Tal como lo habíamos predicho, José María Aznar no pudo contener sus ansias por enviar sus fuerzas represivas en contra de los altermundistas que han tomado plazas y calles de la ciudad catalana de Barcelona con la Cumbre de la Unión Europea como escenario de fondo.
Adicionalmente, solo para poner contexto a la acción no violenta protagonizada por los activistas vascos, el hecho de que hayan volteado un auto para a continuación pintarlo de rojo obedece al reclamo que realizan los familiares de los presos políticos vascos a quienes se les aplica la política penitenciaria de excepción conocida como alejamiento o dispersión, misma que consiste en alejar lo más posible de su núcleo familiar a quienes hayan sido sentenciados y encarcelados por "pertenencia a ETA", lo cual contraviene legislación tanto española como europea pues con esto además de proporcionar un castigo adicional a los presos a quienes realmente lesiona es a sus familiares pues les dificulta el poder visitarlos, lo cual es un derecho. A lo anterior se debe añadir que, al tener que recorrer distancias más largas, los familiares se ven expuestos a mayores peligros en las carreteras, como choques y volcaduras, lo que ya ha causado víctimas.
Dicho lo anterior, aquí lo que se nos reporta desde La Jornada:
Reprime la policía a manifestantes contrarios a la cumbre de Barcelona
Repudian antiglobalizadores "neocolonización" de Latinoamérica por trasnacionales españolas
Armando G. Tejeda | EnviadoDecenas de heridos y al menos 40 detenidos fue el resultado de nuevas protestas antiglobalización que tuvieron lugar hoy en esta ciudad protagonizadas por las diversas asociaciones que forman parte del Foro Social y la Campaña contra la Europa del Capital y la Guerra, al comenzar la cumbre del Consejo Europeo.
Aunado a algunas protestas festivas, también hubo enfrentamientos y cargas de los agentes antidisturbios, que utilizaron balas de goma y aplicaron con saña sus macanas para dispersar a los jóvenes europeos, con el saldo señalado.
Incluso entre los detenidos figuran seis separatistas vascos que volcaron un vehículo a unos metros del Palacio de Congreso, donde se celebra la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE).
El clima general de las protestas de los llamados movimientos antiglobalización tuvo un cariz pacífico y propositivo: desde simbólicas protestas en bicicleta hasta la celebración de mesas de debate en las que se abordaron los rubros que más preocupan en estos momentos al movimiento social.
Es decir, las guerras abiertas en Afganistán y Medio Oriente, el llamado Plan Colombia, la debacle que ha sufrido los años recientes Argentina y, por supuesto, las medidas que pretenden adoptar en un futuro inmediato los mandatarios europeos, entre ellas la liberalización de la energía y el transporte, las reformas educativas y sobre todo el mercado laboral, que se traducirá en el abaratamiento del despido y la creación del mercado financiero único europeo.
Los ricos también lloran
Bajo la convocatoria de la asociación Marc-Attack se concentraron en la calle Las Ramblas alrededor de 600 personas bajo la consigna "los ricos también lloran", justo frente al mítico Teatro del Liceo, convertido en auténtico fortín.
Después de dos horas de manifestación pacífica, los agentes antidisturbios cargaron con violencia hasta disolver la protesta, que derivó en una batalla campal en pleno centro de Barcelona.
La policía, que movilizó a centenares de agentes ataviados con los instrumentos más modernos para repeler este tipo de marchas antiglobalización, se desplegó alrededor de la concentración hasta que decidió cargar con contundencia.
Protegidos por sus escudos y por los cerca de 60 furgones policiales que cortaron el tráfico de la céntrica avenida, arremetieron contra todo lo que se movía, periodistas y gente ajena a la manifestación.
Durante las manifestaciones fueron arrestadas 29 personas, aunque algunas fueron liberadas poco después; saldo final oficial fue de 11 detenidos y al menos dos heridos leves, entre ellos un periodista.
La protesta no se rompió del todo, ya que un numeroso grupo de personas comenzó a proferir insultos contra los agentes: "Policía asesina", o un lacónico "el mañana es nuestro compañeros".
Más tarde, en el barrio Gracia, hubo violentos choques entre manifestantes y agentes, que se saldó con 20 detenidos más. Asimismo, otro grupo se concentró en la Plaza de Colón para repartir "palomitas transgénicas" contra la proliferación de este tipo de productos.
Txema Martínez, uno de los jóvenes contestatarios, explicó a La Jornada que "esta presencia policial es pura represión, y no están aquí para protegernos sino para agredirnos. Este es el llamado milagro español: más fascismo, más represión y más miseria".
Agregó: "Ahora que han venido a Barcelona los poderosos, la ciudad de los prodigios, los barceloneses les estamos diciendo que no nos gusta que estén aquí, que no nos hace ninguna gracia que nos cierren un perímetro de la ciudad, que nos corten varias estaciones del Metro, que nos llenen la ciudad de policías para que ellos puedan estar cómodos, porque al final estos agentes están para que ellos se puedan tomar un ágape y una copa de champán sin molestias".
A pesar de que la avenida Diagonal de Barcelona es quizá la calle más vigilada de Europa, esta mañana se produjo un hecho llamativo: a sólo unos metros del Palacio de Congresos un coche fue volcado y rociado de pintura roja.
La acción, que fue reivindicada por la organización vasca Nekane, pretendía llamar la atención sobre la situación de los presos de la organización separatista vasca.
El acto fue realizado por seis personas, cuatro jóvenes y dos padres de un miembro de ETA detenido, quienes fueron arrestados.
Mientras, otro grupo, denominado cazalobbies, protestó contra las políticas de los monopolios y de los grandes consorcios empresariales, como Telefónica y Endesa.
Además, un numeroso grupo de personas recorrió los consulados en Barcelona de países de América Latina, entre ellos Argentina, México y Colombia, para protestar contra lo que consideran neocolonización de la región por parte de las multinacionales españolas.
La organización catalana Campaña contra la Europa del Capital y la Guerra denunció que 15 autobuses se mantenían hoy bloqueados en la frontera con Francia, en Perptiñán, que llevaban a bordo a unas mil personas que iban a asistir a las manifestaciones en el marco de la cumbre europea.
La agrupación aseguró que "la policía española rechazó el ingreso de estos autobuses y la policía francesa cargó contra ellos.
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