Hace un par de años tuvimos que sufrir aquella campaña publicitaria en la que el show man Joan Manuel Serrat hacía la seña de la ceja de Zapatero con el dedo índice. Pues bien, hoy toca hablar de otro show man español que se uniera a esa campaña y que se hizo famoso en México gracias a la versión a dueto con Ana Belén de una cancioncita que nos habla acerca de un atractivo arquitectónico de Madrid que si uno se descuida ni siquiera lo alcanza a ver de la poca talla que tiene el mismo y lo poco espectacular de la construcción. Pues bien, gracias a la entrada "Victor Manuel, Franco, la Guardia Civil y la SGAE" publicado en el blog Cuestionateletodo nos hemos enterado de este texto publicado en inSurGente:
Al autor del blog Cuestionatelotodo no se le escapa el pequeño gran detalle que Victor Manuel es el autor e intérprete de esta canción:
Pero, ¿a quién le dedica Victor Manuel esta sentida y ante todo pacífica tonada?
De hecho usted ya ha leído la respuesta pero tal vez su cerebro se niegue a aceptarla, por eso le sugerimo que para encontrar la respuesta no haga mas que ver este documental corto en YouTube:
Efectivamente, Victor Manuel escribió, cantó y dedicó esta canción al sanguinario criminal fascista Francisco Franco Bahamonde. Sabemos que el amable lector estará pensando, ¿y a excepción de la loa por parte de Victor Manuel a un cuerpo represivo del estado español que tantos delitos ha cometido en contra del pueblo vasco, que pitos toca el cantantillo este en un blog dedicado a Euskal Herria?
Pues bien, para abrir boca aquí les presentamos una página en donde se encuetra la siguiente editorial acerca de Victor Manuel y la opinión que le merece el derecho a la autodeterminación del pueblo vasco:
¡Ah!
Pero ustedes dirán que esto tiene que ver más con Francisco Umbral que con Victor Manuel. Pues bien, la cosa está en continuar leyendo, por que en esa misma página nos proporcionan estas perlas de sabiduría:
Ahora ya entendemos por que Victor Manuel clama ser "un corazón tendido al sol", o mas bien, una cara al sol.
Y allí está, atada y bien atada, viendo pasar el tiempo, la Puerta de Alcalá.
Victor Manuel: "Por ahora sólo creo en la Guardia Civil"
Fue militante del PCE, cantó puño en alto, ahora pide el voto al PSOE y defiende la labor de la SGAE. Es Victor Manuel, cantante y compositor y defensor de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
"Si en tu boda pagas por los langostinos, tienes que pagar por la música que pones". Es la opinión de Víctor Manuel sobre las descargas de Internet y sobre los derechos de autor. El cantante denunció hoy la tardanza con la que llegan las nuevas medidas sobre las descargas en Internet, "cuando el mercado ya está empobrecido en todas sus escalas".
"Como todo en España, llega tarde porque, para los políticos, la cultura empieza a ser algo cuando la pueden instrumentalizar", criticó el artista asturiano que este año ha retomado 'Vivir para cantarlo', una gira de conciertos por teatros españoles en los que repasa y explica su trayectoria musical y que en Madrid recalará del 14 al 17 de febrero en el Teatro Bellas Artes.
Víctor Manuel no quiso opinar, en una entrevista con Europa Press, sobre la eficacia de estas nuevas medidas contenidas en una disposición adicional del anteproyecto de Ley de Economía Sostenible que el Consejo de Ministros remite hoy a los órganos consultivos pertinentes. "Por ahora sólo creo en la Guardia Civil", sentenció el cantante, quien aseguró que este cuerpo de seguridad del Estado "ha garantizado el cierre de páginas pornográficas sin problemas y que puede hacer lo mismo en caso de delito de derechos de autor".
Para Víctor Manuel, "el Gobierno español tiene un problema serio con Estados Unidos y con la Organización Mundial del Comercio, ya que siguen cantando las cifras que aseguran que España es uno de los países más pirata del mundo". En cuanto a las discusiones encendidas en torno a estas modificaciones y a las críticas vertidas a la Sociedad General de Autores (SGAE), de la que ha sido consejero y es socio, Víctor Manuel señaló que "mucha gente habla sin saber" y los medios "omiten información, bien queriendo o bien por ignorancia".
"Silencios cómplices"
"A la gente no se le cuenta que ya pagaba canon antes del canon digital, cuando compraba VHS, cintas de cassettes o BETA, o que el artista socio de SGAE cobra por la reproducción de su música, o que al igual que paga los langostinos de su boda tiene que pagar por la música que pone", comentó el cantante quien aseguró que la entidad de gestión tiene unas cuentas "absolutamente transparentes y disponibles a todo el mundo".
Por otra parte, se mostró bastante escéptico con respecto a la inminente presidencia española de la Unión Europea. "Creo que habrá que hacer bien los deberes y presentar nuevas propuestas pero creo que en seis meses tampoco se nos puede ayudar mucho", puntualizó.
El cantante retomó en Andalucía en diciembre 'Vivir para cantarlo', una gira de conciertos que comenzó en febrero del año pasado y en la que realiza "un repaso íntimo" por su cancionero y donde el artista da cuenta de cómo surgieron estos temas, "algunos conocidos y grandes éxitos y otros no tanto", desde que comenzó su andadura profesional en 1967 hasta la actualidad. El Teatro Bellas Artes de Madrid será el próximo destino del cantante que ofrecerá cuatro funciones del 14 al 17 de enero.
Al autor del blog Cuestionatelotodo no se le escapa el pequeño gran detalle que Victor Manuel es el autor e intérprete de esta canción:
Hay un país
Que la guerra marcó sin piedad,
Ese país
De cenizas logró resurgir,
Años costó
Su tributo a la guerra pagar,
Hoy consiguió
Que se admire y respete su paz.
No, no conocí
El azote de aquella invasión,
Vivo feliz
En la tierra que aquél levantó,
Gracias le doy
Al gran hombre que supo alejar,
Esa invasión
Que la senda venía a cambiar.
Otros vendrán
Que el camino no habrán de labrar,
Él lo labró
A los otros les toca sembrar.
Otros vendrán
Que el camino más limpio hallarán,
Deben seguir
Por la senda que aquél nos marcó,
No han de ocultar
Hacia el hombre que trajo esta paz,
Su admiración,
Y por favor,
Pido, siga esta paz.
Que la guerra marcó sin piedad,
Ese país
De cenizas logró resurgir,
Años costó
Su tributo a la guerra pagar,
Hoy consiguió
Que se admire y respete su paz.
No, no conocí
El azote de aquella invasión,
Vivo feliz
En la tierra que aquél levantó,
Gracias le doy
Al gran hombre que supo alejar,
Esa invasión
Que la senda venía a cambiar.
Otros vendrán
Que el camino no habrán de labrar,
Él lo labró
A los otros les toca sembrar.
Otros vendrán
Que el camino más limpio hallarán,
Deben seguir
Por la senda que aquél nos marcó,
No han de ocultar
Hacia el hombre que trajo esta paz,
Su admiración,
Y por favor,
Pido, siga esta paz.
Pero, ¿a quién le dedica Victor Manuel esta sentida y ante todo pacífica tonada?
De hecho usted ya ha leído la respuesta pero tal vez su cerebro se niegue a aceptarla, por eso le sugerimo que para encontrar la respuesta no haga mas que ver este documental corto en YouTube:
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Efectivamente, Victor Manuel escribió, cantó y dedicó esta canción al sanguinario criminal fascista Francisco Franco Bahamonde. Sabemos que el amable lector estará pensando, ¿y a excepción de la loa por parte de Victor Manuel a un cuerpo represivo del estado español que tantos delitos ha cometido en contra del pueblo vasco, que pitos toca el cantantillo este en un blog dedicado a Euskal Herria?
Pues bien, para abrir boca aquí les presentamos una página en donde se encuetra la siguiente editorial acerca de Victor Manuel y la opinión que le merece el derecho a la autodeterminación del pueblo vasco:
Víctor Manuel, en campaña
Francisco Umbral
«El nacionalismo se cura viajando». Víctor Manuel, el cantante de los abuelos mineros y los padres ferroviarios, ha lanzado una frase que vale por todo lo que se ha dicho en la campaña vasca. Que el nacionalismo, o sea, se cura viajando. Ningún político, en toda la campaña, ha acertado con una fórmula tan radical y verídica. Porque el nacionalismo nace de no haber visto mundo y llegar a la madurez creyendo que no hay ermita como la del pueblo, que no hay fuente como la del pueblo y que no hay río como el de don Eduardo Marquina. Porque eso del nacionalismo ése se quita conociendo otros nacionalismos, se hace soluble en las plurales nacionalidades coloreadas como un mapa y diversas como una fiesta, que completan el incompleto y ancho mundo, ancho y ajeno, como dijera el otro. Y aquí lo de ajeno tiene especial valoración porque los localistas acaban con lo ajeno a tiros para volver en seguida a su ermita, su fuente y su río.
Le dice Víctor Manuel a Amilibia que él no ha cambiado en lo esencial, que quizá sea más escéptico, que hoy la militancia política da pereza y que él no es de centro. Efectivamente, Víctor Manuel no ha cambiado porque los viejos cantautores nunca mueren, sino que se enseña embarnecido en lo esencial como el rojo que fue y perdió la verdadera patria, patria en forma de ideología, que la edad pega mucho escepticismo, que estamos muy mayores para hacer la mili intelectual y que eso del centro no es sino el antifaz blanco de raso que utiliza la derecha para cenar con los Grandes Duques de Luxemburgo. La derecha ya no necesita ser de centro porque el centro lo ocupa Zapatero, que ha entrado en la disciplina de Aznar, y el mundo entero es una ordalía capitalista de turistas espaciales y berlusconis electoralísimos. ¿Dónde estará la izquierda? Víctor Manuel no lo sabe, ni nadie. Por eso él vuelve a su vieja y laminada guitarra, que suena distinta porque la ha rozado el tiempo. Sólo sabe que el nacionalismo es una manía que se quita viajando y que nuestros nacionalistas, sanguinarios o en seco, tienen poca calle, han visto poco mundo y no hay quien les saque de sus diagonales y sus caseríos. El problema nacionalista, no sólo español, es en el fondo un problema cultural. Los que se arregostan tirando la cabra o tirando al concejal son patriotas sin pasaporte que se pondrían muy morenos en la noche de La Habana, de Nueva York o de París. Y no hablo de mandarles al espacio con el millonario ése porque mi viejo amigo John Glenn, uno de los primeros astronautas a quien entrevisté, ya se ha cabreado y dice que la investigación espacial no está para eso. Unos se niegan a enseñarnos su pueblo, salvo a precio de sangre, y otros están parcelando ya el infinito para hacer ciudades dormitorio en Venus.
Los nacionalistas extremados no viajan por el espacio ni por el tiempo. Están presos en esas dos coordenadas y creen que el meridiano de Greenwich pasa por su aldea. Víctor Manuel les ha recordado oportunamente que lo suyo es grave, pero se quita moviendo el cuerpo un poco más allá de la parroquia y de la ikastola. Ellos no conocen a Víctor Manuel. Para cantautor les basta con Sabino Arana.
¡Ah!
Pero ustedes dirán que esto tiene que ver más con Francisco Umbral que con Victor Manuel. Pues bien, la cosa está en continuar leyendo, por que en esa misma página nos proporcionan estas perlas de sabiduría:
P.-¿Usted también está harto de oír hablar tanto del País Vasco?
Víctor.-Me parece una pesadez, pero es curioso lo que se dice, lo que se hace. Yo estoy muy interesado en el País Vasco, y me leo todo lo que se publica en y sobre el País Vasco, pero cuanto más leo veo que es mucho peor, que el concepto sobre el nacionalismo, sea asturiano, vasco o español empeora. Me parece un atraso, sencillamente.
P.-¿Hay mucho victimismo?
Víctor.-Yo recuerdo a la hermana de Iruretagoyena, concejal de Zarauz que fue asesinado por ETA, diciendo: "¿Cómo le han matado? Si era un vasco". Eso es muy común. O a Arzalluz diciendo del dirigente etarra Antza: "Hombre, este chico, no puede estar tan equivocado. Es de buena familia y tiene estudios". En fin, creo que es una enfermedad.
P.-¿ETA?
Víctor.-ETA es un problema complejísimo de explicar de las mejores cosas que he leído últimamente fue un editorial en El País hace 2 días, además escrito por un inglés, Gabriel Jackson. En esencia, diríamos que hay una parte del pueblo vasco que tiene aspiraciones independentistas y una parte de ese pueblo vasco piensa que eso puede conseguirse matando gente. Eso en Europa y en el año 2000 es una aberración.
P.-¿Alguna vez han llegado a tener miedo de publicar o cantar una canción?
Víctor.- Sí, en el último disco quité una canción. Se titulaba Esa mano que mata. Hablaba de lo que se produce en la mente de un hombre que después de acariciar a su hijo o de hacer el amor con su mujer empuña una pistola y le sorraja un tiro en la nuca al vecino de arriba. Hablaba concretamente de la ETA y del País Vasco. Pero en ese momento se produjo la tregua del País Vasco, así que en marzo del año pasado decidí retirarla.
P.- Tú que has cantado y escrito de casi todos (y bien), ¿merece ETA una canción?
Víctor.-Sí, una canción negativa, claro. De hecho, escribí una para mi anterior disco que luego no metí porque se produjo la tregua en ese momento. Ahora se me ha quedado vieja.
P.- ¿No ve bien el pacto PP-PSE?
Víctor.-Es un pacto contranatura, con toda seguridad. Pero también es un pacto de dos partidos que están poniendo los muertos en el País Vasco. Preferiría un pacto que integrase a todos los que en el País Vasco están en contra de la violencia.
P.-¿Qué le pareció que IU firmara el Pacto de Estella?
Víctor.-En un principio me pareció bien, lo que ya no me pareció bien es que no saliesen huyendo cuando ETA empezó a matar de nuevo.
P.-¿Qué piensas de la situación del País Vasco? ¿Crees que el PP ayudará a solucionar el problema o lo empeorará?
Víctor.-Lo empeorará con toda seguridad.
P.¿En el País Vasco se quedó «a pre»?
Víctor.Sí, yo creo que están las cosas como estaban. Tal como hicieron la campaña los constitucionalistas, si ganan no sé que tendrían pensado hacer con los nacionalistas. ¿Tirarlos al mar? Ahora bien, también tienen que hacer lo suyo. Las cosas irán cambiando. Pero mientras haya alguien dispuesto a esconder asesinos...
Ahora ya entendemos por que Victor Manuel clama ser "un corazón tendido al sol", o mas bien, una cara al sol.
Y allí está, atada y bien atada, viendo pasar el tiempo, la Puerta de Alcalá.
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