Un blog desde la diáspora y para la diáspora

viernes, 11 de octubre de 2019

Las Flores Nativas

Mañana el régimen español y alguno que otro gobierno latinoamericano celebrarán el Día del Descubrimiento de América. O sea, la infame fecha en la que iniciase el exterminio sistemático de los pueblos de un continente que aún no tenía nombre.

Los españoles, orgullosos de su pasado genocida, le llaman el Día de la Hispanidad. En el resto del mundo se le celebra como Columbus Day, el Día de la Raza, el Encuentro de Dos Culturas, etcétera.

En algunos países, más en consonancia con la memoria, ya se le denomina el Día de los Pueblos en Resistencia.

De estos pueblos que aún hoy se resisten a ser asimilados nos habla este artículo de Naiz:


Una treintena de mujeres indígenas de Argentina ocupan desde el miércoles el Ministerio de Interior en Buenos Aires para exigir el fin de su criminalización y el respeto a los derechos de los pueblos originarios. El ministro, Rogelio Frigerio, acaba de aceptar su petición de mantener una reunión.

Tras las amenazas de desalojo de las últimas horas, que finalmente no se han materializado, el ministro argentino de Interior, Rogelio Frigerio, ha accedido a recibir a una representación de la treintena de mujeres indígenas mapuches, qom, guaraníes y de otros pueblos originarios de Argentina que el miércoles por la noche (hora de Euskal Herria) ocuparon la sede del Ministerio en Buenos Aires para reclamarle una reunión para exigirle el fin de siglos de explotación, discriminación y criminalización por parte de Estado y el respeto a sus derechos como pueblos indígenas.

«Nosotras somos dadoras y guardianas de la vida (…) y venimos a decirle basta a este sistema capitalista, racista y patriarcal que está poniendo en riesgo la vida del planeta. Nos toca a nosotras históricamente sostener y guardar la vida y la de nuestras familias, es por ello que el ensañamiento contra las mujeres indígenas es mayor», señalan en un comunicado.

La activista mapuche Moira Millán ha señalado que el Estado argentino «históricamente racista» no reconoce la plurinacionalidad y ha denunciado que las empresas extractivistas que ocupan sus territorios están «contratando sicarios», que «nos están violando, nos están matando».

En la Argentina de hoy, afirman, ocho de cada diez mujeres indígenas sufren violaciones, abusos y violencia física. Siete de cada diez lo sufren por parte de policías y fuerzas de seguridad del Estado. De cada ocho mujeres, siete no pueden acceder a la Justicia. Cinco de cada ocho mujeres violadas y asesinadas son ancianas, en la mayoría de los casos autoridades espirituales.

Millán ha apelado también a las feministas argentinas al lamentar 500 años de «desencuentro» entre las mujeres blancas e indígenas. «Nosotras estamos en soledad. La lucha antipatriarcal es anticolonial. Continúa la opresión blanca y patronal sobre nuestros cuerpos. ¿Dónde están las compañeras feministas blancas argentinas?», se ha preguntado.

La rebelión de las Flores Nativas

Las mujeres indígenas en lucha aportan documentación para apoyar su denuncia de maltrato de jóvenes y menores, de desapariciones forzadas y de ejecuciones de integrantes de las comunidades originarias en conflicto, especialmente de mujeres, y aseguran que tanto el Estado como esas empresas están llevando a cabo un «exterminio» de los ecosistemas y pueblos que los habitan.

«Decretamos la rebelión de las Flores Nativas. Sembraron terricidio, cosecharán rebelión –han proclamado–. Las mujeres indígenas en Argentina venimos con decisión, coraje y dignidad a decir BASTA al terricidio».

Para contrarrestarlo, «salvar la vida de los territorios y frenar el cambio climático», plantean una serie de propuestas que tienen intención de entregar al ministro de Interior con el objetivo de que sean incluidas en la agenda política, independientemente de quien sea elegido presidente en las próximas elecciones.

«Jamás, desde la constitución del Estado argentino, ningún Gobierno ha recogido nuestras demandas ni ha respetado nuestros derechos. Ninguno. Se está llevando a cabo un genocidio contra los pueblos indígenas, con la complicidad de una sociedad indiferente ante esta tragedia», ha lamentado Millán.

Frente al Ministerio, un grupo de activistas de movimientos sociales les muestra su apoyo.






°

No hay comentarios.:

Publicar un comentario