Nace Serbia y Montenegro

A Madrid le gusta vender la idea que el movimiento por la autodeterminación de Euskal Herria es algo ajeno a Europa en donde de hecho no existen otras naciones históricas con reclamos similares. También insisten en que el "conflicto vasco" se reduce a un tema policial doméstico, entelequia que acaba de saltar por los aires en un lugar que para los españolistas ha resultado particularmente doloroso; los Estados Unidos, particularmente, en Idaho, hogar de una vigorosa diáspora vasca.

Pero el asunto no termina ahí, resulta que a uno de los españoles que más rábidamente defienden la sacrosanta unidad de España le ha tocado ser testigo de los que a todas luces no es mas que una bomba de tiempo; el estado de Serbia y Montenegro, heredero de lo que alguna vez fue Yugoslavia. Nos referimos a Javier Solana.

Y es que resulta que los montenegrinos no se sienten muy a gusto en este estado Frankenstein y desde ya están dejando saber su deseo de buscar una salida al mismo lo más pronto posible.

Javier Solana sabe muy bien que el eventual divorcio entre serbios y montenegrinos le dará alas a los albaneses de Kosovo, quienes el año anterior estuvieron muy activos perpetrando una serie de actos terroristas llevados a cabo por el UCK en Macedonia, grupo paramilitar auspiciado por la diáspora albanesa en los Estados Unidos.

Y eso significará que los albaneses tendrán rienda suelta para conformar a sangre y fuego su largamente acariciado sueño de la Gran Albania, un territorio que incluirá a la actual Albania más territorios adyacentes en Croacia, Montenegro, Serbia, Macedonia y Grecia. Mercenarios alabaneses entrenan en Estados Unidos en este momento para ese fin.

Todo un dolor de cabeza para Javier Solana, cuyo españolismo niega que exista una Euskal Herria conformada por cuatro provincias en el actual estado español y tres provincias en el actual estado francés.

Dicho lo anterior, les invitamos a leer esto que ha publicado La Jornada:

El Estado "Serbia y Montenegro" sustituye a la república yugoslava

Nuevo capítulo que los llevará a la UE: Javier Solana

La República Federal de Yugoslavia (RFY) heredada del ex presidente Slobodan Milosevic pasó hoy a la historia, pero las dos repúblicas que la integraban desde 1992: Serbia y Montenegro, han decidido mantener un Estado común, al menos por tres años.

"Es el comienzo de un nuevo capítulo que vamos a escribir juntos, y que los llevará a la adhesión a la UE", declaró el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, al comentar aquí la creación del nuevo Estado, oficialmente bautizado como "Serbia y Montenegro".

Desde noviembre pasado, Solana lanzó una advertencia contra la política independentista del presidente de Montenegro, Milo Djukanovic. En cambio, en la línea del mandatario yugoslavo, Vojislav Kostunica, defendió el mantenimiento de una federación renovada.

El acuerdo firmado este jueves -que los parlamentos yugoslavo, serbio y montenegrino aún deben refrendar- es un compendio de las dos opciones, ya que contempla la posibilidad de que Montenegro se separe de Serbia en tres años, si todavía quiere.

Los temas que serán gestionados en forma conjunta por el nuevo Estado, que contará con un presidente, un Parlamento unicameral y un consejo de ministros, son: relaciones exteriores, defensa, relaciones económicas con el extranjero, relaciones económicas interiores, y protección de los derechos humanos y las minorías.

Pero este Estado temporal seguirá dividido en dos entidades económicas, ya que Montenegro renunció hace varios años a la moneda yugoslava: el dinar, para remplazarla por el marco alemán. La RFY fue fundada sobre las ruinas de la Yugoslavia histórica de Josip Broz Titio, de la cual seis repúblicas acababan de acceder o iban a acceder a la independencia: Eslovenia, Croacia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina.

Pero la comunidad internacional apoyó la lucha del líder montenegrino Milo Djukanovic contra Milosevic, quien en 1997 se había convertido en presidente yugoslavo. Al suceder Kostunica a Milosevic, actualmente detenido en La Haya procesado por crímenes de guerra, las potencias europeas dieron la espalda al presidente de Montenegro.

Estas potencias temen que su política independentista dé una señal a los albaneses étnicos de Kosovo y Macedonia, y a lo serbios de Bonia de que las fronteras son negociables, y esto desate nuevos conflictos en la región. Sin embargo, el nuevo jefe del gobierno de la provincia de Kosovo, Bajram Rexhepi, aseguró hoy que "cuando llegue el día, decidiremos el estatuto final de Kosovo".

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