Un blog desde la diáspora y para la diáspora

miércoles, 20 de noviembre de 2024

«Caso No Esclarecido»

Se continúan las acciones lesivas por parte de las instituciones de la CAV en contra de la familia de la víctima del terrorismo de estado Iñigo Cabacas, muerto a manos de la Ertzaintza.

Esto que nos informa Naiz es lo más reciente en una larga lista de sinsabores para Manu y Fina:


La alusión a Cabacas como «caso no esclarecido» es previa al juicio; la familia pide cambiarla

Los padres de Iñigo Cabacas salieron muy disgustados de la inauguración del grupo escultórico dedicado a las víctimas por el Ayuntamiento de Bilbo y han reclamado al Consistorio que modifique la inscripción. Sin embargo, este niega que sea «un error», aunque utilizó la definición previa al juicio.

La familia de Iñigo Cabacas ha enviado sendas cartas al Ayuntamiento de Bilbo y al Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia, en las que demandan que se «modifique la inscripción» en la escultura Atalase, instalada el lunes en la ciudad y donde aparece el nombre de su hijo bajo el epígrafe de «casos no suficientemente esclarecidos», algo que ha suscitado estupor. Reclaman que «se adecúe a la realidad» recordando que «hay dos sentencias que dicen que murió de un pelotazo de la Ertzaintza».

Tras participar este miércoles en el acto de recuerdo a Muguruza y Brouard, Jone Goirizelaia ha explicado que la familia de Iñigo Cabacas acudió a la inauguración en Bilbao del conjunto escultórico Atalase, un espacio de encuentro, reflexión y homenaje a todas las víctimas de diferentes violencias políticas, «a pesar de que se enteraron con muy poco tiempo y tampoco sabían cómo se iba a desarrollar».

La abogada ha dicho que fueron «un poco forzados» porque ella les planteó que «acudir era un paso hacia la reconciliación, un paso en el camino que queríamos hacer».

La sorpresa de la familia

Cuando acabó el acto, ha continuado, la familia de Iñigo Cabacas se acercó a la escultura y vieron que el nombre de su hijo estaba bajo el epígrafe de «casos no suficientemente esclarecidos», lo que les «sorprendió un montón, cuando hay dos sentencias que dicen que Iñigo murió de un pelotazo de la Ertzaintza».

«Los padres, sobre todo la madre, se puso muy triste, muy nerviosa y se arrepentía de haber ido porque no esperaban algo así», ha explicado Goirizelaia, para añadir que la familia «tiene claro cómo fue y quiénes lanzaron los pelotazos, aunque otra cosa, y eso lo reconocen, es que desconocen quién fue el autor directo».

Goirizelaia ha explicado que los padres de Cabacas «han estado dándole vueltas y, al final», este mismo miércoles han enviado sendas cartas al Ayuntamiento de Bilbo y al Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia, para que se «modifique la inscripción y se adecue a la realidad».

El Ayuntamiento de Bilbo no ha aportado hasta el momento ninguna explicación del motivo de la inscripción. Al acto no solo acudió el alcalde de la ciudad, Juan María Aburto, sino también la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, y el propio lehendakari de la CAV, Imanol Pradales.

El Ayuntamiento niega que sea «un error»

El Ayuntamiento, por su parte, se ha defendido afirmando que la inscripción que acompaña el nombre de Iñigo Cabacas en la escultura se basa en los ‘Retratos de la Memoria’ del Gobierno de Lakua y Gogora y, tras negar que sea un «error» del Consistorio, ha asegurado que si el Ejecutivo lo modifica, lo «cambiarán seguidamente».

Fuentes del Ayuntamiento de Bilbo han rechazado a Europa Press «entrar a polemizar» sobre este tema y han explicado que es en el libro ‘Retratos de la Memoria’ donde «aparece documentado» de tal forma.

Por lo tanto, han subrayado que «esa es la base» para el Foro Bilbao por la Paz y la Convivencia y han apuntado que está «acordado con las propias víctimas y partidos y expertos en esta materia hace ya 7 años».

Se da la circunstancia de que entonces ni siquiera se había producido el juicio (fue en 2018), por lo que no había sentencia que acreditara la autoría de la Ertzaintza. A lo que se ve, ni Gogora, ni el Gobierno de Lakua, ni el Ayuntamiento de Bilbo han cambiado de oficio la definición después de producirse la condena.

En este sentido, alegan que son «siete años diciendo lo mismo y leyendo el nombre y la leyenda en cada acto de Memoria» y remarcan que «nunca ha dicho nadie nada».

 

 

 

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martes, 19 de noviembre de 2024

Entrevista a Harrera

Tanto Madrid como París han dado pasos dolorosamente lentos para hacer cumplir la parte que les corresponde en el proceso de Desarme, Desmovilización y Reinserción de la organización antifascista vasca ETA y eso es, precisamente, la reinserción, misma que requiere la liberación de los presos.

En ese contexto, les compartimos esta entrevista publicada por Naiz:


«Tenemos 58 personas saliendo de prisión cada día, hay que fortalecer Harrera»

Harrera Elkartea acaba de aprobar una hoja de ruta renovada para cuatro años, que fortalece el trabajo desarrollado estos trece años dadas las nuevas necesidades por las progresiones de grado. Lo detallan con la convicción de que es necesario para la paz y la convivencia.

Peli Lekuona-Ramón Sola

Conceptos como 100.2, tercer grado, permisos o incluso libertad condicional eran ajenos a los presos y presas vascas cuando Harrera empezó su labor en 2012. Los que predominaban eran otros bien distintos: alejamiento, primer grado, aislamiento... La asociación ayudaba inicialmente a quienes salían de prisión de un día para otro con la condena cumplida hasta el final o lograban volver del exilio. Su espacio de acción ha ido incrementándose en esta década larga para atender nuevas necesidades y ahora se intenta potenciar con un plan para cuatro años, aprobado el pasado fin de semana en una asamblea extraordinaria en Andoain. Idoia Martinez, coordinadora del equipo; Eba Ferreira, presidenta: y Carlos Askunze, vicepresidente, lo explican.

Una hoja de ruta renovada y para cuatro años. ¿A qué nuevas necesidades responde?

Idoia MARTINEZ: Cada vez son más los presos y presas de motivación política que, siguiendo el itinerario penitenciario, están accediendo a progresiones de grado. Ahora hay 58 personas que por diferentes modos salen de prisión cada día, lo que supone renovar documentación, inscribirse en Lanbide, consultas médicas, desplazamientos para ir y volver a prisión, necesidad de asistencia económica…

La búsqueda de trabajo es un problema importante; aun tratándose de personas con estudios universitarios en muchos casos, carecen de experiencia. Junto a ello, han sido muchos años de prisión y salen cada vez con edades más avanzadas. Ello genera problemas de salud, en algunos casos deteriorada porque largos años con una asistencia médica no adecuada tienen sus efectos. Y también otro: muchos salen en edad de jubilación o casi, pero sin años cotizados para poder cobrarla.

Carlos ASKUNZE: Se trata de fortalecer el trabajo que ya se estaba haciendo y adecuarlo a esas nuevas necesidades. Requieren más recursos, mayor interlocución con agentes y con instituciones, fortalecer también la base de apoyo...

Libertades condicionales, terceros grados, 100.2, permisos… Para los profanos en la materia es difícil seguir este esquema. ¿De qué situación diaria concreta estamos hablando?

I.M: Los datos que manejamos hoy día son de 121 personas en las cárceles de Euskal Herria y 4 en el Estado francés. De esas 121, 58 están saliendo a diario: 13 en tercer grado, 26 con control telemático y 19 en 100.2, que es una flexibilización del segundo grado en la que pueden salir unas horas entre semana para hacer voluntariado o trabajar. De los 63 que quedan, 8 salen con permisos.

Este cuadro es nuevo. Los primeros terceros grados se produjeron en la época de la pandemia y aun así Harrera intentó y logró acompañar a cada persona que iba saliendo. Ello precisa de conocimiento previo de las necesidades de cada una, organización de voluntarios para desplazamientos...

El empleo es una necesidad evidente en ese itinerario de salida. ¿No existen para ello herramientas públicas, como Aukerak?

C.A: Programas como Aukerak los vemos con buenos ojos porque responden a una necesidad muy real. Lo que sucede es que todavía están siendo pasos incipientes. Las prisiones no siempre están preparadas para este tipo de proyectos. Hay planes-piloto pero queda mucho que hacer. Mientras tanto, Harrera tiene que dar una solución, y eso pasa por buscar, tener un contacto continuo con instituciones públicas para ver oportunidades e itinerarios, pero también con entidades sociales que ya están trabajando en prisión, o con ámbitos cercanos, encuadrados en la economía social o solidaria, entidades que ofrecen espacios de voluntariado...

¿Y la vivienda? Aquí el problema es general. Habrá quien cuestione que se trabaje específicamente para estas personas, ¿qué les responden?

C.A: Que efectivamente es una preocupación máxima en la sociedad, pero especialmente para aquellos grupos de población que están más fragilizados o son más vulnerables: jóvenes, familiares monoparentales… y también expresos y expresas. Hay agentes que están trabajando esos espacios específicos y Harrera es un agente más para este ámbito concreto. Afortunadamente existe cada vez una conciencia mayor de que hay que responder a las situaciones de fragilidad.

¿Todo esto no tendría que corresponder a las instituciones? ¿Cómo valoran su implicación?

I.M. Salvo honrosas excepciones, han sido las redes familiares de estas personas y Harrera quienes han afrontado este trabajo en solitario. Más allá del altruismo, no existen recursos suficientes. La ONU define la reintegración de las personas presas como un proceso social y económico, que tiene que ver con el desarrollo general de los países. Por lo tanto, entendemos que precisa la responsabilización de todo un país, y que eso es positivo para la paz y para la convivencia.

C.A: Añado una reflexión: todos los pasos que se han ido dando en estos años lo han sido por esta implicación multiagente. En este proceso concreto también hay que buscar esos consensos porque todavía queda más camino que recorrer.

Por otro lado, en el Estado español Instituciones Penitenciarias no siempre ha puesto el foco en la reintegración de las personas. La política penitenciaria casi nunca ha estado unida a otras políticas, como las de empleo, asistenciales… Que las políticas estén ahora en el Gobierno Vasco es una oportunidad para impulsar un modelo más abierto, diferente. Los sindicatos o las entidades sociales también pueden participar en ello e impulsarlo.

Vamos a lo concreto. Harrera tiene un piso en Donostia a disposición de estas personas, ¿cómo funciona? ¿Y se hará lo mismo en otras ciudades?

I.M: Lo utilizan cuatro presos que cumplen condena en Martutene. Dos de ellos están con control telemático centralizado en el piso asistencial, por lo que de lunes a jueves duermen en el piso y el resto de días lo hacen en el domicilio familiar. Los otros dos están en tercer grado; de lunes a jueves duermen en la cárcel y el piso lo utilizan en las horas de salida que les quedan. Se trata de personas que no tienen un espacio habitacional cerca de la cárcel porque son originarias de otros herrialdes. Y sí, en los demás herrialdes también va a ser necesario e intentaremos hacerlo lo antes posible, pero no es fácil y sobre todo no es barato, necesitamos ayuda para ello.

Harrera lleva años alertando de la cuestión de las pensiones. Son personas que salen de la cárcel habiendo cotizado muy poco o nada. ¿Cómo se puede afrontar?

I.M: Nos preocupa muy especialmente. Con ayuda jurídica estamos explorando caminos novedosos, hay que perseverar para encontrar una solución. Creemos que son problemas consecuencia de la situación vivida en Euskal Herria durante muchos años. Y tenemos disposición absoluta a trabajar codo con codo para buscar soluciones.

¿Qué tipo de ayuda médica y de otro tipo presta Harrera?

I:M: Oftalmológica, dentistas, sicólogos… Se cuenta con una red de personas profesionales que pueden echar un cable, pero hará falta más. Se les ayuda a sacar el carnet de conducir, o a gestionar ante la Administración solicitudes de RGI... Y también hay asistencia económica, les hace falta.

En estos años hemos ido incorporando personas que conocen la situación, kides. Para ofrecer un acompañamiento integral hace falta ese conocimiento en primer persona del recorrido penitenciario pero también hace falta un perfil técnico, por ejemplo de personas que puedan contribuir en la asistencia sociolaboral. Así que nos vamos readaptando a partir de la experiencia de estos doce años desde que se creó Harrera, que ha sido muy positiva.

¿Cuántos socios tiene Harrera y cuántos necesitaría?

Eba FERREIRA: En la actualidad contamos con 3.266. Necesitaríamos duplicarlo teniendo en cuenta todo lo dicho: que cada vez hay más gente que necesita ayuda. Luego están las donaciones, que suelen ser puntuales pero tienen un carácter mayor económicamente: hay personas muy generosas que han dejado sus herencias a Harrera, o personas que han recibido indemnizaciones por haber sido víctimas del Estado y se lan dado a Harrera. Merecen un eskerrik asko enorme por ser tan solidarias y solidarios.

C.A: La vía de financiación principal son los socios, pero intentaremos también tener aportaciones de instituciones y empresas, creemos que podemos acceder a determinadas ayudas públicas como el resto de asociaciones. Sin olvidar actividades solidarias que se han hecho históricamente y se seguirán haciendo: actos sociales o culturales en los pueblos...

¿El trabajo de Harrera es suficientemente conocido?

C.A: Es uno de los puntos importantes del plan: queremos dotarnos de nuevas herramientas de comunicación, por ejemplo un libro-guía que explique el trabajo que hacemos, una web más dinámica que permita informar de cómo hacerse bazkide o cómo colaborar… Charlas en pueblos, barrios, conferencias… Y un trabajo con los medios de comunicación también, no por presentar Harrera en sí misma, sino para dar cuenta de la situación de estas personas

E.F: Que la gente se acerque y nos conozca, y que se anime a ser laguntzaile. Queremos que vean que este es un trabajo bueno para la construcción de la paz y la convivencia, un trabajo que se debe poner en valor.





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lunes, 18 de noviembre de 2024

La Réplica del 'San Juan'

Desde el portal de Radio Canada traemos a ustedes este reportaje acerca de los descubrimientos arqueológicos llevados a cabo la costa atlántica de Norteamérica así como de la réplica que se hace del galeón ahí encontrado.

Lean ustedes:


Reconstruyen el galeón vasco San Juan, que se hundió en Labrador en 1565

En 1978, un grupo de investigadores canadienses hizo un descubrimiento magnífico cuando encontraron en las aguas del Atlántico canadiense, en Red Bay, provincia de Terranova y Labrador, los restos excepcionalmente bien conservados de un galeón vasco, el San Juan, que naufragó hace casi 450 años atrás.

Uno de los responsables del proyecto es Xabi Agote, un carpintero naval de 60 años obsesionado por la historia del San Juan, un barco construido en el siglo XVI que llevaba una tripulación de 60 hombres y una carga de miles de litros de aceite de ballena a bordo cuando se hundió en 1565 a 4.000 kilómetros del País Vasco.

Los vestigios de la embarcación hallada por los investigadores canadienses han servido para elaborar los planos del grandioso proyecto que lidera Xabi Agote; reconstruir el San Juan: un sueño que le acompaña a Xabi Agote desde los 21 años.

Medio siglo después del inicio de las excavaciones submarinas llevadas a cabo por el Departamento de Parques de Canadá, el antiguo maderamen del San Juan y la tecnología marítima vasca que permitió su construcción, un conocimiento que se creía perdido, resurgen de las aguas de la historia.

En el astillero museo Albaola Itsas Kultur Faktoria, ubicado en Pasaia, nombre en lengua euskera de una localidad llamada Paisajes en la provincia de Guipúzcoa, en el País Vasco, se encuentra construida al 90% una réplica exacta del barco de madera de 120 toneladas, cuyo mástil tendrá 35 metros de altura. Después de 10 años de trabajo, Xabi Agote promete que el barco ballenero será botado pronto y que el San Juan cruzará una vez más el Atlántico Norte.

Red Bay, "templo de la cultura marítima vasca"

Olvidada tras el hundimiento del galeón en 1565, la historia del ballenero San Juan volvió a la vida a principios de los años 1970.

Indagando en los archivos de Valladolid, en el noroeste de España, la historiadora canadiense Selma Huxley encontró un documento amarillento de hace 400 años. En ese texto, que era una denuncia escrita por el propietario del barco San Juan, se enteró del hundimiento del galeón, que naufragó llevando a bordo unos 250.000 litros de aceite de ballena, líquido preciado en la época.

Justo antes de partir de regreso desde las aguas marítimas hoy canadienses hacia Pasaia, su puerto base, la tripulación fue sorprendida por una tormenta. El ballenero estaba anclado en Red Bay, llamado en la época Bahía de las Ballenas, pero se levantó el ancla. El barco quedó a la deriva y finalmente encalló muy cerca de una isla a la entrada del puerto, llamada actualmente Saddle Island.

"Al año siguiente, el primer ballenero que llegó a Red Bay se apropió del cargamento del San Juan. Cuando llegó el armador, el barco ya había sido saqueado", explicó Xabi Agote, quien destacó que en esa época el aceite de ballena era un producto muy valioso que se utilizaba en toda Europa como combustible para lámparas y cera para fabricar cirios. "El dueño presentó una denuncia ante el juez y es así como conocemos la historia""."

La información hallada por Selma Huxley permitió a un equipo de arqueólogos del Departamento de Parques de Canadá, dirigido por el investigador Robert Grenier, encontrar los restos del naufragio y emprender ocho años de excavaciones submarinas en Red Bay, un proyecto sin precedentes en ese momento.

La temperatura de las aguas en Red Bay es muy fría y el hecho de que el barco San Juan se hundió en una zona relativamente protegida de las olas, son dos de los factores que explican por qué el galeón se ha conservado tan bien.

Durante la excavación, los arqueólogos pudieron incluso distinguir los martillazos de los artesanos que habían construido el ballenero cuatro siglos antes.

La historia del descubrimiento dio la vuelta al mundo en 1985, cuando la portada de la revista National Geographic mostraba a Robert Grenier, bajo el agua en su traje de buceo, sosteniendo en sus manos un fragmento del ballenero San Juan.

Xabi Agote, que entonces estudiaba carpintería marina en Maine, leyó con mucho entusiasmo el artículo, imaginando desde ese momento el plan de reconstrucción del San Juan, que todavía sigue llevando a cabo 40 años después.

"Fue en ese momento que tuve uno de esos grandes regalos del destino", dice el carpintero naval que, incluso antes de oír hablar del San Juan , ya quería dedicar su vida a los barcos patrimoniales de su país. "Estos barcos que nadie quería", explica entre risas.

En 1997, Xabi Agote fundó la Albaola Itsas Kultur Faktoria (Albaola Factoría Marítima), construyendo primero pequeñas embarcaciones de madera, algo que continúa haciendo. Poco a poco fue adquiriendo la experiencia necesaria como para lanzarse a la reconstrucción del San Juan.

En 2008, el Departamento de Parques de Canadá publicó el informe final de la excavación de los restos del San Juan llevada a cabo en Red Bay. Fueron cinco volúmenes que detallan tres décadas de investigación, sin las cuales la reconstrucción del San Juan, iniciada en 2014, habría sido imposible.

"Hay que entender que el País Vasco ha perdido su memoria marítima" , explicó Xabi Agote.

La fidelidad a los métodos de la época

Al transmitir el expediente científico del equipo del investigador Robert Grenier al Albaola, el Departamento de Parques de Canadá solicitó que el barco fuera reconstruido tal como se lo hacía en aquel momento.

Como resultado, los trabajadores vascos utilizaron en la medida de lo posible las herramientas y la tecnología de hace 400 años. Aunque el equipo, que actualmente incluye una treintena de profesionales y voluntarios, ya ha utilizado una grúa, casi todo se hace a mano.

Los trabajadores también tienen que animarse a experimentar de vez en cuando. A veces, a pesar del trabajo de los arqueólogos canadienses, la experiencia que el equipo busca sencillamente no existe. "No hay nadie vivo que me diga cómo construir el galeón", destacó Xabi Agote, en medio del ruido del martillo de un carpintero que trabajaba en la proa del barco.

"Hacemos lo que llamamos arqueología experimental", añade el presidente de Albaola, con los pies rodeados de aserrín. "Es una manera de aprender de nuevo los conocimientos perdidos, de revivir este conocimiento a través de la experimentación".

A pesar de los muchos desafíos que superar, el casco y las cubiertas del galeón están casi construidos, sus tablas sujetas con clavos de hierro e impermeabilizadas con una capa marrón de alquitrán pegajoso. Los mástiles se instalarán en los próximos meses.

El progreso es lento porque el equipo no puede dedicarse a tiempo completo a la construcción del galeón. De hecho, para ayudar a financiar el San Juan, los trabajadores construyeron otros barcos pequeños en paralelo. Además, un balcón rodea la obra para permitir a los turistas observar la construcción del ballenero, lo que es otra forma de pagar los costos del esfuerzo, a los que se suman las subvenciones públicas y fondos de la UNESCO. En total, el proyecto tiene un presupuesto de aproximadamente un millón de dólares al año.

"Hacemos mucho con pocos medios", explicó Xabi Agote, añadiendo que el Museo Albaola recibió la donación de varios materiales, entre ellos 300 robles, lo que también ayuda a reducir los costos.

El sueño de cruzar el Atlántico una vez más

El calendario de reconstrucción y la eventual travesía del Atlántico Norte ya fue pospuesto varias veces, en particular a causa de la pandemia. Xabi Agote aseguró que por fin puede ver una luz al final del túnel, aunque reconoció que aún queda mucho trabajo por hacer.

El equipo deberá confeccionar todo el velamen, conseguir kilómetros de sogas, además de las anclas, la mayor de las cuales tendrá unos cinco metros de largo. El barco también deberá estar equipado con cientos de barriles, como los que eran utilizados para transportar el aceite de ballena, además de cinco balleneros, que eran las pequeñas embarcaciones utilizadas para cazar ballenas de Groenlandia y ballenas francas, las especies cazadas por los vascos porque flotaban una vez cazadas.

Vamos a recrear un universo del siglo XVI , afirmó Xabi Agote, destacando que la vestimenta del equipo será diseñada en colaboración con el Museo del Traje de Madrid. Incluso la comida y la sidra que consumirán los marineros serán las mismas que las que existían en aquellos años.

El equipo del Museo Albaola espera botar el barco el próximo año, luego entrenar a la tripulación, realizar pruebas en el mar y realizar otros preparativos necesarios antes de cruzar el Atlántico Norte, un viaje que podría realizarse en 2026.

"Me pregunto si tendremos que posponerlo hasta 2027 porque me doy cuenta de que la tarea es muy importante", dijo Xabi Agote. Sin embargo, afirma que el pasado mes de junio se formó un comité formado por representantes españoles y canadienses que actualmente está estudiando cómo financiar la travesía y organizar la recepción del ballenero y su tripulación cuando lleguen a Red Bay.

Xabi Agote es categórico: el viaje que ha soñado durante 40 años se hará realidad.

"El desafío es enorme" , admitió, con los ojos mirando a las lejanas costas de Terranova y Labrador, al otro lado del océano. "Pero para mí, es el mayor homenaje que puedo rendir a nuestros antepasados ​​y a todos los canadienses, porque es gracias a Canadá que hacemos logrando hacer esto".

Fuentes: RC / P. Butler

Adaptación: RCI / R. Valencia

 

 

 

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'Sarri Sarri' en Martutene

A los españoles el Sarri Sarri se les atora, ya hace unos años se rasgaron las vestiduras porque un grupo de futbolistas vascos militando en clubes de la primera división se reunieron para hacer el 'mannequin challenge' con ese tema.

Y aun cuando Joseba Sarrionandia ya se encuentra en Euskal Herria tras su periplo como refugiado político, resulta que hay quienes se dicen ofendidos por el hecho de que Fermín Muguruza, artista hostigado constantemente por el españolismo, haya interpretado ese himno precisamente, en Martutene, de donde se fugó Sarri.

Aquí lo que se nos relata en Naiz:


Muguruza lleva ‘Sarri Sarri’ a Martutene 39 años después de la fuga que la inspiró

Fermin Muguruza ofreció un concierto el pasado sábado en la prisión de Martutene, interpretando su canción ‘Sarri Sarri’ 39 años después de la fuga de Sarrionandia y Pikabea. Lakua ha anunciado, tras críticas de Covite, que endurecerá los requisitos para actuar en las prisiones.

Fermin Muguruza actuó el pasado sábado en la prisión donostiarra de Martutene, donde interpretó su ‘Sarri Sarri’ 39 años después de la fuga de los miembros de ETA Joseba Sarrionandia e Iñaki Pikabea de esa misma prisión, que se glosa en la célebre canción.

El concierto tuvo lugar este sábado, tal y como ha relatado Muguruza en las redes sociales, en las que ha destacado que después de 40 años en los que la canción estaba prohibida en las cárceles, el sábado la volvieron a cantar.

La canción se refiere a la fuga de los miembros de ETA Joseba Sarrionandia e Iñaki Pikabea ‘Piti’ el 7 de julio de 1985, cuando lograron escapar de la prisión de Martutene ocultos en sendos bafles utilizados por el cantante Imanol en un concierto que ofreció en el mismo patio en el que el sábado Muguruza interpretó la canción.

Casi 40 años después

En un mensaje en Instagram, Muguruza explica que no es la primera vez que actúa en una cárcel. De hecho, Kortatu tocó en Martutene en el mismo año 1985, dos meses antes de la fuga de Sarrionandia y Pikabea.

Después, lo hizo en el año 2000 al frente de Dub Manifest en la cárcel de Iruñea y en 2023 -ya con prisiones transferido al Gobierno de Lakua- en la prisión alavesa de Zaballa, acompañado de Des-Kontrol. Este mismo año 2024 ha vuelto a actuar en la cárcel de Zaballa con el grupo palestino DAM.

«Hoy, 16 de noviembre de 2024 he vuelto a Martutene a ofrecer un concierto con los amigos de Des-kontrol. Mismo patio, misma hambre de libertad. Cantar ‘Sarri Sarri’ debía estar prohibido en las cárceles en estos últimos casi 40 años. Hoy la hemos cantado fuerte todos», explica el músico irundarra.

El mensaje, que se acompaña de dos fotografías en la prisión, finaliza con la frase «la única lucha que se pierde es la que se abandona. Presos a la calle, amnistía total».

Lakua «endurecerá» los requisitos

El Departamento de Justicia y Derechos Humanos de Lakua, por su parte, ha lamentado este lunes que el concierto de Fermin Muguruza haya suscitado críticas de Covite, por lo que ha anunciado que endurecerá los requisitos para actuar en las prisiones.

Fuentes del citado departamento, que gestiona las prisiones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, han explicado a EFE que a partir de ahora se pedirá a los artistas o entidades que vayan a actuar en «un compromiso de respeto de valores» y «por supuesto de no ofender a las víctimas».

Justicia ha recordado que Fermín Muguruza ya había actuado en la cárcel de Zaballa en dos ocasiones y también había acudido a Martutene para presentar la película ‘Black is Beltza’.




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Egaña | Solo el Pueblo Salva al Pueblo

Nuestro amigo Iñaki Egaña nos comparte su reflexión derivada de lo ocurrido en Valencia durante la DANA... y en los días posteriores:


Solo el pueblo salva al pueblo

Iñaki Egaña

Las inundaciones y tragedia en Levante, seguidas de la ineptitud del Gobierno autonómico, la frivolidad de la monarquía borbónica y la inacción del Ejecutivo central, han aireado la solidaridad que, de cualquiera de las maneras, se hubiera producido ante la magnitud del desastre. Las catástrofes naturales o inducidas son capaces de avivar lo mejor y lo peor de la condición humana. Tenemos acceso a las respuestas diariamente en el Mediterráneo, con el salvamento de los migrantes a la deriva en balsas frente al patrullaje militar para evitar que tomen tierra. En Palestina, con los cooperantes repartiendo comida frente a los bombardeos israelíes que intentan ahondar en la hambruna.

La solidaridad está en la personalidad humana, no solo la de nuestra especie, sino también en otras de homínidos que nos precedieron o simultanearon en la evolución. Probablemente, buena parte de nuestra especialización inteligente se deba a las capacidades que desarrollaron nuestros antepasados, arropándose en medios hostiles. Gioconda Belli apuntaba que la solidaridad es la ternura de los pueblos y el psicoanalista alemán Erich Fromm decía que la solidaridad humana es condición indispensable para el desarrollo personal.

En nuestro pequeño país, los actos de solidaridad reforzaron nuestro ADN colectivo con grandes y pequeñas expresiones. Algunas, como aquellas brigadas que acudieron en 1983 a limpiar Bilbo tras la gota fría precedente. Otras relacionadas con el conflicto, de apoyo a las familias de presos, los conductores de Mirentxin. O con otros compromisos externos, como quienes viajaron a tierras lejanas para aportar su granito de arena en las luchas de liberación, Pedro Baigorri, Pakito Arriaran, Alba García... Aquellos, también, que, desde otras partes del continente, del planeta, hicieron de su recorrido vital una alianza con nuestra causa emancipadora. Sin desdeñar otras pautas, fruto de nuestra pluralidad, como las de religiosos, cooperantes e incluso las agrupadas en el Euskal Fondoa de nuestras agrupaciones locales. Hasta el sindicato mayoritario vasco, con más de un siglo de existencia, lleva la palabra «solidaridad» adherida a su nombre. No hemos sido ni más ni menos que nadie y, en este caso, tal y como lo han hecho los solidarios con el Levante, simplemente desarrollamos nuestra condición humana.

En esta ocasión, la solidaridad de miles de jóvenes y no tanto, que ofrecieron su apoyo a la limpieza de calles, al rastreo de desaparecidos, o al desescombro de garajes y bajos, ha descrito lo que somos y lo que cabría esperar del «nosotros» humano. Con la particularidad de los tiempos que vivimos y el escenario consiguiente. La solidaridad, parece mentira, se ha convertido en un arma arrojadiza, se ha «politizado» incluso, y ha llevado a un debate ideológico del que, personalmente lo reconozco, me he sentido inquieto. Jamás tenemos certezas absolutas y, en mi caso, esta ha sido una de ellas. Me refiero a ese lema que comenzó a utilizarse a comienzos de la ayuda popular, cuando parecía que las instituciones aún no habían reaccionado. Esos primeros días en los que centenares de personas caminaban kilómetros para llegar con un cubo, una bayeta y una fregona, a las zonas afectadas: «Solo el pueblo salva al pueblo».

Lo que en principio parecía una frase histórica, fruto de la inacción institucional o de su retraso, se convirtió en frente de acusaciones. En sectores de la derecha extrema se utilizó como una «prueba» más de la desafección por la política, de los partidos políticos y de las instituciones, llegando a utilizar la locución de «Estado fallido» (incapaz de responder), mientras que en sectores de izquierdas y del propio Gobierno se tildó la expresión de reaccionaria. Para gestionar la crisis, o en otro caso las crisis, ya están las instituciones. Ese era y es precisamente el cometido institucional: representar al pueblo. O sea que, «solo el pueblo salva al pueblo» era, al parecer, un lema inadecuado políticamente. Las redes sociales, vademécum contemporáneo, dictaron sentencia.

Nuestra generación creció con los ecos de Durruti y Likiniano que expresaban precisamente el sentido del pueblo y para el pueblo. Los latidos de la Comuna de París que nos contó nuestro paisano Lissagaray se mezclaron con aquellos cantos que redoblaron en La Casilla de Bilbo los chilenos de Quilapayún: «El Pueblo Unido jamás será vencido». La tradición marxista, la Revolución francesa, impregnaron la fórmula del «pueblo soberano». Jon Maia concluyó su seguidilla en el Velódromo donostiarra cuando Arnaldo Otegi y los de Bateragune fueron liberados, con un «Gora Herria». Por ello, mi inquietud. ¿Estaba haciendo al caldo gordo a la derecha sintiéndome orgulloso y emocionado por la solidaridad que transmitían miles de jóvenes anónimos, lejos del postureo de los medios? ¿O era un simple debate semántico sobre la impertinencia de una frase?

El pueblo que he sentido reivindicar ha sido citado como el sujeto político de cualquier proyecto liberador. Nos echaron en cara, en un principio, que nuestra lucha era pre-política. Para, más adelante, cambiar de reproche para decirnos que politizábamos en exceso. Esa politización, acertada, expresaba la necesidad de ofrecer una explicación al porqué de las cosas, de las injusticias. No existen los hombres y mujeres apolíticos, que es lo que expresan las derechas para arrimar el ascua a su proyecto. Porque el neoliberalismo reduce al pueblo a ser un mero consumidor de productos, a ser multitud. Consumidor también de la democracia que promueve como modelo político. Una democracia sustentada en la delegación a través de los partidos políticos. Y finalmente, a la reducción de las instituciones emanadas de esa «voluntad popular» a una herramienta para la solución de problemas concretos (las consecuencias de la gota fría) que provoca que desaparezca el pueblo como categoría política. Frente a ello, mi reflexión como contrapeso: Pueblo plural, pueblo sujeto.

 

 

 

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domingo, 17 de noviembre de 2024

Los Guinness Vascos

Vamos a compartir este reportaje publicado por Deia en el que se habla de los récords que se han logrado registrar y que ponen a nuestro país en el mapa de manera, digamos, amena.

Lean ustedes:


Los récords Guinness más curiosos que ha logrado Euskal Herria

Este 21 de noviembre se celebra el día mundial de los récords Guinness. ¿Qué mejor momento para recordar todos aquellos que han logrado nuestros vecinos a lo largo de la historia?

Sara Cabrera

Si algo nos define en Euskal Herria es nuestra persistencia, nuestro tesón y nuestra fortaleza a la hora de perseguir nuestras aspiraciones. Y esas son precisamente las claves para hacerse con un récord Guinness, que este 21 de noviembre celebra su gran día.

El libro de los récords Guinness se creó de forma fortuita allá por el año 1955 y su origen es casi tan curioso como los logros que se premian. Tal y como explican desde la propia organización, la idea surgió a principios de los años 50, cuando Sir Hugh Beaver (1890-1967), director general de la cervecería Guinness, asistió a una fiesta de caza, donde él y sus anfitriones discutieron sobre cuál era el ave de caza más rápida de Europa y no lograron encontrar una respuesta en ningún libro de referencia.

“En 1954, recordando su discusión en una fiesta de tiro, Sir Hugh tuvo la idea de una promoción de Guinness basada en la idea de resolver las discusiones en los pubs e invitó a los gemelos Norris (1925-2004) y Ross McWhirter (1925-75), que eran investigadores de Fleet Street, a recopilar un libro de datos y cifras”, reseñan. A lo largo de la historia de este curioso libro, Euskal Herria se ha anotado unos cuantos récords. Estos son algunos de ellos:

Dos récords para Kortezubi

La pequeña localidad vizcaina ha pasado a la historia por sus maravillosas cuevas de Santimamiñe y por su bosque pintado por Agustín Ibarrola. Pero también por el que fuera su alcalde, José Antonio Bastegieta, a quien muchos conocen por el sobrenombre de Marko.

Él ha ayudado a lo largo de su mandato, al fin y al cabo, a muchos vecinos a cumplir sus sueños. En el 89, sin ir más lejos, un joven Andoni Basterretxea entró en el libro por comer la mayor cantidad de almejas en el menor tiempo, récord que batió en un programa de la televisión gallega.

Pero no solo eso. “La txapela más grande del mundo la presentamos en el caserío Lezika, de Kortezubi. Tenía tres metros de diámetro y estaba fabricada en la Encartada de Balmaseda”, aseguraba Marko en una entrevista a Deia allá por el año 2016. 

Sin salir de Bizkaia, el cubo de rubik manda

Aún en territorio vizcaino, conocemos a David Calvo, un experto en resolver cubos de Rubik que ha entrado en el libro Guinness de los récords ni más ni menos que cuatro veces. Este bilbaino, pues de Bilbao tenía que ser, se apasionó por este rompecabezas que durante décadas ha enamorado y traído por la calle de la amargura a muchos jóvenes, y ha conseguido a lo largo de su trayectoria con este puzle ser dos veces campeón de España, alzarse con 50 récords nacionales y cuatro Guinness -entre ellos, el de resolver el mayor número de cubos en una hora-. Sin duda, todo un crack.  

Araba, escenario de varios récords

Saltamos a territorio alavés para explorar algunos de los récords que se han ido cosechando con el paso de los años en Araba. Hablando de cosechas, cabe destacar el récord por la pisada de uva más masiva logrado en Labastida, en Rioja Alavesa, pueblo al que no le han quitado este logro desde 2010. 967 personas se pusieron a pisar uva aquel año, batiendo el récord del pisado más multitudinario que hasta entonces reposaba en territorio australiano.

Y no hay mejor maridaje que el vino para un alimento tan nuestro como la tortilla, otro récord que se intentó batir, en este caso en Gasteiz. Hace ya unos años la capital alavesa trató de realizar la tortilla de patata más grande del mundo. En ese entonces, en 2014, se creía que se había alcanzado aquel hito, pero meses después se supo que ese récord había sido denegado por parte de la organización de los Guinness.

En Araba son varios los récords por tanto que se han quedado sin alcanzar, pero otros sí se han logrado, como el del neumático más grande del mundo creado por Michelín, la baraja de naipes más grande o, en 2020, el récord alcanzado por Mario Blanco por estar 207 horas, un minuto y 16 segundos -que se dice pronto- presentando y pinchando música ante un micrófono de manera ininterrumpida en directo.

Como pez en el agua

Los récords guipuzcoanos están por su parte muy vinculados al agua. Y es que, allá por el año 2020, en plena pandemia, los Guinness reconocieron la aportación vasca a la primera vuelta al mundo. Así, Juan Sebastián Elkano y otros cinco marineros de Euskadi entraron en este codiciado libro con un récord tan inusual como especial.

Pero, si hablamos de agua no podemos olvidarnos a su vez de Carlos Peña, el tolosarra que en 2018 validó su récord mundial de nado al estilo espalda de forma ininterrumpida en el río Urumea. Además de tener un objetivo solidario, pues su iniciativa sirvió para visibilizar a la asociación Dame TVisión y concienciar sobre la retinosis pigmentaria. En total, estuvo nadando durante 24 horas, siete minutos y 58 segundos. Asimismo, Lezo entró en 2018 en el libro al reunir a 890 dantzaris, otro récord de lo más curioso.

Navarra, muy volcada con el deporte

De balones va la cosa, por su parte, en Navarra. Este mismo año hemos conocido a un padre y a un hijo, Javier y David Angulo, que han demostrado lo que es la perseverancia. Juntos se han alzado con el récord Guinness por la mayor cantidad de toques de balón con la cabeza, un total de 1.985 en 23 minutos y 12 segundos.

Y, siguiendo con los balones, cabe recordar aquel legendario momento en que Pamplona intentó entrar, allá por el año 2005, en este famoso libro al llenar una piscina olímpica con 25.000 balones de playa hinchables. Y es que, si algo han demostrado nuestros territorios es que quien la sigue la consigue, y que pocos retos hay que se nos resistan si nos lo proponemos.





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sábado, 16 de noviembre de 2024

Reconocimiento Institucional a los Rom

En la CAV han decidido implementar acciones concretas en favor del pueblo rom, tal como nos informa este artículo de Noticias de Gipuzkoa.

Pero desde este blog solidario e internacionalista queremos apuntar algo antes de que pasen a la lectura; si solo hasta el S. XV se hizo una mención acerca de los rom quiere decir que dicha distinción no la hicieron los vascos, la hicieron los conquistadores castellanos y aragoneses.

Así que, habiendo aclarado lo anterior, aquí la información:


Instituciones vascas presentan un documento por la convivencia con el pueblo gitano y contra el 'antigitanismo'

La consejera Nerea Melgosa participa en el acto central de la celebración del Día del Pueblo Gitano en Euskadi. En el mismo, se ha presentado la Declaración Institucional Vasca de reconocimiento y convivencia con el Pueblo Gitano y contra el 'antigitanismo'

Lucía Egurbide

Los primeros documentos que recogen la presencia del pueblo gitano en Euskal Herria datan del siglo XV. Sin embargo, pese a que el arraigo de este colectivo se remonta a hace siglos, Euskadi sigue teniendo pendiente un verdadero entendimiento entre ambas comunidades. Lo mismo sucede en otros enclaves europeos, donde el colectivo gitano denuncia estar apartado de los centros donde se adoptan decisiones políticas y sociales.

Coincidiendo con la celebración este sábado del Día del Pueblo Gitano en Euskadi, desde las instituciones se ha abogado por dar un paso más hacia el fin de la discriminación contra una comunidad que ha “realizado una innumerable cantidad de aportes sociales, culturales y lingüísticos a nuestro territorio”.

 Las numerosas aportaciones del pueblo gitano a la sociedad vasca se han reivindicado a través de una declaración institucional, en la que se llama a acabar con el ‘antigitanismo’. Según aprecian los promotores de este documento, entre los que se encuentran asociaciones y organizaciones gitanas y progitanas, así como Gobierno vasco, Diputaciones Forales y Eudel, los discursos de odio y los estereotipos hacia el pueblo gitano siguen tan arraigados como lo es su presencia en Euskadi.

Mención aparte merece la realidad que sufren las mujeres gitanas, ya que detrás de este binomio subyace una doble discriminación, por el hecho ser mujer y pertenecer a este colectivo. Es el llamado 'antigitanismo de género', según explicitan en dicho documento.

Estrategia Vasca

Hace dos años, la CAV decidió dar los primeros pasos para combatir la discriminación y estigmatización de esta comunidad con el impulso de la ‘Estrategia Vasca con el Pueblo Gitano 2022-26’.

En el multitudinario acto celebrado este sábado en el Palacio Europa de Vitoria- Gasteiz, la consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico ha suscrito la importancia de “incluir a todas las identidades que conforman la sociedad vasca actual”.

Nerea Melgosa ha precisado que acabar con la marginación y el estigma pasa por cambios estructurales, que hacen que este plan haya sido concebido para un periodo de cuatro años. Más aún, cuando se trata de una discriminación histórica y estructural.

Consejo Vasco del Pueblo Gitano

Euskadi aspira a ser “una comunidad política y social avanzada, democrática, plural e inclusiva”, ha proclamado la consejera, en sintonía con lo marcado en la Declaración Institucional Vasca de reconocimiento y convivencia con el Pueblo Gitano. Desde el Pleno del Consejo Vasco del Pueblo Gitano se aboga por la convivencia y el entendimiento de ambas culturas, así como de sus “elementos históricos”.

Una riqueza cultural y lingüística que ha quedado recogida en el texto, traducido al romaní y el euskera. Por pequeño que pudiera parecer este detalle, poner en valor y visibilizar las aportaciones que realizan las personas gitanas es otra de las tareas pendientes que han resonado en este 16N, Día del Pueblo Gitano en Euskadi.

Según ha quedado patente en el acto de este sábado, el fin de los discursos de odio y de la estigmatización a la que se ven sometidos gitanos y gitanas guarda una relación directa con la difusión de su cultura, la promoción de sus logros y contribuciones, la celebración de sus fiestas y la participación del pueblo gitano en aquellos foros y espacios de decisión. 




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El "Misterioso" Otxate

El primer misterio que habría que resolver con respecto a la localidad objeto de este artículo en Deia es como puede un pueblo que está ubicado en la provincia de Burgos ser un pueblo vasco.

Ah, ya, pedimos disculpas por el desliz españolista.

Pero, un momento ¿se trata de un desliz realmente españolista?

¿O estamos refiriéndonos a un lugar ubicado en un territorio vasco que el españolismo más retrógrada ha decidido mantener escindido del resto de Euskal Herria?

Queda para la reflexión, por el momento, al tema que nos ocupa:


Uno de los pueblos más misteriosos de Euskadi cuya leyenda sigue viva

Un lugar lleno de enigmas sin resolver que atrae a los seguidores de lo oculto

Aitor Ruiz

Araba esconde rincones que parecen haberse detenido en el tiempo. Entre sus paisajes verdes y sus pueblos con encanto, existe uno que destaca no solo por su belleza, sino también por el halo de misterio y enigmas que lo rodean.

Se trata de Ochate, el intrigante pueblo abandonado que durante décadas ha despertado la curiosidad de historiadores, investigadores y turistas en busca de experiencias paranormales.

La historia de Ochate: entre la realidad y la leyenda

Ubicado en el Condado de Treviño, Ochate se ha convertido en un referente para los amantes de lo oculto. Su historia, que data de siglos atrás, es una mezcla de hechos históricos y leyendas populares.

A pesar de que en su momento fue un próspero núcleo rural, hoy en día no quedan más que ruinas que narran su pasado. La iglesia de San Miguel, la torre de la iglesia de San Juan y algunos restos de viviendas son los únicos vestigios que resisten el paso del tiempo.

Según cuentan los lugareños, Ochate sufrió una serie de desgracias que llevaron a su despoblación. Se dice que entre los siglos XVIII y XIX, el pueblo vivió tres epidemias devastadoras (viruela, tifus y cólera) que diezmaron a su población en cuestión de años.

Lo llamativo es que estas enfermedades no afectaron a los pueblos vecinos, lo que dio pie a teorías sobre maldiciones y fenómenos inexplicables. ¿Qué sucedió realmente en Ochate? ¿Por qué estas epidemias solo afectaron a este pequeño enclave?

Misterios sin resolver: ¿maldito o abandonado?

El misterio en torno a Ochate no termina con las epidemias. Durante décadas, este lugar ha sido el centro de historias de apariciones fantasmales, luces extrañas en el cielo y sonidos inexplicables en la noche.

Uno de los casos más famosos ocurrió en 1981, cuando el investigado Alberto Fernández, fotografió lo que parecía ser una misteriosa aura de luz sobre el pueblo. Esta imagen, que llegó a convertirse en un ícono del misterio, abrió la puerta a especulaciones sobre actividad extraterrestre en la zona.

No es raro encontrar a grupos de curiosos que, cámara en mano, se adentran en las ruinas de Ochate buscando señales de lo sobrenatural. Entre las historias más recurrentes está la de una figura fantasmal que se deja ver entre los muros derruidos de la iglesia o los ecos de una campana que resuena en las noches de tormenta, aunque el campanario lleva décadas en silencio.

El atractivo turístico de Ochate

Si bien ostenta su fama como “pueblo maldito”, Ochate se ha convertido en un atractivo turístico para los aventureros y amantes de lo paranormal. Su acceso, aunque no es sencillo, es una experiencia que muchos no dudan en emprender.

Llegar a Ochate es sumergirse en un paisaje bucólico, rodeado de la naturaleza exuberante del Condado de Treviño, que contrasta con la desolación de sus ruinas.

Además de los exploradores urbanos, Ochate ha atraído a numerosos equipos de televisión y radio que han intentado desentrañar sus secretos. Documentales, programas de misterio y artículos en revistas especializadas han puesto a este pueblo en el mapa, convirtiéndolo en un lugar de culto para los aficionados a lo oculto.

No obstante, muchos de los vecinos de Treviño consideran que el misterio es, en gran parte, una creación de la modernidad, una forma de atraer turismo y dar vida a un lugar olvidado por la historia.

Las explicaciones científicas

Frente a tanto relato paranormal, no han faltado voces escépticas que buscan dar una explicación racional a los fenómenos de Ochate.

Algunos expertos sugieren que los avistamientos de luces y las supuestas apariciones no son más que efectos ópticos provocados por las condiciones meteorológicas de la zona.

Otros, en cambio, atribuyen los sonidos y las sensaciones extrañas a fenómenos acústicos naturales, como el eco y la reverberación.

En cuanto a las epidemias, algunos historiadores sostienen que Ochate no fue el único afectado, sino que la falta de registros oficiales en pueblos pequeños de la época ha magnificado su historia. Aun así, la ausencia de datos claros y la persistencia de los relatos orales han mantenido viva la leyenda de Ochate como un pueblo maldito. 

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Video |  Ochate, el pueblo maldito de Burgos | Extraterrestres: Ellos están entre nosotros




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viernes, 15 de noviembre de 2024

'Odisea 1937'

Desde el portal de Cadena Ser traemos a ustedes esta reseña fotográfica que trae al presente el pasado reciente de lucha en contra del fascismo protagonizado por el pueblo vasco.

Esta es la información:


`Odisea 1937´ la muestra fotográfica que refleja el sufrimiento y el drama de miles de ciudadanos vascos durante la Guerra Civil

Esta exposición de imágenes y documentos inéditos se puede ver hasta el 1 de diciembre en el Photomuseum de Zarautz

Coro Tellechea

El Photomuseum de Zarauz acoge la exposición `Odisea 1937´, una muestra que reúne fotografías y documentos que reflejan el sufrimiento y el drama que miles de ciudadanos vascos sufrieron como consecuencia de la Guerra Civil en Euskadi.

Unos documentos inéditos, que ven por primera vez la luz en esta exposición comisariada por el periodista, fotógrafo y profesor del Centro de Fotografía Contemporánea de Bilbao, Mauro Saravia (Viña del Mar, 1982) y Aitor Miñambres, licenciado en Máquinas Navales y director del Museo Memorial del Cinturón del Hierro de Berango (Bilbao, 1969).

En `Hoy por Hoy San Sebastián´ Mauro Saravia ha subrayado el importante valor histórico de las fotografías y documentos que se exponen en esta muestra, que se convierte en "un puzzle más de nuestra memoria histórica" explica ya que son parte de la vida y vivencias de uno de esos muchos ciudadanos que vivieron una autentica odisea que les llevó hasta lugares inesperados, el combatiente Federico González Santiago. González Santiago fue protagonista de una de estas adversas vivencias y conservó para siempre una completa colección de documentos y fotografías que ahora salen a la luz, por primera vez, gracias a su hijo que las encontró y las donó para conocimiento de la ciudadanía y ejercicio de Memoria Democrática.

Tal y como cuenta Saravia, Federico González fue herido en 1937 durante la defensa de Bilbao. Fue trasladado primero a Santander y después a Asturias, lugar desde donde consiguió hacerse precariamente a la mar para alcanzar la costa francesa, huyendo del avance del ejército franquista.

Allí, cientos de gudaris y milicianos vascos fueron atendidos por los servicios sanitarios del Gobierno Vasco, primero en Burdeos, en el vapor Habana habilitado como barco-hospital, y después en Bidarte (Lapurdi), en la residencia La Roseraie, convertida en hospital para heridos y mutilados de guerra.

Por La Roseraie pasaron más de 1.600 combatientes y civiles. Los primeros también tuvieron ocasión de aprender un oficio. Comenzada la Segunda Guerra Mundial, el 1 de septiembre de 1939, estos hombres colaboraron con el esfuerzo de guerra francés en fábricas y arsenales, hasta que sobrevino la derrota y la ocupación alemana del territorio.

A muchos de ellos les esperaba un futuro oscuro, en cárceles españolas o francesas, o en el exilio americano. Hasta años después de la muerte del dictador Francisco Franco, estos mutilados no verían reconocida y compensada su condición.

Todas estas historias que se reflejan en imágenes y documentos, cuenta Mauro Saravia, están con fechas, lugares y en muchas ocasiones con los nombres de los que aparecen en ellas.

`Odisea 1937´ se puede ver en el Photomuseum de Zarautz hasta el 1 de diciembre.

 

 

 

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Dejadez Ante la Tortura

Retomamos el tema de la tortura, herramienta del arsenal del terrorismo de estado a la que recurrió con especial entusiasmo Madrid, con este reportaje publicado en las páginas de El Salto:


El último informe sobre violencia política y torturas en Euskadi: 93 casos más y 417 sin resolver

Recopila los datos desde 2019 y suma 238 casos confirmados de violencia política. Los investigadores de la Comisión de Valoración denuncian la dejadez de la Administración vasca y denuncian que hacer esperar a cientos de familias es injusto e incrementa el dolor.

Luis Miguel Barcenilla

La Comisión de Valoración que se encarga de estudiar los casos de violencia política y atentados contra los Derechos Humanos en Euskadi entre 1978 y 1999 ha informado de 93 nuevas víctimas. En total, desde 2019, ya son 238 los casos confirmados por este organismo. La Comisión ha resuelto 96 informes y, de ellos, se han estimado 93. De las víctimas, hasta 75 sufrieron tortura y dos de ellas acabaron en muerte. La Comisión denuncia que por culpa de la falta de forenses ha tenido que parar su actividad por primera vez en cuatro años. Han reivindicado que sus dictámenes son necesarios “para la resolución de cada expediente”.

Sobre las 75 víctimas de tortura, del informe se desprenden hasta diez casos de violencia contra la libertad sexual. También, por ejemplo, detenciones durante los estados de excepción o amenazadas antes y después. Queda claro, además, que se deben sumar 20 casos más, pues algunos de ellos lo sufrieron varias veces.

La adscripción de las víctimas es variada, aunque el entorno de la izquierda abertzale es el que más suma con 22 casos. Además, hay miembros de CC OO, EGI, Euskadiko Mugimendu Komunista, LAB, Miembro de Euskadiko Ezkerra o la Organización Revolucionaria de Trabajadores. Hay 13 casos sin adscripción política, varios menores que estaban presentes en manifestaciones o bares y personas vinculadas a la cultura.

Los victimarios principales son la Policía y la Guardia Civil –con 42 y 41 casos–, participando juntos en un caso más. La Ertzaintza computa en tres casos. Los grupos incontrolados o parapoliciales como el Batallón Vasco Español, los GAL o la Organización Armada por la liberación nacional contra el Marxismo y el Separatismo (OAMAS) también aparecen identificados en un total de seis casos.

Cocoliso, un infiltrado que colaboró en la muerte de dos personas

José Luis Arrondo, al que apodaban ‘Cocoliso’, se hacía pasar por refugiado en San Juan de Luz y Biarritz. Huyó de la embarcación en la que iba junto a José Luis Mondragón y Roque Jabier Méndez, que habían dejado ETA en 1973 y 1970. Les ofrecía ayuda para cruzar a Francia porque la organización ya estaba distanciada de ellos. Ese 20 de mayo de 1974 fueron disparados en la playa de los Frailes, en Hondarribia. La Comisión instó, con el permiso de las familias, a exhumar el cadáver de Roque, enterrado en Portugalete. El estudio forense determinó en 2023 que “existen evidencias que sugieren que se habría tratado de una actuación policial no legítima ni proporcionada”. Un cañón cercano al cuerpo, otro más alejado. Dos balas. Puede que una más: había tres agujeros de salida. Los forenses concluyen que la versión oficial se sustentó en un examen deficiente: “Podría haberse tratado de una investigación ni independiente, ni imparcial, ni objetiva”. Investigaciones posteriores, como publicó Hordago-El Salto, apuntaron a que la ejecución que facilitó la infiltración, por un lado, era una acción extrajudicial, y por otro, que se trató de una vulneración del derecho a la vida totalmente injustificada.

En este nuevo informe donde han tratado el caso de Roque, la Comisión valora que “se desprende con nitidez la ausencia en este caso de una investigación judicial efectiva, así como la absoluta falta de depuración de responsabilidades por un operativo policial que acabó con la vida de dos personas”. Además, explican que la “hipótesis” de “ejecución extrajudicial” queda apuntalada.

Del informe presentado por la letrada Juana Balmaseda y el profesor Jon Mirena Landa se desprenden las formas de sufrimiento infligido por cuerpos de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o grupos parapoliciales en estos nuevos casos estudiados: nueve víctimas recibieron impactos de bala, de las cuales, seis de ellas con resultado de muerte y tres con lesiones graves. Dos fueron los jóvenes que navegaban con el infiltrado de ultraderecha, Cocoliso, cercano a Fuerza Nueva.

Hasta seis personas fueron víctimas de agresiones policiales en el transcurso de manifestaciones; cuatro por el impacto de botes de humo o pelotas de goma, con pérdida de visión y “perjuicios estéticos muy graves”. José Manuel Eceolaza perdió el ojo izquierdo por un pelotazo el 27 de noviembre de 1979. Tuvo que dejar sus estudios en carpintería. Su “delito” fue protestar en Orereta por el Estatuto de los Trabajadores y el Plan Económico del Gobierno. 

La comisaría de La Salve (Bilbao), centro de tortura y violencia sexual

El informe repara en la perspectiva de género aplicada a la tortura. La Ley 12/2016 ya recoge la tipificación explícita de violencia sexual, así como física, psíquica y moral, aludiendo al hecho contrastado de que las mujeres que sufren torturas o malos tratos “enfrentan un riesgo específico añadido de sufrir actos de violencia sexual a causa de su género, orientación sexual o identidad de género”. Comentarios vejatorios sobre sus cuerpos, privación de productos de higiene personal cuando se encontraban con la regla, tocamientos, agresiones sexuales y violaciones. Incluso con objetos. Un testimonio del 23 de junio de 1973 señala a los agentes del cuartel de La Salve.

Esta mujer señala que la desnudaron, la insultaron, la colgaron de la trenza, la trataron de ahogar... Ella contaba: “El que me había detenido me dijo: ‘Como te ha dicho ese, no te va a quedar ningún agujero para mirar” y entonces, “me lo hizo por la boca. Cuando terminó, el capitán al mando dijo: ‘Écharle un jarro de agua para que le vaya todo para adentro y se acuerde de nosotros”. Los mismos guardias civiles le orinaron en la cara. Esta mujer contaba el “suplicio”, según sus palabras, que fue su vida con el recuerdo. No denunció. El informe recoge que “no se siente persona” desde entonces.

De las ocho personas fallecidas reconocidas en este último informe, dos estaban bajo custodia policial: una en coche policial, otra en dependencias policiales. Felipe Baz González, miembro de CC OO, fue disparado encontrándose detenido por la Guardia Civil. El balazo en la cabeza acabó con su vida. Tenía 19 años. Era 7 de enero de 1979. La versión del instituto armado fue que había sido un disparo fortuito. Sus amigos comentaron que les interceptaron pensando que habían robado un coche y que hubo maltrato y golpes. Otra versión dice que enfureció al agente al taparse los oídos por los gritos que estaban dando los guardias civiles. “No se realizó autopsia alguna. Al parecer, había prisa oficial por enterrarlo”, indican los investigadores. La familia se dio cuenta de nuevos agujeros de bala al desvestirlo en la funeraria. Tres impactos en el pecho. La familia y los amigos fueron amenazados por ahondar en el caso. “Nadie fue juzgado por esta muerte. La falta de transparencia y la inacción de la justicia ahondó, más si cabe, el dolor de la familia B.G.”, explican en el informe.

Dos personas de las estimadas en esta fase resultaron heridas de gravedad tras la explosión de bombas de grupos parapoliciales. Estos mismos grupos se identifican como autores de disparos de arma de fuego contra otras dos víctimas.

Por años, de estos nuevos 93 casos, el periodo entre 1983-1999 es el que mayores víctimas devuelve –42 registros–, seguido de 1976-1982 –31 casos–, 1961-1970 –10 más– y 1971-1975 –10–.

Toque de atención al Gobierno Vasco y al Parlamento Vasco

La Comisión de Valoración ha pedido mayor implicación al Parlamento Vasco, incluso llegando a solicitar la creación de una ponencia específica. El objetivo es “dar a conocer la sangrante realidad que representan las violaciones de derechos humanos objeto de esta ley [Ley 12/2016]”.  Juana Balmaseda explicó que hay una suma total de 417 expedientes sin valorar, aún pendientes. En este último año  y con 20 reuniones plenarias, se han alcanzado a resolver 96 de ellos, donde se han obtenido estos datos.

La falta de forenses ha llevado a la Comisión a parar su actividad. Lo explicaron así: “La razón de esta grave situación es la ausencia de médicos forenses que impide que podamos seguir resolviendo expedientes porque la ley obliga a que dichos profesionales emitan un informe y lo firmen para la resolución de cada petición”. Balmaseda subrayó que “este grave asunto trastoca y compromete el futuro inmediato del trabajo” de la Comisión. Afirman haber trabajado de forma “ejemplar” y “gratuita” usando el tiempo no laboral, sin ser reconocidos de ninguna forma. “La situación es insostenible”, afirman. “Es obligación por mandato legal de la Administración proveer los medios y las condiciones laborales justas para esta labor que no puede pretender que se vaya a realizar como si de un voluntariado se tratara: no es serio, ni digno, ni aceptable”.

En la presentación de los datos, han reconocido que la espera de algunas familias llega a los dos años: “Somos conscientes de que la tramitación de algunos expedientes está siendo excesivamente larga”. Se debe, según explican, a la “reapertura de diligencias judiciales, lo que obliga por ley a suspender la tramitación, o la tardanza en obtener informes médicos que sólo podían ser entregados a familiares directos”. Esto podría, argumentan, “incrementar el sufrimiento y la injusticia”. “Algunas víctimas están muertas, pero mucha gente de su entorno sigue viva y está esperando la respuesta y la reparación”, insisten.

El Archivo Militar de Ferrol obstruye el esclarecimiento de casos de violencia policial

La Comisión de Valoración, según explicaron, tiene “serias dificultades” para obtener información sobre los expedientes en el Archivo Militar de Ferrol, institución que “ha tenido comportamientos obstructivos porque ha establecido un nivel de exigencia superior al exigido por la propia ley, lo que ha obligado a reiterar las peticiones en más de una ocasión”.

No se lo ponen fácil tampoco los tribunales de la Comunidad Autónoma Vasca:  “El hecho de que no existan mecanismos de conexión dotados de recursos por el Departamento de Justicia dificulta el trabajo”.

 

 

 

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