En los mismísimos Estados Unidos, un país poco futbolero, ha llamado poderosamente la atención que la base del seleccionado español que participa en la Eurocopa 2024 en Alemania está compuesta por jugadores vascos, como lo demuestra el artículo titulado In the Basque Country, Muted Cheers for Spain's Soccer Team.
Tomando en cuenta que tanto el estado español como el estado francés obstaculizan la oficialidad de oncenas como la vasca, la catalana, la galega, la bretona o la corsa, podríamos con todo derecho estar hablando de extractivismo futbolístico al más puro estilo colonialista.
Esto es lo que nos relata El Correo con respecto al artículo del New York Times:
Así ve 'The New York Times' la relación entre Euskadi y la selección española
El medio estadounidense realiza un extenso reportaje sobre el seguimiento de La Roja en el País Vasco en esta Eurocopa, con 3 jugadores del Athletic y 5 de la Real en el combinado nacional
Jon PradaEn un extenso reportaje de su periodista Rory Smith desplazado a Bilbao, 'The New York Times' profundiza en el vínculo entre Euskadi y la selección española. Bajo el título 'En el País Vasco, aplausos apagados para la selección española de fútbol', el medio estadounidense analiza el seguimiento y el impacto que tiene La Roja en el territorio durante la Eurocopa 2024.
«La región se considera desde hace tiempo distinta de su país y desinteresada de la selección nacional. ¿Podrá el combinado de la Eurocopa 2024, repleto de estrellas vascas, llamar la atención?», se pregunta Smith, que ahonda en esta temática con entrevistas a varios protagonistas.
Los ocho futbolistas del Athletic y de la Real Sociedad en la lista de Luis de la Fuente, también con pasado en San Mamés, deberían ser argumento, según 'The New York Times', para que Euskadi se enganche a la selección en esta Euro. «Hay gente que los apoya, gente que no, gente a la que le da igual. Pero antes no veías a nadie con la camiseta de España en Bilbao. Ahora no hay muchos, pero si los ves, está bien. Es mucho más tranquilo que antes», señala Iñaki Álvarez, uno de los entrevistados en el artículo.
La anécdota del Ein Prosit
'The New York Times' pone como ejemplo una «historia (posiblemente apócrifa) de que en 2008 solo había un bar en Bilbao que tenía una pantalla gigante para mostrar el partido entre España y Alemania de la final de la Eurocopa: Ein Prosit, un café de temática alemana situado a unos pasos de la plaza Moyua. Se permitió que se mostrara el partido, según cuenta la historia, con el acuerdo tácito de que todos los implicados quisieran que Alemania ganara. Ahora, hay media docena de locales en Licenciado de Pozas».
Dani Álvarez, periodista de Radio Euskadi, hace una última reflexión sobre la situación: «Hay un legado de los años de horror que hemos padecido que ha hecho que el País Vasco sea muy acogedor, muy tolerante. Al mismo tiempo, hay una generación digital que ha crecido sin que ETA estuviera activa, que no entiende por qué sus padres o abuelos quieren que España pierda. Ahora viven con bastante naturalidad con una doble identidad: les resulta perfectamente fácil pensar en ser vascos y españoles a la vez».
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