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miércoles, 1 de febrero de 2017

Flor y Nata de la Humanidad

Esta nota se la queremos dedicar con mucho cariño a los detractores de la Revolución Cubana, especialmente a quienes tuvieron la ocurrencia de celebrar el fallecimiento del Comandante Fidel Castro, la misma ha sido publicada en el blog Moncada Lectores, aquí la tienen:


La 140 Reunión del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), otorgó por unanimidad el Premio de Salud Púbica en Memoria del Dr. Lee Jong-wook al Contingente Internacional de Médicos Especializados en el Enfrentamiento de Desastres y Graves Epidemias “Henry Reeve”.

El Contingente “Henry Reeve” fue constituido el 19 de septiembre de 2005 en La Habana por el Líder Histórico de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, con el objetivo de cooperar de inmediato, con su personal especialmente entrenado, en cualquier país que sufra una catástrofe, huracanes, inundaciones u otros fenómenos naturales, además de epidemias que constituyan verdaderos desastres naturales y sociales.

Desde entonces, siete mil 254 colaboradores médicos cubanos, en 22 Brigadas Médicas han prestado su ayuda en 19 naciones (dos veces en Haití y Chile) de todas las latitudes. Estos trabajadores de la salud pública de Cuba, entrenados y capacitados para esas misiones, han brindado atención a más de 3.5 millones de personas, salvando la vida de 80 mil personas según estimados rigurosos.

Este premio es un reconocimiento a la labor solidaria de la Mayor de las Antillas, que siguiendo la visión humanista y universal del líder de la Revolución Cubana, ha puesto a la disposición de muchas naciones la calidad médica de sus galenos, a través de la obra solidaria del Contingente Henry Reeve. Es también un reconocimiento a la labor altruista y desinteresada, de los más de 250 colaboradores de la salud cubanos que enfrentaron en Sierra Leona, Liberia y Guinea entre 2014 y 2015, el peligroso brote del virus de Ébola que afectó a esos hermanos países del continente africano.

El Premio de Salud Pública en Memoria del Dr. Lee Jong-wook fue establecido en 2008 por la OMS. Se otorga a una o más personas, una o más instituciones, o bien una o más organizaciones no gubernamentales que hayan hecho una aportación destacada en el campo de la salud pública. El Premio tiene por objeto recompensar una labor de mucho más alcance que el estricto cumplimiento de las obligaciones normales.

La ceremonia de entrega del Premio tendrá lugar durante la 70 Asamblea Mundial de la Salud que se celebrará entre el 22 y el 31 de mayo del presente año, en Ginebra.






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jueves, 30 de abril de 2015

Cuba Antiterrorista

Así como lo hizo con Nelson Mandela, Washington ha mantenido por décadas a Cuba en su hipócrita lista de países que patrocinan el terrorismo.

Sin más preámbulo, les presentamos este texto publicado en La Jornada:

La pregunta es pertinente porque recientemente el presidente Barack Obama, dentro del proceso hacia el restablecimiento de relaciones diplomáticas bilaterales, envió al Congreso la propuesta de suprimir a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo. El Legislativo tiene 45 días para dar respuesta y teóricamente puede rechazar la iniciativa presidencial, pero ello requeriría una Resolución Conjunta con las tres cuartas partes de los votos de sus miembros, lo que no ocurrirá. Aunque la decisión de Obama confirma su voluntad política de ser consecuente con el anuncio que hiciera a la vez que su homólogo Raúl Castro el 17 de diciembre, los pulpos mediáticos lo han informado como si Cuba debiera postrarse ante el imperio por haberle perdonado quién sabe qué terribles fechorías.

La verdad es que Cuba ha sido mantenida en esa lista con argumentos falaces y probablemente sea el país sometido por más tiempo al terrorismo de Estado, pero eso lo explicaré más adelante. Su inclusión data de 1982, durante la administración del ultrarreaccionario Ronald Reagan. A la sazón la isla ofrecía un importante apoyo al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador, entonces una organización político-militar que libraba una guerra revolucionaria contra un gobierno dictatorial oligárquico sumiso a Estados Unidos cuyo ejército era entrenado y armado por éste.

Hace seis años el FMLN, convertido en partido político, gobierna en el país centroamericano, que en las últimas elecciones llevó a la presidencia a uno de los comandantes guerrilleros de entonces, Salvador Sánchez Cerén, maestro de escuela querido por sus compatriotas.

Cuba cumplió su deber internacionalista de apoyar a los movimientos de liberación nacional casi desde la victoria revolucionaria de 1959. En 1961 envió armas a los guerrilleros del FLN que luchaban contra el colonialismo francés en Argelia, y poco después de la proclamación de la independencia viajó allí una brigada médica cubana que aún permanece en el país norafricano.

También tendió su mano a movimientos de liberación de nuestra América que empuñaban las armas cuando los gobiernos latinoamericanos, excepto México, habían roto relaciones con ella presionados por Washington, que la sometía al asedio y a agresiones de todo tipo. Después del triunfo de la revolución cubana, Estados Unidos llenó a nuestra región de dictaduras militares que torturaron, asesinaron y desaparecieron a cientos de miles de personas con la excusa de combatir al comunismo, de modo que aquella forma de lucha era un derecho de los pueblos reconocido en las leyes internacionales.

Igualmente, la isla respaldó los movimientos de liberación de las colonias portuguesas de África y cuando Angola proclamó la independencia, a solicitud del venerable Agostinho Neto, presidente del MPLA, tropas cubanas rechazaron la invasión de ese país por los ejércitos de la Sudáfrica racista, del dictador Mobutu y mercenarios europeos, un plan de la CIA auspiciado por el criminal de guerra y entonces secretario de Estado, Henry Kissinger (1975). En 1988 fuerzas cubano-angolanas-namibias le partían el espinazo al apartheid al infligir una derrota aplastante a una gran concentración de tropas sudafricanas en el sur de Angola. Mandela fue el primero en reconocer rotundamente este hecho, como cita Salim Lamrani en un amplio artículo sobre el internacionalismo de Fidel.

Cuba también hizo cuanto estuvo a su alcance por brindar la mayor solidaridad a Vietnam durante la larga agresión estadunidense. Me conmovió vivir de cerca la angustia de Fidel cuando arreciaron los ataques aéreos contra Hanoi y Haiphong y cómo se rompía la cabeza imaginando nuevas formas de ayuda a ese pueblo hermano.

Hoy 65 mil cooperantes cubanos laboran en 89 países, sobre todo en las esferas de la salud y la educación. Se han graduado en la isla 68 mil profesionales y técnicos de 157 países; de ellos, 30 mil de la salud. Aunque ignorada por los medios de comunicación dominantes, la brigada cubana ha sostenido gran parte de la atención médica al pueblo haitiano desde 1998 y su trabajo en la erradicación del cólera ha sido calificado de "heroico" por la ONU. Cientos de haitianos se han formado como médicos en Cuba. La riesgosa labor de personal de la salud isleño fue decisiva para enfrentar la epidemia de ébola en África occidental. ¿Terrorista?

asta aquí expuse sintéticamente cómo Cuba cumplió su deber internacionalista con los pueblos en su lucha armada anticolonial o antidictatorial en situaciones en que ese método era legítimo. En su momento, declaró que no brindaría más ayuda militar a movimientos de liberación y hasta el día de hoy ha continuado ininterrumpidamente su labor solidaria en educación, salud y otras actividades civiles. Muchas veces sin retorno económico y siempre tomando como divisa el pensamiento martiano de que "atria es humanidad".

Al decidir excluir a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo, Obama rectifica una flagrante injusticia basada en el doble rasero de Washington. Como ocurre hoy con la masiva e impune brutalidad policiaca contra negros y latinos mientras acusa a Venezuela de no respetar los derechos humanos, por sólo poner un ejemplo entre tantos. Obama ha tenido las más favorables condiciones de un mandatario estadunidense para iniciar el arreglo político con Cuba, pero es meritoria la valentía política de llevarlo a cabo y de admitir que la política de Washington hacia la isla ha fracasado.

De Cuba, la única amenaza para Estados Unidos ha sido la que pueda emanar de su ejemplo de dignidad, soberanía, patriotismo, justicia social, participación democrática y solidaridad.

La gran potencia, por su parte, tiene arraigada por lo menos desde 1800 en la cultura de su clase dominante el deseo de la anexión de Cuba. De 1898 a 1902 intervino militarmente en la isla para "ayudar" a su independencia, pero lo que hizo fue impedirla al imponerle la Enmienda Platt, que la convirtió en protectorado. Nueva intervención de 1906 a 1909 y un sinnúmero de actos injerencistas a los que sólo puso fin la alborada libertaria de 1959.

Washington apoyó militar y políticamente a la sangrienta dictadura de Batista (1952-58) hasta su último suspiro, y cuando vio desbordarse la gran rebelión encabezada por Fidel Castro quiso troncharla con un golpe de Estado que el pueblo de Cuba liquidó mediante la huelga general revolucionaria que coronó la victoria del ejército rebelde.

El gobierno estadunidense albergó a los personeros y criminales de guerra de la dictadura, que vaciaron de sus caudales las arcas nacionales, nunca devueltos. Con esa morralla y no pocos burgueses expropiados por la revolución, la CIA creó el ejército mercenario para lanzar en 1961, escoltada por naves y aviones de guerra estadunidenses, la derrotada invasión por Bahía de Cochinos, y desde 1959 y hasta fechas recientes ejecutar una campaña terrorista que duró décadas.

En Miami principalmente, viven en total impunidad los terroristas cuyas acciones costaron al pueblo cubano 3 mil 478 muertos y 2 mil 99 discapacitados de por vida, así como el monstruo responsable de la destrucción en el aire de un avión de Cubana con 76 personas a bordo. Este, el más horrendo entre muchos crímenes de lesa humanidad contra la isla de esos chacales, pero también contra revolucionarios latinoamericanos, africanos y vietnamitas.

Por eso Cuba tuvo que enviar a Florida para monitorearlos a algunos de sus mejores hombres. De allí surgieron los heroicos 5, hoy de regreso a la patria. Dos al cumplir su injusta condena y tres en virtud de los acuerdos anunciados por Cuba y Estados Unidos el 17 de diciembre.

Aquellos terroristas de Miami y sus sucesores son quienes tratan rabiosamente de dinamitar a Obama su política de restablecer relaciones diplomáticas con La Habana y abrir el debate en el Congreso para levantar el bloqueo, que ha infligido a la isla pérdidas por más de 116 mil millones de dólares e impide su desarrollo económico.

En la guerra contra Cuba fueron cotidianos la extracción e introducción ilegal de terroristas ya entrenados, el ingreso de miles de armas y explosivos por aire y mar para las bandas de la CIA asesinas de alfabetizadores, maestros y campesinos, que operaban en todas las provincias. Escuelas públicas, cines y comercios atacados; cientos de miles de hectáreas de cañaverales quemadas y fábricas, ciudades y pueblos bombardeados o ametrallados desde aire, mar y y tierra. Aviones y embarcaciones cubanas secuestrados a costa de la vida de pasajeros y tripulantes. Cientos de planes para atentar contra Fidel. Guerra biológica que mató aproximadamente 100 niños por dengue hemorrágico y exigió el sacrificio del rebaño entero para erradicar el cólera porcino. Plagas que arrasaron plantaciones completas. ¿Cuba terrorista?




El autor ha pasado por alto un pequeño detalle, uno que incluye a Madrid, antigua metrópoli colonialista que hoy sirve de aliada a Washington en su campaña de desestabilización en contra de naciones de Nuestra América.






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martes, 17 de marzo de 2015

Hagan Caso a Bellalta

El futbol levanta pasiones, pero en este caso no tiene nada que ver con lo que sucede sobre la grama, tampoco con el asunto de los desvíos de dinero, sino que se trata del rancio españolismo, ese que tanto gusta ocultar al "filósofo" Fernando Savater y a todos los que como él, se refieren a las identidades vasca y catalana como "nacionalismos retrógradas".

Pues bien, lean esta nota publicada en El Correo Vasco:


"Echaría al mar a vascos y catalanes", proclama un presentador sobre los aficionados de la final

El conductor de 'La Ratonera', que llama "cerdos" y "ratas separatistas" a los hinchas, los mandaría a hacer "turismo sanitario" a un "país del ébola"
La polémica sobre la final de Copa no tiene fin. No ya sobre en qué estadio se jugará, sino sobre los pitidos al Rey y al himno de España. Son cada vez más los personajes mediáticos que aparecen para opinar sobre el tema. Los últimos protagonistas son el presentador del programa 'La Ratonera' de Alerta Digital TV, Armando Robles, y el fundador de Soluciones Ciudadanas, Gerard Bellalta. En una conversación en el programa se refieren a los vascos y catalanes como "cerdos" y "ratas separatistas".

En el vídeo -a partir del minuto 2.50"- comienzan a hablar sobre ambas aficiones. "¿Dónde metemos a esos 70.000 cerdos, cerdos he dicho bien, vascos y catalanes que van a acudir a la final de la Copa del rey a degradar los símbolos de nuestra nación? Yo les echaría al mar pero no sé si van a caber todos", dice el presentador. En la conversación, Bellalta responde: "Yo no les diría catalanes ni vascos, yo les diría separatistas, separatas, son ratas separatistas, no hay otra".

Además, bromean sobre el emplazamiento de la final de Copa. Llegan a decir que se jugará en Rabat. Y sin morderse la lengua, afirman que para aquellos que tengan una entrada para el partido les enviarían "a esos países del ébola, para hacer turismo sanitario en Senegal, ya me entiendes".

Durante la conversación también invitan a mear a una hora determinada en la bandera independentista de Cataluña", la Estelada, "en solidaridad con un policía nacional denunciado por hacer eso".



Nosotros decimo, hagan caso a Bellalta, pero no tiren al mar a vascos y a catalanes, tampoco mándenlos a algún país del ébola. Simplemente salgan de Euskal Herria y Catalunya, sanseacabó, problema resuelto.

Ah sí, por cierto, lo de Bellalta no es lenguaje de odio, simplemente ejerce su libertad de expresión a lo Charlie Hebdo.





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jueves, 11 de diciembre de 2014

Derechos Humanos y Cuba

Les compartimos este comunicado del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba:


Declaración del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba por el Día de los Derechos Humanos

“Si tú piensas que en Cuba se le ha dado a cada ser humano que nace una real y absoluta igualdad de oportunidades para el más pleno desarrollo físico e intelectual, sin discriminación de sexo o de raza, y este beneficio alcanza por igual a todos, sin diferencias entre ricos y pobres, explotadores y explotados, ¿habrá hecho algún país más que nosotros por los derechos humanos?”

Fidel Castro

“Un grano de maíz: Entrevista concedida a Tomás Borge”

Este 10 de Diciembre en que se conmemora el Día de los Derechos Humanos, el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba considerando:

Que el gobierno cubano garantiza prioritariamente el acceso totalmente gratuito a sus ciudadanos a la salud, la educación, el deporte, la cultura, y otros derechos fundamentales;

Que la Constitución cubana establece los derechos, deberes y garantías fundamentales de los ciudadanos;

Que Cuba cuenta con indicadores de salud similares a los de los países desarrollados;

Que el Fondo para Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF) ha reconocido que Cuba es el único país de América Latina y el Caribe que ha eliminado la desnutrición infantil;

Que Cuba trabaja en la constitución de un marco legal e institucional del país para la actualización de su modelo económico sobre la base de la justicia social y la solidaridad;

Que Cuba continua fortaleciendo el carácter democrático de su institucionalidad, ejemplo de lo cual lo constituye la discusión en todas las esferas de la sociedad y desde la base, del proyecto de lineamientos de la política económica y social del Partido previa celebración de su VI Congreso en abril de 2011;

Que la actualización de la política migratoria eliminó regulaciones previas sobre los viajes de los cubanos al exterior y favorece las relaciones con la emigración cubana;

Que en Cuba se han adoptado nuevas normas relativas a la entrega de tierras en usufructo, la seguridad social, el empleo, la vivienda;

Que en Cuba se respetan todas las iglesias y las creencias religiosas, sin discriminación, así como la libertad de opinión y expresión de sus ciudadanos.;

Que Cuba no sólo protege los derechos de su propio país, sino brinda cooperación a otros pueblos del mundo en numerosos sectores, fundamentalmente en la educación y en la salud, donde merece destacarse el aporte solidario a la lucha contra el ébola en territorio africano;

Que los Derechos Humanos deben aplicarse sobre bases universales y no discriminatorias.

Declara que:

Cuba avanza en la construcción de una sociedad cada vez más justa, libre, independiente, equitativa, democrática, solidaria y participativa; donde el respeto a los Derechos Humanos es una realidad para sus habitantes quienes pueden constatar que un mundo mejor sí es posible.

En Cuba no existe una disidencia consciente, como se dan a la tarea de desinformar los medios de difusión masiva, pagados por el gran capital. Sino, en Cuba existe una ínfima minoría de contrarrevolucionarios y mercenarios con vínculos plenamente demostrados como asalariados, al servicio de sectores estadounidenses para promover la subversión y la inestabilidad en la Isla.

Reitera su apoyo inquebrantable a la Revolución Cubana, seguidora de las ideas de Martí, Fidel y bajo la Dirección del Presidente Raúl Castro y, al mismo tiempo reitera su firme reclamo por el cese del criminal y genocida bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba y la inmediata liberación de Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y de Antonio Guerrero Rodríguez, tres de los cinco héroes cubanos que permanecen injustamente encarcelados en prisiones estadounidenses por defender a su país del terrorismo, orquestado por grupos anticubanos radicados en Miami.

El pueblo cubano tiene el derecho a escoger libremente su futuro, sin contar con la injerencia de ningún gobierno y sin el acoso del gobierno de los Estados Unidos.

El Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba se suma además al reclamo de los 188 estados miembros de la Organización de Naciones Unidas que se pronunciaron en 2012 y 2013 en contra del bloqueo a través de su voto a favor de la resolución presentada por Cuba ante ese organismo internacional titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba” e insta respetuosamente al presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama a poner fin a esta cruel e inhumana política.






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sábado, 6 de diciembre de 2014

Cuba, el Ébola y la Desvergüenza Yanqui

Les compartimos esta nota publicada en The Guardian, misma que nos han enviado por correo electrónico:



Extraordinaria ayuda de Cuba  en materia de salud avergüenza al bloqueo de EEUU

Seumas  Milne

Cuatro meses después de declarada internacionalmente la emergencia del Ébola que ha devastado el oeste de África, Cuba es líder mundial en la asistencia médica directa en el combate contra la epidemia. Los EE.UU. y Reino Unido han enviado miles de tropas y, junto con otros países, han prometido ayuda  – la mayoría de la cual aún no se ha materializado.

Pero, como la  Organización Mundial de la Salud ha insistido, lo que se necesita con mayor  urgencia son trabajadores de salud. La isla caribeña, con una población de sólo  11 millones y un ingreso oficial de $ 6.000 per cápita (£ 3,824), respondió a  esa llamada antes de que se hiciera. Fue la primera en la línea de combate  contra el Ébola y ha enviado el mayor contingente de médicos y enfermeras – 256  ya están en el campo, con otros 200 voluntarios en camino.

Mientras el  interés de los medios occidentales se ha desvanecido  con del disminución de la  amenaza de la infección mundial, cientos de trabajadores de los servicios de  salud británicos se han ofrecido como voluntarios para unirse a ellos. Los  primeros 30 llegaron a Sierra Leona la semana pasada, mientras que las tropas  han estado construyendo clínicas. Sin embargo, los médicos cubanos han estado  sobre el terreno desde octubre y están allí a largo plazo.

La necesidad no  podría ser mayor. Más de 6.000 personas ya han muerto. Tal vergüenza ha  provocado la operación cubana, que los políticos británicos y estadounidenses se  han sentido obligados a ofrecer felicitaciones. John Kerry describió la  aportación del Estado que los EE.UU. ha tratado de derrocar por medio siglo como  “impresionante”. El primer médico cubano en contraer Ébola ha sido tratado por  los médicos británicos y funcionarios estadounidenses prometieron “colaborar”  con Cuba en la lucha contra el Ébola.

Pero no es la primera vez que Cuba ha  proporcionado la mayor parte de la asistencia médica después de un desastre  humanitario. Hace cuatro años, después del devastador terremoto en la  empobrecida Haití, Cuba envió el mayor contingente médico y atendió al 40% de  las víctimas. A raíz del terremoto de Cachemira de 2005, Cuba envió a 2.400  trabajadores médicos a Pakistán y trató a más de un 70% de los afectados;  también dejaron 32 hospitales de campaña y donaron mil becas médicas.

Esa  tradición de ayuda de emergencia se remonta a los primeros años de la Revolución  Cubana. Pero es sólo parte de un internacionalismo global médico extraordinario  y extenso. En la actualidad hay 50 000 médicos y enfermeras cubanos que trabajan  en 60 países en desarrollo. Como dice el profesor canadiense John Kirk: “El  internacionalismo médico cubano ha salvado millones de vidas.” Pero esta  solidaridad sin precedentes apenas se ha registrado en los medios  occidentales.

Los médicos cubanos han realizado tres millones de operaciones oftalmológicas en 33 países, principalmente en América Latina y el Caribe, en  gran parte financiado por la Venezuela revolucionaria. Así es como Mario Terán,  el sargento boliviano que mató a Che Guevara por orden de la CIA en 1967, recuperó su vista 40 años más tarde en una operación hecha por los médicos cubanos y pagada por Venezuela, en la Bolivia radical de Evo Morales. Si bien el apoyo de emergencia a menudo ha sido financiado por la propia Cuba, los servicios médicos globales del país suelen ser pagados por los gobiernos receptores y se han convertido, por mucho, en la mayor rama de exportación de Cuba, vinculando los ideales revolucionarios con el desarrollo económico.

Eso ha  dependido a su vez del papel central de la salud pública y la educación en Cuba,  ya que La Habana ha construido una industria biotecnológica de bajo costo junto  con programas de infraestructura y de alfabetización médicos en los países en  desarrollo a los que sirve – en lugar de sustraer médicos y enfermeras como en  el modelo occidental.

El internacionalismo está en el ADN de Cuba. Como hija  de Ernesto Guevara, Aleida, que trabajó como médico en África, dice: “Somos afro-latinoamericanos y llevaremos nuestra solidaridad a los niños de ese  continente.” Pero lo que comenzó como un intento de extender la Revolución  cubana en los años 60 y se convirtió en la intervención militar decisiva en  apoyo de Angola contra el apartheid en los años 80, ahora se ha transformado en  el proyecto de solidaridad médica más ambicioso del mundo.

Su éxito ha  dependido de la marea progresiva que ha barrido América Latina durante la última  década, inspirada por el ejemplo de la Cuba socialista durante los años de las  dictaduras militares de derecha. Los gobiernos de izquierda y centro-izquierda  continúan siendo elegidos y reelegidos en toda la región, lo que permite Cuba  reinventarse como un faro de humanitarismo internacional.

Pero la isla sigue  siendo asfixiada por el embargo comercial de Estados Unidos que se mantenido un  carácter vicioso en lo económico y lo político durante más de medio siglo. Si Barack Obama quiere hacer algo que valga la pena en sus últimos años como  presidente podría usar el papel de Cuba en la crisis del Ébola como una apertura  para comenzar a levantar ese bloqueo y tirar abajo la guerra de  desestabilización de los EE.UU.

Ciertamente hay paja en el viento. En lo que  parecía una operación de avance para la administración, el New York Times  publicó seis editoriales en cinco semanas de octubre y noviembre alabando el  registro médico global de Cuba, exigiendo el fin del embargo, atacando a los  esfuerzos estadounidenses para inducir a los médicos cubanos a desertar, y  llamando a un intercambio negociado de prisioneros.

La campaña del periódico  publicó que la Asamblea General de la ONU votó por 23ª vez, con 188 votos a  favor y dos en contra (Estados Unidos e Israel), para exigir el levantamiento  del bloqueo de Estados Unidos, originalmente impuesto en represalia a la  nacionalización de empresas estadounidenses y ahora justificado por motivos de  derechos humanos – por un Estado aliado con algunos de los regímenes más  represivos del mundo.

El embargo sólo puede ser desechado por el Congreso,  siendo obstaculizado por los herederos de la corrupta dictadura apoyada por  Estados Unidos que derrocaron Fidel Castro y Guevara. Pero el Presidente de los  Estados Unidos tiene alcance ejecutivo para aflojarlo sustancialmente y  restaurar las relaciones diplomáticas. Se podría empezar por la liberación de  los tres agentes cubanos de inteligencia restantes de los “Cinco de Miami”,  encarcelados hace 13 años por espiar a grupos anticubanos relacionados con el  terrorismo.

El momento obvio para que Obama termine la campaña estadounidense  de 50 años contra la independencia de Cuba sería en la Cumbre de las Américas  del próximo mes de abril – la cual los gobiernos latinoamericanos habían amenazado con boicotear a menos que se invitara a Cuba. La mayor contribución  que pueden hacer quienes realmente se preocupan por las libertades democráticas en Cuba es quitar a los EE.UU. de la espalda del país.

Si de verdad el  bloqueo fuera desmantelado, no sólo sería una reivindicación del notable  registro de justicia social en Cuba y su solidaridad con otros países,  respaldado por la creciente confianza de una América Latina independiente.  También sería de gran ayuda para millones de personas alrededor del mundo que se  beneficiarían de una Cuba sin sanciones – y una demostración de lo que puede  lograrse cuando se anteponen las personas a las ganancias  corporativas.

Tomado de The Guardian: Cuba’s extraordinary global medical  record shames the US blockade




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sábado, 25 de octubre de 2014

El Relato del Ébola

Cubainformación trae a nosotros este artículo en el que pone al descubierto la cínica manipulación mediática que se lleva a cabo alrededor del brote de ébola en África:


José Manzaneda | Coordinador de Cubainformación

La contribución de Cuba para frenar el ébola en África Occidental ha sido reconocida por actores políticos y medios tradicionalmente adversos. Hasta el Secretario de Estado de EEUU John Kerry elogió a Cuba por el mayor envío de cooperantes médicos a la región. Medios como The New York Times, The Washington Post, The Wall Street Journal, The Observer y El País han publicado en los últimos días editoriales o noticias reconociendo que Cuba se ha situado, en esta lucha, a la vanguardia del mundo.

Antes ya lo habían hecho los máximos responsables de la ONU: Ban Ki-moon, Secretario General, o Margaret Chan, Directora de la Organización Mundial de la Salud, que colocaban a Cuba como el ejemplo que necesita el mundo.

Por ello, resulta chocante escuchar, en el programa Informe Semanal de Televisión Española, lo siguiente: “La lucha contra el foco del ébola en África, a excepción del contingente enviado por EEUU, permanece como el capítulo olvidado por Occidente”. ¿Acaso los autores de este reportaje titulado “El ébola en cuarentena”, no han leído ni uno solo de los citados reconocimientos a Cuba, un país también occidental? Resulta curioso, además, que el programa cite como único ejemplo positivo el envío a África de 3000 marines norteamericanos, sin citar las voces que ponen en duda el papel de estos militares en una crisis sanitaria y que apuntan a otros objetivos de control geoestratégico por parte de EEUU.

Al silencio de unos medios, se suma la manipulación más burda de otros. Desde Miami, el canal Telemundo daba voz a un supuesto “experto sanitario” que ponía “en duda la capacidad de Cuba frente al ébola”, y que aseguraba que "los médicos cubanos carecen de la preparación contemporánea para enfrentar una situación de este tipo". El “experto sanitario” era, cómo no, Julio César Alfonso, presidente de una organización que coordina, junto al Gobierno de EEUU, la captación por todo el mundo de médicos cubanos cooperantes que desean acogerse al asilo político.

Estos medios han creado toda una campaña de terror para influir en los familiares en Cuba de los médicos cooperantes. En el mismo canal Telemundo se aseguraba que, “al parecer (a los familiares) les informaron (de) que las posibilidades de no regresar eran de un 90%”. También, que “de acuerdo a informes, el Gobierno les ha prometido una casa y un auto a los cubanos que logren regresar a Cuba”. Conclusión: “al parecer” y “según informes”, nos encontramos ante un nuevo invento para tratar de ensuciar el reconocimiento internacional casi unánime a Cuba.

También leemos otros disparates basados en “reportes sin confirmar” o en supuestas “fuentes conocedoras del tema” que nunca son mencionadas. Como que “el personal médico recibirá altos salarios”, de hasta 10.000 dólares, o que existiría “un seguro médico de la Organización Mundial de la Salud (pero) cuyo beneficiario (no serían los médicos, sino) (...) el (propio) estado cubano”.

En cualquier caso, si hasta un diario habitualmente tan agresivo contra Cuba como el español El País, titulaba, en un texto impecable, que “Cuba se coloca a la vanguardia en la lucha contra el ébola”, parece evidente que el ejemplo solidario que Cuba ofrece al mundo ha roto, definitivamente, la cortina de silencio mediático.


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sábado, 18 de octubre de 2014

Fidel Castro | La Hora del Deber

Cuba, ya se ha dicho, le ha dado un enfoque diferente al asunto del ébola. Mientras que Barack Obama ha enviado soldados al área, La Habana optó por enviar médicos.

Al respecto, les presentamos este texto del líder de la revolución internacionalista, Fidel Castro, publicado en inSurGente:


La Hora del Deber

Fidel Castro
No tardó nuestro país un minuto en dar respuesta a los organismos internacionales ante la solicitud de apoyo para la lucha contra la brutal epidemia desatada en África Occidental.

Es lo que siempre ha hecho nuestro país sin excluir a nadie. Ya el Gobierno había impartido las instrucciones pertinentes para movilizar con urgencia y reforzar al personal médico que prestaba sus servicios en esa región del continente africano. A la demanda de Naciones Unidas se dio igualmente respuesta rápida, como se ha hecho siempre ante una solicitud de cooperación.

Cualquier persona consciente sabe que las decisiones políticas que entrañan riesgos para el personal, altamente calificado, implican un alto nivel de responsabilidad por parte de quienes los exhortan a cumplir una peligrosa tarea. Es incluso más duro todavía que la de enviar soldados a combatir e incluso morir por una causa política justa, quienes también lo hicieron siempre como un deber.

El personal médico que marcha a cualquier punto para salvar vidas, aun a riesgo de perder la suya, es el mayor ejemplo de solidaridad que puede ofrecer el ser humano, sobre todo cuando no está movido por interés material alguno. Sus familiares más allegados también aportan a tal misión una parte de lo más querido y admirado por ellos. Un país curtido por largos años de heroica lucha puede comprender bien lo que aquí se expresa.

Todos comprendemos que al cumplir esta tarea con el máximo de preparación y eficiencia, se estará protegiendo a nuestro pueblo y a los pueblos hermanos del Caribe y América Latina, y evitando que se expanda, ya que lamentablemente se ha introducido y podría extenderse en Estados Unidos, que tantos vínculos personales e intercambios mantiene con el resto del mundo. Gustosamente cooperaremos con el personal norteamericano en esa tarea, y no en búsqueda de la paz entre los dos Estados que han sido adversarios durante tantos años, sino en cualquier caso, por la Paz para el Mundo, un objetivo que puede y debe intentarse.

El lunes 20 de octubre, a solicitud de varios países del área, tendrá lugar una reunión en La Habana con la participación de importantes autoridades de los mismos que han expresado la necesidad de dar los pasos pertinentes para impedir la extensión de la epidemia y combatirla de forma rápida y eficiente.

Los caribeños y latinoamericanos estaremos enviando también un mensaje de aliento y de lucha a los demás pueblos del mundo.

Ha llegado la hora del deber.




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jueves, 16 de octubre de 2014

Fidel | Lo que no Podrá Olvidarse Nunca

Les compartimos este texto del comandante Fidel Castro que nos han enviado nuestros amigos del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba:

 

Lo que no podrá olvidarse nunca

Ayer, domingo 12 de octubre, por la mañana, la edición dominical en Internet del The New York Times —órgano de prensa que en determinadas circunstancias traza pautas sobre la línea política más conveniente a los intereses de su país—, publicó un artículo que tituló “Tiempo de Acabar el Embargo a Cuba”; con opiniones de lo que a su juicio, debe seguir el país.

Hay momentos en que tales artículos son suscritos por algún prestigioso periodista, como alguien a quien tuve el privilegio de conocer personalmente en los primeros días de nuestra lucha en la Sierra Maestra con los restos de una fuerza que había sido casi totalmente eliminada por la aviación y el ejército de Batista. Éramos entonces bastante inexpertos; ni siquiera concebíamos que dar esa impresión de fortaleza a la prensa constituía algo que pudiera merecer una crítica.

No era así como pensaba aquel valiente corresponsal de guerra con una historia que le dio nombre en los tiempos difíciles de la lucha contra el fascismo: Herbert Matthews.

Nuestra supuesta capacidad de lucha en febrero de 1957 era un poco menor, pero más que suficiente para desgastar y derrotar al régimen.

Carlos Rafael Rodríguez, dirigente del Partido Socialista Popular, fue testigo de lo que, después de la Batalla del Jigüe ―en que una unidad completa de tropas selectas fue obligada a capitular tras 10 días de combate, expresé sobre mi temor de que las fuerzas del régimen fueran a rendirse en julio de 1958, cuando sus tropas élites se retiraban precipitadamente de la Sierra Maestra, a pesar de estar entrenadas y asesoradas por los vecinos del norte. Habíamos encontrado la forma adecuada para derrotarlas.

Era ineludible extenderme un poco en este punto si deseaba explicar el ánimo con que leí el mencionado ar­tículo del periódico norteamericano el pasado domingo. Citaré sus partes esenciales que irán entre comillas:

“…el Presidente Obama debe sentir angustia al contemplar el lamentable estado de las relaciones bilaterales que su administración ha intentado reparar. Sería sensato que el líder estadounidense reflexione seriamente sobre Cuba, donde un giro de política podría representar un gran triunfo para su gobierno.

“Por primera vez en más de medio siglo, cambios en la opinión pública estadounidense y una serie de reformas en Cuba, han hecho que sea políticamente viable reanudar relaciones diplomáticas y acabar con un embargo insensato. El régimen de los Castro ha usado dicho embargo para excusar sus fallas y ha mantenido a su pueblo bastante aislado del resto del mundo. Obama debe aprovechar la oportunidad para darle fin a una larga era de enemistad, y ayudar a un pueblo que ha sufrido enormemente desde que Washington cortó relaciones diplomáticas en 1961, dos años después de que Fidel Castro llegó al poder.”

“…el deplorable estado de su economía ha obligado a Cuba a implementar reformas. El proceso se ha vuelto más urgente a raíz de la crisis financiera en Venezuela, dado que Caracas le proporciona petróleo subsidiado. Con el temor de que Venezuela tenga que recortar su ayuda, líderes en la isla han tomado pasos importantes para liberalizar y diversificar una economía que históricamente ha tenido controles rígidos.”

“…el gobierno cubano ha comenzado a permitir que sus ciudadanos se empleen en el sector privado y que vendan propiedades como automóviles y casas. En marzo, la Asamblea Nacional de Cuba pasó una ley con el fin de atraer inversión extranjera. (…) En abril, diplomáticos cubanos comenzaron a negociar los términos de un tratado de cooperación que esperan firmar con la Unión Europea. Han asistido a las primeras reuniones preparados, ansiosos y conscientes de que los europeos van a pedir mayores reformas y libertades ciudadanas.

“El gobierno autoritario sigue acosando disidentes, quienes frecuentemente son detenidos por períodos cortos. La Habana no ha explicado la sospechosa muerte del activista político Oswaldo Payá.”


Como puede apreciarse una acusación calumniosa y gratuita.

“El año pasado se flexibilizaron las restricciones de viaje para los cubanos, lo cual permitió que disidentes prominentes viajaran al exterior. En la actualidad, existe un ambiente de mayor tolerancia para aquellos que critican a sus líderes en la isla, pero muchos aún temen las repercusiones de hablar francamente y exigir mayores derechos.

“El proceso de las reformas ha sido lento y ha habido reveses. Pero en conjunto, estos cambios demuestran que Cuba se está preparando para una era post-embargo. El gobierno afirma que reanudaría con gusto las relaciones diplomáticas con Estados Unidos sin condiciones previas.

“Como primer paso, la Casa Blanca debe retirar a Cuba de la lista que mantiene el Departamento de Estado para penalizar países que respaldan grupos terroristas. Actualmente, las únicas otras naciones en la lista son Sudán, Irán y Siria. Cuba fue incluida en 1982 por su apoyo a movimientos rebeldes en América Latina, aunque ese tipo de vínculos ya no existen. Actualmente, el gobierno estadounidense reconoce que La Habana está jugando un papel constructivo en el proceso de paz de Colombia, sirviendo de anfitrión para los diálogos entre el gobierno colombiano y líderes de la guerrilla.

“Las sanciones por parte de Estados Unidos a la isla comenzaron en 1961 con el objetivo de expulsar a Fidel Castro del poder. A través de los años, varios líderes estadounidenses han concluido que el embargo ha sido un fracaso. A pesar de eso, cualquier iniciativa para eliminarlo ha traído consigo el riesgo de enfurecer a miembros del exilio cubano, un grupo electoral que ha sido decisivo en los comicios nacionales. (…) la generación de cubanos que defienden el embargo está desapareciendo. Miembros de las nuevas generaciones tienen distintos puntos de vista, y muchos sienten que el embargo ha sido contraproducente para fomentar un cambio político. Según una reciente encuesta, el 52 por ciento de norteamericanos de origen cubano en Miami piensan que se debe terminar el embargo. Una amplia mayoría quiere que los países vuelvan a tener relaciones diplomáticas, una posición que comparte el electorado norteamericano en general.

“Cuba y Estados Unidos tienen sedes diplomáticas en sus capitales, conocidas como secciones de interés, que desempeñan las funciones de una embajada. Sin embargo, los diplomáticos estadounidenses tienen pocas oportunidades de salir de la capital para interactuar con el pueblo cubano y su acceso a los dirigentes de la isla es muy limitado.

“En 2009, la administración Obama tomó una serie de pasos importantes para flexibilizar el embargo, facilitando el envío de remesas a la isla y autorizando a un mayor número de cubanos radicados en Estados Unidos a viajar a la isla. También creó planes que permitirían ampliar el acceso a telefonía celular e internet en la isla. Aún así, sería posible hacer más. Por ejemplo, se podría eliminar los límites a las remesas, autorizar mecanismos de inversión en las nuevas microempresas cubanas y expandir las oportunidades para norteamericanos que deseen viajar a la isla.

“Washington podría hacer más para respaldar a las empresas norteamericanas que tienen interés en desarrollar el sector de telecomunicaciones en Cuba. Pocas se han atrevido por temor a las posibles repercusiones legales y políticas.

“De no hacerlo, Estados Unidos estaría cediendo el mer­cado cubano a sus rivales. Los presidentes de China y Ru­sia viajaron a Cuba en julio con miras a ampliar vínculos.

“El nivel y envergadura de la relación podría crecer significativamente, dándole a Washington más herramientas pa­ra respaldar reformas democráticas. Es factible que ayu­de a frenar una nueva ola migratoria de cubanos desesperanzados que están viajando a Estados Unidos en balsas.

“Una relación más saludable podría ayudar a resolver el caso de Alan Gross, un experto en desarrollo que lleva casi cinco años detenido en la isla. Más aún, crearía nuevas oportunidades para fortalecer la sociedad civil, con lo cual gradualmente se disminuiría el control que ejerce el estado sobre la vida de los cubanos. Si bien la Casa Blanca puede tomar ciertos pasos unilateralmente, desmantelar el embargo requeriría una acción legislativa en Washington”.

“… varios líderes del hemisferio se reunirán en Ciudad de Panamá con motivo de la séptima Cumbre de las Américas. Varios gobiernos de América Latina insistieron en invitar a Cuba, rompiendo así con la tradición de excluir a la isla por exigencia de Washington.

“Dada la cantidad de crisis a nivel mundial, es posible que la Casa Blanca considere que darle un giro sustancial a su política respecto a Cuba no es una prioridad. Sin embargo, un acercamiento con la isla más poblada del Caribe que incentive el desbloqueo del potencial de los ciudadanos de una de las sociedades más educadas del hemisferio, podría representar un importante legado para la administración. También ayudaría a mejorar las relaciones de Estados Unidos con varios países de América Latina y a impulsar iniciativas regionales que han sufrido como consecuencia del antagonismo entre Washington y La Habana.”

“…a raíz de la invitación a Cuba a la cumbre, la Casa Blanca no ha confirmado si Obama asistirá.

“Tiene que hacerlo. Sería importante que hiciera presencia y lo considerara como una oportunidad para de­sencadenar un logro histórico.”


¡¡¡¡Una de las sociedades más educadas del hemisferio!!!! Eso sí que es un reconocimiento. Pero, por qué no lo dice de una vez, que en nada se parece a la que nos legó Harry S. Truman cuando su aliado y gran saqueador del tesoro público Fulgencio Batista asaltó el poder el 10 de marzo de 1952, a solo 50 días de las elecciones generales. Aquello no podrá olvidarse nunca.

El artículo está escrito, como puede apreciarse, con gran habilidad, buscando el mayor beneficio para la política norteamericana en la compleja situación, cuando los problemas políticos, económicos, financieros y comerciales se acrecientan. A ello se suman los derivados del cambio climático acelerado; la competencia comercial; la velocidad, precisión y poder destructivo de armas que amenazan la supervivencia de la humanidad. Lo que hoy se escribe tiene una connotación muy diferente de lo que divulgaban hace solo 40 años cuando nuestro planeta se veía ya obligado a albergar y abastecer de agua y alimentos al equivalente de la mitad de la población mundial actual. Esto sin mencionar la lucha contra el Ébola que amenaza la salud de millones de personas.

Añádase que dentro de unos días la comunidad mundial expondrá ante Naciones Unidas si está de acuerdo o no con el bloqueo a Cuba.

Fidel Castro Ruz
Octubre 13 de 2014
8 y 30 p.m.





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domingo, 5 de octubre de 2014

Fidel | Los Héroes de Nuestra Época

Les compartimos este texto del comandante Fidel Castro que nos han enviado desde el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba:



Los héroes de nuestra época

Mucho hay que decir de estos tiempos difíciles para la humanidad. Hoy, sin embargo, es un día de especial interés para nosotros y quizá también para muchas personas.

A lo largo de nuestra breve historia revolucionaria, desde el golpe artero del 10 de marzo de 1952 promovido por el imperio contra nuestro pequeño país, no pocas veces nos vimos en la necesidad de tomar importantes decisiones.

Cuando ya no quedaba alternativa alguna, otros jóvenes, de cualquier otra nación en nuestra compleja situación, hacían o se proponían hacer lo mismo que nosotros, aunque en el caso particular de Cuba el azar, como tantas veces en la historia, jugó un papel decisivo.

A partir del drama creado en nuestro país por Estados Unidos en aquella fecha, sin otro objetivo que frenar el riesgo de limitados avances sociales que pudieran alentar futuros de cambios radicales en la propiedad yanki en que había sido convertida Cuba, se engendró nuestra Revo­lución Socialista.

La Segunda Guerra Mundial, finalizada en 1945, consolidó el poder de Estados Unidos como principal potencia económica y militar, y convirtió ese país —cuyo territorio estaba distante de los campos de batalla— en el más poderoso del planeta.

La aplastante victoria de 1959, podemos afirmarlo sin sombra de chovinismo, se convirtió en ejemplo de lo que una pequeña nación, luchando por sí misma, puede hacer también por los demás.

Los países latinoamericanos, con un mínimo de honrosas excepciones, se lanzaron tras las migajas ofrecidas por Estados Unidos; por ejemplo, la cuota azucarera de Cuba, que durante casi un siglo y medio abasteció a ese país en sus años críticos, fue repartida entre productores ansiosos de mercados en el mundo.

El ilustre general norteamericano que presidía entonces ese país, Dwight D. Eisenhower, había dirigido las tropas coaligadas en la guerra en que liberaron, a pesar de contar con poderosos medios, solo una pequeña parte de la Europa ocupada por los nazis. El sustituto del presidente  Roosevelt, Harry S. Truman, resultó ser el conservador tradicional que en Estados Unidos suele asumir tales responsabilidades políticas en los años difíciles.

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas —que constituyó hasta fines del pasado siglo XX, la más grandiosa nación de la historia en la lucha contra la explotación despiadada de los seres humanos— fue disuelta y sustituida por una Federación que redujo la superficie de aquel gran Estado multinacional en no menos de cinco millones 500 mil kilómetros cuadrados.

Algo, sin embargo, no pudo ser disuelto: el espíritu heroico del pueblo ruso, que unido a sus hermanos del resto de la URSS ha sido capaz de preservar una fuerza tan poderosa que junto a la República Popular China y países como Brasil, India y Sudáfrica, constituyen un grupo con el poder necesario para frenar el intento de recolonizar el planeta.

Dos ejemplos ilustrativos de estas realidades los vivimos en la República Popular de Angola. Cuba, como otros mu­chos países socialistas y movimientos de liberación, colaboró con ella y con otros que luchaban contra el dominio portugués en África. Este se ejercía de forma administrativa directa con el apoyo de sus aliados.

La solidaridad con Angola era uno de los puntos esenciales del Movimiento de Países No Alineados y del Campo So­cialista. La independencia de ese país se hizo inevitable y era aceptada por la co­munidad mundial.

El Estado racista de Sudáfrica y el Go­bierno corrupto del antiguo Congo Belga, con el apoyo de aliados europeos, se preparaban esmeradamente para la conquista y el reparto de Angola. Cuba, que desde hacía años cooperaba con la lucha de ese pueblo, recibió la solicitud de Agostinho Neto para el entrenamiento de sus fuerzas armadas que, instaladas en Luanda, la capital del país, debían estar listas para su toma de posesión oficialmente establecida para el 11 de noviembre de 1975. Los soviéticos, fieles a sus compromisos, les habían suministrado equipos militares y esperaban solo el día de la independencia para enviar a los instructores. Cuba, por su parte, acordó el envío de los instructores solicitados por Neto.

El régimen racista de Sudáfrica, condenado y despreciado por la opinión mundial, decide adelantar sus planes y envía fuerzas motorizadas en vehículos blindados, dotados de potente artillería que, tras un avance de cientos de kilómetros a partir de su frontera, atacó el primer campamento de instrucción, donde varios instructores cubanos murieron en heroica resistencia. Tras varios días de combates sostenidos por aquellos valerosos instructores junto a los angolanos, lograron detener el avance de los sudafricanos hacia Luanda, la capital de Angola, adonde había sido enviado por aire un batallón de Tropas Especiales del Ministerio del Interior, transportado desde La Habana en los viejos aviones Britannia de nuestra línea aérea.

Así comenzó aquella épica lucha en aquel país de África negra, tiranizado por los racistas blancos, en la que batallones de infantería motorizada y brigadas de tanques, artillería blindada y medios adecuados de lucha, rechazaron a las fuerzas racistas de Sudáfrica y las obligaron a retroceder hasta la misma frontera de donde habían partido.

No fue únicamente ese año 1975 la etapa más peligrosa de aquella contienda. Esta tuvo lugar, aproximadamente 12 años más tarde, en el sur de Angola.

Así lo que parecía el fin de la aventura racista en el sur de Angola era solo el comienzo, pero al menos habían podido comprender que aquellas fuerzas revolucionarias de cubanos blancos, mulatos y negros, junto a los soldados angolanos, eran capaces de hacer tragar el polvo de la derrota a los supuestamente invencibles racistas. Tal vez confiaron entonces en su tecnología, sus riquezas y el apoyo del imperio dominante.

Aunque no fuese nunca nuestra intención, la actitud soberana de nuestro país no dejaba de tener contradicciones con la propia URSS, que tanto hizo por nosotros en días realmente difíciles, cuando el corte de los suministros de combustible a Cuba desde Estados Unidos nos habría llevado a un prolongado y costoso conflicto con la poderosa potencia del Norte. De­sa­parecido ese peligro o no, el dilema era decidirse a ser libres o resignarse a ser esclavos del poderoso imperio vecino.

En situación tan complicada como el acceso de Angola a la independencia, en lucha frontal contra el neocolonialismo, era imposible que no surgieran diferencias en algunos aspectos de los que po­dían derivarse consecuencias graves para los objetivos trazados, que en el caso de Cuba, como parte en esa lucha, tenía el derecho y el deber de conducirla al éxito. Siempre que a nuestro juicio cualquier aspecto de nuestra política internacional podía chocar con la política estratégica de la URSS, hacíamos lo posible por evitarlo. Los objetivos comunes exigían de cada cual el respeto a los méritos y experiencias de cada uno de ellos. La modestia no está reñida con el análisis serio de la complejidad e importancia de cada situación, aunque en nuestra política siempre fuimos muy estrictos con todo lo que se refería a la solidaridad con la Unión Soviética.

En momentos decisivos de la lucha en Angola contra el imperialismo y el racismo se produjo una de esas contradicciones, que se derivó de nuestra participación directa en aquella contienda y del hecho de que nuestras fuerzas no solo luchaban, sino que también instruían cada año a miles de combatientes angolanos, a los cuales apoyábamos en su lucha contra las fuerzas pro yankis y pro racistas de Sudáfrica. Un militar soviético era el asesor del gobierno y planificaba el empleo de las fuerzas angolanas. Discrepábamos, sin embargo, en un punto y por cierto importante: la reiterada frecuencia con que se defendía el criterio erróneo de emplear en aquel país las tropas angolanas mejor entrenadas a casi mil quinientos kilómetros de distancia de Luanda, la capital, por la concepción propia de otro tipo de guerra, nada parecida a la de carácter subversivo y guerrillera de los contrarrevolucionarios angolanos. En realidad no existía una capital de la UNITA, ni Savimbi tenía un punto donde resistir, se trataba de un señuelo de la Sudáfrica racista que servía solo para atraer hacia allí las mejores y más suministradas tropas angolanas para golpearlas a su antojo. Nos oponíamos por tanto a tal concepto que más de una vez se aplicó, hasta la última en la que se demandó golpear al enemigo con nuestras propias fuerzas lo que dio lugar a la batalla de Cuito Cuanavale. Diré que aquel prolongado enfrentamiento militar contra el ejército sudafricano se produjo a raíz de la última ofensiva contra la supuesta “capital de Savimbi” —en un lejano rincón de la frontera de Angola, Sudáfrica y la Namibia ocupada—, hacia donde las valientes fuerzas angolanas, partiendo de Cuito Cuanavale, antigua base militar desactivada de la OTAN, aunque bien equipadas con los más nuevos carros blindados, tanques y otros medios de combate, iniciaban su marcha de cientos de kilómetros hacia la supuesta capital contrarrevolucionaria. Nuestros audaces pilotos de combate los apoyaban con los Mig-23 cuando estaban todavía dentro de su radio de acción.

Cuando rebasaban aquellos límites, el enemigo golpeaba fuertemente a los valerosos soldados de las FAPLA con sus aviones de combate, su artillería pesada y sus bien equipadas fuerzas terrestres, ocasionando cuantiosas bajas en muertos y heridos. Pero esta vez se dirigían, en su persecución de las golpeadas brigadas angolanas, hacia la antigua base militar de la OTAN.

Las unidades angolanas retrocedían en un frente de varios kilómetros de ancho con brechas de kilómetros de separación entre ellas. Dada la gravedad de las pérdidas y el peligro que podía derivarse de ellas, con seguridad se produciría la solicitud habitual del asesoramiento al Presidente de Angola para que apelara al apoyo cubano, y así ocurrió. La respuesta firme esta vez fue que tal solicitud se aceptaría solo si todas las fuerzas y medios de combate angolanos en el Frente Sur se subordinaban al mando militar cubano. El resultado inmediato fue que se aceptaba aquella condición.

Con rapidez se movilizaron las fuerzas en función de la batalla de Cuito Cuanavale, donde los invasores sudafricanos y sus armas sofisticadas se estrellaron contra las unidades blindadas, la artillería convencional y los Mig-23 tripulados por los audaces pilotos de nuestra aviación. La artillería, tanques y otros medios angolanos ubicados en aquel punto que carecían de personal fueron puestos en disposición combativa por personal cubano. Los tanques angolanos que en su retirada no podían vencer el obstáculo del caudaloso río Queve, al Este de la antigua base de la OTAN —cuyo puente había sido destruido semanas antes por un avión sudafricano sin piloto, cargado de explosivos— fueron enterrados y rodeados de minas antipersonal y antitanques. Las tropas sudafricanas que avanzaban se toparon a poca distancia con una barrera infranqueable contra la cual se estrellaron. De esa forma con un mínimo de bajas y ventajosas condiciones, las fuerzas sudafricanas fueron contundentemente derrotadas en aquel territorio angolano.

Pero la lucha no había concluido, el imperialismo con la complicidad de Israel había convertido a Sudáfrica en un país nuclear. A nuestro ejército le tocaba por segunda vez el riesgo de convertirse en un blanco de tal arma. Pero ese punto, con todos los elementos de juicio pertinentes, está por elaborarse y tal vez se pueda escribir en los meses venideros.

¿Qué sucesos ocurrieron anoche que dieron lugar a este prolongado análisis? Dos hechos, a mi juicio, de especial trascendencia:

La partida de la primera Brigada Mé­dica Cubana hacia África a luchar contra el Ébola.

El brutal asesinato en Caracas, Vene­zuela, del joven diputado revolucionario Robert Serra.

Ambos hechos reflejan el espíritu heroico y la capacidad de los procesos revolucionarios que tienen lugar en la Patria de José Martí y en la cuna de la libertad de América, la Venezuela heroica de Simón Bolívar y Hugo Chávez.

¡Cuántas asombrosas lecciones encierran estos acontecimientos! Apenas las palabras alcanzan para expresar el valor moral de tales hechos, ocurridos casi simultáneamente.

No podría jamás creer que el crimen del joven diputado venezolano sea obra de la casualidad. Sería tan increí­ble, y de tal modo ajustado a la práctica de los peores organismos yankis de inteligencia, que la verdadera casualidad fuera que el repugnante hecho no hubiera sido realizado intencionalmente, más aún cuando se ajusta absolutamente a lo previsto y anunciado por los enemigos de la Revolución Venezolana.

De todas formas me parece absolutamente correcta la posición de las autoridades venezolanas de plantear la necesidad de investigar cuidadosamente el carácter del crimen. El pueblo, sin embargo, expresa conmovido su profunda convicción sobre la naturaleza del brutal hecho de sangre.

El envío de la primera Brigada Médica a Sierra Leona, señalado como uno de los puntos de mayor presencia de la cruel epidemia de Ébola, es un ejemplo del cual un país puede enorgullecerse, pues no es posible alcanzar en este instante un sitial de mayor honor y gloria. Si nadie tuvo la menor duda de que los cientos de miles de combatientes que fueron a An­gola y a otros países de África o América, prestaron a la humanidad un ejemplo que no podrá borrarse nunca de la historia humana; menos dudaría que la acción heroica del ejército de batas blancas ocupará un altísimo lugar de honor en esa historia.

No serán los fabricantes de armas letales los que alcancen merecido honor. Ojalá el ejemplo de los cubanos que marchan al África prenda también en la mente y el corazón de otros médicos en el mundo, especialmente de aquellos que poseen más recursos, practiquen una religión u otra, o la convicción más profunda del deber de la solidaridad humana.

Es dura la tarea de los que marchan al combate contra el Ébola y por la supervivencia de otros seres humanos, aun al riesgo de su propia vida. No por ello debemos dejar de hacer lo imposible por garantizarle, a los que tales deberes cumplan, el máximo de seguridad en las ta­reas que desempeñen y en las medidas a tomar para protegerlos a ellos y a nuestro propio pueblo, de esta u otras enfermedades y epidemias.

El personal que marcha al África nos está protegiendo también a los que aquí quedamos, porque lo peor que puede ocurrir es que tal epidemia u otras peores se extiendan por nuestro continente, o en el seno del pueblo de cualquier país del mundo, donde un niño, una madre o un ser humano pueda morir. Hay suficientes médicos en el planeta para que nadie tenga que morir por falta de asistencia. Es lo que deseo expresar.

¡Honor y gloria para nuestros valerosos combatientes por la salud y la vida!

¡Honor y gloria para el joven revolucionario venezolano Robert Serra junto a la compañera María Herrera!

Estas ideas las escribí el dos de octubre cuando supe ambas noticias, pero preferí esperar un día más para que la opinión internacional se informara bien y pedirle a Granma que lo publicara el sábado.

Fidel Castro Ruz
Octubre 2 de 2014
8 y 47 p.m.





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domingo, 21 de septiembre de 2014

Exportaciones Esclarecedoras

Cada quien a lo suyo, mientras unos se dedican a invadir y saquear otros se dedican a solidarizarse.

Les compartimo este texto publicado en La Jornada:

 


El gobierno de Estados Unidos reaccionó como siempre, y el de Cuba también. Para combatir el ébola en África occidental, Barack Obama prometió enviar tres mil soldados, y Raúl Castro a 165 médicos y enfermeras, que llegarán a comienzos de octubre a Sierra Leona.

En la llamada Operación Asistencia Unida de Estados Unidos, "ninguno (de los integrantes) de esa fuerza militar proporcionará cuidado directo a los pacientes de ébola", dijo el portavoz de Obama, Josh Earnest. Desde la isla se sabía, sin embargo, que sus enviados harán todo lo contrario y no serán los primeros médicos cubanos que arriben a Sierra Leona.

Ya están allí 23 colaboradores y otros 16 trabajan en Guinea Conakry, dos de los países africanos donde la epidemia se expande y ha cobrado la vida de 5 mil 300 personas, de acuerdo con el reporte de este jueves de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En total, la mayor de las Antillas tiene desplegada en el continente africano cerca de cuatro mil especialistas de la salud, de los cuales más de dos mil son médicos.

"Nuestra participación en la lucha contra el ébola en África no es un hecho aislado; está sustentada en el principio de compartir lo que tenemos", dijo en conferencia de prensa la semana pasada el ministro de Salud Pública de Cuba, Roberto Morales, en la sede de la OMS.

Morales aterrizó en Ginebra menos de 48 horas después de la conversación que sostuvieron el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente cubano, Raúl Castro, en una operación de Naciones Unidas para solicitar ayuda contra el flagelo a varios mandatarios internacionales. En ese encuentro, Castro adelantó la disposición de Cuba de colaborar con todos los países, incluido Estados Unidos.

La brigada Henry Reeve

Los especialistas que arribarán a Sierra Leona forman parte de la brigada Henry Reeve, organizada en septiembre de 2005 y está integrada por médicos preparados para enfrentar desastres y graves epidemias.

Este grupo, que lleva el nombre de un estadunidense que peleó en la guerra por la independencia de Cuba contra el colonialismo español, tiene una historia singular: fue creada por la isla para ayudar a las víctimas del huracán Katrina, que devastó Nueva Orleáns ese año.

En aquella ocasión, el líder cubano Fidel Castro recordó los principios que mueven la colaboración internacional de la isla en materia de salud: "Nosotros ofrecemos formar profesionales dispuestos a luchar contra la muerte. Nosotros demostraremos que hay respuesta a muchas de las tragedias del planeta. Nosotros demostraremos que el ser humano puede y debe ser mejor. Nosotros demostraremos el valor de la conciencia y de la ética. Nosotros ofrecemos vida". (http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2005/esp/f190905e.html)

El presidente George W. Bush se negó de plano a recibir la ayuda humanitaria cubana, a la que voluntariamente se incorporaron 10 mil médicos y enfermeras del país caribeño, con altas competencias profesionales. A pesar de la soberbia estadunidense, la brigada se ha mantenido activa y ha sido noticia –casi siempre local– en otras situaciones de desastre, como las que han asolado Pakistán, Indonesia, Bolivia, Chile y Haití.

Los primeros en llegar y los últimos en irse

En esas naciones, los médicos cubanos suelen ser los primeros en llegar y los últimos en irse. Al regresar de Chile en el invierno de 2011, el doctor Juan Carlos Andux me comentó que los pobladores de Rancagua y Chillán, dos de las ciudades más afectadas por el sismo, le decían: "Ustedes son médicos piel a piel". Al principio, Andux no entendía: "Ellos se referían al afecto, a que escuchábamos sus problemas. Para una población que sufre de estrés postraumático es esencial ofrecer, además de la atención profesional, cariño, seguridad, comprensión, apoyo sicológico".




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miércoles, 17 de septiembre de 2014

Ban Ki Moon y el Ébola

Con el pánico generado a nivel global por el brote de ébola desde las páginas de Cubainformación surge una inquietud:


Basado en varios textos de Norelys Morales Aguilera, en el blog “Isla mía”.

José Manzaneda | Coordinador de Cubainformación

Tras el anuncio del Gobierno cubano de que enviará el mayor contingente mundial de cooperantes sanitarios contra la epidemia de ébola en África, surge una pregunta: ¿aplicará el Gobierno de EEUU el llamado “Cuban Medical Professional Parole”, es decir, el protocolo de captación –mediante el asilo político- de los cooperantes médicos de Cuba, que lleva a cabo en todas las embajadas y consulados del mundo? Y, de darse algún caso de esta práctica tan poco presentable, ¿será noticia de prensa internacional?

Es una interesante pregunta, ahora que la solidaridad médica de Cuba sí ha sido noticia –por fin- en algunos grandes medios internacionales.

Recordemos: días atrás, el Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki Moon telefoneaba a cinco mandatarios mundiales, para pedirles colaboración urgente contra la epidemia de ébola en África. Cuatro de ellos eran  presidentes de potencias económicas -EEUU, Francia, Reino Unido y el Consejo Europeo-. El quinto –algo sorprendente-, el presidente de un pequeño país del Tercer Mundo: Cuba.

Curiosamente, quien daba la primera respuesta positiva era este último, que en apenas 72 horas enviaba a Ginebra a su Ministro de Salud y al director del Instituto Cubano de Medicina Tropical “Pedro Kourí”. Allí, junto a la Directora General de la Organización Mundial de la Salud, anunciaban el envío de 165 expertos a Sierra Leona. Margaret Chan y Ban Ki Moon agradecían públicamente al presidente Raúl Castro por ser Cuba “el primer país en dar un paso al frente al llamado de la ONU”.

Ninguno de los grandes medios, sin embargo, remarcaba este hecho insólito: que un pequeño país del Sur sometido a bloqueo económico haya tomado la delantera a las grandes potencias en un tema trascendental para la Humanidad.

Otros medios reproducían un reportaje de France-Presse (AFP), que reducía la solidaridad médica cubana a una interesada política de “diplomacia médica” y de venta de servicios sanitarios a escala mundial. Esta agencia francesa dedicaba la mayor parte del texto -más que a informar de la iniciativa de Cuba para África- a relatar las resistencias de la élite médica en los países donde se ha implantado la colaboración médica cubana.

El mensaje de France-Presse, difundido por decenas de medios, tiene una carga política evidente: los 50.731 cooperantes cubanos que hoy están en 66 países de América Latina, Asia y África son meros instrumentos del Gobierno cubano para obtener divisas y votos en la ONU.

Pero lo que esta agencia no dice es que, en 40 de esos 66 países, en los más pobres, Cuba asume todos los gastos de los programas de ayuda. Solo en los otros 26 –en naciones con recursos, como Venezuela, Brasil o Sudáfrica- existe una contraprestación económica que sirve para autofinanciar el sistema de salud de Cuba. Algo absolutamente justo, pero que ofrece al mundo un ejemplo peligroso para los poderosos: el de países del Sur que se unen para intercambiar sus recursos y compartir sus fortalezas en beneficio de las poblaciones más vulnerables, en un esquema ajeno a las reglas de la globalización capitalista.

En estos días, lejos de los flashes de la prensa internacional, numerosos profesionales de la salud se están presentando de manera voluntaria en las direcciones municipales de salud de toda Cuba, para ir a África. Al mismo tiempo que las acciones de Tekmira Pharmaceuticals, empresa financiada por Monsanto y por el Departamento de Estado de EEUU, subían súbitamente -casi un 50 %- ante las perspectivas de encontrar un lucrativo medicamento contra el ébola. Pero esto, sin duda, no será motivo de un reportaje en la agencia France-Press. A fin de cuentas, es la forma “lógica y normal” de funcionar en este mundo gobernado por la mano invisible del mercado.

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