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domingo, 26 de enero de 2025

Egaña | La Estrategia de las Violaciones

Cada vez que el estado español o un medio de comunicación afín habla acerca de las actividades armadas de ETA siempre reducen las estadísticas de la violencia a los muertos y heridos causados por ETA así como la de las bajas en el campo abertzale, sin mencionar la autoría de estas.

Nunca se habla de otras estadísticas, como por ejemplo, la de la cifra de los torturados.

Mucho menos se va a hablar de la violación como un arma más en el arsenal represivo en contra del derecho del pueblo vasco a su autodeterminación.

Por lo anterior es que se hacen tan necesarias voces como la de Iñaki Egaña, quien ha compartido el siguiente reporte en su perfil de Facebook:


La estrategia de las violaciones

Iñaki Egaña
Este enero se han cumplido 45 años de la violación y muerte de Ana Tere Berroeta en Loiu y en junio el mismo aniversario recordará a Mari José Bravo en Donostia. Ana Tere tenía 19 años y Mari José 16. Javi Rueda, el compañero de Bravo, fue apaleado cuando intentaba defender a la adolescente, y dejado por muerto. Revivió pero a consecuencia de las heridas falleció años más tarde. Las muertes de ambas mujeres fueron reivindicadas por el BVE, la marca estatal que en 1983 fue sustituida por la de los GAL.

En ese periodo se produjeron más violaciones en las que, en algunas de ellas, los denunciados fueron agentes policiales. Las violadas sobrevivieron. También hubo varios casos de denuncias de violaciones en comisarías, en situación de custodia policial. Tras las denuncias, sus nombres se difundieron en los medios de comunicación. Pero las denuncias no tuvieron recorrido judicial. Una de ellas fue declarada incluso en un juicio en 1988 que tuvo lugar tras una detención . En el litigio, en el que la acusada fue imputada por ser militante de ETA, la fiscal Carmen Tagle, ejerció de juez y testigo a la vez, afirmando, por toda prueba, que el aspecto de Begoña no era el de una mujer violada. Hubo también situaciones que sugirieron haber sido preparadas en un despacho de expertos en contrainsurgencia. También en 1988, durante un largo secuestro por ETA de un empresario madrileño, los medios y la Policía cargaron las tintas sobre un miembro del comando que retenía al industrial. Y con la intención aparente de que el clandestino abandonara su escondite, dando pistas de donde se hallaba retenido el secuestrado, el hijo del militante sufrió un intento de violación, en su localidad natal, a 500 kilómetros de Madrid.

Estos casos ya fueron amparados explícitamente por el informe del Gobierno Vasco de 2008 "Víctimas de vulneraciones de derechos humanos derivados de la violencia de motivación política", bajo el epígrafe de violaciones sexuales de mujeres "con reivindicación política". En dicho informe, asimismo, se recogieron casos de detenidas en dependencias policiales que denunciaron haber sido violadas o agredidas sexualmente en el transcurso de su arresto. Y algunas de esas denuncias no estaban alejadas en el tiempo tanto como las de Ana Tere o Mari José, sino que pertenecían al siglo XXI. También impunidad, esta vez judicial, porque otra institución, como en este caso el Gobierno de Gasteiz ya las había señalado.

Las fuentes de todas esta crónicas son varias. Las diligencias judiciales, a las que no tenemos acceso, y cuando lo haya, la ley de protección de datos que obliga a que la petición deba ser realizada por la víctima. Muchas no quieren revivir el terror y otras, bilógicamente, no están entre nosotros. También los archivos históricos en los que están alojados los informes diarios de Guardia Civil, Policía y gobernadores. Pero en ellos nos encontramos con tres problemas. El primero, que en caso de resolución, únicamente aparecería el nombre de la víctima y el resto de nombres estaría tapado con tachones para encubrir generalmente a los victimarios. El segundo, los 50 años que deben haber transcurrido, por ley, entre el hecho y la petición de información. Y el tercero y más doloroso, que las cuestiones relacionadas con violaciones de derechos humanos (torturas, abusos sexuales, ejecuciones extrajudiciales…) no aparecen en los informes que los propios policías confeccionan. Lo digo con experiencia, revisando legajos anteriores a 1974. Y en supuesto caso de posibilidad de acceso a información relevante que desvele alguno de estos acontecimientos, la franquista y a pesar en vigor, el muro de la Ley de Secretos Oficiales.

En la investigación popular, al margen de la hemerotecas, fue el exhaustivo trabajo del abogado Miguel Castells -todavía en activo a sus 93 años- que recogió las transgresiones de derechos humanos del Estado español en Euskal Herria, incluidas las violaciones, que le llevaron a una conclusión compartida por gran parte de nuestra sociedad: la actividad paramilitar estaba diseñada desde el Estado. Fue condenado por este trabajo por los tribunales españoles y el de Estrasburgo le dio la razón en 1991, lanzando una nueva andanada contra la estrategia negacionista de los Gobiernos españoles.

Más recientemente, Argituz presentó un nuevo informe “Mujeres violadas con reivindicación política por grupos parapoliciales”, que refiere el periodo que fue de 1977 a 1980 y recoge casos particulares, en los que destacan que antes de ser violadas, algunas víctimas sufrieron un interrogatorio sobre miembros de ETA. Sin embargo, las instituciones y los estudios académicos han pasado de puntillas sobre este tema, al margen de los trabajos y esfuerzos citados. Si la lectura debe se integral, aún tenemos un debe enorme.

Gracias a estas fuentes, hoy conocemos que hubo varios localidades que concentraron la mayoría de las agresiones sexuales: las cuatro capitales de Hego Euskal Herria y otros puntos menores como Bermeo, Orereta o Irun. Las violaciones tuvieron lugar en escenarios donde también se produjeron otro tipo de represiones tanto asumidas por el Estado (torturas, secuestros) como negadas (acciones paramilitares). El modus operandi de los victimarios fue muy similar a pesar de la distancia entre localidades. En todos los casos, los violadores exhibieron sus armas para coaccionar a las víctimas. Lo más llamativo del tema reside en que casi la totalidad de las manifestaciones por esas agresiones sexuales fueron reprimidas violentamente por las fuerzas de seguridad españolas, provocando heridos.

Al hilo de los testimonios, Mai Etxamendi, compuso y cantó una canción junto a su padre Eñaut (el de la mítica pareja Etxamendi eta Larralde), titulada “Zure kontzertu batez (1980)”: “Errenteriritk bost gizon dira heldu/ Bostek ninduten hortxet inguratu/Kristianoz ninduten deshoratu/Joak labanez sarraskitu/Nintzalarik lurreratu/Bostek ninduten biolatu”. 




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sábado, 25 de enero de 2025

El Quid de la Sede

Cuando Jordi Évole se sentó a entrevistar a Josu Urrutikoetxea en lo que después se convertiría en el documental conocido como 'No me llame Ternera', el propagandista catalán se despachó a gusto con la gran mentira del relato españolista; que tras la muerte de Franco la democracia había llegado al estado español, claro, con la intención de dar a entender que con la muerte de Franco y la supuesta llegada de la democracia dejaba de existir la razón de ser de ETA.

Pues bien, para desmayo de Évole, el PP a nivel estatal ha decidido no concederle la razón pues insiste en que un edificio comprado por vascos en París, mismo que fue incautado por el franquismo, pertenece a Madrid.

Desde Naiz, aquí lo más reciente con respecto al edificio en París que fuese la sede del gobierno vasco en el exilio:


Sede de París: para el PP es de España; para el PP vasco, de Lakua; y para el PNV, suya

El PP ha conseguido instalar un debate a nivel estatal sobre de quién es la sede que ocupó el Gobierno Agirre en París, no sin contradecirse, porque afirma una cosa en el Congreso y otra en Euskal Herria. Mientras, el PNV se reivindica como legítimo dueño afirmando que la pagaron sus militantes.

Ramon Sola

El acuerdo entre el PNV y el Gobierno español para transferir la propiedad de la sede que ocupó en París el Gobierno de José Antonio Agirre en el exilio se ha convertido en motivo de gresca entre este partido y el PP. La formación que lidera Alberto Núñez Feijóo lo está usando cada vez más como argumento principal para justificar el golpe que quiso propinar a Pedro Sánchez tumbando el «decreto omnibús», a sabiendas de que es muy impopular poner el foco en las otras consecuencias de su no: pensiones, desahucios y ayudas al transporte.

En esta ofensiva ha conseguido extender un debate sobre de quién debe ser ese edificio. En el Pleno celebrado el miércoles en el Congreso confluyó totalmente con Vox en la afirmación de que se trata de una propiedad española, obviando que fue incautada a la representación del Gobierno Vasco primero por el nazismo y luego por Franco.

Como recordaba en este reportaje en NAIZ el historiador Iñaki Egaña, «con la invasión alemana de París, la Gestapo y los servicios secretos españoles se hicieron cargo de la delegación vasca. En nombre de la embajada española, los funcionarios Pedro Urraca, Francisco Serrano y Pedro Macías se incautaron de la sede. Y este embargo provocó la confiscación de numerosa documentación que dejó la puerta abierta a una brutal represión en Hego Euskal Herria».

En 1944, recordaba Egaña, la sede de Marceau fue recuperada por un grupo de guerrilleros, cuando los nazis abandonaron París. Xabier Landaburu, vicelehendakari que había permanecido en París, recuperó para el Gobierno Vasco, pero la Embajada franquista protestó airadamente. «Fue en el verano de 1951 cuando el Gobierno francés expulsó sorpresivamente al Gobierno Vasco de su sede parisina. El proceso judicial, que parecía claro a favor del Gobierno Vasco, se decantó a favor del Gobierno falangista, cuando el dictador Francisco Franco anunció que cerraría el instituto y el liceo francés en Madrid si no se desalojaba al Ejecutivo vasco de su sede de la Avenida Marceau».

El chantaje surtió efecto y el lehendakari Agirre declaró: «Salimos de este edificio expulsados por la fuerza pública, en ejecución de una sentencia que califica al Gobierno Vasco de ‘ladrón’, sentencia obtenida durante la ocupación alemana bajo la protección del enemigo».

Desde entonces el edificio ha sido propiedad estatal y en los últimos tiempos sede del Instituto Cervantes. Hasta que ha llegado este acuerdo con el Gobierno español para su «devolución», largamente demandado por el PNV.

Doble discurso del PP

En el pleno del miércoles, y eludiendo todas estas evidencias históricas, el representante del PP Juan Bravo insistió en que el edificio es «patrimonio estatal» y que no cabe traspasar la propiedad para «beneficiar a un partido político».

Un día antes, el portavoz principal en el Congreso, Miguel Tellado, había encendido las iras del PNV afirmando que «todos los españoles vamos a pagarle al PNV una renta mensual para tener en ese edificio que hoy es público y mañana dejará de serlo para ser del PNV: La sede en Francia del Instituto Cervantes. Vaya vergüenza todo. Vergüenza el comportamiento del Gobierno de España y vergüenza la actitud y el comportamiento del PNV». Tildo a la formación jeltzale de «aprovechategi». Desde la tribuna del Congreso, Idoia Sagastizabal le devolvió el insulto: «Lotsagabe».

Este viernes, sin embargo, el presidente del PP en la CAV, Javier de Andrés, ha utilizado otro discurso, según el cual el palacete no es español, pero tampoco jeltzale, sino en su caso del actual Gobierno de Lakua.

Ha afirmado que existen «cuatro sentencias» que así lo acreditan: tres en tribunales franceses, «la última de 1951», y otra del Supremo español. Y ha acusado al lehendakari, Imanol Pradales, de no reivindicar la propiedad. «Su libertad e independencia acaban donde empiezan los intereses de su partido», ha dicho.

«Bastaría con que Gobierno Vasco fuera con estas cuatro sentencias y oponerse a que ese registro sea efectivo, pero Pradales prefiere meterse con el PP, porque nosotros estamos defendiendo los intereses de los vascos a través de lo que tendría que ser el Gobierno Vasco», afirma De Andrés.

El PNV se reivindica

Por su parte, el PNV no se echa atrás para reivindicarse como único propietario. Ya el día que se presentó el acuerdo, el Euzkadi Buru Batzar sostuvo que «está plenamente probado y demostrado que, si bien lo utilizó el Gobierno Vasco en el exilio, quien adquirió y pagó el edificio de la Avenida Marceau fue EAJ-PNV. La transferencia previa a su adquisición se formalizó el 12 de septiembre de 1936, cuando el Gobierno Vasco aún no existía. Ni siquiera se había aprobado aún el Estatuto de Autonomía que sustentó legalmente la existencia de aquel primer Gobierno Vasco».

En la misma línea, este viernes el coordinador del archivo de la Fundación Sabino Arana, Eduardo Jauregi, ha aseverado que el palacete pertenece al PNV porque se adquirió con donaciones de sus militantes, en concreto una transferencia económica de miles de dólares desde el Banco Nacional de México a la sucursal del Banco de Bilbao en la capital francesa por parte de la familia Belaustegigoitia a Elidoro de la Torre, primer consejero de Hacienda del recién constituido Gobierno de Lakua.

«Hay prueba documental de esa transferencia –remarca Jauregi–. Se hace el 12 de septiembre de 1936 antes de constituirse el propio gobierno de Euskadi (7 de octubre). Yo no sé de dónde han sacado la información de que el Gobierno de la República dio dinero al Gobierno Vasco. Nosotros desconocemos esos datos, lo que sabemos es que ese dinero vino de gente del PNV para ese asunto».

El coordinador de la fundación añade, en un recordatorio pertinente a PP y Vox, que las dependencias de París acogieron, además de a la Falange Española, a la denominada Comisión de Recuperación de Bienes creada «por el nuevo Gobierno franquista», que intentaba conseguir y recuperar todos los bienes que, según ellos, «los rojos» habían sacado de territorio estatal.

 

 

 

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Angulas a los Cerdos

Una juventud acostumbrada a comer mac hamburguesas, pizza de mostrador, rollos de arroz - llamados incorrectamente sushi - y ramen de microondas... hoy califica negativamente platos sofisticados o con tonos sutiles para el paladar.

Como dicen en México, qué mejor, entre menos burros, más olotes.

Aquí lo que nos informa el Diario Vasco:


Un clásico de la cocina vasca, en el listado de los peores platos del mundo

TasteAtlas, una enciclopedia gastronómica internacional, elabora este ranking anual para destacar las recetas más y menos apreciadas en todo el mundo

I. G.

Un plato tradicional vasco, las angulas a la cazuela, ha sido incluido en el listado de las peores recetas del mundo elaborado por la guía internacional TasteAtlas. Este ranking, que genera polémica cada año, clasifica las recetas menos apreciadas según las votaciones de miles de usuarios alrededor del planeta. En la edición de 2025, las angulas a la cazuela obtuvieron una puntuación de 2,3 sobre 5, situándose en el puesto número 19 del ranking.

La receta, un clásico de la cocina vasca, se prepara con ingredientes como angulas, ajo, pimentón picante, aceite de oliva y sal. El ajo y el pimentón se sofríen en aceite de oliva en una cazuela, a la que se añaden las angulas para cocinarlas hasta que estén calientes y chisporroteen. Tradicionalmente, este plato se sirve directamente en la cazuela y se come con un tenedor de madera.

Pero las angulas no son el único plato español que aparece en esta poco halagadora clasificación. Las faves a la catalana, un guiso originario de Cataluña elaborado con habas, butifarra negra, tocino y especias, han sido calificadas como el 16º peor plato del mundo, también con una puntuación de 2,3. Este plato, con recetas que se remontan al siglo XIX, es un símbolo de la gastronomía catalana, aunque parece no haber conquistado el gusto de los votantes internacionales.

Un clásico de la cocina vasca, en el listado de los peores platos del mundo

Por su parte, un plato valenciano también figura en la lista: el bocadillo de carne de caballo, habitual en el 'esmorzar' típico de la región. Este bocadillo, que combina carne de caballo con ingredientes como ajos tiernos, queso o tocino frito, ocupa el puesto 18º, igualmente con una puntuación de 2,3.

TasteAtlas, una enciclopedia gastronómica internacional, elabora este ranking anual para destacar las recetas más y menos apreciadas en todo el mundo. En la edición de este año participaron casi 600.000 personas, de las cuales unas 400.000 fueron reconocidas como votantes legítimos tras un riguroso proceso para evitar fraudes y votaciones sesgadas.

 

 

 

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sábado, 18 de enero de 2025

Egaña | La Agenda del Medio Centenario

Nuestra publicación de 2015 titulada 'Paca la Culona' ha tenido muchas visitas durante las semanas recientes y no podemos negar que esto nos había picado la curiosidad.

Pues bien, agradecemos a nuestro amigo el que haya publicado este texto que nos ayuda a esclarecer el misterio, mismo que traemos a ustedes desde Facebook:


La agenda del medio centenario

Iñaki Egaña

A poco de comenzar el año, nos llegó la turrada de la que va ser tendencia durante 2025. El medio siglo de la muerte del dictador, al que no le salvó ni siquiera aquella mano incorrupta de Teresa Sánchez de Cepeda, una religiosa que canonizaron como Santa Teresa y cuya reliquia trasladaron desde la iglesia de la Merced de la ciudad andaluza de Málaga. Las referencias a Franco nos han inundado como una Dana. Unos para reforzar su narrativa de cuánto enfrentaron a la dictadura, cuando la realidad fue que con la excepción del PCE, ETA y algunos sindicatos, su postura fue la de la espera. Otros para aprovechar la ola neofascista y reivindicar su “buen hacer”. Y un tercer grupo para mostrar supuestas equidistancias y desinterés, con el argumento de que no merece la pena rasgar ese pasado tan lejano, cuando la juventud actual ni siquiera conoce quienes fueron Eddy Merckx, Gorbachov o Rodríguez Galindo.

Así que la agenda está servida. Pero como sucede con otros aniversarios redondos, la potencia de los medios extraños, la viralidad de las redes y la universalidad de la idiotez, nos enfangan en una agenda ajena. Es cierto que el suceso, la muerte del dictador y su trayectoria, tuvieron un impacto bestial en la sociedad de Hego Euskal Herria. Pero también es notorio que en nuestro territorio, tanto al norte como al sur de la muga, este medio centenario debería tener otros recuerdos más pujantes que la loa o el despreció del llamado entonces generalísimo.
Las exequias de Franco estuvieron precedidas de las ejecuciones de dos militantes de ETA y tres del FRAP. Jon Paredes, Txiki, y Ángel Otaegi, fueron condenados a muerte en juicios que apenas duraron unas horas y sus penas fueron refrendadas por una corte de dirigentes franquistas que dos años más tarde se despertarían, como por arte de magia, siendo tan demócratas que hoy aún, sus apellidos nominan avenidas, escuelas y aeropuertos. De aquella fecha, 27 de setiembre, la izquierda abertzale situó el Gudari Eguna y con aquellos mimbres y los de los gudaris de la guerra del 36, edificó un robledal, un camposanto metafórico, que fue dilapidado por las “fuerzas del orden” hace poco más de una década.

Las movilizaciones por Txiki y Otaegi fueron parte de un contexto que nos presentó como un pueblo unido como cantaba Quilapayún. Con un coste enorme que este medio centenario debería reconocer. Huelgas generales, protestas, encierros, sabotajes… La repuesta del Estado franquista fue la del estado de excepción, la promulgación de una Ley Antiterrorista y la escenificación de una guerra sucia que comenzó con el BVE (Batallón Vasco español) y se alargó con los GAL, en tiempos de quienes en 1975 decían ser oposición clandestina, activada para derrocar al dictador (PSOE). Habilitaron la plaza de toros de Vista Alegre, en Bilbo, para albergar a tantos detenidos que no entraban en comisaría. Tal y como había hecho Pinochet con el Estadio Nacional de Chile, exactamente dos años antes.

Para evitar las ejecuciones, la Policía mató a quienes intentaban su liberación, militantes como ellos: Andoni Campillo, Josu Mugika, Montxo Martínez Antía y al gallego Moncho Reboiras. En las protestas mataron en Donostia al estudiante Jesús García Ripalda, en controles de carretera a la alemana Alexandra Leckett, Emilio Pérez y a Kepa Etxandi. Al joven Bonifacio Martínez, de apenas 18 años, lo mató la Guardia Civil en Bilbo y en Mungia a Alfredo San Sebastián. En Gernika, mataron al militante Jesús Mari Markiegi y horas más tarde, al matrimonio que le había albergado en su vivienda, Blanca Salegi e Iñaki Garai. Francisca Saizar murió de un infarto cuando los de charol derribaron la puerta de su casa en Ondarroa, a la búsqueda de su nieto. También en Ondarroa, los mismos halcones mataron a Koldo Arriola, también con 18 años, cuando celebraba el fin de curso. Alfredo Valcárcel fallecía a consecuencia de las torturas. Mikel Gardoki y Koldo López de Guereñu murieron en emboscadas y a Bittor Pérez Elexpe le acribillaron cuando repartía unos pasquines en Sestao. Jacques Andreu, imitando a los bonzos que protestaban por la ocupación yankee de su país Vietnam, se inmoló en Pau, en solidaridad con la causa vasca. A Carlos Sanchiz le dieron el tiro de gracia y sobrevivió de milagro.
La llamada guerra sucia, el terrorismo de Estado, saltó a Ipar Euskal Herria con una innovación, las bombas-lapa. Y si los objetivos habían sido librerías como Nafarroa u organizaciones asistenciales como Anai Artea, los refugiados y sus familias se convirtieron en prioridad. La primera familia fue la de Josu Urrutikoetxea. El mercenario murió en la tentativa. Luego atentaron contra las familias de Txomin Iturbe y Tomás Pérez Revilla y el intento de secuestro de la compañera de Garratz Zabarte. A Iñaki Etxabe y Germán Agirre los mataron en Arrasate, sin reivindicación. No se atrevieron. A José Martín Zubillaga, le tirotearon en el término municipal de Sara y le trasladaron detenido al sur de la muga.

Aquel año estuvo teñido de rojo, pero también con alcances y anclajes del mismo tono. La huelga de Potasas marcó a una generación. Los encuentros para el acuerdo tuvieron sus hitos, los proyectos del BAT y del Herrikoi Batasuna, la primera iniciativa de unidad popular. El nacimiento de KAS y de EHAS, que serviría décadas más tarde al juez Garzón para construir una narrativa conspiranoica. El Aberri Eguna de Gernika y la detención de los diputados flamencos Walter Luyten y Willy Kuipers, así como el periodista inglés Stephen Elliot. Aquella reunión de octubre en Biarritz, en la que se sentaron en una mesa ETA, PNV y PSOE, repetida en otras ocasiones, incluso ya en el siglo XXI.
Medio siglo de la muerte del dictador. Con un tono repetitivo que me resulta si no lejano, al menos cansino. Nada nuevo. En cambio, entre el Aturri y el Ebro, aún estamos construyendo nuestra propia narrativa. A la que, a modo de empujón, debería ser también nuestra agenda de evocaciones para el futuro.

 

 

 

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Europol Violó Pacto Internacional

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos fue aprobado en 1966, entrando en vigor el 23 de marzo de 1976.

En el mismo, se consagran en el mismísimo Artículo 1, los siguientes derechos:

1. Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural.

2. Para el logro de sus fines, todos los pueblos pueden disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales, sin perjuicio de las obligaciones que derivan de la cooperación económica internacional basada en el principio del beneficio recíproco, así como del derecho internacional. En ningún caso podrá privarse a un pueblo de sus propios medios de subsistencia.

3. Los Estados Partes en el presente Pacto, incluso los que tienen la responsabilidad de administrar territorios no autónomos y territorios en fideicomiso, promoverán el ejercicio del derecho de libre determinación, y respetarán este derecho de conformidad con las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas.


Leído lo anterior, nos podrían explicar ¿cómo es que Europol consideraba a los movimientos de autodeterminación vasco y catalán como terroristas y extremistas?

¿No debiera iniciarse un proceso en contra de Europol por violentar de forma tan excesiva el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos?

Más aún ¿a quienes desde Madrid solicitaron el ingreso de esos movimientos de autodeterminación en esa categoría de Europol?

Porque tanto en Europol como en los diferentes gobiernos españoles bajo el mandato de Juan Carlos y Felipe Borbón existen personas con nombre y apellido.

Así que, establecido lo anterior, les presentamos esto que nos informa Noticias de Gipuzkoa:


Los movimientos independentistas vasco y catalán salen del informe sobre terrorismo y extremismos de Europol

El escrito se basa en "datos cualitativos y cuantitativos proporcionados por los Estados miembros" de la Unión Europea

El Informe sobre la Situación y Tendencias del Terrorismo en la Unión Europea, elaborado anualmente por Europol, no incluye en su edición de 2024 al movimiento independentista catalán, que en su versión anterior aparecía primero bajo el apartado de "Terrorismo separatista" y luego de "Extremismos", causando polémica en la política catalana.

Fuentes de la agencia europea aseguraron hoy a EFE que el TE-SAT, las siglas que recibe este informe, "se basa en datos cualitativos y cuantitativos proporcionados por los Estados miembros", por lo que no es decisión de Europol incluir o retirar a grupos y movimientos de este informe, sino de cada país, que es quien proporciona los datos y la información incluida entre sus páginas.

No incluye los movimientos independentistas vasco y catalán

"Europol únicamente recopila la información recibida y realiza evaluaciones sobre los desarrollos fuera de la UE que afectan la seguridad de la Unión y de sus ciudadanos", agregó la misma fuente.

El TE-SAT 2024 no hace mención a los movimientos independentistas catalán y vasco, que en 2023 se incluían como "los más activos y violentos dentro del escenario separatista español".

Además, el informe agregaba que "sus narrativas combinan el separatismo con puntos de vista de extrema izquierda, centrándose en mensajes contra el Estado español y sus instituciones, así como contra temas más amplios como el capitalismo".

En un principio, ambos movimientos estaban bajo el apartado "Terrorismo separatista", pero, después de generarse la polémica general y las exigencias desde el independentismo catalán de una rectificación, el informe fue actualizado y pasaron a estar bajo un nuevo epígrafe titulado "Extremismo".

Ese cambio se produjo después de que el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco) de España pidiera por carta a Europol "la rectificación de los epígrafes", dijo el Citco, para que "las alusiones al independentismo catalán se eliminen del apartado de terrorismo y se mantenga en un epígrafe independiente como independentismo".

"Extremismo"

Según explicó entonces a EFE una portavoz de Europol, "se agregó un nuevo capítulo sobre Extremismo" al que se movió exactamente el mismo epígrafe, que mantenía su advertencia sobre los movimientos independentistas catalán y vasco.

España había solicitado, explicó, que los "dos párrafos de la contribución española al informe se trasladaran bajo un título diferente. Europol evaluó la solicitud oficial española y actualizó en consecuencia el TE-SAT 2023".

El pasado marzo, la directora de la agencia, Catherine de Bolle, anunció en una entrevista con EFE que Europol iba a cambiar la "metodología" de elaboración de este informe anual sobre la situación del terrorismo e involucrar a unidades antiterroristas y académicos para que revisen "la situación en su país", tras la polémica sobre el independentismo catalán.

"Antes de publicar el TE-SAT, invitaremos a los jefes de las unidades antiterroristas a que lo revisen bien desde su perspectiva y vean la situación en su país, para saber que estamos en el camino correcto con los mensajes recibidos de diferentes Estados miembros. E involucraremos a más académicos para mirar el TE-SAT y asegurarnos de que estamos en el camino correcto en cómo tenemos que definir y clasificar la información que recibimos", explicó. 




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viernes, 17 de enero de 2025

Una Flor Vasco-Venezolana

La plataforma Netflix ha agregado a su lita la película noruega 'Nr. 24' que nos describe las andanzas de Gunnar Sønsteby como líder de la resistencia en contra de la ocupación nazi. El filme contiene escenas que muestran la brutalidad y crudeza de la tortura a la que someten a quienes caen en las manos de los alemanes y sus cómplices noruegos. En respuesta, la resistencia noruega, según nos muestra la cinta, elimina a varios nazis así como a colaboradores y soplones en acciones que van de 1943 a 1945.

Ahora imaginen que de visita en la tierra de tus padres terminas en los calabozos de tortura de un régimen afín en su momento a los nazis, pero es 1961 y dicho régimen ha sido admitido en la ONU por presión de Washington. Mueres antes de enterarte que quien dirigía ese centro de tortura es hoy considerado mártir y héroe por Madrid, personaje que por cierto entre 1939 y 1945 estuvo vinculado a la Gestapo, hablamos de Melitón Manzanas.

Sirva pues este preámbulo para presentarles esto que ha publicado Naiz:


«Flor de Araguaney» o el intento de sobrevivir al infierno de la tortura

Ataramiñe ha presentado este jueves en Gasteiz “Flor de Araguaney”, versión en castellano de la novela “Araguaney lorea”, escrita bajo el seudónimo Martin de Aranezio «en homenaje a María Mercedes Antxeta». Una historia basada en innumerables testimonios y denuncias reales de personas torturadas.

Xabier Izaga

«Este no es el libro que al autor le hubiera gustado escribir», avisa la introducción de “Flor de Araguaney”. «No lo es porque en un principio el objetivo era realizar una crónica donde se relatara con el mayor lujo de detalles lo que sucedió en Donostia con la vasco-venezolana Maria Mercedes Antxeta en el verano de 1961». Podría decirse que el libro consiste en una investigación cuya crónica, ante el contundente silencio con que el autor se ha topado a cada paso que daba, hubo de convertirse en novela. Una novela cuya ficción se desarrolla sobre la base de testimonios y denuncias de torturas reales.

Este jueves, en la librería gasteiztarra Eva Forest Liburutopia ha tenido lugar la presentación de la versión en castellano de la mencionada novela, originalmente “Araguaney lorea”, publicada por Ataramiñe, editorial que desde 2002 se dedica a promover y publicar trabajos creativos de presos, exiliados y deportados políticos vascos. Los responsables de la editorial Jokin Urain y Oier Gonzalez, y la autora de la portada, Arantza Eziolaza Galan, han explicado los pormenores de la gestación del trabajo, «muy duro y crudo pero necesario», escrito por Martin de Aranezio, seudónimo empleado por el autor, «en homenaje a María Mercedes Antxeta. En homenaje a todas las flores de araguaney destruidas».  

La novela saca a la luz el caso de torturas de Maria Mercedes Antxeta, silenciado durante décadas. Venezolana descendiente de refugiados y refugiadas vascas de la guerra del 36, en julio de 1961 vino a Donostia con intención de conocer la tierra de su padre y su madre, y se vio envuelta en los incidentes que hubo en la capital guipuzcoana con motivo del 18 de Julio. Hubo varias detenciones, entre ellas la de la propia Antxeta. Seis días duró su detención, al cabo de los cuales regresó a Venezuela. Sin embargo, 40 días después murió a causa de las torturas padecidas en las dependencias de la Brigada Político Social que comandaba el tristemente conocido Melitón Manzanas.

Ficción basada en hechos reales

En el libro se evoca aquella época, en la que surgió ETA, así como el oscuro mundo policial de Donostia o el panorama sociopolítico de Venezuela, si bien el elemento central de la narración es la tortura, resumida en el crudo relato del infierno padecido por Antxeta, y su enorme esfuerzo por sobrevivir, en ocasiones recurriendo a sus recuerdos de infancia.

En los archivos oficiales de Venezuela y del Estado español no ha sido posible encontrar información al respecto; tampoco hay rastro alguno de descendientes o familiares de la joven, y en su día hubo muy escasas denuncias y noticias al respecto. El único medio de comunicación que denunció las torturas sufridas por María Mercedes Antxeta en 1961 fue el diario “El Nacional” de Caracas, en un editorial rescatado con el fin de «ceñirse lo más posible a los hechos, sobre todo en relación con los tormentos a los que se sometió a Antxeta». Afirma el autor que los métodos de tortura más duros que utilizaron con ella se han reflejado en la historia «tal y como los dio a conocer el diario “El Nacional” en el editorial publicado».

Haciendo de la necesidad virtud, Martin de Aranezio ha suplido la falta de información sobre el caso con la ficción, para ofrecer una mirada integral sobre una lacra que sigue azotando al mundo. Cuenta una historia real, novelada pero basada en numerosos testimonios y denuncias reales de personas torturadas de un pequeño país, Euskal Herria, donde la tortura ha sido habitual hasta hace poco. Precisamente, ayer mismo se hizo pública la convocatoria de la asamblea nacional constituyente de la red de torturados y torturadas de Euskal Herria, que tendrá lugar el 15 de febrero en Donostia, con el fin de exigir su «reconocimiento público, social y oficial».

Jokin Urain, quien se ha encargado de las labores de edición del libro, ha recordado en la presentación esa necesidad de reconocimiento: «En Euskal Herria ha habido miles de personas torturadas, pero no es suficiente cuantificar esos casos, es preciso dotarles de una consistencia, sacándolos a la luz y denunciándolos una y otra vez hasta lograr su reconocimiento. Como afirma el autor, la tortura no es algo de un pasado lejano, sino algo que han practicado con enorme impunidad y con la silenciosa ayuda de muchos».  

Antxeta, Lasa y Zabala...    

La ilustradora gasteiztarra Arantza Eziolaza Galan es la autora de la imagen de portada, y para hacerla intentó ponerse en la piel de Antxeta. El resultado es el rostro de una mujer sufriendo y, debajo, sus manos sosteniendo varias flores de araguaney, el árbol emblemático de Venezuela, que acude a los recuerdos de Antxeta durante su calvario.  

Una denuncia demoledora de la tortura en cualquier época y bajo cualquier tipo de régimen, esa práctica que «no ha sido sino la defensa de los intereses de las clases dominantes en el Estado en cada momento». Martin de Aranezio cita al investigador de la tortura Darius Rejali para referirse a la relación de los Estados llamados democráticos con la tortura: «Según Rejali, todas las peores innovaciones en el ámbito de la tortura se han realizado en el seno de las llamadas sociedades democráticas; denuncia por ello la hipocresía de esos Estados que nos quieren hacer creer que la práctica del tormento es algo del pasado, propio de sociedades no democráticas. En su obra “Torture and Democracy”, denuncia que los Estados democráticos han perfeccionado los métodos de la tortura con el único fin de encubrirla, de que no deje huella en los que la padecen».

Y reflexiona en torno a ese extremo: «¿Podemos creer que existe alguna diferencia entre los tormentos a los que fue sometida María Mercedes Antxeta y otros miles de detenidos de esa época a manos de Melitón Manzanas y sus agentes de la BPS en 1961, y los tormentos a los que fueron sometidos Joxean Lasa y Joxi Zabala en 1983 a manos de la Guardia Civil de Galindo y sus tropas? No existe ninguna diferencia excepto que la primera los sufrió en una época en la que podemos considerar que era 'normal' que ocurrieran, en pleno franquismo, y que Joxi y Joxean sufrieron el tormento con la 'democracia' ya establecida. Los dos casos nos demuestran que, sea en la época que sea, el Estado recurre a la tortura como una de sus principales herramientas para someter a los disidentes o, en el caso de Antxeta, a quien pensaban que lo era».

Por el mero hecho de desear conocer la tierra de sus ancestros, donde encontró la tortura, la misma tortura de cientos de años antes, actualizada. Y la impunidad y todos los aparatos que la hacen posible. Después, la muerte y el silencio. Un silencio que ha roto este libro y que ha de romper quien haya pasado por el infierno de la tortura con un poco más de suerte que Maria Mercedes.

 

 

 

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sábado, 11 de enero de 2025

Lugares de Memoria

Trago amargo para el españolismo tener que reconocer como lugares de memoria a los sitios en los cuales han dado rienda suelta a su violencia terrorista en contra de los derechos humanos, políticos, civiles y laborales del pueblo vasco.

Lean ustedes esto que nos informa Naiz:


Gasteiz, Eibar, la prisión de Saturraran y el fuerte de Ezkaba, lugares de memoria en 2025

El Gobierno español tramitará en 2025 el reconocimiento de una treintena de lugares de memoria en el marco del 50 aniversario de la muerte de Franco. Gasteiz, Eibar, la cárcel de Saturraran y el fuerte Ezkaba contarán con una catalogación como la que ya tiene el casco urbano de Gernika.

Gasteiz, por los sucesos del 3 de marzo cuando murieron cinco obreros; Eibar, la primera localidad donde se proclamó la República española; la prisión de Saturraran, cárcel franquista de mujeres de 1938 a 1944, o el fuerte de Ezkaba, uno de los penales más duros del régimen franquista, serán reconocidos este año como lugares de memoria.

El Gobierno español ha puesto en marcha un programa de actividades a lo largo de 2025 enmarcado en el 50 aniversario de la muerte del dictador español Francisco Franco. Aprovechando esta ocasión, el Ejecutivo ha comenzado a tramitar el reconocimiento de más de treinta lugares de memoria, una figura recogida en la Ley de Memoria Democrática de 2022 y que se ha aplicado ya a una veintena de casos, como el casco urbano de Gernika o el Valle de Cuelgamuros.

Así, impulsará como lugar de memoria otros momentos históricos relevantes, como la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931, las grandes manifestaciones a favor de la democracia tras el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 o los sucesos de Gasteiz de 1976, cuando murieron cinco obreros al desalojar la Policía una asamblea de trabajadores del metal en una iglesia de la capital alavesa.

El objetivo es identificar y proteger aquellos lugares o acontecimientos históricos vinculados a hechos «de singular relevancia para la memoria democrática» del Estado español, según explica el Gobierno en la página web espanaenlibertad.gob.es, que recoge la programación prevista por los 50 años de la muerte de Franco, así como la propuesta de nuevos lugares de memoria democrática.

En el resto del Estado, el Congreso de los Diputados y la comisaría de Via Laietana en Barcelona son algunos de los lugares de memoria que el Gobierno prevé reconocer en 2025, con motivo de los 50 años de la muerte de Franco, a los que se suman momentos históricos relevantes, como la matanza de los abogados de Atocha por pistoleros de extrema derecha de 1977 o los juegos olímpicos de Barcelona de 1992.

Enclaves físicos

La propuesta de lugares de memoria por parte del Gobierno para 2025 incluye principalmente enclaves físicos, algunos de ellos muy genéricos y todavía por definir. La mayoría de enclaves son lugares muy concretos y cargados de significado, como el Congreso de los Diputados, la comisaría de Via Laietana, la tumba del poeta Antonio Machado en Cotlliure (Catalunya Nord), Eibar o el campo de concentración de Djelfa, en Argelia.

A todos ellos se suman otros enclaves vinculados a la memoria democrática española como la prisión de mujeres de Saturraran, la mina de la Camocha en Asturias, el fuerte de Ezkaba, el pazo de Meirás en A Coruña o la colonia agrícola penitenciaria de Tefía en Fuerteventura.




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67 Mil en la Manifestación 'Behin Betiko'

Más de 67 mil personas han acudido al llamado de Sare este sábado para participar en la manifestación de enero en favor de presas y presos políticos vascos bajo el lema Behin Betiko.

Aquí la relatoría por parte de Naiz:


Una multitud evidencia en Bilbo el deseo de un futuro sin presos y en convivencia

Sare ha logrado reunir en Bilbo a miles y miles de personas bajo un lema que apunta al horizonte final para las consecuencias del conflicto: «Behin betiko». Una calle Autonomía abarrotada muestra el anhelo de pasar esta página para las personas aún presas.

Agustin Goikoetxea

La pancarta de Sare con el lema ‘Behin betiko’, portada por personas de muy diferentes trayectorias e ideologías, avanza a duras penas por el recorrido de la movilización de este sábado en Bilbo. La calle Autonomía se ha vuelto a llenar, esta vez para expresar la reivindicación de que ya es hora de sellar las consecuencias del conflicto, con tres claves: «Resolución, paz y convivencia».

Desde primera hora de la mañana, a pesar de la adversa climatología, las calles de la capital vizcaina se han ido llenado de gente que acudía desde todos los puntos de Euskal Herria para sumar su grano de arena en esta movilización anual.

Portan la pancarta de cabeza un grupo de personas representativo de la amplitud que ha tomado esta demanda: el histórico alcalde de Bergara José Luis Elkoro, Emilie Martin (Bake Bidea), el periodista Martxelo Otamendi, la activista vasca-saharaui Garazi Hach Embarek, la profesora de la UPV/EHU Arantza Aldezabal, la abogada Amaia Izko, el actor Patxi Bisquert, Eba Ferreira (Harrera)...

Donde más se plasma esta pluralidad es en el terreno sindical, puesto que en Bilbo están los principales sindicatos vascos con sus máximos representantes al frente. Antes de la marcha han hecho declaraciones Mitxel Lakuntza (ELA) e Igor Arroyo (LAB).

Arroyo ha reclamado que «termine toda medida de excepcionalidad» contra los presos y ha reclamado a patronal e instituciones públicas que posibiliten su «incorporación al mundo laboral». Por su parte, Lakuntza ha indicado que  «no hay en nuestra opinión ningún tipo de razón jurídica, política o social para mantener hoy una política de excepción penitenciaria». Además ha destacado «a necesidad de reconocer al conjunto de las víctimas del conflicto. Falta todavía por reconocer a muchas víctimas, sobre todo las víctimas que han sido causadas por el Estado y sus aparatos policiales».

En el espacio político las ausencias resultan más evidentes. Han enviado representación EH Bildu (con Arnaldo Otegi a la cabeza y el senador Gorka Elejabarrieta como portavoz ante los medios), EH Bai y Sortu. Antes de comenzar el recorrido, Elejabarrieta ha remarcado que «ha llegado el día de poner fin a todas las excepcionalidades» y solucionar «de forma integral y definitiva la cuestión de los presos Euskal Herria se merece un escenario sin presos», algo que «sería una gran aportación para la convivencia».

Los familiares de las personas presas (122 en el listado de Etxerat) caminan entre aplausos y gritos de ánimo, entre los que sobresale el de ‘Euskal presoak etxera’. En la pancarta están representados además por Rafael Larretxea. No ha podido asistir por enfermedad Rosa Rodero, viuda del ertzaina Joseba Goikoetxea, muerto por disparos de ETA.

Sobresale en la marcha la implicación de dirigentes políticos y sociales catalanes. Así, destaca la presencia del expresident de la Generalitat Quim Torra. También la de Lluís Llach, ahora máximo responsable de ANC. También está Xavier Antich, su homólogo de Òmnium Cultural. Las fuerzas políticas independentistas han traído a Bilbo delegaciones potentes: el diputado Josep Pagès por Junts, Diana Riba y Joan Ignasi Elena por ERC, Berta Ramis y Su Moreno por la CUP. También han querido arropar esta reivindicación con su presencia BNG y Més per Mallorca (está en la capital vizcaina su diputado Vicenç Vidal).

La marcha, encabezada por un grupo de zanpantzar, se ha puesto en marcha pasadas las 17.10 con miles de personas aguardando en las aceras la ocasión de incorporarse, y avanza hacia el Ayuntamiento, donde se realizará el acto final.

Como es costumbre, se he hecho una parada al llegar a la plaza Zabalburu para que los portavoces de los convocantes, Begoña Atxa y Joseba Azkarraga, hicieran declaraciones a los medios. Han descatado que «decenas de miles de personas se han vuelto a dar cita en Bilbo para reclamar que se respeten los derechos de los presos vascos, el fin de las vulneraciónes».

Ambos se han dirigido a la Audiencia Nacional española para recordar que «hace dos meses se aprobó la ley sobre el cómputo de penas, la AN no puede seguir retrasando su aplicación, se ha hecho mucho daño durante los últimos años, cumpliendo penas de más. Ya es la hora de aplicar la legislación, sin trucos».

También han instado al Departamento de Justicia del Gobierno de Lakua a agilizar las concesiones de tercer grado, en las que acumulan «un retraso considerable. Hay medio centenar de presas y presos que legalmente podrían estar en tercer gardo y no están».

Los representantes de Sare han advertido que «si no se cumplen estos derechos violveremos a convocar a la gente las veces que haga falta. Esto no está reñido con el necesario respaldo a todas las vícitimas».

La movilización ha vuelto a retomar su ritmo, y pasada la hora de caminata la cabecera ha llegado a las escalinatas del Ayuntamiento. Tocaba esperar a que fueran llegando a los alrededores del edificio consistorial las miles y miles de personas que caminaban por detrás, antes de dar inicio a la lectura del comunicado final.

Como preludio, los cantautores Gorka Knörr y Lluís Llach se han colgado sus guitarras para interpretar el ‘Txoria txori’ de Mikel Laboa.

Al término del recorrido, Azkarraga en castellano y Atxa en euskara han dado lectura al manifiesto final, en el que han agradecido su presencia a todas las personas que han acudido y a quienes «dicen alto y claro que sin resolver la situación de las personas presas, no hay ni habrá normalidad posible. Porque la resolución es la base de la convivencia. Solo eso nos acercará a una paz justa».

«Entre todos y todas desactivaremos las políticas vulneradoras de los derechos de las personas presas. Entre todos y todas, las traeremos a casa, junto con los exiliados y deportados. Vamos avanzando. Vamos cubriendo etapas. Sin duda, más lentamente de lo que quisiéramos, pero vamos bien: hace tiempo que dejamos atrás las vulneraciones de derechos a los presos y presas vascos que supusieron las políticas de alejamiento; las celdas de aislamiento; la permanencia en primer grado hasta el final de las condenas. Y la última victoria arrancada a quienes se empeñan en mantenerse en el bloqueo y la crispación, el fin del no computo de penas, que ha representado una de las mayores aberraciones jurídicas a las que se ha sometido a estas presas y presos», han enumerado.

«Nos toca continuar empujando»

No obstante, faltan etapas que superar, y los representantes de Sare han destacado que para ello «nos toca continuar empujando, y esto solo podemos hacerlo si caminamos juntos, si nos conjuramos para hacer frente a todos los obstáculos que nos pongan por delante».

Han remarcado que existen «excepcionalidades que aún se mantienen, y no solo las derivadas de legislaciones que se aprobaron hace más de 20 años, en épocas que nada tienen que ver con las que hoy vive la sociedad vasca, sino las practicadas en el día a día de la gestión penitenciaria. En lo concerniente a progresiones de grado, permisos penitenciarios u otros modelos de cumplimiento, el tratamiento aplicado a los presos y presas de motivación política es discriminatorio respecto a otras personas presas».

«Ya basta que ciertos ámbitos políticos, judiciales o algunos medios de comunicación se erijan en evaluadores de las conciencias de las de los presos y presas de motivación política. ¿Quiénes son ellos para dudar de la veracidad, sinceridad y alcance de las voluntades que de manera individual vienen haciendo personas con muchos años de prisión a sus espaldas?», se han preguntado.

«Decimos con rotundidad que los presos y presas vascos han dado, desde el año 2011, más pasos en favor de la paz y la convivencia que la derecha política y judicial española juntas», han certificado Azkarraga y Atxa.

«Tenemos que volver a recordar que ETA ya no existe. Que ETA tomo sus decisiones hace tiempo y que ya es hora de avanzar. De romper muros y desatar nudos. Es hora de la paz. De una paz que es mucho más que la ausencia de violencia. Que es una paz con derechos. El derecho a no olvidar nada de lo ocurrido en este País, pero, también, el derecho a poder construir la convivencia entre todos. Sin odios, ni revanchas», han añadido.

«Desde Sare tenemos muy claro que es necesario fortalecer el respaldo y apoyo a las víctimas de las violencias. De todas las violencias. Porque siendo las víctimas iguales en sufrimiento, son desiguales para las varas de medir políticas y judiciales. Exigimos el mismo reconocimiento a las miles de personas torturadas, asesinadas por las fuerzas de seguridad, el terrorismo de estado y los fascistas. E igualmente para las abusadas por el poder o la Guardia Civil y que no tienen el beneficio del reconocimiento, pero sí la garantía de ocultación e impunidad de sus perpetradores», han reclamado.

 




 

 

 

 

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Egaña | ¿Un Futuro Distópico?

Vivimos un presente distópico en donde se entremezclan Orwell y Huxley, en donde el público se preocupa más por las mansiones de estrellas rutilantes de Hollywood reducidas a cenizas que por la destrucción sistemática de Gaza con sus decenas de miles de personas asesinadas.

Y ya que estamos en el tema, recurramos a este texto de nuestro amigo Iñaki Egaña para reflexionar y analizar ahora que inicia el año en el Calendario Gregoriano:


¿Un futuro distópico?

Iñaki Egaña

Anuncia el año y acude un periodo de reflexiones, para cuadrar los próximos doce meses, elevar intenciones sanadoras y compartir espacios. Es lo habitual. Ya no nos acordamos de los guías y las previsiones que hacían aquellos líderes de referencia y los directores espirituales desaparecieron de la escena antes de descifrar el genoma humano y de que Stephen Hawking nos descubriera que somos marionetas en absorción retardada por agujeros negros. Las redes están plagadas de laboratorios de ideas y gabinetes estratégicos. Pero, ¿qué credibilidad tienen cuando ya no sabemos distinguir la verdad del engaño? Desde 2012 circula una cita de Albert Einstein, “temo el día que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo sólo tendrá entonces una generación de idiotas”. Certera frase, pero falsa en su autoría. Sus biógrafos la desmintieron hace tiempo y, sin embargo, sigue circulando. ¿En quién confiar, aunque sean banalidades?

En mi entorno, siempre hemos confiado en los nuestros. Un observador externo, lejano me diría, contemplando la trayectoria colectiva, que quizás en exceso. No es una ecuación que me preocupe. La relatividad se aplica no sólo en el cosmos, también en las relaciones. Cuando haces una elección asumes la misma. No somos de echar marcha atrás a las primeras de cambio. En eso el azar genético tiene mucha culpa, no ese de las mutaciones, sino el de surgir en un espacio determinado y con una cultura militante desarrollada. El contexto físico e histórico nos ha hecho ser como somos.

Pertenezco a una generación que creció con certezas. Muchas de las cuales, a tardía edad, las mantengo. Crecimos y llegamos al siglo XXI decididos a crear condiciones para el cambio, para la revolución. Generar hegemonías como repetía Gramsci, aguantar el tirón del neofascismo, hacerle frente si hace falta para que no se repita la historia, ni como tragedia, ni como farsa. Hay que, decía la izquierda abertzale hace más de dos décadas, modular un trabajo de hormiga (txinaurri) para fortalecer posiciones y trasladar el relevo a otras generaciones. Hay que cocinar a fuego lento que vendrá inevitablemente, lo escribía Marx, la caída del capitalismo ante la concienciación de la clase obrera. La paciencia estratégica es parte del proyecto emancipador, de acuerdo. Pero… ¿y si no tenemos tiempo?

La sociedad occidental corre a una velocidad endiablada. Estamos frente a una transformación brutal que ni siquiera somos capaces de adivinar. Y en ocasiones seguimos pensando en clave del siglo XX, aunque lo hagamos referenciándola en sus últimos años. Todavía hay quienes desde una nostalgia salteada de gotas románticas vuelven más atrás, a los tiempos de Humboldt y Lord Byron, Xaho y Larramendi. No tanto por recuerdo, sino por añoranza evocacional, espero que no social. Otros, en cambio, se sumergen entre los pasillos palaciegos de cuando nuestros antepasados formaban parte de un reino, cuando los fueros eran ley, incluso cuando la inscripción “domuit vascones” jalonaba las crónicas de los invasores como trofeo. Y otros que enfrentan el marxista “18 Brumario de Luis Bonaparte”, con la transformación digital de Silicon Valley o los experimentos neurobiológicos de la Universidad de Stanford, por no citar a los insurrectos de las redes que preparan la revuelta sentados cómodamente frente a pantalla de un ordenador. Esa expresión cantada por Los Chicos del Maiz, “La nostalgia es reaccionaria, la memoria revolucionaria” forma parte de mi decálogo personal.

Nuestra generación se bañó con la utopía, aquel término que describió el británico Thomas More en una arcadia con esclavos. Sueños de su época. Mientras la clase lectora, apenas un puñado generalmente de clérigos, leía sorprendida a More, Hernán Cortés y Pizarro provocaban una sarracina al otro lado del Atlántico de magnitudes espectaculares, con sus virus, perros, espadas y catecismo. Y hoy, la brecha sigue siendo similar. Mientras nos acogotamos en una sociedad dirigida por los chatbots de Inteligencia Artificial y llevamos a la peluquería a nuestras mascotas, 15 millones de sudaneses se han desplazado por la guerra y están en situación, vaya eufemismo, de inseguridad alimentaria. Decenas de miles de niños han muerto bajo las bombas marcadas por la estrella de David. Pero esa similitud tiene una ligera pero notable diferencia. Hoy, los dueños de aquella revolución que comenzó con los “puntocom”, se han hecho con el control de la economía, ergo de la política. Elon Musk catapultó a Trump. Y ahora se dirige a Inglaterra, Francia, Alemania… para hacer valer su poder. Algunos politólogos, a medio camino entre la filosofía, la conspiración y la ciencia, han señalado que el capitalismo ha muerto y que hemos entrado en la época del tecnofeudalismo. Porque quienes rigen nuestros destinos son en realidad el citado Musk, Zuckerberg, Huang o Bezos. De la política de la posverdad a la economía de la posverdad.

Esta reflexión ha alimentado la idea de un futuro catastrofista, distópico. Una percepción que conlleva desmovilización, individualismo, el ascenso del nihilismo y el refugio, a veces, en que tiempos pasados fueron mejores. La nostalgia. Un concepto, por cierto, bien diferente a su significado en euskara, Herri mina. Si el futuro está sellado ¿para qué luchar? Oteiza decía al final de su vida (y esta cita es cierta), cuando desamparado dejó su legado al pueblo de Navarra y creó el museo en Azuza, que su desgracia había sido creer en la utopía. Es lo que tienen los juicios coyunturales. En cualquier mundo, escenario, futuro, siempre habrá motivos para luchar porque la estructura social ha sido y es tremendamente injusta. “Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. Lo escribió Eduardo Galeano. Y esta cita cierta también, es la que pende en la entrada de mi casa, la que defendía Gabriel Aresti, junto al tradicional “Ongi etorri”.

 

 

 

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viernes, 10 de enero de 2025

Entrevista a Joseba Azkarraga

En vísperas de la movilización anual de enero en favor de los presos políticos vascos les compartimos esta entrevista que Joseba Azkarraga ha proporcionado a Naiz:


«Ya está bien, los presos ya han cumplido bastante y hay que sellar este conflicto»

Joseba Azkarraga | Portavoz de Sare | La satisfacción de Sare por las puertas que se van abriendo se combina con una exigencia creciente en el discurso de Joseba Azkarraga, porque «ya está bien», repite en varios momentos. En 2025 ya basta de vulneraciones de derechos y leyes excepcionales, remarcarán este sábado en Bilbo.

Ramon Sola

Empecemos por hacer balance del año. ¿Qué destaca positiva y negativamente?

Sin duda hemos avanzado mucho en los dos o tres últimos años. Parece un tiempo lejano ya cuando dejamos atrás la política de alejamiento con el alto coste humano que ha tenido, o las crueles celdas de aislamiento, o el cumplimiento en primer grado hasta el último día de las condenas. Pero vamos más lentos de lo que se debería.

La supresión del doble cómputo es la gran novedad de los últimos meses, ¿qué valor tiene?

Ha permitido restablecer la normalidad vulnerada por las Cortes Generales, pero por el camino se han cometido muchas injusticias. ¿Quién compensa a más de quince personas que cumplieron condena durante estos diez últimos años [desde 2014] por encima de los límites de cumplimiento debidos? Y a día de hoy 52 de estos presos y presas se encuentran en la cárcel en fases iniciales de cumplimiento, sin derecho a permisos o al tercer grado, porque las condenas impuestas en Francia no se han contabilizado, cuando muchos de ellos llevan en prisión de manera ininterrumpida desde los primeros años de este siglo.

La reforma se intentó sabotear en el último momento y ahí el PSOE se vio abocado a reconocer que se trataba de una excepcionalidad flagrante...

Es que es así, se ha recompuesto una normativa europea. Y hay que subrayar aquí que con esta modificación a los presos no se les regala nada. No se les reducen las condenas. Solo se hace algo tan lógico como evitar que cumplan privación de libertad por encima del límite marcado en el artículo 76 del Código Penal sobre criterios de acumulación.

Pidieron agilidad en la aplicación de esta reforma. ¿Estamos en plazo o hay que empezar a preocuparse?

Con la Audiencia Nacional siempre hay que preocuparse. La aplicación corresponde a diferentes secciones de la Sala de lo Penal. Pedimos que no se retrase arteramente la aplicación, porque la ley de 2014 generó daños y perjuicios que no se deben repetir y porque cada día que pasa sin que se enmiende aquel error es un día en que el daño se prorroga. Desgraciadamente, parece que hay que recordar continuamente a determinados órganos judiciales y a ciertos sectores de la judicatura que las leyes aprobadas en los parlamentos son de obligado cumplimiento. Este es un motivo más para llenar las calles de Bilbo el día 11, llenarlas de esperanza y de reivindicación. Estamos hablando de derechos, de derechos humanos.

También Lakua tiene deberes con esta reforma…

Sí. Estos 52 presos y presas van a ver su posición jurídico-penitenciaria claramente mejorada, muchos de ellos se situarán en niveles de cumplimiento que les permitan acceder al tercer grado o incluso la libertad condicional. Lo que harán en realidad es recuperar la situación que les hubiera correspondido hace diez años y que se les hurtó con aquella enmienda del PP en el Senado contra la directiva europea. En ese contexto la Administración penitenciaria vasca, en sus diferentes niveles, de Juntas de Tratamiento a Viceconsejería de Justicia, debe entender que la trayectoria penitenciaria hacia la libertad estaba retrasada de modo adulterado. Toca tomar decisiones claras y urgentes. Se frenó su camino hacia la vuelta a casa y ahora, una vez corregida la injusticia, toca acelerarlo.

¿Este logro debería abrir paso al debate sobre la principal ley de excepción, la 7/2003?

Tiene que ser un objetivo, porque además son ya muchos años de aplicación. Es una aberración que se mantengan leyes de excepción aprobadas en momentos que nada tienen que ver con los que hace años vive la sociedad vasca. Esta ley de 2003 obliga a cumplir condenas durante 40 años, supone una cadena perpetua encubierta y causa estragos en la salud física y síquica de la persona que lo padece. Los especialistas médicos están alertando de ello: una privación de libertad por encima de 20 años es irreversible en términos de salud.

El Departamento de Justicia de Lakua, y con ello la gestión penitenciaria, ha cambiado de manos también este año, del PNV al PSE. El nuevo discurso pone más énfasis en el arrepentimiento, ¿en la práctica también hay cambios?

Desde que el PSE administra las cárceles de la CAV se han aprobado once progresiones a tercer grado. Ninguna ha sido recurrida por la Fiscalía. Salvo que se considere que la Fiscalía y el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria están traicionando a las víctimas, a la unidad de España o cualquier otra mandanga por el estilo, este hecho refuerza la idea de que son decisiones conforme a Derecho. Y de paso descalifica las posiciones intransigentes.

En general, a los nuevos responsables les pedimos que tengan como norte el Modelo Penitenciario Vasco, un modelo aprobado por el Parlamento de Gasteiz, que apuesta por cumplir las penas de prisión en régimen de semilibertad y en consecuencia por facilitar la resocialización. Esta forma de cumplimiento no solo es beneficiosa para las personas presas sino para el conjunto de la sociedad.

En el último balance que hicieron en verano, destacaron los avances en progresiones pero constataron que era aún un porcentaje pequeño porque cerca de un centenar debería estar pisando la calle de uno o otro modo. ¿Cuál es la fotografía actual, tienen datos?

Sí. A día de hoy 39 presos y presas (37 en la CAV y dos en Nafarroa) estarían en condiciones de ser propuestos para progresión a tercer grado por haber cumplido la mitad de condena. Si le sumamos los que se verán afectados positivamente por la modificación de la ley 7/2014 [doble cómputo] serían 10 más. O sea, 49 en total. De ellos, además, 25 han cumplido dos tercios o tres cuartos de condena, por lo que les correspondería la libertad condicional. Insisto por tanto en que la Administración penitenciaria vasca tiene asignaturas pendientes importantes que tienen que ver con el Modelo Penitenciario Vasco. Si actúan de esta forma, apoyaremos esa gestión. Si no lo hacen, lo denunciaremos.

La cuestión de las víctimas siempre ha estado en la filosofía de las movilizaciones de Sare, algunas de ellas participan en las manifestaciones. Al resto, a los colectivos contrarios, les dijeron en agosto que «no puede haber satisfacción para las víctimas fuera del Derecho»…

Es que la aplicación de las leyes no puede condicionarse a circunstancias externas: ni a estas presiones, ni a las de medios de comunicación, ni a intereses partidistas… ¿En qué se traduce esto? En que si la ley dice que los permisos son posibles desde un cuarto de la condena cumplida, no es de recibo que se atrasen casi hasta el final. No es de recibo posponer el acceso a tercer grado, que cabe con la mitad de condena cumplida. O la libertad condicional, con tres cuartos. Exigir cumplimientos mayores a los previstos por la ley es contrario a cualquier principio legal básico y lesiona derechos de las personas presas.

Dicho esto, nuestro apoyo y respeto a todas las víctimas de todas las violencias vividas en este país es total. Para todas. No tiene por qué ser más doloroso para una madre la muerte de un hijo víctima de ETA que para otra la muerte de un hijo víctima del GAL o de la Guardia Civil. Sigue habiendo varas de medir diferentes en ello. Autocrítica, toda la haga falta. Pero todos. Si no, estaremos cerrando en falso un capítulo terrible de nuestra Historia.

¿Desde Sare tienen algo que decirles a las personas presas?

No, desde 2011 han dado más pasos en favor de la paz y la convivencia que la derecha política y la judicatura española juntas. Es verdad que a veces se plantea la exigencia de arrepentimiento para acceder a progresiones, pero desde Sare lo tenemos que decir con mucha claridad: eso no está recogido en las leyes y por tanto exigirlo quebranta el principio de legalidad. Y otra cosa: esos agentes contrarios no están legitimados para dudar de la sinceridad o veracidad de la voluntad manifestada por los presos de dar pasos a favor de la convivencia. ¿Es que tienen algún título universitario de evaluadores de conciencias ajenas? El Derecho no hizo para salvar almas, sino para ordenar la convivencia.

El hecho de que el número de presos vaya bajando y algunas situaciones se encarrilen, ¿diluye inevitablemente el ánimo movilizador? ¿Qué les dice a quienes piensen que igual este año no ven tan importante acudir a Bilbo?

Les recordaría que estamos hablando de la libertad de las personas. De hombres y mujeres que llevan muchos años privados de ella. Como decía recientemente el magistrado emérito Martín Pallín, «ya está bien, han cumplido suficiente». La edad media de estos presos está en unos 50 años. La inmensa mayoría lleva cumplidos más de 20, algunos han pasado de 30… Por tanto, a muchos se les pueden aplicar otros modelos de cumplimiento de penas, ¿a qué están esperando? ¿Por qué seguir dilatando esto?

‘Behin betiko’ es el lema. ¿Qué acogida ha tenido? ¿Engancha con un deseo general de solucionar esta cuestión?

Sí. Es que ya está bien, ya han cumplido lo suficiente, hay que cerrar este conflicto, hay que sellar sus consecuencias: la situación de los presos y la situación de las víctimas. Es necesario poner fin a una vulneración de derechos, la mayoría llevan más de 20 años de privación de libertad y hoy no tendrían por qué estar cumpliendo la condena dentro de una celda sino que podrían hacerlo con otros modelos de cumplimiento. Y esto es bueno no solo para los presos y sus familias, sino también para la propia sociedad vasca.

Lasterbidean o Hatortxu cierran sus ciclos. Sare acaba de cumplir diez años, ¿con qué ánimo y voluntad?

Es cierto que se han cumplido capítulos finales en vulneraciones de derechos, pero hasta que no salga el último preso tendremos este conflicto abierto y se perjudicará la convivencia ciudadana. Ojalá todo esto tuviera fecha de caducidad cercana, nos encantaría que fuera en 2025, pero para seguir avanzando la única receta es insistir. Y los avances dependerán de la capacidad de movilización, que siempre genera cosas.





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Al Inicio de 1932

Desde la página de Facebook titulada Casa del Pueblo Gijón traemos a ustedes un recuento de lo ocurrido en los albores de 1932 tanto en suelo catalán como en suelo riojano.

Lean ustedes:


Año nuevo de comunismo libertario

Huelga revolucionaria del Alt Llobregat y protestas de Arnedo en la Rioja en 1932
 
Todo Por Hacer

El año 1931 finalizaba en España tras haberse llevado de un plumazo a la carcunda monarquía borbónica, e instaurándose una República española que prometía reformas políticas y una sustancial mejora para las condiciones de vida de la clase trabajadora. Sin embargo, los políticos e intelectuales de clase media rápidamente vendieron como mejoras en medios republicanos afines algunas cuestiones que suponían pinceladas y que no pretendían subvertir el régimen caciquil, tradicionalista y de explotación instaurado. Las zonas rurales con miles de jornaleros concienciados ansiaban verdaderos cambios estructurales y una reforma agraria profunda. Si no llegaba mediante legislaciones a través de la movilización social del pueblo, las comunidades rurales de trabajadores no dudaban ni un instante en tomar las tierras en posesión de grandes terratenientes y trabajarlas colectivamente.

En este contexto social y político surgen dos levantamientos obreros en enero de 1932; uno en la comarca de L’Alt Llobregat en Catalunya, y otro en el pueblo riojano de Arnedo, bajo la resolución de la República de aplastar estas reivindicaciones jornaleras con represión policial. La mejor herramienta que tenían de hacer triunfar la emancipación popular es mediante el concepto que instituyó el anarcosindicalista Juan García Oliver, y que practicaron miles de obreros en todos los rincones del país, la «gimnasia revolucionaria». Ya a finales de abril de 1931, recién instaurado el régimen republicano español, el anarquista ucraniano Néstor Mahkno desde su exilio parisino aconsejaba lo siguiente en una carta a los anarquistas españoles como predicción de lo que sucedería en los inmediatos años:

‘El proletariado español debe unirse y desplegar la mayor energía revolucionaria para dar lugar a una situación en la que la burguesía no tenga oportunidad para oponerse a la conquista de la tierra, las fábricas y de las libertades completas; situación que cada vez sería más amplia e irreversible. Es crucial aplicar todas las energías para garantizar que los trabajadores españoles entiendan que si permanecieran inactivos y limitándose únicamente a aprobar resoluciones sin ningún buen resultado, estarían haciéndole el juego a los enemigos de la revolución, dejándoles ir a la ofensiva, dándoles tiempo y, como corolario, dejándoles sofocar la revolución en marcha.’

Y fue eso precisamente lo que se fraguó en los breves años de la Segunda República hasta julio de 1936, la tibieza con la que se trató desde las instituciones públicas al fascismo, a la burguesía fabril y terrateniente y los sectores reaccionarios de la sociedad, propició el crecimiento y la conspiración de esa ultraderecha autoritaria contra las clases populares que estaban más fuertemente organizadas que nunca. Un ejemplo de cómo las democracias liberales, lejos de resultar un cortafuegos para el fascismo, ingenuamente le otorgan un valioso espacio de construcción de su proyecto de terror contra los sectores marginalizados; exactamente la misma historia en la que nos encontramos sumidos en la actualidad. La Segunda República española obtuvo un apoyo social en decrecimiento continuado. Las élites nunca la apoyaron por ser un régimen demasiado reformista para sus férreos intereses explotadores, y las clases populares fueron desilusionándose rápidamente viendo que suponía más de lo mismo: represión política y falta de soluciones a problemáticas básicas de una vida digna.

A los sucesos que vamos a explicar le antecede el enfrentamiento en el municipio de Castilblanco, en la provincia de Badajoz, el 31 de diciembre de 1931 entre los campesinos de la localidad y los guardias civiles. Un pueblo inspirado en el espíritu literario de Fuenteovejuna, que se levantaba en contra de las condiciones inhumanas en que vivían los jornaleros extremeños y contra la brutalidad de la Guardia Civil. La tensión generada por los sucesos de Castilblanco fueron influyentes en el levantamiento de Arnedo el 5 de enero de 1932.

Los sucesos de Arnedo en La Rioja | El asesinato de once obreros por la Guardia Civil

En la semana en que se inició el nuevo año 1932 hubo levantamientos en otros municipios al calor de los acontecimientos en Castilblanco; concretamente en Zalamea de la Serena (Badajoz), en Épila (Zaragoza), y en Jeresa (Valencia), con manifestaciones que acabaron en enfrentamientos con la Guardia Civil. Pero sin duda el más importante sucedió el martes 5 de enero en la localidad de Arnedo, en La Rioja, con poco más de cinco mil habitantes, dedicados mayoritariamente al campo y la fabricación artesanal. En este municipio la empresa de calzado de la familia Muro, concretamente Faustino Muro, quien tenía fama de patrón autoritario y caciquil, había despedido a algunos obreros, y se inició una huelga convocada por el sindicato UGT. Ese día se reunieron en el Ayuntamiento el alcalde, algunos concejales, el Gobernador civil y el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, donde tras largas conversaciones se estaba decidiendo ante las presiones populares la readmisión de los obreros despedidos.

En la plaza de la República del municipio se congregó una gran cantidad de trabajadores en huelga por solidaridad con sus familias y otros vecinos que acompañaban a los delegados sindicales que se reunirían en el Ayuntamiento con las autoridades para firmar la readmisión de los obreros en otras fábricas del pueblo. La tensión era evidente porque el propietario de la empresa de calzados había comentado que cerraría la fábrica antes que acceder a la admisión de los despedidos. Al aparecer la Guardia Civil para apostarse junto al consistorio municipal tanto en el zaguán como en los soportales del edificio, los vecinos reunidos en manifestación irrumpieron en gritos contra ellos llamándolos ‘lacayos del capitalismo’ y exigiendo la disolución del cuerpo.

Los veinticinco guardias civiles que se encontraban en la plaza al mando de un único teniente abrieron fuego contra la multitud sin lanzar ninguna clase de advertencia previa. Según las propias fuentes orales, la refriega comenzó por el forcejeo de un obrero que defendió a su hija de quince años de edad, de la agresión que había sufrido de un guardia civil. Se realizaron al menos tres descargas de munición contra los manifestantes congregados.

Los disparos no cesaron hasta que el Comandante de la Guardia Civil que se encontraba en el Ayuntamiento bajó a la calle y ordenó al teniente que dejaran de disparar. El pueblo de Arnedo vivió trágicamente la víspera del día de Reyes, quedando en el suelo los cuerpos asesinados por las balas del terror benemérito. En el instante de los sucesos fueron cuatro mujeres muertas, entre ellas una anciana de 70 años de edad, un niño de 4 años, y un hombre. Sin embargo, en los días siguientes se alcanzó la cifra total de once muertos, con un balance de 45 heridos, de los cuales cinco quedaron mutilados para el resto de sus vidas. El impacto en la opinión pública fue enorme. El diario Ahora de Madrid sacó en su portada el 7 de enero la fotografía del bebé de pocos meses alcanzado por una bala y envió a Arnedo a varios periodistas, entre los que se encontraba Manuel Chaves Nogales, a cubrir la noticia. En los días siguientes el periódico publicó un extenso reportaje fotográfico que incluía imágenes del hospital con los heridos del pueblo.

El motor de estos sucesos, y por lo tanto, autor moral de los mismos, fue la ideología caciquil instaurada en la sociedad rural española, y la venganza de un cuerpo represivo como la Guardia Civil. Y aunque las simpatías en contrapuesta por la Guardia de Asalto republicana crecían al calor de estos acontecimientos, un año después en la insurrección libertaria en Casas Viejas, quedaría patente que ningún cuerpo policial permitiría la emancipación de los obreros. El General Sanjurjo, máximo responsable de la Guardia Civil en ese momento, y que protagonizaría en agosto de 1932 un intento de golpe de Estado, fue destituido de su cargo, aunque se le otorgó la dirección del Cuerpo de Carabineros. Sanjurjo echó la culpa a los Ayuntamientos socialistas, donde se había metido “lo peor de cada casa”, gente “indeseable” que “fomenta el desorden, amedrenta a los propietarios, causa daños en las propiedades y ha de chocar necesariamente con la Guardia civil”; declaraciones que evidencian la ideología interna del cuerpo de la Guardia Civil y su oposición frontal a los movimientos obreros. Un tribunal militar en enero de 1934 juzgó en Burgos al teniente de la Guardia Civil que ordenó disparar en Arnedo, y fue absuelto del delito de homicidio y lesiones por imprudencia temeraria por falta de pruebas para apreciar que hubiera incurrido en tal delito, y argumentando la misma circunstancia para los guardias civiles que llevaron a cabo los disparos.

Huelga en el Alt Llobregat, la semana en que triunfó el comunismo libertario en Fígols

La insurrección libertaria del Alt Llobregat fue la primera de las tres insurrecciones generales auspiciadas por la CNT en el periodo de la República española antes de la Revolución Social de 1936. Sucedió durante varios días en la segunda mitad del mes de enero de 1932 en los pueblos de la comarca del Berguedà entre el río Llobregat y su afluente el río Cardener. El arraigo de las sociedades obreras catalanas adheridas a la Asociación Internacional de Trabajadores tenía ya varias décadas de una práctica de numerosas asociaciones que propugnaban el antiestatismo y una sociedad sin clases. El capitalismo había llegado a esta comarca en forma de explotación en colonias fabriles de tejidos principalmente y en la industria minera. En estas colonias obreras, los patrones trataban de controlar las relaciones sociales de sus trabajadores, y evitar su sindicación a través de la amenaza de perder sus empleos, y por lo tanto las viviendas en que habitaban junto a los centros fabriles con sus familias.

El domingo 17 de enero de 1932 se convoca una huelga en el municipio de Berga, que se extenderá al día siguiente a otras localidades de la comarca, entre ellas el pueblo de Fígols, donde las mujeres del textil y los mineros de Sant Corneli inician la huelga para que sean respetados los acuerdos salariales alcanzados. La huelga será un éxito, y el paro total. Pero la huelga tenía un programa propio en este municipio, tornó en una huelga revolucionaria impulsada por colectivos anarquistas. De una asamblea entre hombres y mujeres del municipio surge el acuerdo de proclamar el comunismo libertario para barrer a los patrones industriales de la comarca. La CNT decide apoyar la iniciativa de los trabajadores insurreccionados; se desarma a la Guardia Civil y al Somatén (policía rural catalana), se cuelga la bandera rojinegra del Ayuntamiento de la localidad, se abole la propiedad privada y se asegura el abastecimiento de alimentos. Incluso el miércoles 20 de enero de 1932 se convocaron unas elecciones populares por sufragio universal para constituir la comuna libre de Fígols en la que fueron elegidos un delegado general junto a otros ocho delegados representativos. La tendencia revolucionaria de la huelga, sin embargo, no triunfa completamente en Berga o en Manresa, pero sí que fue un éxito en pueblos como Sallent, Cardona, Balserany o Súria.

Pocos días después no tarda en llegar la represión por parte del gobierno republicano a la comarca enviando al Ejército al mando del General Batet desde Barcelona y refuerzos de la Guardia Civil desde Zaragoza. Estos remontarán el río ocupando los distintos pueblos insurreccionados, y en concreto a Fígols llegarán el domingo 24 de enero, donde los mineros no pudieron presentar resistencia debido a la inmensa capacidad armamentística de los cuerpos represivos. Decidieron volar el polvorín de dinamita y huir a las montañas, de hecho algunos grupos de mineros serán detenidos en las montañas en los días siguientes. La represión por alzarse contra el orden industrial capitalista salió cara: un centenar de deportaciones al Sáhara y Guinea de algunos revolucionarios, entre ellos Buenaventura Durruti o el futuro guerrillero Ramón Vila ‘Caracremada‘, la prisión para numerosos anarcosindicalistas, prohibición de sindicatos y periódicos obreros. Entre otros diarios anarquistas quedaron clausurados ‘Solidaridad Obrera’ hasta el 4 de marzo de 1932, y también ‘Cultura y acción’, que no volvería a reaparecer hasta la primavera de 1936. Sin embargo, el periodista Eduardo de Guzmán describe muy bien en sus crónicas publicadas en el diario madrileño ‘La Tierra’, en los días 26 y 27 de enero, y en el semanario ‘Tierra y Libertad’, en sus números 50 y 51 del 6 y el 13 de febrero de 1932, respectivamente, la organización de los municipios en esta semana de comunismo libertario en L’Alt Llobregat.

La CNT organizó una gran campaña de protesta debido a las deportaciones, culminando con una huelga general el 15 de febrero de 1932. El secretario general de CNT, Ángel Pestaña, del sector treintista (o moderado), se entrevistó con el ministro de Gobernación, Casares Quiroga, y el presidente del gobierno, Manuel Azaña. No logró más que corroborar la posición inamovible del gobierno republicano en defensa de las élites y una estructura jerárquica que no permitiría ninguna emancipación obrera, y que acusaba al propio anarcosindicalismo de la represión. Se iniciaba una división entre el sector treintista de corte sindicalista, bajo su creencia de que en un marco de legalidad para la CNT y el movimiento libertario podrían construir de mejor manera una ‘presión política’ y alcanzar un punto donde la Revolución Social adquiriera mayor viabilidad. Y por otro lado, el sector faísta en la CNT, que auspiciaba un choque social inevitable con las fuerzas de poder y alcanzar mediante la acción directa la justicia social. Seguramente ambas tácticas de lucha libertaria aplicadas convenientemente en contextos y situaciones particulares distintas podían favorecer decantar la balanza hacia el lado de las clases populares; sin embargo los sucesos violentos contra el pueblo trabajador y el avance del fascismo preparaban el terreno por sí mismo para la Revolución Social en 1936.

 

 

 

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