Una publicación que se merece la etiqueta Kurlansky.
Así es, resulta que La Vanguardia nos informa que la cesta punta ha renacido de sus cenizas colocando este deporte vasco de vuelta en su lugar de privilegio.
Adelante con la lectura:
El 'boom' de la cesta punta: La segunda vida del deporte vasco que triunfó desde Miami hasta Yakarta
El cierre del último frontón en Estados Unidos parecía condenar al declive a este deporte, “rápido, vistoso y alegre”, en palabras de Hemingway, pero hoy renace en su lugar de origen
Ander GoyoagaLa modalidad de pelota vasca que llenó frontones en Barcelona, Madrid, La Habana, México D.F., Yakarta, Manila o Florida, donde alcanzó mayor fama, vive un nuevo auge en su tierra de origen. La cesta punta se despidió en noviembre de 2021 de su sueño americano, con el cierre del último frontón profesional en Estados Unidos. Esta disciplina parecía condenada a un inexorable declive, hasta que un grupo de personas, convencidas del potencial de este deporte, han reordenado las piezas que están permitiendo su renacer.
Este resurgimiento de la cesta punta, o jai alai, ha exigido hilar muy fino a los actores que lo han favorecido, aunque la primera clave que lo ha propiciado es la propia vistosidad de este deporte. Ernest Hemingway lo definió como su “espectáculo predilecto”, un deporte que genera “una emoción constante”. “Es rápido, vistoso, alegre y encierra además mucho peligro para los que lo practican”, declaró el célebre escritor. También es la modalidad que ha alcanzado el récord de velocidad en sus lanzamientos: 313 km/h, de la mano de Iñaki Goikoetxea, una leyenda que hace un par de años retó la velocidad de la moto de Dani Pedrosa.
Zigor Etxebarria es uno de los actores que ha participado en este nuevo auge de la cesta punta. Productor audiovisual y muy vinculado al frontón de Gernika, siempre ha apreciado el potencial de esta disciplina: “No es casualidad que haya tenido éxito en Florida, México, Cuba o Filipinas. Es por algo. Visualmente es un juego muy potente, por su plasticidad, su elegancia y, en general, por el espectáculo que ofrece”.
El mapamundi de la cesta
El mapamundi de la cesta punta llegó a cuatro continentes, con frontones profesionales en España, Francia, Italia y Bélgica, en Europa; Marruecos o Egipto, en África; Filipinas, Indonesia o China, en Asia; y en 12 países del continente americano. En Brasil se llegaron a celebrar partidos profesionales en una veintena de frontones, y los de La Habana o México D.F. alcanzaron el estatus de templos de la pelota. Sin embargo, fue en Estados Unidos donde esta especialidad de pelota vasca alcanzó su mayor relevancia, con frontones profesionales de costa a costa y millones de dólares en torno a las apuestas.
Entre el primer partido recogido por la prensa estadounidense, en 1901 en el Eder Jai de San Franciso, y el cierre de Dania pasaron 120 años de presencia ininterrumpida. Un tiempo en el que se llegó a crear un modo de vida ligado a la pelota, tanto para deportistas como para otros profesionales ligados a esta disciplina.
“En su momento de mayor apogeo unas 4.000 personas vivían de la cesta punta en el mundo de manera simultánea. Había unos 1.000 pelotaris y otros 3.000 profesionales, entre cesteros, tejedores, peloteros y jueces”, explica Gonzalo Beaskoetxea, pelotari profesional durante la edad de oro de la cesta punta y autor de varios libros sobre la historia de este deporte.
Su hijo Diego, de 41 años, forma parte de la última generación que ha saboreado este modo de vida. Nació y se crió en Estados Unidos, viendo jugar a su padre. Regresó a Gernika con 8 años y con 21 volvió a poner rumbo a Florida, para jugar de forma profesional.
“Para muchos de nosotros ha sido una elección natural. Es lo que habíamos visto en casa y el deporte que más habíamos practicado”, explica Beaskoetxea. Hace un par de años decidió regresar a Gernika, junto a su mujer y sus hijos: “Habíamos sido muy felices allí durante los últimos 20 años y no queríamos vivir ese declive”.
Regreso al origen
Beaskoetxea será este domingo protagonista en el partido más importante de la temporada. Junto a Imanol López, se ha clasificado para la final del torneo Eusko Label Winter Series y se medirán, en el frontón de Gernika, a la pareja formada por Xabier Barandika y Unai Lekerika. Gane o pierda, Diego Beaskoetxea se despedirá de los frontones. Será la despedida soñada: en casa y en plena efervescencia de la disciplina, con el frontón a reventar.
Los otros tres contendientes este domingo también han vivido los últimos coletazos del sueño americano de la cesta punta y paladean ahora este nuevo auge. Unai Lekerika, de 28 años, es uno de los últimos jóvenes que ha disfrutado del profesionalismo en Florida. “Mi sueño siempre había sido debutar en Estados Unidos, y lo conseguí con 21 años. Estuve casi siete años, hasta el cierre de Dania. Antes, mi padre había sido profesional durante 20 años, en los frontones de Orlando, durante 12 años, y también Yakarta -en Indonesia-, Palma de Mallorca o Madrid”, explica.
El trauma de Dania
El cierre del frontón de Dania supuso un pequeño trauma para la comunidad ligada a la cesta punta, que en los últimos años había menguado y eran alrededor de 50 familias. Algunos pelotaris han podido coger la ola de los nuevos formatos de campeonatos que se están gestando en los frontones vascos, lo que les ha dado cierto oxígeno. La mayoría, no obstante, está apostando por reinventarse, poniendo en marcha negocios, reciclándose a nivel profesional o combinando su desempeño deportivo con trabajos como formadores en escuelas de pelotaris.
En todo caso, 15 meses después del cierre de Dania, el estado de ánimo es otro. Existe una ilusión y un entusiasmo solo contenidos por la prudencia que exige el hecho de que el plan para relanzar la cesta punta aún esté en ciernes.
El plan para revitalizar la cesta
“Las entradas para la final del domingo se agotaron en 10 minutos, y si hubiéramos vendido el doble habría pasado lo mismo”, explica Zigor Etxebarria. Este productor audiovisual habla desde la fe ciega en las posibilidades de este deporte.
En 2015 estrenó en el Festival de Cine de San Sebastián Jai Alai Blues, un documental sobre la increíble historia de este deporte. De manera paralela, inició junto a otros profesionales una labor de dinamización del frontón de Gernika. En los partidos de cesta del verano, cuando los pelotaris regresaban temporalmente a casa, comenzaron a aparecer djs, juegos de luces, speakers y, en general, un ambiente de fiesta y espectáculo. Las entradas volaban, y se empezaba a intuir el camino a seguir.
De manera paralela, desde las instituciones vascas y el Consejo Mundial de la Pelota se trataba de relanzar este deporte a través del circuito Jai Alai World Tour.
El golpe encima de la mesa, no obstante, llegó cuando la noticia del cierre del último frontón profesional de Florida sobrevoló los frontones vascos. Joseba Urkiola, director de Deportes de EiTB, la radiotelevisión pública vasca, ha jugado un papel importante en este renacer de la cesta punta. “Un viernes de noviembre me junté con un amigo de Gernika y pensamos: ¿Qué hacemos con la cesta punta? Veíamos una oportunidad donde otros veían la muerte de la cesta punta”, indica.
El plan para resucitar la cesta punta exigía un escenario, que sería el frontón Jai Alai de Gernika, y unos actores, los pelotaris que regresaban a casa tras su periplo americano. Y necesitaba también el impulso público a través de EiTB.
El apoyo de la televisión pública vasca ha sido crucial en el desarrollo en las últimas décadas de deportes como las regatas de traineras o, muy especialmente, la pelota mano, con diferencia la modalidad de pelota vasca más popular en este tiempo. La apuesta de EiTB por esa especialidad llevó incluso a cambiar el color de los frontones para que el juego se pudiese seguir con mayor nitidez. El éxito es hoy innegable, con un star system consolidado, notables datos de audiencia y miles de licencias federativas. Ha sido la referencia donde mirar dentro del plan de rescate de la cesta punta. La hoja de ruta para rescatar el jai alai también contaba con un planteamiento dirigido a “alfabetizar” a la audiencia potencial, a través de contenido audiovisual específico dirigido a rescatar la sorprendente historia de este deporte en el mundo.
El reto pasa ahora, en opinión de Urkiola, por lograr la autogestión de este deporte. “El Gobierno vasco apoya a nuestros deportes, pero se ha demostrado que la viabilidad a medio plazo exige lograr una autogestión. La cesta punta está en ese camino”, indica.
La última novedad ha sido la creación de la Jai Alai League, una alianza transfronteriza entre los frontones de Gernika, San Juan de Luz, Biarritz y Pau para crear un sistema de puntuación similar al de la ATP de tenis y cerrar la temporada con una final a cuatro. Se busca consolidar el exitoso regreso a casa de la cesta punta.
Este deporte, sin embargo, no ha conocido fronteras y los más aventurados se atreven a soñar con el Beti Jai de Madrid o el Vall d’Hebron barcelonés. En la contracancha del Jai Alai de Gernika, Zigor Etxebarria recoge el guante: “Estoy convencido de que, si se trabaja bien, este deporte reune condiciones para triunfar allá donde vaya. Lo ha demostrado en el pasado”.
En la cultura popular | De Orson Welles a Los Simpson
La pelota vasca llegó a Estados Unidos de la mano de la inmigración vasca, que construyó los primeros frontones en torno a los Basque Hotels. Se trataba de hostales regentados por inmigrantes vascos y dirigidos sobre todo a paisanos procedentes del otro lado del Atlántico. En 1901 se jugó en el Eder Jai de San Francisco el primer partido del que haya constancia en la prensa estadounidense, y en 1904, con motivo de la Exposición Universal de Saint Louis (Missouri), se construyó un frontón de grandes dimensiones. Unos años antes, la pelota vasca fue deporte olímpico en los Juegos de París de 1900 y, de hecho, España ganó allí y en la modalidad de cesta punta la primera medalla de oro de su historia.
Aunque llegó a cuatro continentes, en ningún sitio cuajó como en Estados Unidos, en parte gracias a las apuestas que acompañaban el espectacular juego de los pelotaris. Se interesaron por este deporte estrellas del cine como Jane Mansfield, Cantinflas, Ava Gardner, Errol Flynn, Paul Newman, Steve McQueen, o John Travolta. Cuentan que el mafioso Al Capone era otro habitual en los frontones y que incluso trato de intentó sin éxito de sobornar a los pelotaris.
El director Orson Welles se acercó a esta disciplina en su visita, en 1955, a tierras vasca para grabar el documental 'The Land of Basques', para la BBC, dentro de la mini-serie documental 'Around the World'.
Dentro de la cultura popular, la cesta punta apareció en capítulos de 'Corrupción en Miami', 'Los Simpson' o 'Mad Men', por citar solo algunas producciones audiovisuales.
El mayor auge de este deporte tuvo lugar en los años 70 y en Florida. “En 1974-1975 se llegaron a meter 15.000 personas en un partido, pero es que un sábado por la mañana igual había 9.000 personas y un viernes por la noche 10.000. Cualquier día de la semana había 6.000 personas viendo cesta punta”, explica Gonzalo Beaskoetxea.
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