Ayer, 12 de octubre, Españistán celebró por todo lo alto su pasado genocida... y su presente xenófobo y racista.
Sin mayores preámbulos, les compartimos esta denuncia materializada en la página de Cueta al Día:
J.SakonaDurante los dos años que llevan abiertas las oficinas de asilo y refugio de los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla, ni un solo subsahariano ha logrado acceder a ellas para pedir protección internacional, pese a que el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, insistió en el Congreso en que "el que quiera puede solicitar el derecho de asilo y no tiene que venir y empezar a trepar"."En Ceuta y Melilla el que quiera puede solicitar el derecho de asilo y no tiene que venir y empezar a trepar", afirmaba en el Congreso y el Senado el ministro Juan Ignacio Zoido, añadiendo que, hasta junio de este año 864 personas han solicitado el derecho de asilo en Melilla y ninguna en Ceuta porque, alegó el ministro, las autoridades marroquíes no les dejan llegar”. Pero el ministro obvia un matiz crucial, un matiz lamentablemente cromático: ni una sola persona negra, ni un solo subsahariano, logró acceder a la Oficina de Asilo y Refugio de los pasos fronterizos de las ciudades autónomas y las más de 800 solicitudes registradas en Melilla desde la apertura de la oficina de asilo corresponden a ciudadanos sirios.Un racismo latente que viene denunciando incansable la ONG Caminando Fronteras y que se ha visto recientemente corroborado oficialmente por el Gobierno a pregunta escrita de Jon Iñarritu, senador del Euskal Herria Bildu (EH Bildu) en el Grupo Parlamentario Mixto. El Gobierno confirma –desmintiendo de paso a Zoido- que durante 2017 no se ha contabilizado ninguna solicitud de asilo en las oficinas de frontera en Ceuta y Melilla de personas procedentes de los países subsaharianos aunque sí se registraron 69 casos de inmigrantes subsaharianos en las oficinas de asilo situadas en territorio nacional.Más migrantes, ninguna solicitud de asiloLa Guardia Civil interceptó en los últimos doce meses, desde octubre de 2016, a 2.661 migrantes, la gran mayoría subsaharianos y muchos de ellos rechazados en frontera en los muchos intentos de salto de la valla registrados en el último año. Según datos de la oficina del refugiado de Naciones Unidas, ACNUR, el 60 por ciento son potenciales solicitantes de asilo: refugiados de conflictos bélicos, víctimas de trata de seres humanos o simplemente menores de edad, pero ninguno pide asilo, ninguno pasa antes por la oficina del paso fronterizo.La razón no es otra que para ello habrían de cruzar los controles marroquíes y eso poco menos que imposible para un migrante subsahariano, fácilmente detectable por motivos obvios. Además, al tratarse de migrantes en situación irregular en Marruecos carecen de libertad de movimientos, un obstáculo que no encuentran los refugiados sirios a quienes las autoridades marroquíes facilitan el acceso a la oficina de asilo o recurren a las mafias para hacerse con un pasaporte falso.Reprobación de ZoidoUna situación que podría acarrear consecuencias al Gobierno de prosperar la proposición no de Ley que presentó el pasado 27 de septiembre Unidos Podemos por la que pide la reprobación del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y de su homólogo de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, al considerar que están "incumpliendo sistemáticamente" la Ley de Asilo de 2009, tanto en el incumplimiento de los compromisos de acogida de refugiados, como en las fronteras de Ceuta y Melilla.Unidos Podemos denuncia la "falta de garantías del derecho al asilo" que se produce en la frontera sur: "Sabemos que en las oficinas de asilo de Ceuta y Melilla las personas negras no están pudiendo solicitar asilo. Tenemos un problema serio de discriminación de personas por nacionalidad", acusaba la diputada Ione Belarra, señalando al Gobierno de dejar fuera "sistemáticamente" de la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) según su país de procedencia.
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