Qué sorpresa, la ciudadanía de la CAV mostrando indiferencia ante un legajo que para ellos no significa absolutamente nada, tal como lo han estado diciendo durante las últimas cuatro décadas.
La respecto han publicado esta nota en Noticias de Álava:
La situación actual dispara la movilización social, especialmente contra la crisis, y la reivindicación de ganar en poder de decisión
Álvaro González
El respaldo de los ciudadanos de la CAV a la Constitución española cae estrepitosamente en una sociedad cada vez más insatisfecha con el funcionamiento de la democracia y más movilizada en defensa de sus derechos, que siente amenazados por la actual crisis.
Estos son algunos de los datos que arroja el sociómetro sobre la Cultura democrática de los vascos que el gabinete de prospección sociológica del Gobierno Vasco hizo público ayer -apenas unas horas después de la celebración del Día de la Constitución-, y que revela una caída de 13 puntos porcentuales de quienes votarían sí ante un hipotético referéndum sobre la actual Carta Magna española, pasando del 46% que lo hubiera hecho en 2010 al 33% que lo haría ahora.
Las razones que podrían explicar esta caída son varias, según se descubre del análisis de los resultados de este sondeo. Entre ellas destaca el también significativo desplome de la satisfacción que alaveses, vizcaínos y guipuzcoanos muestran para con el actual funcionamiento de la democracia en Euskadi, que pasa del 44% de 2010 al 26% actual; un dato que destroza el suelo registrado por este sondeo a lo largo de los últimos 10 años y sitúa a los vascos como unos de los ciudadanos más insatisfechos con el desarrollo real de la democracia de toda Europa. No en vano, la media de satisfacción con éste en la UE es del 51%, y en el conjunto del Estado español, del 37%.
También se detecta una creciente crítica al actual modelo de Estado, que la mayoría apuesta por cambiar. Son mayoría quienes responden que "debería plantearse la independencia de Euskadi" (20%), a lo que habría que sumar a quienes apuestan por crear un Estado vasco "en una España federal" (9%), quienes reclaman una reforma estatutaria que dote a la CAV de más autogobierno (13%) y quienes se conformarían con que se transfirieran las competencias pendientes (17%). Solo un 16% asegura que el actual marco "ofrece suficientes posibilidades de autogobierno para Euskadi", lo que podría alimentar entre los vascos su creciente crítica a la Ley que define la arquitectura política del Estado español.
Movilizados ante la crisis
Los efectos de la actual tormenta que sacude económica y socialmente a los vascos se dejan también notar en este estudio. Sin demasiada confianza en sus representantes políticos, y convencidos de que son los bancos los que actualmente tienen más poder -bastante más que los Gobiernos-, se dispara la participación de los ciudadanos de la CAV en "reacciones colectivas frente a los efectos de la crisis económica", triplicando este índice en dos años.
Por eso, entre otras cosas, la gran mayoría (55%) pide que las instituciones generen espacios de participación, frente a un pobre 13% que aún cree que la política es únicamente cosa de los políticos.
Las claves
· Respecto al autogobierno. La mayoría de los encuestados responde que "se debería plantear la independencia de Euskadi" (20%). Un 17% pide completar el actual Estatuto. El 13%, reformarlo para ganar autogobierno. Un 9%, tener un Estado propio dentro de una España federal, y solo un 16% cree que el marco actual "ofrece suficientes posibilidades de autogobierno".
· El poder, en los bancos. Los vascos no dudan en señalar que las instituciones que más poder tienen en la actualidad no son los Gobiernos -ni el europeo ni el español ni el vasco-, sino los bancos.
· Huelgas y manifestaciones. El índice de participación en huelgas, manifestaciones y otras "respuestas" a la actual crisis se dispara por encima del 30%, frente al 11% de 2008.
Es curioso el uso faccioso que Álvaro González hace del término "democracia" para referirse al estado español, y es curioso por que la verdadera democracia es el resultado de la voluntad de un pueblo (como en Islandia), y si dicho pueblo desaprueba un documento en un 67%, eso quiere decir que tal documento no les representa en lo más mínimo pues no emana de su voluntad. Parece ser que es él, Álvaro, quien necesita un curso en cultura democrática.
Así pues, queda demostrado que la Constitución española es un documento que le funciona a los españoles, pero no a los vascos, tan simple como eso.
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