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lunes, 24 de octubre de 2016

El Funesto Legado de Manuel Ballesteros

Con respecto a los crímenes cometidos por el franquismo, especialmente en Euskal Herria, destacan los cometidos durante su etapa borbónica.

De ello nos habla esta misiva publicada en El Periódico:

En el Born Centre Cultural de Barcelona se inauguró el día 17 de octubre, la exposición sobre Franco y la represión. Hay una sala dedicada a los torturadores franquistas. Es muy conveniente visitarla aunque sea duro.

De todas las degeneraciones del ser humano, la de torturador es de las más viles y cobardes. Policías y funcionarios cuya actividad en grupo era machacar cabezas, piernas, testículos, dedos y lo que fuera para destrozar la dignidad de un preso indefenso.

Se llamaban la brigada político social y eran el terror de los luchadores antifranquistas. En Valencia, donde  estudiaba, destacaba uno especialmente cruel que se llamaba Manuel Ballesteros. Hay que explicarlo porque entonces yo tenía 21 años y muchos de los torturados han ido falleciendo y la memoria histórica es clave para entender la actualidad.

Me detuvo dos veces y fue leve, me amenazó de muerte con una pistola pero como no era comunista no les interesaba pasar a más. Otros compañeros no tuvieron tanta suerte.

De todos los desmanes que pudo cometer Felipe González cuando llegó a presidente del Gobierno, el más grave para mí fue nombrar a Manuel Ballesteros jefe de la lucha antiterrorista del país vasco. Es incomprensible, pues los dirigentes socialistas conocían bien la fama de torturador de Ballesteros. Los vascos son luchadores y con gran sentido de grupo. De esa manera se aseguraba la continuación del conflicto vasco, ya que por cada torturado vasco surgían diez militantes de ETA mas. ¿A quién le interesaba que ETA siguiera matando? Ese es el problema.

Ballesteros falleció hace años y es curioso porque en su necrológica publicada no sale nada de su paso por la brigada político social. Por eso hay que recordarlo.

Felizmente, en Euskadi se abre ahora un proceso de paz y es muy importante darle apoyo. Un tema clave es el de la reconciliación, con todas sus complejidades, y de aquí surge el tema del perdón. El perdón debe pedirse de corazón y también debe darse de corazón. Si se convierte en maniobra política, pierde sentido. ETA debe pedir perdón por todos los crímenes cometidos y muchos periodistas ya se ocupan de recordarlo. Creo que falta esa misma presión para que los funcionarios torturadores pidan perdón y confiesen sus crímenes. Es muy necesario.

En Euskadi se torturó mucho. Unos 5.000 casos tiene registrados el gobierno vasco. Era lógico con policías como Ballesteros. Su petición de perdón aliviaría un poco nuestra conciencia y facilitaría caminos de paz para el futuro.






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