Más de 67 mil personas han acudido al llamado de Sare este sábado para participar en la manifestación de enero en favor de presas y presos políticos vascos bajo el lema Behin Betiko.
Aquí la relatoría por parte de Naiz:
Una multitud evidencia en Bilbo el deseo de un futuro sin presos y en convivencia
Sare ha logrado reunir en Bilbo a miles y miles de personas bajo un lema que apunta al horizonte final para las consecuencias del conflicto: «Behin betiko». Una calle Autonomía abarrotada muestra el anhelo de pasar esta página para las personas aún presas.
Agustin GoikoetxeaLa pancarta de Sare con el lema ‘Behin betiko’, portada por personas de muy diferentes trayectorias e ideologías, avanza a duras penas por el recorrido de la movilización de este sábado en Bilbo. La calle Autonomía se ha vuelto a llenar, esta vez para expresar la reivindicación de que ya es hora de sellar las consecuencias del conflicto, con tres claves: «Resolución, paz y convivencia».
Desde primera hora de la mañana, a pesar de la adversa climatología, las calles de la capital vizcaina se han ido llenado de gente que acudía desde todos los puntos de Euskal Herria para sumar su grano de arena en esta movilización anual.
Portan la pancarta de cabeza un grupo de personas representativo de la amplitud que ha tomado esta demanda: el histórico alcalde de Bergara José Luis Elkoro, Emilie Martin (Bake Bidea), el periodista Martxelo Otamendi, la activista vasca-saharaui Garazi Hach Embarek, la profesora de la UPV/EHU Arantza Aldezabal, la abogada Amaia Izko, el actor Patxi Bisquert, Eba Ferreira (Harrera)...
Donde más se plasma esta pluralidad es en el terreno sindical, puesto que en Bilbo están los principales sindicatos vascos con sus máximos representantes al frente. Antes de la marcha han hecho declaraciones Mitxel Lakuntza (ELA) e Igor Arroyo (LAB).
Arroyo ha reclamado que «termine toda medida de excepcionalidad» contra los presos y ha reclamado a patronal e instituciones públicas que posibiliten su «incorporación al mundo laboral». Por su parte, Lakuntza ha indicado que «no hay en nuestra opinión ningún tipo de razón jurídica, política o social para mantener hoy una política de excepción penitenciaria». Además ha destacado «a necesidad de reconocer al conjunto de las víctimas del conflicto. Falta todavía por reconocer a muchas víctimas, sobre todo las víctimas que han sido causadas por el Estado y sus aparatos policiales».
En el espacio político las ausencias resultan más evidentes. Han enviado representación EH Bildu (con Arnaldo Otegi a la cabeza y el senador Gorka Elejabarrieta como portavoz ante los medios), EH Bai y Sortu. Antes de comenzar el recorrido, Elejabarrieta ha remarcado que «ha llegado el día de poner fin a todas las excepcionalidades» y solucionar «de forma integral y definitiva la cuestión de los presos Euskal Herria se merece un escenario sin presos», algo que «sería una gran aportación para la convivencia».
Los familiares de las personas presas (122 en el listado de Etxerat) caminan entre aplausos y gritos de ánimo, entre los que sobresale el de ‘Euskal presoak etxera’. En la pancarta están representados además por Rafael Larretxea. No ha podido asistir por enfermedad Rosa Rodero, viuda del ertzaina Joseba Goikoetxea, muerto por disparos de ETA.
Sobresale en la marcha la implicación de dirigentes políticos y sociales catalanes. Así, destaca la presencia del expresident de la Generalitat Quim Torra. También la de Lluís Llach, ahora máximo responsable de ANC. También está Xavier Antich, su homólogo de Òmnium Cultural. Las fuerzas políticas independentistas han traído a Bilbo delegaciones potentes: el diputado Josep Pagès por Junts, Diana Riba y Joan Ignasi Elena por ERC, Berta Ramis y Su Moreno por la CUP. También han querido arropar esta reivindicación con su presencia BNG y Més per Mallorca (está en la capital vizcaina su diputado Vicenç Vidal).
La marcha, encabezada por un grupo de zanpantzar, se ha puesto en marcha pasadas las 17.10 con miles de personas aguardando en las aceras la ocasión de incorporarse, y avanza hacia el Ayuntamiento, donde se realizará el acto final.
Como es costumbre, se he hecho una parada al llegar a la plaza Zabalburu para que los portavoces de los convocantes, Begoña Atxa y Joseba Azkarraga, hicieran declaraciones a los medios. Han descatado que «decenas de miles de personas se han vuelto a dar cita en Bilbo para reclamar que se respeten los derechos de los presos vascos, el fin de las vulneraciónes».
Ambos se han dirigido a la Audiencia Nacional española para recordar que «hace dos meses se aprobó la ley sobre el cómputo de penas, la AN no puede seguir retrasando su aplicación, se ha hecho mucho daño durante los últimos años, cumpliendo penas de más. Ya es la hora de aplicar la legislación, sin trucos».
También han instado al Departamento de Justicia del Gobierno de Lakua a agilizar las concesiones de tercer grado, en las que acumulan «un retraso considerable. Hay medio centenar de presas y presos que legalmente podrían estar en tercer gardo y no están».
Los representantes de Sare han advertido que «si no se cumplen estos derechos violveremos a convocar a la gente las veces que haga falta. Esto no está reñido con el necesario respaldo a todas las vícitimas».
La movilización ha vuelto a retomar su ritmo, y pasada la hora de caminata la cabecera ha llegado a las escalinatas del Ayuntamiento. Tocaba esperar a que fueran llegando a los alrededores del edificio consistorial las miles y miles de personas que caminaban por detrás, antes de dar inicio a la lectura del comunicado final.
Como preludio, los cantautores Gorka Knörr y Lluís Llach se han colgado sus guitarras para interpretar el ‘Txoria txori’ de Mikel Laboa.
Al término del recorrido, Azkarraga en castellano y Atxa en euskara han dado lectura al manifiesto final, en el que han agradecido su presencia a todas las personas que han acudido y a quienes «dicen alto y claro que sin resolver la situación de las personas presas, no hay ni habrá normalidad posible. Porque la resolución es la base de la convivencia. Solo eso nos acercará a una paz justa».
«Entre todos y todas desactivaremos las políticas vulneradoras de los derechos de las personas presas. Entre todos y todas, las traeremos a casa, junto con los exiliados y deportados. Vamos avanzando. Vamos cubriendo etapas. Sin duda, más lentamente de lo que quisiéramos, pero vamos bien: hace tiempo que dejamos atrás las vulneraciones de derechos a los presos y presas vascos que supusieron las políticas de alejamiento; las celdas de aislamiento; la permanencia en primer grado hasta el final de las condenas. Y la última victoria arrancada a quienes se empeñan en mantenerse en el bloqueo y la crispación, el fin del no computo de penas, que ha representado una de las mayores aberraciones jurídicas a las que se ha sometido a estas presas y presos», han enumerado.
«Nos toca continuar empujando»
No obstante, faltan etapas que superar, y los representantes de Sare han destacado que para ello «nos toca continuar empujando, y esto solo podemos hacerlo si caminamos juntos, si nos conjuramos para hacer frente a todos los obstáculos que nos pongan por delante».
Han remarcado que existen «excepcionalidades que aún se mantienen, y no solo las derivadas de legislaciones que se aprobaron hace más de 20 años, en épocas que nada tienen que ver con las que hoy vive la sociedad vasca, sino las practicadas en el día a día de la gestión penitenciaria. En lo concerniente a progresiones de grado, permisos penitenciarios u otros modelos de cumplimiento, el tratamiento aplicado a los presos y presas de motivación política es discriminatorio respecto a otras personas presas».
«Ya basta que ciertos ámbitos políticos, judiciales o algunos medios de comunicación se erijan en evaluadores de las conciencias de las de los presos y presas de motivación política. ¿Quiénes son ellos para dudar de la veracidad, sinceridad y alcance de las voluntades que de manera individual vienen haciendo personas con muchos años de prisión a sus espaldas?», se han preguntado.
«Decimos con rotundidad que los presos y presas vascos han dado, desde el año 2011, más pasos en favor de la paz y la convivencia que la derecha política y judicial española juntas», han certificado Azkarraga y Atxa.
«Tenemos que volver a recordar que ETA ya no existe. Que ETA tomo sus decisiones hace tiempo y que ya es hora de avanzar. De romper muros y desatar nudos. Es hora de la paz. De una paz que es mucho más que la ausencia de violencia. Que es una paz con derechos. El derecho a no olvidar nada de lo ocurrido en este País, pero, también, el derecho a poder construir la convivencia entre todos. Sin odios, ni revanchas», han añadido.
«Desde Sare tenemos muy claro que es necesario fortalecer el respaldo y apoyo a las víctimas de las violencias. De todas las violencias. Porque siendo las víctimas iguales en sufrimiento, son desiguales para las varas de medir políticas y judiciales. Exigimos el mismo reconocimiento a las miles de personas torturadas, asesinadas por las fuerzas de seguridad, el terrorismo de estado y los fascistas. E igualmente para las abusadas por el poder o la Guardia Civil y que no tienen el beneficio del reconocimiento, pero sí la garantía de ocultación e impunidad de sus perpetradores», han reclamado.
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