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sábado, 3 de abril de 2021

El David Irundarra

Ramón Sola ha rescatado para la memoria el legado de los equipos vascos en la historia de los torneos del estado español, haciendo énfasis en su desempeño en la copa que para mala fortuna ha llevado un apelativo que incomoda al pueblo vasco.

Pues bien, de esa época de glorias futbolísticas vascas nos llega este texto desde Argentina.

Adelante:


El día que David venció a Goliat

Sergio Recarte

El día 4 de febrero de 1925, el equipo de futbol Boca Juniors se embarcaba hacia Europa para realizar una serie de partidos con equipos de diferentes países, siendo el primer equipo argentino en hacerlo. Una gira que concluyó exitosamente y quedó grabada en el sentimiento del hincha boquense como el “año que el mundo conoció a Boca Juniors”. Pero un partido que el equipo porteño no pudo ganar, logró perpetuarse en la historia deportiva de una pequeña localidad del País Vasco de tan solo 14.000 habitantes.

La fecha exacta fue el 2 de abril de 1925 y en el momento en que la noche empezaba a caer sobre la ciudad vasca de Irún. Para la inmensa mayoría, el día se despedía con una notable hazaña del balompié y con ella, se pulverizaba una imbatibilidad por obra de cuatro certeros goles de Juanito Errazquin.El Real Unión, contra todo pronóstico, había vencido al Boca Juniors. La noticia causó asombro. A Boca le precedía una historia rioplatense triunfal. Había logrado los campeonatos de los años 1919, 1920, 1923, 1924 y muy probablemente, también el de 1925 si no fuera porque los dirigentes del club tomaron la decisión de realizar esa gira internacional.

Aquel día, en los papeles, el trámite parecía sencillo para Boca Juniors, todo lo contrario de lo que fue los preparativos para lograr la concreción de ese encuentro. El equipo argentino tras ganarles a varios equipos españoles, se empeñó, antes de continuar su viaje hacia Alemania, en enfrentar al Real Unión por la razón de ser en esos momentos el campeón de la Liga de España. Ante eso, la directiva irunesa tuvo serios problemas: para disponer el día del partido, en la cuestión económica y, sobre todo, en el armado del equipo.

Problemas que finalmente se solucionaron no sin algunas dificultades. Llegado el momento, no fue extraño, que el anuncio del encuentro despertara una enorme expectativa jamás vista entre los vascos. Y más, al saberse que el Boca Juniors había derrotado días antes al Osasuna en su propia cancha. Lo cierto que aficionados de Bayona, San Juan de Luz y hasta de Burdeos se sumaron a los miles de guipuzcoanos para quienes el Real Unión era el adalid del futbol vasco. Colmada las tribunas del estadio de Amute, todos esperaban una auténtica exhibición de aquellos maestros argentinos, verdugos, nada menos del Celta de Vigo, Deportivo La Coruña, Real Madrid y hasta de la propia selección catalana.

Pero nada de lo vaticinado sucedió. Todo el encuentro fue una apabullante superioridad irundarra. Al clásico gambeteo de los jugadores rioplatense, los vascos opusieron un futbol práctico, no carente de destreza y rapidez. Y, por supuesto, el héroe de la jornada tuvo nombre y apellido: Juanito Errazquin, delantero centro y autor de los cuatro goles con el que Real Unión derrotó al campeón argentino. El triunfo por 4-0 asombró a todo el País Vasco y más allá de sus fronteras. A punto tal, que el diario La Nación de Buenos Aires al informar a sus lectores lo hizo de esta manera: “El David venció al Goliat argentino, demasiado engreído de su poderío”.

Como detalle, queda la anécdota que el día anterior al partido, los jugadores boquense al entrenarse corriendo por las calles de Irún, no resistieron la tentación de aceptar la invitación de los muchos taberneros para probar la famosa sidra del lugar, servida directamente de enormes toneles que los vascos llaman en su idioma: kupela. Si las consecuencias de este recorrido de los jugadores por los bares de Irún fue la causante de la derrota, no lo sabemos. Pero si así fue, el efecto negativo tuvo consecuencia duradera. Tres días después, Boca Juniors volvía a ser derrotado por cuatro goles. Esta vez en la capital vizcaína frente al Athletic de Bilbao.

 

 

 

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