Lo primero que se hace necesario aclararle a los editores de la página Diario Judío es que René Cassin, nacido en Baiona en 1887, era vasco.
Así es, el redactor principal de la Declaración Universal de Derechos Humanos... era vasco. No francés, no español... vasco.
De ahí que el gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca lo haya elegido a él para dar nombre al galardón que entrega, con mayor o menor fortuna al momento de elegir a la persona o institución honrada, cada año.
Y vaya que si este año han sido pulcros al momento de designar a Francesca Albanese por denunciar el brutal genocidio que desde hace ya más de dos años el ente sionista perpetra en contra del pueblo palestino en Gaza.
La designación refleja el sentir del pueblo vasco, que una y otra vez ha demostrado su solidaridad para con el pueblo palestino.
Aclarado lo anterior, pasemos al siguiente tema de importancia.
Los auténticos defensores de los derechos humanos han sido muy precisos al momento de dejar bien claro que se debe de saber diferenciar en el discurso acerca de las atrocidades contra los gazatíes entre los términos judío, israelí y sionista.
En ese tenor, se han rechazado y denunciado todos los discursos de judeofobia que se han publicado a lo largo de estos dos cruentos años.
Una cosa es ser judío, otra cosa es ser israelí y, definitivamente, otra cosa es ser sionista -para lo cual no se requiere ser ni judío ni israelí -.
Por lo tanto, resulta bastante paradójico que dos entidades que se declaran judías se rasguen las vestiduras por la elección de la recipiente del René Cassin de este año, porque entonces no son entidades judías, de hecho con esta protesta se convierten a sí mismas en entidades sionistas y, por lo tanto, agentes activos en el genocidio implementando en contra de los palestinos.
No cómplices ni apologistas, agentes activos, que quede claro.
Pero que además levanten sus protestas desde los dos estados que niegan a los vascos sus derechos civiles, políticos, identitarios, lingüísticos y culturales pues ya resulta bastante sintomático, por no decir chocante.
Así que, desde este blog de la diáspora vasca y para la diáspora vasca celebramos la entrega del René Cassin a Francesca Albanese, exigiendo el fin de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el sionismo en contra del pueblo palestino, pueblo semita, por aquello de la más que vacía e hipócrita acusación de antisemitismo.
Declarado lo anterior, les compartimos la publicación:
Las comunidades judías critican el premio vascoLa Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) y el Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF) han expresado su «profundo desacuerdo» con la concesión, por parte del Gobierno Vasco, del Premio René Cassin 2025 de Derechos Humanos a Francesca Albanese.
El Gobierno Vasco ha concedido el premio a la relatora especial de las Naciones Unidas para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, por su «firme dedicación en la defensa de los derechos fundamentales y del Derecho Internacional Humanitario».
En un comunicado, las comunidades judías de España y Francia han considerado que los «comentarios antisemitas y la complacencia hacia el terrorismo que se le atribuyen a la señora Albanese han sido claramente denunciados por Francia, Alemania, Estados Unidos, así como por importantes organizaciones judías internacionales».
Su actitud es «incompatible» con el espíritu del Premio René Cassin, quien fue el autor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, premio Nobel de la Paz, que «mantenía un apego inquebrantable a la paz, la dignidad humana y al derecho del pueblo judío a vivir con seguridad».
«Conceder este premio a la señora Albanese constituye una deformación del legado de Cassin y un grave malentendido sobre los valores de los derechos humanos», han concluido ambas comunidades judías.
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