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domingo, 11 de junio de 2023

Romper el Muro

Naiz le da seguimiento al caso Naparra con este artículo:


Otro golpe en el muro que mantiene oculto lo ocurrido con «Naparra» hace ya 43 años

Egiari Zor sigue en su campaña de reclamar la verdad sobre casos concretos de violencia estatal, y en este camino la estación más dramática es la de quienes fueron hechos desaparecer. Este domingo lo ha hecho ante el baserri familiar de «Naparra», víctima ocultada hace ya 43 años.

Ramón Sola

Cada 11 de junio el baserri Igarolabekoa de Lizartza es el fuego que mantiene vida la memoria de José Miguel Etxeberria Alvarez «Naparra». Sus padres Patxiku y Celes ya no están, pero la verdad sobre dónde y cómo acabaron con el militante vasco sigue faltando. Ya son 43 años desde 1980, y se le suma la impotencia añadida de intentos frustrados como la excavación en Labrit (Las Landas) en 2017.

Esta vez ha sido la fundación Egiari Zor quien ha contribuido a poner el foco sobre el caso, dentro de su campaña exigiendo que se aclaren de una vez estos crímenes de Estado, en el acto que anualmente han realizado sus allegados.

Un aurresku ha dado inicio al acto ante el monolito que recuerda a José Miguel, ante el baserri de la familia Etxeberria Alvarez, entre Lizartza y Gaztelu. «Ene begiek ez dute malko isuritzeko gogorik, denik eta bizitza bakarra bizi dutelako. Beti gogoan, maite zaituztegu», se puede leer ante un retrato del joven militante junto a su ama y su aita.

A la espera de la segunda

Su hermano Eneko Etxeberria ha explicado después el momento actual de la investigación, un tanto desesperante. Cinco años después, siguen a la espera de una nueva excavación de las autoridades francesas en el segundo lugar indicado por una fuente de las cloacas del Estado a la que se otorga cierta credibilidad. La primera no dio resultado y aumentó la desazón de sus allegados; entonces todavía vivía Celes Alvarez.

«Ya veis que seguimos sin poder romper ese muro, pero entre todos y con esfuerzo al final conseguiremos encontrar agujerearlo», ha aseverado Etxeberria, tras dar las gracias a quienes siguen en esta pelea.

Tras el sonido de la gaita y el ‘Eusko Gudariak’, el sencillo acto se ha cerrado con tres gritos: «Gora Euskadi askatuta», «Gora Naparra» y «Gora gu eta gutarrak». Un almuerzo animado con música ha prorrogado esta efeméride y renovado el compromiso con la búsqueda inacabada, con el esclarecimiento de una desaparición cuya ocultación cada vez resulta más incomprensible. La ONU tiene catalogado a José Miguel Etxeberria como víctima de desaparición forzada.

A Igarolabekoa se han acercado para solidarizarse con la familia otras víctimas de la guerra sucia, como Fermin Rodríguez, hermano de Germán Rodríguez (Sanfermines 1978) y Axun Lasa, hermana de Joxean Lasa, víctima de los GAL.

 

 

 

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