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sábado, 22 de junio de 2024

Viva y en Constante Evolución

Luis Arturo Villar Sudek, mejor conocido como el influencer Luisito Comunica, hace mucho énfasis en su video de visita por Euskal Herria en el hecho de que el euskera es la piedra angular de la identidad de su gente y muy acertadamente incluso emite algunas palabras y frases en la lingua navarrorum.

Por ello, ha estado recibiendo mucha metralla por parte del más rancio españolismo en las últimas horas.

Pues bien, desde el portal de Noticias de Navarra traemos a ustedes este artículo acerca de ese idioma que se negó a desaparecer y que al día de hoy cuenta con muchos hablantes no solo en su tierra de origen, sino allá en donde la diáspora vasca lo lleva como credencial de presentación.

Adelante con la lectura:


El euskera, una lengua fascinante y única en Europa

En el último Encuentro DNN sirvió para darle valor a este idioma que ha sobrevivido a numerosos desafíos a lo largo de su historia

Cristina Rueda

El euskera, lengua milenaria y única en el panorama lingüístico europeo, ostenta una historia tan fascinante como compleja en Navarra. A lo largo de los siglos, ha enfrentado numerosos desafíos, pero ha demostrado una notable capacidad de supervivencia y adaptación, convirtiéndose en un símbolo cultural de gran valor para la región. Para tratar de dar respuesta a alguna de las cuestiones que explican sus orígenes y conocer su recorrido a lo largo de los años, DIARIO DE NOTICIAS organizó un encuentro que estuvo moderado por la periodista Miren Mindegia. Entre los ponentes se encontraban Paula Kasares, doctora en Sociolingüística, filóloga, antropóloga y directora del Servicio de Planificación y Promoción del Euskera de Euskarabidea; Amaia Nausia, doctora en Historia y responsable de proyectos de Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos; Peio Monteano, doctor en Historia, sociólogo y técnico superior del Archivo General de Navarra; Fernando Pérez de Laborda, filólogo; Ekaitz Santazilia, doctor en Lingüística, filólogo y profesor de la UPNA, y Juantxo Agirre, arqueólogo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

Esta mesa proporcionó una plataforma única para debatir sobre las diferentes teorías sobre los orígenes del euskera y su importancia en la sociedad, así como el papel que juega en su cultura e identidad.

Una lengua viva en constante evolución

La supervivencia del euskera a lo largo de la historia es notable. Esta lengua ha resistido períodos históricos desfavorables, emergiendo como una entidad lingüística única en el occidente europeo.

Su capacidad para sobrevivir y adaptarse, incluso en medio de procesos de latinización que podrían compararse con los actuales, la distingue como una verdadera “gran superviviente”, como la denominó Peio Monteano durante el encuentro.

Asimismo, el historiador hizo hincapié en la necesidad de desmitificar ciertos aspectos de la historia lingüística de Navarra y explicó que, a diferencia de la creencia popular, antiguamente no existían comunidades lingüísticas separadas en la región. “La mayoría de la población navarra, cercana al 80 % en el siglo XVI, hablaba euskera. Incluso las élites eran vascoparlantes aunque también dominaban otras lenguas. El euskera no se limitaba exclusivamente a los entornos rurales, sino que también florecía en los ámbitos urbanos”, afirmó Monteano en una de sus intervenciones.

En esta línea, Fernando Pérez resaltó que “el euskera no es exclusivo de los vascos, sino que ha sido hablado por numerosos pueblos a lo largo de la historia, desde La Rioja hasta Aquitania, el Pirineo o Andorra hasta recientemente”.

Aunque ha experimentado pérdidas en varios territorios, su historia es parte de la diversidad lingüística de nuestro continente.

Una diversidad que nace de ser una lengua activa aunque minoritaria. Como prueba de ello, está el acceso del idioma a la imprenta “que ocurre al mismo tiempo más o menos que las otras lenguas europeas”, como explicó Ekaitz Santazilia.

Hasta ahora, se había considerado al euskera como el último vestigio de los cazadores en Europa, pero esta nueva perspectiva desafía esa noción, sugiriendo que los agricultores también podrían haber influido en su desarrollo. “Los genetistas proponen que el euskera quizás sea la lengua de los agricultores que llegaron en el 5000 a.C. desde los Balcanes”, argumentó el filólogo.  

En cuanto a descubrimientos que pueden arrojar más información sobre el euskera destaca el de la Mano de Irulegui, que podría proporcionar pistas importantes sobre su origen. Este hallazgo, realizado por arqueólogos que trabajan en euskera y formados en universidades públicas, ha permitido recuperar testimonios escritos del pasado, lo que representa un logro significativo en el estudio del idioma. Juantxo Agirre aseguró que para ellos “es una satisfacción dejarle al mundo de los lingüistas y a los expertos en epigrafía este testimonio escrito para que lo vean e interpreten”.

La comunidad arqueológica “está entusiasmada con la posibilidad de descifrar estos antiguos mensajes y comprender mejor la sociedad que los creó”. Este descubrimiento también confirma la capacidad de los antiguos vascos para escribir su lengua, lo que amplía nuestra comprensión de su historia lingüística y cultural.

Siglos más tarde, durante la Edad Media, el territorio de Navarra experimentó importantes flujos de población vascohablante, especialmente con la incorporación de territorios que no tenían el euskera como lengua originaria, pero que fueron repoblados por personas que llevaban su lengua consigo. Este fenómeno se produjo sin políticas lingüísticas definidas, lo que llevó a la existencia de áreas en Castilla donde se hablaba euskera, como lo demuestra la toponimia.

La situación lingüística durante la Edad Media es compleja de estudiar debido a la escasez de documentación escrita sobre el euskera. La mayoría de las lenguas habladas no se escribían, lo que dificulta la comprensión de la realidad lingüística de la época.

La acción política también desempeñó un papel importante en la historia lingüística de Navarra. Durante el siglo XVI, la reina Juana III de Navarra (Juana de Albret) ordenó la traducción de la Biblia al euskera como parte de su política de homogeneización y disciplina social en el contexto de la Reforma protestante. Esto demuestra cómo las lenguas fueron utilizadas como herramientas para difundir y consolidar creencias religiosas y para ejercer control sobre la sociedad. En esta época, el Estado y la Iglesia iban de la mano y el adoctrinamiento de la sociedad era fundamental para el buen funcionamiento del régimen monárquico y confesional, según citó Amaia Nausia. “Lo que buscaban al fin y al cabo, era fortalecer el Estado y si la lengua servía para ello no dudaban en utilizarla”, puntualizó durante el encuentro.  

A continuación, el vídeo íntegro del Encuentro DNN:


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