El euskera (o euskara) es el idioma vasco, la lengua ancestral por medio de la cual este pueblo se ha comunicado por decenas de miles de años y con la que se identifica a sí mismo.
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Euskera
El euskera, eusquera, vascuence, vasco, éuscaro, vascongado o lengua vasca (en euskera euskara, con variedades dialectales como euskera, eskuara o üskara) es un idioma no indoeuropeo. Su carácter no indoeuropeo lo sitúa, en su origen y raíz, como el idioma más antiguo de los hablados en la actualidad en el continente europeo. Se habla actualmente en los territorios que conforman a Euskal Herria, el País Vasco, que son Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, Nafarroa y Zuberoa. Hay también importantes comunidades vasco-hablantes en todo el continente americano, en las cuales se pueden encontrar vascos de segunda y tercera generación que siguen hablando la lengua en el dialecto original, e incluso hibridaciones de estos dialectos tradicionales, resultado del encuentro de vascos de diferentes regiones.
Antiguamente el ámbito lingüístico del protovasco llegó a alcanzar, en muy diversos dialectos, desde el Golfo de Vizcaya al noroeste catalán: Akitania (Aquitania), Errioxa (La Rioja), Kantabria (Cantabria), Huesca, Burgos, norte de Zaragoza, norte de la actual Cataluña y parte de los Pirineos Centrales.
El euskera es la única lengua no indoeuropea de la península Ibérica y de Europa Occidental. Tuvo al parecer una marcada influencia en la evolución del sistema fonético del castellano. Tras un periodo prolongado de declive estuvo a punto de desaparecer, no siendo hasta finales de la década de 1950 y principios de la de 1960 cuando el euskera comenzó a recuperarse poco a poco. Con la llegada de la Monarquía Parlamentaria, la Constitución de 1978 (ampliamente rechazada por el pueblo vasco) y el Estatuto de Gernika recogen su co-oficialidad en el País Vasco, donde poco a poco ha vuelto a la vida pública. Asimismo, en el artículo 9.2 de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra de 10 de agosto de 1982, se estableció una zonificación lingüística en la Comunidad Foral de Navarra. Esta ley reconoce la la co-oficialidad de lengua en la zona denominada vascófona. En la porción continental de Euskal Herria (conocida como Iparralde), el euskera, al igual que el resto de lenguas regionales francesas no goza del estatus de lengua oficial.
Desarrollo del Euskera en la Península Ibérica
El euskera es una lengua de tipología aglutinante y genéticamente aislada, es decir, no muestra un origen común claro con otras lenguas, lo que ha llevado a diversas hipótesis.
Extendida inicialmente más allá de los territorios que hoy ocupa, ha ido retrocediendo por la presión inicial del latín en época romana supuso una primera merma del solar del euskera, que éste no conseguiría remontar contra sus sucesores, el gascón y el navarro-aragonés, y posteriormente por el empuje de las lenguas romances estatales, el castellano y el francés.
Por ejemplo, en 1349 en la ciudad de Huesca se promulga un decreto que sanciona a los que hablaren en el mercado en árabe, hebreo o "basquenç" con 30 soles de multa.
La unificación del euskera
El euskera batua (en castellano "euskera batúa" o "euskera unificado") fue creado a partir del año 1968 impulsado por la necesidad de proporcionar a los hablantes una norma unificada para el registro culto, dada la inviabilidad de publicar en cada uno de los dialectos. Aunque se había estado discutiendo sobre la normalización casi desde los inicios de la literatura vasca, fue en la década de 1950 cuando este asunto se quiso abordar definitivamente, por considerarlo necesario si se quería garantizar la supervivencia del idioma.
En el Congreso de Arantzazu celebrado en 1968 y convocado por la Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia), se establecieron las líneas maestras de lo que después sería el euskera batua, que actualmente es la versión oficial del idioma, siendo el más empleado en la enseñanza, la administración pública, los medios de comunicación y en la mayor parte de la producción escrita en esta lengua.
Algunos autores sostienen que el batúa es una lengua artificial, como el esperanto, y que su existencia e impulso institucional sería letal para lo que ellos denominan el euskera auténtico, ya que su extensión eliminaría los diversos dialectos, que son la evolución de la antigua lengua. No obstante, una mayoría sostiene que el batua no es más que la variedad destinada a ser utilizada en los ámbitos más formales (como la educación, la televisión pública, los boletines oficiales...), y viene a complementar al resto de los dialectos, no a sustituirlos. Ya que el euskera está recuperando espacios es el País Vasco a través del sistema educativo y la enseñanza para adultos, muchos niños han aprendido el euskera unificado (batua) como lengua materna.
En el año 2005 la Unión Europea escuchó de forma oficial sus primeras palabras en euskera, en el pleno del Comité de Regiones.
Primeros escritos
El texto escrito más antiguo de esta lengua encontrado hasta ahora son varias palabras aparecidas en epitafios del siglo II adC. en Akitania (Aquitania).
Del siglo XI, existen las glosas halladas en el monasterio de San Millán de la Cogolla situado en Errioxa (La Rioja), donde también se encontraron los primeros escritos en lengua castellana, en forma de pequeñas anotaciones de traducciones, las llamadas Glosas Emilianenses, de las cuales la 31 y 42 son frases en euskera. En una escritura del siglo XI, la donación del monasterio de Ollazábal (Gipuzkoa), además de fórmulas latinas, están los detalles ofrecidos de los linderos del terreno en euskera. También se encuentran huellas de esta lengua en una guía para peregrinos de Santiago de Compostela, del siglo XII y atribuida a Aimeric Picaud, que incluye un pequeño vocabulario en euskera.
La información disponible sobre el euskera medieval es bastante escasa y fragmentaria, ya que consiste en su mayoría en antropónimos y algunas pocas palabras y frases. Los escribanos utilizaban el romance para escribir, aunque la lengua de uso cotidiano fuera el euskera. Hasta el siglo XVI, los únicos libros que se encuentran consisten básicamente en pequeños diccionarios y gramáticas básicas, cuya función era facilitar la comunicación en los intercambios comerciales. Otros testimonios escritos son los fragmentos de romances y cantares que citan las crónicas históricas. Cartas personales, textos manuscritos o actas de testigos en juicios se consideran de un valor preciadísimo, como únicas fuentes del euskera hablado en aquellos siglos.
El primer libro en euskera que conocemos se imprimió en 1545, con el título Linguae Vasconum Primitiae (Primicias de la lengua de los vascos) y firmado por el sacerdote bajonavarro Bernat Dechepare. Es una colección de poemas en el que el autor trata temáticas como la religión, el erotismo y su propia vida. Dedica también versos al euskera, y es de reseñar que es consciente de que el suyo es el primer intento de llevar el euskera a la literatura escrita. En su poema Kontrapas dice lo siguiente:
Berce gendec vste çuten
Ecin scriba çayteyen
Oray dute phorogatu
Enganatu cirela.
Heuscara
Ialgui adi mundura.
Cuya traducción al castellano es:
Otras gentes creían
que no se te podía escribir
ahora han demostrado
que se estaban engañando
Euskera,
sal al mundo.
La siguiente obra conocida es la traducción del Nuevo Testamento (Iesu Christ Gure Iaunaren Testamentu Berria), encargada por la reina de Navarra Juana de Albret al ministro calvinista bajonavarro Joanes Leizarraga, impresa en 1571 en La Rochelle.
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