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domingo, 6 de julio de 2025

Entrevista a Lidón Soriano

Con los sanfermines 2025 a punto de iniciar traemos a ustedes esta entrevista con Lidón Soriano, quien junto a sus compañeros de la organización solidaria internacionalista Yala Nafarroa, estarán lanzando el txupinazo para inaugurar las festividades con un guiño de hermanamiento hacia el pueblo palestino.

Aquí la traemos a ustedes desde Naiz:


«Que Iruñea apueste por la dignidad colectiva ante el genocidio israelí es algo grandioso»

Lidón Soriano | Yala Nafarroa | Nacida en Castellón en 1967 y vecina de Iruñea desde 1996, Soriano es doctora en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, fisioterapeuta y enfermera en emergencias sanitarias, con 20 años de implicación en Palestina. Integra ‘Yala, Nafarroa con Palestina’, que lanzará el txupinazo este domingo.

Ibai Azparren

Lidón Soriano, junto a Eduardo Ibero Albo y Dyna Kharrat Juanbeltz, ya se asomó el jueves a la barandilla más codiciada del año para preparar el acto más simbólico de los sanfermines: el lanzamiento del txupinazo. Yala Nafarroa, la candidatura que ganó con más del 52% de los votos —más de 10.500 personas respaldaron su apuesta solidaria con Palestina—, se dispone a prender la mecha que dará este domingo día 6 inicio a estas fiestas sin igual. Será un gesto que trasciende la tradición para convertirse en un grito internacionalista contra la injusticia y el genocidio. Entre los nervios del ensayo y el calor de la calle, donde algún que otro espontáneo no duda en felicitarla «por la causa», NAIZ charla con Soriano sobre lo que representa para Palestina esta cita única.

¿Qué importancia tiene que Yala Nafarroa lance el txupinazo, dada la situación de genocidio en Palestina?

Es un enorme orgullo. En un contexto marcado por la fascistización y la amenaza constante a los DDHH, que esta ciudad haya apostado de forma tan clara por una posición de resistencia, de dignidad colectiva, es algo grandioso. No sé si llamarlo contraofensiva, contrapoder o simplemente poder popular, pero lo cierto es que estamos defendiendo lo más elemental: el derecho a la vida, a una convivencia justa y en paz. Que esta ciudad se convierta en símbolo de todo ello es algo inmenso.

¿Se esperaban tanto apoyo?

En el fondo, todas albergábamos esa esperanza. Sobre todo porque esta ciudad y toda Nafarroa se han volcado de forma masiva en las actividades organizadas en apoyo al pueblo palestino, y somos muy conscientes del respaldo social tan amplio que existe. Pero también sabíamos que había muchas sensibilidades en juego. El resto de candidaturas eran también muy potentes. Justamente por eso, la alegría ha sido aún mayor.

¿Cuál ha sido la acogida de la ciudadanía de la que habla?

Lo estamos viviendo con una enorme alegría. Me ocurre a diario: personas que no conozco de nada me paran por la calle, me felicitan, me abrazan... Pero quiero dejar algo muy claro: esto no va de nosotras como personas, sino de lo que representamos. Somos solo un vehículo. Y ni siquiera representamos únicamente a Yala Nafarroa. Esta victoria es el resultado del trabajo colectivo de todos los grupos de solidaridad que llevamos años implicados, como Palestinarekin Elkartasuna y, muy especialmente, BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones). También es fruto del respaldo impresionante de la ciudadanía de Iruñea, que se ha volcado con la causa

Finalmente será usted, junto a Eduardo Ibero Albo y Dyna Kharrat Juanbeltz, quienes lanzarán el txupinazo...

Lo que ha primado en nuestra decisión es la perspectiva internacionalista. Entendemos el internacionalismo como la lucha compartida de los pueblos por un ideal común: la igualdad, la fraternidad, la paz basada en la justicia. Y en ese marco, sabemos que es especialmente relevante tanto para el pueblo palestino como para Israel que precisamente quienes estuviéramos en el balcón fuéramos occidentales blancas. Ese gesto lanza un mensaje potente: los pueblos del mundo estamos con Palestina y rechazamos la ocupación, el apartheid y el genocidio perpetrado por Israel.

Entonces, han decidido que no sea una persona palestina, pese a la evidente centralidad del pueblo palestino en esta acción.

Evidentemente. Y es algo que también nos han transmitido ellos mismos, con muchísima claridad. Al final, esto son diferentes trincheras contra un mismo enemigo. Por poner un ejemplo muy gráfico: yo soy valenciana, y si aquí en Euskal Herria se hiciera un acto de solidaridad con el pueblo valenciano por la DANA, entendería que fueran personas de aquí quienes lideraran ese gesto. Sería mucho más potente.

Para los palestinos es fundamental que nosotras estemos ahí, jugando ese papel. De hecho, muchas veces me lo dicen: cuando enviamos fotos de movilizaciones aquí, su respuesta es que eso les da fuerza para seguir resistiendo. Que en Ramallah hagan una manifestación contra lo que pasa en Gaza es importante, pero no tiene el mismo impacto que cuando ese rechazo viene de fuera, de pueblos ajenos geográficamente pero solidarios políticamente.
 
Lo que ocurre en Iruñea con Palestina es bastante inusual en el contexto europeo. ¿Son conscientes de esa excepción?

Lo que está pasando aquí no se parece en nada al resto de países de la Unión Europea. Hace poco estuve en Viena, en el Congreso Mundial de Judíos Antisionistas. Allí, un compañero alemán nos contó que el Ministerio de Educación había enviado una directiva a universidades, institutos, colegios e incluso guarderías, para que el profesorado denunciara a los críos si llevaban algo relacionado con Palestina. En Alemania tienen una culpa histórica impresionante, obviamente alimentada por Hollywood, controlado por el lobby sionista y, por tanto, el nivel de represión es brutal. En Francia intentan acabar con Urgence Palestine. Por todo ello, lo que se vive aquí es impresionante. Estamos siendo la punta de lanza de una humanidad más humana, la que se niega a normalizar el genocidio.

¿Qué mensaje quieren que se escuche en el mundo desde Iruñea, cuando se lance el txupinazo?

Esto va mucho más allá de nosotras o de Yala Nafarroa. Era una oportunidad enorme para dar visibilidad internacional a la causa palestina. Quienes estaremos en el balcón no seremos nosotras como individuos, sino que va a estar Palestina a través de los labios y la presencia de tres personas.

¿Qué tipo de reacciones han recibido desde Palestina?

Muchas. De hecho, el mismo día de la presentación, ya tenía un mensaje desde Gaza. Una amiga me mandó una imagen del anuncio por Instagram y escribió: «Wow. Incredible». Desde entonces han seguido llegando mensajes de agradecimiento, de emoción, de aliento. Y hay una frase que repiten mucho, que me encoge el alma pero que también me recuerda por qué hacemos todo esto: «Till the last breath», «Hasta el último aliento», dicen.

¿Y respecto a lo que ocurre allí? ¿Cómo describen la situación actual en Gaza y en el resto del territorio?

Lo que nos cuentan es durísimo. No solo en Gaza, donde la destrucción es absoluta, indefinible, sino en toda Palestina. En Cisjordania, por ejemplo, ya han expulsado a personas de más de 30 aldeas. Los colonos actúan cada vez con más impunidad: disparan, desalojan, queman cosechas… Lo que antes ocurría de forma esporádica ahora es parte del día a día. Me han contado que hay pueblos donde ya ni siquiera dejan que llegue el agua potable.

Se está ejecutando una limpieza étnica que en Gaza adopta formas brutales, pero que en el resto del territorio también avanza sin disimulo. Incluso dentro de Israel, los palestinos viven bajo una vigilancia extrema. Se les considera la quinta columna, el enemigo interno, y su libertad de movimiento está cada vez más restringida. Cuando intenté volver a Palestina en septiembre pasado, me lo dijeron claramente: «Ni se te ocurra venir, no puedes imaginar lo que estamos viviendo».

¿Han recibido las típicas críticas por «politizar» un momento como el txupinazo?

Parar un genocidio es el mensaje más básico, elemental y humano que todo ser vivo debería tener claro. Estamos hablando una emergencia absoluta. Se trata de bebés asesinados, de niños amputados, de personas muriendo de hambre y sed. El Tribunal Internacional de Justicia ya ha señalado la gravedad de lo que ocurre en Gaza, y hay una responsabilidad legal… pero más allá de eso, hay un imperativo moral. Si alguien antepone sus ideas políticas partidistas a este principio tan elemental, el problema no está en nuestra presencia en el balcón, sino en su falta de empatía, es una persona que no tiene alma.

Más allá de los sanfermines, ¿qué hoja de ruta se plantea la plataforma Yala Nafarroa?

La estrategia inicial se centró en un alto el fuego urgente, pero la brutalidad israelí llevó a la necesidad de ser más contundentes. Ahora, el objetivo principal es romper relaciones con Israel y aplicar sanciones. Por eso valoramos mucho que el Gobierno de Navarra haya impedido que Israel participe en el Europeo de sófbol en instalaciones públicas. En este momento estamos trabajando con la campaña contra Teva, la principal farmacéutica israelí, para que Osasunbidea deje de comprar sus medicamentos con dinero público. Además, seguimos impulsando mociones municipales que buscan materializar esa ruptura a nivel local. Y, por supuesto, no dejaremos de movilizarnos en la calle para mantener la presión.

Han realizado el primer ensayo para el 6 de julio. ¿Hay nervios?

Sin duda va a haber muchos nervios… pero en mi caso, al menos, me pesa más la responsabilidad que el miedo escénico. Creo que ninguna de nosotras es del todo consciente de lo que vamos a sentir. Será algo muy fuerte, seguro. Ya os lo contaremos después.




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