Ya habíamos compartido información al respecto, pero miren lo que han publicado en El País:
La izquierda ‘abertzale’ copa la dirección de la asociación de cargos locales
Mikel Ormazabal
Casi al mismo compás que el proceso constituyente de Sortu, culminado el pasado fin de semana con la creación del partido heredero de Batasuna, la izquierda abertzale ha conseguido coronar la restauración de la denominada Asamblea de Municipios y Electos Municipales de Euskal Herria, Udalbiltza, creada en 1999 e ilegalizada cuatro años después. Se rehace con la adhesión de alcaldes y concejales exclusivamente nacionalistas del País Vasco, Navarra y el País Vasco francés, aunque asegura tener “las puertas abiertas a los representantes de los partidos constitucionalistas”, afirma Igor Eguren, alcalde de Ordizia de Bildu y uno de los promotores de la reconstitución de esta asociación.
La presencia del PNV es puramente testimonial, mientras que Bildu y sus formaciones asociadas copan la dirección, de 19 miembros. Tras la asamblea celebrada ayer, la presidencia recae en la alcaldesa de Usurbil, Mertxe Aizpurua, de Bildu. Tres serán las prioridades de la nueva asociación: crear un fondo de cohesión, impulsar el DNI vasco y convocar una conferencia internacional.
Al abrigo del “nuevo escenario político” que la izquierda abertzale dice haberse creado tras la firma de la Declaración de Ayete, en octubre de 2011, y la posterior decisión de ETA de poner fin a su actividad armada, un grupo de alcaldes y concejales vascos lanzó en febrero de 2012 un plan para resucitar a Udalbiltza. “Era el momento adecuado. Se abría un nuevo escenario y había que aprovecharlo”, añade el regidor guipuzcoano.
Udalbiltza se constituyó ayer en una asamblea celebrada en San Sebastián con la adhesión de 1.257 cargos locales (154 son alcaldes) que representan a 403 consistorios. En el conjunto de las tres regiones hay 6.543 electos de 685 municipios. La mayoría son munícipes de la izquierda abertzale e independientes. Eguren asegura que también participan “algunos” del PNV, aunque prefiere no dar una cifra. “Salvo constitucionalistas, están representadas todas las sensibilidades políticas vascas”, explica. Udalbiltza ha puesto como condición para sumarse a la nueva asociación que sus adheridos “reconozcan a Euskal Herria como una nación”.
Precisamente esta reivindicación nacional, el “impulso de la construcción nacional” de este ámbito geográfico, la suma de voluntades a favor de su “futura vertebración política”, la voluntad de “avanzar en la interrelación constructiva” entre los municipios miembros y proyectar en el ámbito internacional “la existencia de Euskal Herria como nación propia y diferenciada” son los cinco principios que inspiran a la nueva Udalbiltza. Son los mismos que figuraban en su creación a finales del siglo pasado.
Udalbiltza se creó en 1999 a la luz de la firma del Pacto de Lizarra entre las fuerzas nacionalistas (PNV, EA, Euskal Herritarrok y Abertzaleen Batasuna). Tras el llamamiento realizado por 21 alcaldes, en septiembre de ese año celebró su asamblea fundacional en el Euskalduna de Bilbao. Recibió entonces el respaldo de 1.788 cargos electos de 354 municipios. Pero la ruptura de la tregua de ETA, en noviembre de 1999, dividió a los partidos integrados en Udalbiltza, sobre todo por la negativa de EH de condenar los atentados terroristas. La asociación se rompió en dos, dando lugar a Udalbide, que pasó a ser gestionada por el PNV y EA.
En abril de 2003, la Audiencia Nacional ordenó el ingreso en prisión de 13 concejales de Udalbiltza y suspendió sus actividades. Tras el juicio celebrado a mediados de 2010 contra los acusados, todos ellos fueron absueltos en enero de 2011, porque, según la sentencia, “en un Estado democrático quedan fuera del ámbito penal la acción política y las opiniones y manifestaciones ideológicas, gusten o no”.
Bajo este paraguas legal, Udalbiltza reinicia ahora el camino emprendido hace 14 años. Eguren considera que existe la voluntad de “retomar la colaboración” que hubo hace años con Udalbide, aunque reconoce que esta asociación dirigida por los peneuvistas “se ha apagado en los últimos años”. La actividad de Udalbilde es casi nula, aunque en su informe de 2011 figura la concesión de subvenciones por un total de 412.400 euros a proyectos educativos, culturales, deportivos o laborales, y a “la diáspora”. En adelante, señala Eguren, “nos gustaría lograr una confluencia” entre Udalbide y Udalbiltza.
¿Y con Eudel? Los responsables de Udalbiltza consideran que la Asociación de Municipios Vascos, en la que no participan los representantes de Bildu, es una organización “diferente” y “complementaria”. Consideran que Eudel es una herramienta “para dar apoyo logístico y técnico a los Ayuntamientos”, mientars que Udalbiltza es “una institución que pretende lograr la articulación nacional de Euskal Herria”. “Habrá una relación directa. No queremos suplantar a Eudel”, precisa el alcalde de Ordizia.
Un portavoz de Eudel optó por no pronunciarse sobre el resurgimiento de la asamblea municipal abertzale, porque se trata de “dos organizaciones distintas”. “Debemos ser prudentes hasta conocer cuáles son las propuestas y proyectos de Udalbiltza. Pero no tienen nada que ver una con otra, y pueden ser paralelas”, asegura.
Los promotores de Udalbiltza no han aclarado cuál va a ser el sistema de financiación de esta asociación, aunque se nutrirá, comenta Eguren, con las “aportaciones voluntarias” de los Ayuntamientos adheridos. Aclara que “todo será diáfano y transparente”, aunque no estará sometido a un control público.
La entrada en escena de Udalbiltza se produce cuando el Parlamento vasco se ha mostrado incapaz en los últimos años de aprobar la ley Municipal, dejando a Euskadi como la única comunidad autónoma sin una normativa que establezca las competencias y recursos de los Ayuntamientos. Al respecto, los responsables de Udalbiltza aseguran que tomarán parte en el debate político sobre este asunto y que les preocupa que los consistorios “pierdan poder” si se aplican “las medidas que está planteando el Gobierno de Rajoy” en su proyecto de modificación de la ley de Bases de Régimen Local, que contempla, entre otras cuestiones, la fusión de municipios de pequeño tamaño.
A lo que en la nota se refieren como el "DNI vasco" es en realidad el EHNA.
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