su satisfacción, porque, dijo, los resultados "nos consolidan como la primera fuerza en los tres territorios históricos vascos".
Los comicios, cuyo único incidente fue la detención de tres personas que desplegaron unas papeletas de Batasuna, también producirán cambios en pueblos históricamente gobernados por esta formación, como Hernani, Amezleta o Belauntza, que ahora estarán gobernados por el PNV.
Papeletas de voto independentistas vascas, prohibidas por la justicia española, aparecieron en las mesas de varios colegios electorales en el País Vasco, las que fueron introducidas en las urnas por militantes independentistas.
Arnaldo Otegi, portavoz de Batasuna, llamó esta mañana a introducir las papeletas prohibidas en las urnas "porque son las que hacen daño a Aznar".
Otegi señaló, tras conocer los resultados, que los abertzales consiguieron "cerca de 160 mil votos, lo que significa que la base social de la izquierda independentista se ha mantenido fiel a sus posiciones a pesar de saber que sus papeletas no van a ser jurídicamente reconocidas".
En Valencia, en tanto, la policía suspendió una votación simbólica y retiró la mesa que agrupaciones de inmigrantes colocaron para recoger los sufragios de este sector. El acto se celebró para reivindicar el derecho al voto en las elecciones municipales y regionales, declaró el presidente de la asociación hispano-ecuatoriana Rumiñahui, Edgar Constance.
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