A tres españoles - cuatro si se toma en cuenta a otro de nombre Jon Domínguez quien regresó de motu propio al estado español - les ha tocado experimentar de primera mano la corrupción de los cuerpos de seguridad mexicanos, la misma corrupción a la que han sido sometidos los Seis de México desde hace meses.
Ahora bien, hay que poner atención en los detalles.
Es entendible que el cuerpo diplomático español haya hecho poco o nada en favor de los seis vascos represaliados sujetos a proceso de extradición, después de todo, ese cuerpo diplomático representa al estado que reclama a los seis en un proceso viciado de inicio por la falta de pruebas con la que el inquisidor Baltasar Garzón los ha reclamado al gobierno mexicano.
Pero en este caso en específico, Madrid deja claro que si bien no le interesa la defensa de los derechos humanos y las garantías constitucionales de seis vascos, tampoco le interesa la suerte que corran en ese sentido españoles altermundistas, o sea, españoles de izquierda.
Y una vez más queda claro que Vicente Fox y Luis Ernesto Derbez entienden perfectamente que no importa quien ocupe La Moncloa, el PSOE o el PP, a la monarquía borbónico franquista poco le importan los vascos independentistas o los españoles de izquierda - auténtica, no como los sociatas -, por lo tanto actúan con la misma saña represiva, ya sea que tengan que rendir cuentas a Aznar o a Rodríguez.
Dicho lo anterior, les presentamos esto que nos informa La Jornada:
Bajo presión, altermundistas españoles se desisten de amparo contra expulsión
"Qué prefieren: ¿cárcel o avión?", la alternativa que se les ofreció
Triunfo Elizalde, Alfredo Méndez y José Antonio Román
Después de "ser obligados" por autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) a desistirse de la demanda de amparo que solicitaron el pasado martes, los tres españoles detenidos junto con otros cinco extranjeros durante las movilizaciones altermundistas de la tercera cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea, que se efectuó la semana pasada en Guadalajara, fueron deportados ayer.
Apenas el lunes, la Secretaría de Gobernación (SG) determinó expulsarlos por su presunta participación en actividades distintas a las autorizadas en su ingreso a México, y aunque pretendían ejecutar la acción desde el martes, una suspensión provisional de un juez federal impidió a las autoridades mexicanas cumplir su propósito.
En el aeropuerto internacional de la ciudad de México (AICM), antes de que los tres altermundistas abordaran el vuelo 001 de Aeroméxico que los llevó a Madrid, La Jornada entrevistó a Francisco Mestre (quien junto con sus compatriotas María Mar Rodríguez y Silvia Ordaz Amor estuvieron en Guadalajara). De entrada, aseguró que las autoridades migratorias les advirtieron: "qué prefieren: ¿cárcel o avión?"
Con esa advertencia, dijo el español, se les obligó a los tres a desistir de la demanda de garantías que estaba radicada desde el martes en el juzgado cuarto de distrito A de amparo.
Por la noche, la SG emitió un escueto comunicado en el que sólo refería que después de que los españoles se desistieron del amparo "fueron devueltos a su país de origen por el Instituto Nacional de Migración (INM)".
"Desde anoche, cuando no aceptamos irnos de México en calidad de expulsados, porque no hemos cometido ningún delito, durante horas nos estuvieron presionando y acosando; fue mucho tiempo de presiones para que desistiéramos del amparo", declaró Mestre.
"Hubo momentos en que se nos trató de convencer con buenas palabras; otros en que nos injuriaron, nos amenazaron de que íbamos a pasar una larga temporada en la cárcel. Nos dijeron que el proceso judicial requería de meses para resolverse y que de todos modos seríamos expulsados. Los abogados de la Comisión Nacional de Derechos Humanos no estuvieron presentes durante la noche y no teníamos a quién acudir para que nos asesorara".
Funcionarios del juzgado cuarto de distrito que solicitaron el anonimato informaron a este diario que poco después de las 12 horas dos personas que se identificaron como representantes legales de los tres altermundistas presentaron un documento en el que se informó a la autoridad judicial la decisión de lo quejosos de retirar la demanda de garantías.
Cerca de las 13 horas, Mestre, Rodríguez y Ordaz fueron trasladados al AICM a bordo de tres camionetas del INM. Una escolta de agentes migratorios, del Centro de Investigaciones en Seguridad Nacional (Cisen) y de elementos de seguridad privada del AICM formaron una valla de "protección".
A su llegada a la terminal aérea, Mestre, manifestó: "Tuvimos que desistir del amparo porque recibimos muchas amenazas; nos dijeron que si rechazábamos el amparo nos iba a ir muy mal, que por mucho tiempo estaríamos en la cárcel; que el juicio sería muy prolongado y que la sentencia final requeriría de meses, y que de todos modos nos iban a correr de México".
Frente a esa situación, "como nos sentíamos desamparados inclusive por nuestra propia embajada, ya que el cónsul que nos visitó (Gabriel Alou) no se veía muy entusiasmado en nuestra defensa, concluimos que lo mejor era desistirnos del amparo y aceptar la expulsión, que no merecemos porque no somos delincuentes y estábamos aquí (en México) en calidad de turistas".
En punto de las 18:20 horas, los tres altermundistas ingresaron por la escalerilla de servicios al avión, escoltados por funcionarios del INM, y diez minutos después la aeronave se dirigió a la cabecera de una de las pistas para iniciar el vuelo con destino a Madrid.
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