Un blog desde la diáspora y para la diáspora

jueves, 31 de octubre de 2013

Overtrails: Turismo para la Diáspora Vasca

Les presentamos esta nota que ha sido publicada en la página de Euskal Kultura:

¿Quieres conocer Euskal Herria de una manera diferente? ¿Sentirla y experimentarla como si vivieras allá? Eso es lo que propone el Grupo Itsaslur con Overtrails, un viaje que se sale de las rutas turísticas habituales, diseñado especialmente para las comunidades vascas de la Diáspora. Itsaslur estará en la Semana Nacional Vasca de Villa María (Argentina) del 8 al 10 de noviembre, para presentar a los asistentes los 3 tipos de programas que ofrece Overtrails: viajes culturales, programas de inmersión lingüística al Euskera y programas experienciales para conocer de forma directa la vida de los arrantzales, baserritarras, hacer queso, elaborar sidra, etc.
El Grupo Itsaslur, con sede en Pamplona, va a acudir a la Semana Nacional Vasca Argentina, que se celebra la próxima semana en Villa María, para presentar in situ a la Diáspora el 'Overtrails Tour Operador'. Se trata de un programa de viajes para conocer Euskal Herria diseñado especialmente para la Diáspora y los descendientes de vascos. Este programa, explican sus impulsores, pretende "crear un puente para que a través del turismo tengamos un mutuo conocimiento mayor y una relación mas estrecha de lo que existe hoy en día".

Karlos Agirre, de Itsaslur, realizará varias presentaciones en Villa María, del 8 al 10 de noviembre. Quienes deseen ponerse en contacto con él para recibir más información o para acordar una cita, pueden enviar un e-mail aquí.

Overtrails ofrece tres tipos de viajes, que permitirán a los viajeros vivir y experimentar Euskal Herria desde dentro. Son los siguientes:

-Programas de experiencias y viajes culturales

Programas de 8 a 12 días en Euskal Herria "para tener la experiencia de cómo son los modos de vida tradicional de nuestra cultura, de cómo vivían nuestros ascendientes en la tierra que tuvieron que dejar, en un momento dado de su vida", apunta Karlos Agirre, de Itsaslur. Con guías y patrones vascoparlantes y acompañantes de habla inglesa/española para grupos a partir de 6 pers (desde 2 personas bajo petición). Alojamiento en antiguos baserris reconvertidos en agroturismo, como el caserío Erraizabal, sede del Ecomuseo del Pastor; el caserío Aikur, con su escuela de apicultura; el caserio Gomiztegi, a unos 3 kilómetros del Santuario de Arantzazu; o el baserri Txindurri Iturri, donde se elabora sidra ecológica y se vive al modo tradicional.

"Además de bañarnos en las playas de Deba, irnos de pintxos por Getaria, Zumaia, Zarautz, Bermeo o Donostia-San Sebastián, adonde que llegaremos navegando en el barco "Johnny Maracas", conoceremos la historia del Flysch de Zumaia", añade Agirre. "Visitaremos los Museos Guggenheim de Bilbao, Balenciaga en Getaria, y desde Pasaia, tomando como base el antiguo atunero y hoy Barco Museo Mater, podremos conocer cómo viven los arrantzales, las artes de pesca tradicionales y sostenibles y la vida a bordo de un atunero".

-Inmersión lingüística en euskera

Programa de 5 semanas para aprender o mejorar el nivel de euskera de los participantes. Consistente en 3 semanas de clases en Pamplona, con alojamiento en casas de familias euskaldunes. A continuación, 2 semanas de inmersión lingüística y cultural en familias euskaldunes en el norte de Navarra. Las clases estarán a cargo de IKA y se impartirán en Pamplona, en su Euskaltegi Arturo Campion, al lado de la Plaza del Castillo.

-Barnetegis experienciales

Estancias de unos 12/14 días en la costa vasca para practicar el euskera, con alojamiento en Zumaia, Legazpia y la zona de Pasaia. "Mientras vivimos la experiencia de los modos de vida tradicionales, perfeccionaremos nuestro nivel de euskera. Por las mañanas realizaremos los programas experienciales en el medio rural y marino, y por las tardes tendremos charlas y clases de unas 2 horas, combinando la temática que estamos viviendo en ese momento, con gramática", explica Karlos Agirre.



.
.





°

Fernández Díaz Amenaza a Onintza Enbeita

Les dejamos con este par de videos con respecto a nuestra nota anterior. En el segundo queda claro el cinismo con el que miente Jorge Fernández Díaz (el mismo que defendiera la validez de la Doctrina Parot tras el fallo a favor de Inés del Río) y la no tan velada amenaza en contra de Onintza Enbeita:

Aquí la participación de Onintza Enbeita:


.
.



Aquí la torticera respuesta por parte de un alto ministro del régimen borbónico franquista, con todo y los puntos que le han puesto sobre las íes:


.
.






°

Torturan y Tuercen la Justicia

Continúa el contumaz juicio en contra de los jóvenes independentistas vascos, y mientras tanto, altos mandos del régimen borbónico-franquista se mofan de la justicia haciendo declaraciones cínicas que lo único que muestran es que están desesperados pues el tiempo se les acaba.

Aquí una nota al respecto publicada en Gara:

«Se les ve efectivamente a las torturas gravísimas a las que están siendo sometidos. No hace falta más que ver sus caras, con esos globos que hinchaban y sus risas. Es un escarnio lo que dice . Y es mentira». Esta fue la fórmula elegida por el ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, para negar las denuncias de malos tratos realizadas por los jóvenes acusados en el macrojuicio que se desarrolla en la Audiencia Nacional desde el 14 de octubre. Lo hizo durante una interpelación defendida por Onitza Enbeita, que aludió a aquellos terribles relatos, y que coincidió, precisamente, con la segunda jornada de declaraciones policiales del proceso contra el movimiento juvenil. Una sesión en la que, nuevamente, policías y guardias civiles testificaron en solitario, sin la presencia de los acusados en la sala, después de que el tribunal accediese a su negativa de presenciar el relato de sus torturadores.

«La Policía española y la Guardia Civil torturan», denunció Enbeita, que recordó casos como el de Mikel Zabaltza, Gurutze Iantzi o Unai Romano, al tiempo que denunciaba la impunidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que se ha mantenido desde la dictadura franquista hasta la actualidad. «La Policía y la Guardia Civil torturan y el Estado esconde y ampara sus crímenes», recordó. Por ello, instó al Ejecutivo a poner fin a estas prácticas, investigar las demandas, acatar las recomendaciones internacionales y resarcir a las víctimas. No hubo respuesta.

Apoyo a Intxaurrondo

«Lo que es una tortura es escuchar lo que acaba de decir», arrancó Fernández Díaz. Frente a las demandas concretas de la portavoz abertzale, el titular de Interior desplegó un argumentario basado en negarlo todo, reiterar su apoyo a los uniformados (con mención expresa a los cuarteles de Leitza e Intxaurrondo) y aferrarse a la exigencia de condenas. Llegó incluso a subir el tono advirtiendo que la diputada podía pronunciar «injurias y calumnias» porque «le ampara la inmunidad parlamentaria». Para apoyar sus tesis, Fernández Díaz enarboló los datos judiciales de denuncias de torturas y policías condenados. Concretamente, según el ministro, entre 2008 y 2011 supuestamente se investigaron 4.861 denuncias en función de las cuales fueron condenados 46 policías y guardias civiles, lo que representa un 1%. De este modo, Fernández Díaz obviaba, precisamente, la razón por la que el Estado ha sido condenado en instancias internacionales: la falta de diligencia a la hora de desarrollar las pesquisas.

Mientras Interior se enrocaba en el Congreso, los policías hacían lo propio en la Audiencia Nacional. Todos los agentes que testificaron negaron los malos tratos e incluso llegaron a afirmar que los jóvenes se habían mostrado «colaboradores» y «tranquilos». Concretamente un policía habló sobre el traslado de Eñaut Aiartzaguena, afirmando que fue «medio dormido». El joven había relatado haber sido golpeado durante el camino a Madrid. Tras la de ayer, la próxima sesión se celebrará el 25 de noviembre.
DDHH de Donostia rechaza los juicios y convoca un acto por todas las víctimas

La cuestión de los macrojuicios políticos en marcha fue uno de los temas abordados ayer en la Comisión de Derechos Humanos del Ayuntamiento de Donostia, que continúa trabajando con la única presencia de ediles de Bildu y PNV tras el reciente abandono del PSE, que se unía así al PP.

Los dos grupos presentes acordaron demandar «la suspensión de los juicios penales contra actividades políticas públicas» y concretamente los que se vienen realizando en la Audiencia Nacional contra Batasuna y los jóvenes independentistas.

PNV y Bildu reclaman en paralelo «que se archiven los juicios políticos que todavía no se han llevado a cabo y que se libere a todas las personas que están presas como consecuencia de los mismos». La Comisión de Derechos Humanos donostiarra añade que trasladará este acuerdo a la Audiencia Nacional.

En la misma sesión -con el alcalde Juan Karlos Izagirre en calidad de presidente, Axier Jaka como representante de Bildu y Eneko Goia en nombre del PNV-, se decidió organizar un acto para el 9 de noviembre que recuerde «a todas las víctimas».

Esta celebración dará continuidad a las iniciativas impulsadas ya por el Ayuntamiento de la capital guipuzcoana en años precedentes. En el acto de diciembre de 2012 se consiguió unir a todos los grupos municipales.

La cuestión de las víctimas, sin excepciones, estuvo muy presente también en la reciente conferencia internacional sobre la construcción de la paz desde el ámbito local, auspiciada por Izagirre y celebrada en Aiete y el Kursaal.

Junto a todo ello, en la sesión de la Comisión Especial de Derechos Humanos se aprobó una declaración propuesta por la asociación Demagun y basada en el bicentenario de la quema y el comienzo de la reconstrucción de Donostia. Se toma como base para una declaración institucional de cara al Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre), en la que se reivindicará «un mundo común» contra los conflictos bélicos.




°

miércoles, 30 de octubre de 2013

Lacayos del Imperio

El pueblo vasco a librado una valerosa batalla por su autodeterminación. Pero después de leer lo que sigue, debieran ser muchos los españoles que se levanten de sus poltronas para hacer algo en contra de un régimen que simplemente no los representa: lean, ha sido publicado en el blog Moncada:


La intrusión del Servicio de Inteligencia estadounidense en la vida cotidiana de millones de españoles fue más fruto de la cooperación entre ambos países que de un abuso de poder norteamericano. Los servicios de Inteligencia españoles no sólo conocían el trabajo de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA, en sus siglas en inglés), sino que además le facilitaban sus tareas, según muestran varios documentos filtrados por Edward Snowden, a los que El Mundo ha tenido acceso en exclusiva.

Los nuevos documentos de Snowden muestran ahora cómo los servicios secretos estadounidenses cuentan con la colaboración de diferentes países -entre ellos, España en un lugar destacado-, para tener acceso a "la información de Inteligencia, incluyendo los metadatos".

El documento secreto y oficial de la NSA titulado Sharing computer network operations cryptologic information with foreign partners (Compartiendo información de computación y criptología operacional con compañeros extranjeros) clasifica la cooperación de los países en cuatro niveles.

España forma parte de un segundo grupo, el de "cooperación centrada", junto a otros 19 países, todos ellos europeos con excepción de Japón y Corea del Sur. Según el documento, la NSA "debe evaluar cuidadosamente cualquier cooperación con los países de este grupo, con la meta de aplicar un criterio consistente para el beneficio neto de los intereses estadounidenses".

"Los países de este nivel no deben tener programas de CNA (ataques de computación en red) contra los Estados Unidos o sus intereses (...), tienen que ser aliados seguros y deben ser capaces de proteger la información clasificada por los Estados Unidos", completa el informe. Advierte, sin embargo, que esos países "pueden recoger inteligencia contra los Estados Unidos a través de CNE(Explotación de computación en red) y por esta razón compartir CNE y CND (Defensa de Computación en Red) puede a veces suponer claros riesgos". Y avisa, por último, de que "los aliados que supongan tales riesgos requieren una consideración especial antes de que cualquier cooperación sea aprobada".

El documento explica cada paso de las operaciones, enmarcado en un plano de "orientación en cooperación extranjera en operaciones de computación en red", dentro del "director de Inteligencia Central (DCI)". Se explican los diferentes tipos de operaciones de computación en red (CNO), cuyas "aptitudes e informaciones» serán compartidas entre los Estados Unidos y los países aliados a su política de espionaje.

Dicho de otro modo, el Centro Nacional de Inteligencia español -nunca mencionado en los documentos, pero responsable de la Inteligencia española- habría permitido y/o ayudado a la primera potencia mundial a intervenir esas 60 millones de llamadas telefónicas los pasados diciembre y enero, mostradas en la primera publicación de este diario de los documentos de Snowden, violando de esta manera el derecho a la intimidad de los afectados.




°

lunes, 28 de octubre de 2013

Entrevista a Ana Stanic

Puf, las palabras vertidas por la eslovena Ana Stanic en esta entrevista publicada en Gara va a levantar más de un resquemor.

Lean ustedes:


La trayectoria de Ana Stanic, invitada a una conferencia por EA, impresiona. Se licenció en Derecho Internacional en Australia, luego continuó en Cambridge para centrarse en la UE y ahora da clases en la universidad de Dundee, Escocia. Tiene un bufete en Londres que asesora a varios estados y también ha trabajado para el Banco Central y el Ministerio de Exteriores eslovenos.

Aritz Intxusta

Ana Stanic parece demasiado joven como para creerse su currículum. En el trato da una imagen cercana, sin los engolamientos típicos de los diplomáticos. Se expresa con propiedad pero utiliza términos bastante sencillos, y ejemplos, lo que resta aridez a una temática que a veces se escapa al ciudadano. Cuando tiene una cosa clara, responde con contundencia.

Desde Madrid martillean con que Catalunya y Euskal Herria quedarían fuera de la UE si alcanzaran la independencia. ¿Es es cierto o agitan un fantasma?

El derecho europeo no tiene leyes al respecto. En realidad, no existe un método que nos permita saber qué ocurriría exactamente. Son unas reglas que la Unión Europea tendrá que crear. Personalmente, no sé en qué se basa Durao Barroso cuando hace esas afirmaciones tan tajantes para corroborar el discurso español. Por otro lado, a nadie debe extrañar que esas pautas sobre cómo ha de funcionar la secesión dentro de un Estado miembro no se hayan abordado. A fin de cuentas, el derecho europeo lo deciden los estados y, por definición, los estados no van a decidir cosas que van en su contra.

Con evidentes ansias independentistas en Flandes, en Escocia, en Catalunya o en Euskal Herria, resulta extraño que todo lo que haya preparado la UE sea un folio en blanco. ¿Nadie se ha planteado, por ejemplo, que si Flandes se va Bruselas estaría fuera de la Unión?

Y te has olvidado a los corsos y a otros muchos más pueblos. La eventual división de algún estado miembro arroja paradojas más graves que la de Bruselas desde un punto de vista legal. A mi juicio, el más importante es el asunto de la ciudadanía. El propio Tratado de Lisboa define la pertenencia a la UE como un derecho ciudadano, no solo como un pacto entre estados. Ahora mismo, los vascos y los catalanes sois ciudadanos de pleno derecho de la Unión Europea. Incluso habéis refrendado la Constitución Europea. Esa ciudadanía no se os puede quitar con las actuales leyes de la Unión. Queda la posibilidad de que, si se independizan, vascos y catalanes acaben siendo ciudadanos de la UE que viven en países que están fuera de la UE. Esa paradoja obligaría a abrir un debate constitucional.

¿Y el euro?

Sobre esta cuestión hay un ejemplo muy claro, que es el de Montenegro y Kosovo. Cuando se produjo la independencia de ambos países, estos decidieron de manera unilateral proclamar el euro como su moneda. La Unión Europea no pudo hacer nada. Es decir, vascos y catalanes podrán también decidir de forma unilateral si quieren continuar con el euro. En mi opinión, la moneda es un asunto muy importante en la creación de un nuevo estado, sobre todo en los primeros momentos. Cambiar de moneda de un día para otro supone un golpe para los negocios, y hay que poder garantizar que esa transición va a ser sin demasiadas estridencias. Las empresas deben funcionar sin problemas antes, durante y después del proceso de independencia. En eso está fallando Escocia.

¿En qué se están equivocando los escoceses?

El caso escocés es muy distinto, dado que forman parte de la UE pero Reino Unido no quiso entrar en la zona euro. Y Londres les ha dicho que no podrán seguir utilizando la libra. Por tanto, tienen un problema serio. Deberían abordar estas negociaciones enseguida. Es muy importante acordarlo todo y hay muchas cosas de las que todavía no han hablado. Uno no es independiente justo después de ganar un referéndum, depende de la negociación.

Desde su experiencia, ¿en qué centraría esas negociaciones con el Estado?

Una de las claves es atar cómo se dividirán los bienes económicos del Estado que se va a dividir. Nosotros los eslovenos no lo hicimos del todo bien; debimos hacer que Serbia congelara esos bienes, porque, para cuando alcanzamos un acuerdo, habían pasado más de diez años desde nuestra independencia y, claro, muchos de esos bienes habían desaparecido.

Aquí, Madrid solo dice que los catalanes se llevarían su deuda. ¿De qué bienes está hablando?

Bueno, pues entre otras cosas de las reservas de oro, de la parte correspondiente de los bienes del Ejército...

Perdone, ¿me está diciendo que, si nos independizamos, nos podríamos quedar con un par de cazas del Ejército y alguna fragata española?

Te sorprendería la cantidad de bienes que tiene el Ejército. En nuestro caso, eran 60.000 millones de dólares. Pero claro, cuando llegó el acuerdo todo eso se quedó en nada. Por eso hicimos mal en no coger la calculadora en su momento. Lo que quiero dejar claro es que existen unos derechos sobre todas todas esas cosas que, aun estando fuera de Catalunya o Euskal Herria, son suyas en buena parte. Son bienes de muy distinto tipo. Por ejemplo, en el caso de Escocia el bien más importante en disputa son los derechos sobre el Mar del Norte.

¿Y eso cómo se divide?

No hay una regla establecida. Por ejemplo, en la República Checa se realizó en base a la población. Pero no siempre es así. Estas cosas se reparten con mucho diálogo y negociaciones.

¿Y si el diálogo es con una pared? ¿Y si la otra parte no quiere negociar?

En caso de que sea una declaración de independencia unilateral, en la que el Estado no quiere hablar, también se puede negociar con el FMI. Ahí sí que existen, más o menos, unas pautas.

La filantropía de la banca es cuestionable. Pero claro, no se reparte solo lo bueno, también la deuda del Estado.

El FMI tuvo un papel muy activo en la independencia de mi país. Los bancos preferían que la deuda la pagáramos los eslovenos que Serbia. Hubo que pelear. Casi lo primero en dividirse en un proceso independentista son las deudas y, en este asunto, la presión de los bancos es muy importante. Ocurre lo mismo que con los bienes: hay bienes que están localizados en los nuevos estados y deuda generada por esas regiones. Hasta ahí todo es más o menos claro. Los otros bienes y obligaciones son más complejos. Por eso merece la pena sentarse a negociar cuanto antes. Y no es lo mismo una secesión que una disolución del estado. Todo tiene consecuencias y todo se debe valorar.

«Debes saber quién te reconocerá como Estado antes de lanzarte»

Con los precedentes que ha habido de declaraciones unilaterales de independencia, ¿hasta qué punto un Estado puede impedir la secesión?

No está prohibido que un pueblo se declare independiente, pero si al día siguiente nadie le reconoce como Estado, va a tener un problema muy serio. Es lo que le ocurre, por ejemplo, a Palestina, que está presente a medias en los organismos internacionales. Palestina es un país, pero no actúa como un Estado independiente. Hay que empezar a mirar cuanto antes qué países estarían dispuestos a reconocerte como Estado antes de proclamar una independencia unilateral. Es algo que debes saber de antemano, antes de lanzarte.

¿Qué remarcaría usted de la experiencia eslovena?

Actualmente Eslovenia pasa por una situación difícil, como el resto de la Unión Europea. Eso, en parte, es fruto de que hubo cosas a las que no dimos importancia en su momento. Se puede aprender mucho de otros procesos de creación de países, valorar cuáles fueron sus aciertos y cuáles sus errores. Sin embargo, a día de hoy, no creo que haya nadie en Eslovenia que se arrepienta de haber alcanzado la independencia.

¿Sobre qué base partió Eslovenia hacia la independencia? ¿Tuvieron que crear muchas instituciones nuevas para poder convertirse en Estado?

Nosotros veníamos de una República Federal, por lo que teníamos las instituciones básicas que posee un Estado, incluido un Banco Central, que es una pieza clave para la independencia de un país. Eso no implica que no se necesitara un debate profundo para la transformación. En un proceso así, hay que acordar entre todos el modelo institucional, educativo, la moneda, la política exterior, etc. Es importante que este debate se realice de manera democrática e inclusiva. Me refiero a que hay que garantizar los derechos de las distintas minorías y darles seguridad para poder empezar sobre una base firme.


Ya nos preguntábamos si los ciudadanos de las naciones surgidas tras la debacle de Yugoslavia iban a mostrar algún tipo de solidaridad con Euskal Herria.



°

sábado, 26 de octubre de 2013

Sucia Geopolítica en el Medio Oriente

Les presentamos este texto que nos ha sido enviado por correo electrónico:

Agitprop occidental sobre Siria, un arte en el que nada se deja al azar

Bahar Kimyongur
Hay que reconocerlo: en asuntos internos al igual que en geopolítica, nuestros medios, intelectuales y estrategas mainstream manejan a la perfección el arte, por no decir el arma, de la retórica de la inversión. Queriendo por un lado enfrentarse a cualquier precio con el gobierno de Damasco, y por el otro purgar el espacio público de las voces críticas y disidentes sobre el conflicto sirio, no temen adherir a ideologías, propagandas y militantismos dignos de las compañías de teatro soviéticas de agitprop. Encontraremos bajo sus plumas, por aquí y por allá, un toque autocrítico para darse aires libertarios y de pluralismo. Pero conscientemente o no, nos vuelven a servir la vieja sopa de siempre en sus fiambreras de soldados del sistema. Pongamos el foco en la guerra del lenguaje llevada a cabo por nuestros "expertos" empotrados en Siria. Sin blindado y sin camuflaje.
Ya fue el caso del conflicto libio en 2011. Un joven de las afueras de Bengazi, reclutado en una mezquita salafista y haciendo un gesto de degollar el cuello con su pulgar mientras grita Allah ou Akbar, se convertía de manera milagrosa en un encantador luchador por la libertad.

En cambio, sus compañeros franceses del "gang de Roubaix" o de "Forsane Al Izza" no fueron objeto de los mismos elogios. Recordemos que las unidades del RAID no se anduvieron con miramientos para "neutralizar" al hermano tolosano del barbudo de Benghazi.

Entonces, imaginad la cara y el discurso de los presentadores de telenoticias de TF1, imaginad la actitud del ejército francés si entre 6.000 a 8.000 Mohamed Merah se desplegasen en Paris, Marsella o Lyon, como eso sucede en Homs, Damasco o Alepo.

Ídem respecto a los comandos catarís, saudíes o egipcios que fueron a emprender el yihad contra la Libia verde de Muamar El Gadafi. Todos aquellos legionarios fueron descritos como humanistas apasionados por la democracia. Sin embargo, un militante panafricano de origen nigeriano, maliense o saharaui que combatía al lado de Moammar Gadafi se transformaba en vulgar mercenario, preferentemente "violador", para conservar la fantasía del Negro libidinoso. Con cargamentos de viagra suministrados por el coronel, ¡por favor!

En lo que se refiere a Libia, ha habido tanta desinformación como arena en el desierto de Sirte.

Es la misma historia en Siria.

Al yihadista sirio armado por Riad y Doha que remata a su víctima según prácticas satánicas, se le disfraza como un guerrillero romántico bajo el teclado mágico de nuestros "spin doctors". Pero un soldado sirio que resiste a una invasión extranjera es presentado secamente como una especie de SS a sueldo de la "secta alauí". Un civil armado progubernamental que defiende su barrio contra las incursiones terroristas, contra los secuestradores de rehenes, y los ladrones, es de oficio un chabbiha (partidario armado del régimen) "quebrantador de huesos y cráneos".

Incluso el miliciano disciplinado y patriota del Hezbollah libanés que se encuentra en su tierra, se convierte en un odioso terrorista "auxiliar de la dictadura alauí".

Otra comparación: cuando nuestros soldados matan inocentes, a eso se le llama un error.

A los milicianos del Ejército sirio libre (ESL), por ser nuestros protegidos, las masacres que cometen se maquillan en errores incluso cuando sus salvas tienen como objetivo los barrios residenciales, hospitales, escuelas, y cuando asesinan al periodista Gilles Jaquier, al igual que a nueve manifestantes pro-Assad en Homs.

Al contrario, cuando es el ejército sirio quien mata a inocentes, lo que desafortunadamente sucede muy a menudo, a eso se le llama una masacre premeditada.

Un cazabombardero de la OTAN lleva a cabo golpes dirigidos, quirúrgicos, se nos dirá, aun a riesgo de hacer un pleonasmo.

Pero cuando el ejército sirio envía sus MIG o acciona su artillería contra terroristas y mercenarios después de haber evacuado a la población civil (si los secuestradores lo permiten) para evitar las victimas colaterales, a eso se le llama un "machaque intensivo", una "masacre", o una "carnicería".

Otro descubrimiento brillante de nuestros fabricantes del prêt-à-penser, el terrorismo existiría en todas partes del mundo excepto en Siria, donde esa etiqueta sería una exclusividad del régimen de Damasco.

Mejor aún, el terrorismo que hace estragos en Siria desde mucho antes del comienzo de la primavera árabe sería una "profecía que se auto cumple", o de cómo la prensa occidental inventa leyendas urbanas. [1]
Puede entenderse fácilmente la falta de afán por parte de Occidente en reconocer ese tipo de terrorismo: implicaría un reconocimiento del derecho del régimen sirio a la legítima defensa.

Para hacer conocer la realidad del terrorismo anti-sirio a pesar del catecismo maniqueo dentro del que algunos "expertos" de Siria pretenden encerrarnos, publiqué, en abril de 2012, un texto titulado El terrorismo anti-sirio y sus conexiones internacionales, en el que describía la consanguinidad entre los tres movimientos yihadistas anti-sirios de antaño, de ayer y de hoy. Es decir, entre los Hermanos musulmanes sirios que devastaron el país en los años 70 y 80 antes de ser eliminados en 1982 en Hama por el ejército sirio; los movimientos anti-chiíes como Ousbat al Ansar, Fatah Al Islam o Jound Al Cham que contaminaron los campos palestinos del Líbano al comienzo de los años 2000, y que luego vieron incrementarse sus fuerzas tras la partida de las tropas sirias del país del Cedro ( abril 2005), sobre todo por la zona de Trípoli, hasta el punto de acosar al ejército sirio en su propio territorio y golpear Damasco; y por fin, las actuales filiales de Al Qaeda en Siria, como el Frente al Nosrah, Ahrar Al Cham, la Brigada Tawhid ,etc. que van viento en popa gracias a la pretendida "primavera siria".

Salvo algunos medios alternativos, nadie de la gran prensa se ha interesado en la génesis del terrorismo anti-sirio. Hay como una especie de tabú respecto a ese tema.

A tal punto que, desde el comienzo de la primavera siria, algunos "expertos" quisieron hacernos creer que en Siria no existía tradición del Islam takfirista y conquistador.

Por mucho que quisiéramos recordarles que los mayores Inquisidores del Oriente medieval eran sirios, en especial Ibn Taymiyya, al igual que sus discípulos Ibn Kathir y Ibn Qayyim, que algunas regiones del país se ven inundadas a diario de las prédicas retransmitidas por cadenas satélites saudíes como Iqraa, Wessal o Safa TV, que describen a los alauíes como más viles que los judíos y los cristianos, y que exigen "purificar" el país de los "impíos", que por esa razón, en algunos lugares recónditos de Siria, especialmente en la periferia de las zonas de población alauí, los no suníes e incluso los suníes laicos no son bienvenidos desde hace lustros, según nuestra prensa oficial sería el gobierno laico y multi-confesional de Damasco el responsable a pesar de todo de la "comunitarizacion" del conflicto sirio.

Nos preguntamos qué interés podría tener Damasco alimentando la hostilidad hacia la población suní mientras que el grueso de los efectivos militares y en lo esencial la élite política y económica del país es suní.

¿Por qué pues un gobierno que se beneficia del apoyo de la mayoría suní del país querría alienarse esa mayoría?

Los que conocen el país saben perfectamente bien que la ideología oficial no tolera de ningún modo el discurso sectario. Toda propaganda de carácter « ta'ifiyyé » (sectario) está sometida al castigo penal en Siria.

Ahora bien, sólo la oposición utiliza la retórica sectaria, designa a los alauíes como a "los enemigos" o los responsables de la represión y de las injusticias reales o supuestas, acusa a los drusos y a los cristianos de colusiones con el "régimen alauí" y amenaza a los suníes que ocupan un lugar en el gobierno con represalias por su pretendida traición hacia sus correligionarios.

Llevadas de la mano por las potencias suníes (Turquía, Jordania, Estados miembros del Consejo de cooperación del Golfo), la oposición siria es el único bando que verdaderamente puede sacar provecho de la "confesionalización" del conflicto.

En realidad, el fermento que une a todas esas fuerzas contra el régimen sirio no tiene nada que ver con la democracia.

Es esencialmente la guerra contra Irán y sus apoyos políticos (Siria) y religiosos (Hezbollah) lo que interesa a los socios capitalistas de la "revolución siria". [2]
Conviene recordar aquí que el odio anti-chií destilado por los regímenes reaccionarios árabes de inspiración suní se exacerbó en particular después de las dos victorias de Hezbollah frente a Israel, la del 25 de mayo de 2000 que permitió liberar el Sur del Líbano de la ocupación sionista, y la que coronó la "Guerra de los 33 días" durante el verano de 2006.

Aquellas dos victorias fueron obtenidas gracias al apoyo infalible de Damasco. Desde entonces, las fotos de Hassan Nasrallah, secretario-general de Hezbollah, al lado de Bachar El-Assad, florecieron por todo el país, lo que no satisfizo a todo el mundo.

Efectivamente, el refuerzo de la fraternidad estratégica e ideológica entre la Siria resistente y el Líbano resistente fue el argumento esgrimido por los fundamentalistas suníes apasionados por las teorías del "complot chií" como amenaza para « Ahl Al Sunna », la comunidad de los suníes.

Gracias a nuestra prensa, la gran mayoría de la opinión pública occidental ignora que los reyezuelos del Golfo se asustaron a tal punto de ver a un movimiento chií humillar a Israel y generar una simpatía supra-confesional en la opinión árabe, que le acusaron de "aventurista", "provocador" e "irresponsable".

Después de esta precisión necesaria, volvamos a otros casos de abuso de lenguaje de nuestra prensa desplazada al frente sirio.

Cuando a un país aliado se le ataca por grupos armados, estos últimos son de oficio terroristas.
Así, el 5 de agosto de 2012, dieciséis militares egipcios fueron asesinados en el Sinaí, no por rebeldes sino por "terroristas". [3]

En cambio, los miles de soldados sirios asesinados en el mismo tipo de emboscadas son los objetivos legítimos de los "revolucionarios" y de los "rebeldes".

Un periodista del bando enemigo asesinado por terroristas también es un objetivo legítimo ya que no es más que una vulgar "herramienta de propaganda". [4]

Reducidos al estado de simples objetos, de engranajes inertes, los periodistas que trabajan para las cadenas públicas sirias no pueden pues esperar la menor compasión por parte de sus colegas occidentales.

El silencio observado por las organizaciones internacionales de defensa de la prensa respecto a la censura impuesta por la Liga árabe a las cadenas públicas sirias no tiene entonces nada de sorprendente.

Para descalificar de manera definitiva a un enemigo, nada mejor que una buena dosis de reductio ad hitlerum stalinumque.

El anti-hitlerismo y el anti-estalinismo son dos productos inamovibles de lo que Noam Chomsky llama "la fábrica del consentimiento".

Las exacciones cometidas por la policía política del régimen de Damasco se asimilan de ese modo a las prácticas "gestapistas" o "estalinianas" [5] pero jamás a la represión que tuvo lugar en la guerra de la Vandea, ni a los horrores perpetrados por Francia durante la insurrección malgacha de 1947, ni al uso masivo de la tortura mediante la aplicación de descargas eléctricas contra el pueblo argelino o en Indochina, ni a las torturas y ejecuciones perpetradas por el ejército US en Vietnam, en Bagram en Afganistan, en Abou Ghraib en Irak o en América Latina.

Nuestra prensa no osaría nunca tratar a nuestros aliados regionales de nazis, ni a la Arabia wahabí de la dinastía Saud poblada de príncipes sádicos y de predicadores del odio, ni al emir golpista y esclavista de Catar, ni al régimen militar-islamista de Ankara. Sin embargo, esos tres regímenes reprimen, torturan y aprisionan.

Dicho esto, es cierto que el primero nos provee petróleo, el segundo nos suministra gas y compra nuestros clubs de fútbol y nuestros bonitos barrios, y el tercero tiene una tasa de crecimiento económico de dos cifras. Y, además, los tres son Israel friendly.

En los medios atlantistas, ya sean de izquierda o de derechas, es de buen tono referirse al antifascismo para "ayudar" al lector profano a descifrar el conflicto sirio.

Para Thomas Pierret, maestro (indiscutido) de conferencias en islam contemporáneo en la universidad de Edimburgo, los yihadistas que convergen en Siria para combatir al régimen "impío" en Siria hacen pensar en las "Brigadas internacionales" movilizadas al lado de la República durante la guerra civil española de 1936-39. [6]

Pero no se le ocurriría comparar a esos combatientes con los reclutas de la División de Granaderos SS Charlemagne que fueron a enfrentarse contra el bolchevismo en el Frente del Este durante la segunda guerra mundial o con los Contras que combatieron al gobierno sandinista de Nicaragua con el apoyo financiero. ¡de Arabia Saudí!

La utilización abusiva de la guerra antifascista española se ha convertido en un clásico de los marcadores ideológicos que permiten distinguir a los buenos de los malos.
Recordemos que, hace dos años, el filósofo mercenario franco-israelí Bernard-Henri Levy se tomó por la reencarnación de André Malraux enfrentándose a las balas franquistas en las trincheras de la República española. Aquel Don Quijote súper-millonario había confundido incluso a las Brigadas internacionales de inspiración comunista con los ejércitos coloniales de la OTAN y sus refuerzos al qaedistas.

Los rebeldes sirios y sus aliados yihadistas llegados para "morir en Alepo" han tenido derecho en nuestra prensa a verdaderos cantares de gesta donde se les ha comparado periódicamente a los antifascistas del mundo entero que fueron a "morir a Madrid" frente a las tropas de Franco. [7]

Dudo que BHL se digne a ofrecer una imagen tan épica de la Internacional yihadista que combate y muere de manera igualmente "heroica" en Yemen o en Pakistán a la sombra de los drones americanos.

Y luego, está ese lenguaje tan devastador como las bombas.

Tras el atentado del 18 de julio que tuvo como objetivo las oficinas de la seguridad de Damasco, el periodista de Le Figaro Pierre Prier interrogó al bloguero asociado del periódico Le Monde, Ignace Leverrier, cuyo nombre verdadero es Wladimir Glassman, el famoso sionista tuerto que echa « una mirada (de tuerto) a Siria ».[8]

Los dos comparsas están de acuerdo al afirmar que el general Daoud Rajha, víctima del atentado era un "aval cristiano" y "un idiota útil" del régimen. Para el señor Leverrier/Glassman y para muchos otros observadores, el régimen sirio procede mediante cálculos étnicos para « corromper » a las minorías y volverlas responsables de su « política de terror ».

En cambio, no se les oirá utilizar los mismos términos insultantes hacia el kurdo Abdel Basset Sayda, quien no fue elegido a la cabeza del Consejo nacional sirio (CNS) sino para seducir a los kurdos sirios y para de esa forma dar un sello pluralista a una oposición dominada por los Hermanos musulmanes.

Sin embargo, Sayda, en adelante el gran amigo de Sarkozy, es el idiota útil por excelencia, un perfecto desconocido que una gran mayoría de kurdos sirios rechazan a la vez porque no tiene ningún pedigrí militante y porque reside en una estructura próxima a los servicios secretos turcos.

Volvamos al campo de batalla de la guerra del lenguaje. Un imam suní apoyando al gobierno de Bachar El-Assad es un agente del régimen. Pero no se utilizará jamás esa palabra infamante a propósito de un imam de la oposición, inspirada por las prédicas anti chiíes y sometida al wahabismo.

Un gobierno enemigo siempre es calificado de "régimen". Nunca se nos ocurriría la idea de hablar de "régimen" de Londres, de Paris, de Berlín o de Washington.

Un gobierno enemigo debe inspirar odio y desprecio de manera continua. Por eso, se le debe mostrar bajo su aspecto más repugnante.

Por consiguiente, Siria que es a la vez un Estado del Bienestar inspirado del modelo soviético en el que la política regula en gran parte la economía, en el que la masa de funcionarios es pletórica, en el que la enseñanza es gratuita y de calidad al igual que el sistema de salud, un Estado no endeudado en nuestras instancias económicas y por ello liberado de la dictadura financiera occidental, un Estado autosuficiente promotor de la soberanía alimentaria, un Estado tercermundista y pro palestino, un Estado laico y multi confesional, pero también un Estado policial donde la tortura y las ejecuciones sumarias son moneda corriente, esta Siria de múltiples facetas es reducida en nuestra prensa a su único perfil represivo. Los atributos del Estado sirio que le convierten en algo menos repulsivo serían, según nuestros ideólogos, lisa y llanamente fabricados, simulados, manipulados y falsificados.

Un gobierno enemigo es profundamente maquiavélico. Es la encarnación del Mal. Mata a sus enemigos pero también a sus propios amigos para acusar a sus enemigos. El asesinato del hijo del muftí pro-Bachar, ¡es Bachar! El atentado contra los generales de Bachar, ¡es Bachar! Los yihadistas anti-Bachar, ¡una obra de Bachar! Los estudiantes pro-Bachar asesinados en la universidad por anti-Bachar, ¡una jugada de Bachar! Las masacres de aldeanos, obreros, funcionarios, periodistas, profesores, cineastas, deportistas pro-Bachar, ¡un crimen de Bachar! Nuestros medios no retroceden ante ninguna teoría del complot a propósito del enemigo.

En las redacciones occidentales al igual que en la calle, aquel que no asocie los términos "cínico", "brutal", "totalitario", "feroz", "mafioso", "sanguinario", "odioso", "bárbaro", "sectario", "corrompido", "asesino", etc. al Estado sirio, es sospechoso de simpatizar con el enemigo.

A menos que uno se llame Kofi Annan, defender la paz, la moderación, la reconciliación en Siria como lo hizo el difunto (primer) presidente argelino Ben Bella para poner fin a la guerra civil que desgarró a su país, se convierte en algo sospechoso. Maccarthysmo, el retorno.

Un gobierno enemigo esta "aislado" incluso si disfruta del apoyo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), es decir de las naciones que contabilizan más del 40% de la población mundial. Añadan a esa dinámica los Estados-miembros del ALBA, Argelia, Irán o aún Bielorrusia y se acercarán a la mitad de la humanidad. Después de todo, son muchos amigos para un Estado puesto en cuarentena.

Un gobierno enemigo como el de Damasco tiene como único apoyo popular a una banda de "oportunistas", de "clientes" y de "apparatchiks" [9] pero los opositores comprados a precio de oro en el mercado de Riad y Doha son, por supuesto, demócratas sinceros y desinteresados.

Respecto al pueblo, siempre según nuestros medios, es la oposición quien tendría su exclusividad. En cambio, el otro pueblo, el que rechaza participar en la anarquía, que muestra un apoyo total o condicional al gobierno, que encarna la mayoría silenciosa, ese pueblo, no existe. Como mucho, se le menciona vagamente en algunos raros artículos de análisis.

En el caso de la guerra civil siria, la lista de palabras cuyo significado es desviado por la corriente de pensamiento dominante es larga, y el tema merecería que se le dedicase un diccionario.

Los pocos ejemplos citados en este texto muestran que en una guerra, el lenguaje no es neutro. Su opción está determinada por nuestras convicciones. Es la prolongación, el espejo de nuestras ideas, de nuestra sensibilidad. Los periodistas de guerra no contravienen las normas. Sus palabras, fuentes o interlocutores no se escogen al azar. Tener una ideología y hacer propaganda no es sorprendente en sí, cuando se tiene por misión interesar a un público sobre acontecimientos políticos que contienen una pesada carga emotiva. Son los intereses subyacentes los que deberían plantearnos una interrogación, e incitarnos a seguir vigilantes, sobre todo cuando el así llamado periodista disimula su propaganda bajo los atavíos de una moral superior pretendidamente universal.

Bahar Kimyongur es el autor del libro Syriana, la conquête continue

Fuente: michelcollon.info

Traducción : Collectif Investig'Action


Notas:
[1] Alain Jaulmes, Le Figaro, 31 julio 2012
[2] No siempre es fácil separar la política de la religión. Las corrientes ortodoxas como las heterodoxas acumulan a menudo una dimensión a la vez política y religiosa.
[3] France 24, 11 agosto 2011
[4] AFP, 6 agosto 2012
[5] Koen Vidal, De Morgen, 3 julio 2012
[6] Le Vif, 6 agosto 2012, Gokan Gunes, Syrie : qui sont ces djihadistes dont se sert Damas ?
[7] Mourir en Madrid est un famoso documental de Frédéric Rossif consagrado a la guerra civil española.
[8] Le Figaro, 19 julio 2012
[9] Le Soir, 30 enero 2012





°

¿Augurio Inglés?

Los ingleses, orgullosos dueños de la marca Great Britain, enfrascados en un tira y afloja independentista con los escoceses han dado una pequeña sorpresa.

De ello nos habla esta nota publicada en Naiz.info:


Los «basque players» de la Real en Manchester bajo los siete territorios de Euskal Herria

El programa oficial del encuentro entre el Manchester United y la Real Sociedad en Old Trafford nacionaliza a los integrantes locales del club como jugadores vascos, e incluso dibuja un mapa de los siete territorios de Euskal Herria para dejar clara la procedencia del club.

El programa oficial del encuentro entre el Manchester United y la Real Sociedad, disputado el miércoles en Old Trafford, presentó al conjunto donostiarra como un equipo vasco. La revista, que se repartió en el estadio antes del partido a cambio de tres libras y que lleva el sello oficial de la UEFA Champions League, recalca la procedencia vasca del club, y no española, como se acostumbra en el panorama internacional en este tipo de partidos.

La primera noticia que se puede leer en el ejemplar titula: «Basques, take a bow», como reconocimiento a la visita realista. Y, en el fondo, un mapa del Estado español en el que se destacan en otro color los siete territorios de Euskal Herria que marcan la procedencia del club.

En los textos destaca la filosofía realista de tirar de jugadores locales de cantera e incluso echa la vista atrás con antiguos miembros del primer equipo. Es el caso del irlandés John Aldridge, que fue el primer jugador extranjero en militar en las filas de la Real tras una etapa de 25 años en la que jugaron solamente futbolistas vascos. También hace una mención especial al galés John Toshack, técnico de la Real durante dos etapas: 1985-89 y 1991-94.

Nacionalidades: basque, french-basque, spanish

Y de jugadores antiguos a los actuales. El programa recoge escrupulosamente la nacionalidad de los futbolistas en sus fichas individuales. Es decir, los jugadores nacidos en Euskal Herria son definidos como «vascos» e incluso matizan la procedencia de David Zurutuza, nacido en Rochefort, a quien consideran un jugador «French-Basque».

Solamente asigna la nacionalidad española a los que provienen de otros puntos del Estado, como es el caso de Alberto de la Bella (Santa Coloma de Gramanet), Rubén Pardo (Logroño) y José Ángel (Gijón), a los que se define como «spanish».




¿Será un augurio?

¿Para los ingleses es viable un estado vasco que respete la territorialidad de Euskal Herria?

Interesante.

Habrá que mandarle un programa a los sospechosos usuales en La Zarzuela y La Moncloa.


Nota I: Por cierto, entre los "importados" de la Erreala se encuentra Carlos Vela, a quien etiquetan como "mexican".


Nota II: Aquí se puede descargar el programa original en inglés.



°

viernes, 25 de octubre de 2013

Echeverría V. | Aniversario

Nuestro amigo Pedro Echeverría nos invita a la reflexión en este aniversario de la Revolución Rusa:

El socialismo y sus enemigos en el aniversario 96 de la Revolución de Octubre

Pedro Echeverría V.

El Socialismo tiene enemigos, o mejor, un enemigo: el capitalismo, feroz, implacable, capaz de cualquier crueldad por mantenerse. Contra ese enemigo se enfrenta el Socialismo. Quiéralo o no, sea consciente o no, siempre, cualquier intento de Socialismo, es una lucha a muerte con el capitalismo, alguno de los dos sistemas aplasta al otro, no hay convivencia posible.

Pretender construir Socialismo sin este choque es una ingenuidad o es un fraude. En el mundo de la lucha revolucionaria se ha visto de todo, ingenuidad y fraude, el resultado es el mismo: la permanencia del sistema capitalista, con la diferencia que los ingenuos terminan en las mazmorras. La Revolución sufre hoy una gran y peligrosa contradicción. Primero, es necesario un inciso: un sistema de dominación tiene una relación económica, de propiedad, determinada, y una conciencia que con esa relación se corresponde, la sustenta, la defiende, la reproduce. El gobierno es la síntesis, resume ese sistema.

Ahora bien, aquí, hoy, existe un desfase entre la conciencia y la relación económica promovida. Esta contradicción se expresa con fuerza en el gobierno y produce confusión en la masa. Por un lado se habla de Socialismo, la burguesía y la pequeña burguesía se asustan, se enguerrillan, los humildes se emocionan y elevan la esperanza. Pero, simultáneamente al discurso, se estimula la propiedad capitalista, se convocan a “exitosos eventos”, se les riega con dólares, florecen los ricos y los nuevos ricos, se llama a conversar y a ¡desarrollar la economía capitalista!, que viene con su propia conciencia. Las formas de propiedad que el gobierno directamente crea son de propiedad egoísta, en el fondo capitalista, como SIDOR, las Comunas, los Consejos Comunales.

Este desfase entre discurso, conciencia y la relación económica está en los cimientos de los problemas que hoy sufrimos. Decimos que estamos enfrentando una guerra económica… pero ¿de quién?, ¿dónde está el enemigo?… No es el sistema capitalista que estimulamos, no son los grandes empresarios que abrazamos. Así, sin enemigos, la guerra se transforma en incapacidad, en excusa.

Las relaciones económicas se entrelazan con una conciencia egoísta de la sociedad, y cuando requerimos comportamientos patrióticos, es decir, con sentido de sociedad, con amor por la totalidad, lo que conseguimos es comportamiento egoísta, de sálvese quien pueda, como el desbarajuste en los mercados, los viajeros fantasmas, los microsaqueos. En resumen, la realidad de unas relaciones egoístas reclama un gobierno que proteja al capital, es decir, que reprima a los explotados, a los despojados, que no los deje saquear, y de manera directa difunda la ética, las bondades, del sistema capitalista.

Entonces, el desfase se corrige de dos maneras: o adecuamos las formas socialistas al discurso y estimulamos la conciencia que le corresponde, o la realidad exigirá una dictadura fascista que permita el establecimiento claro de un sistema de explotación que ya aflora en lo económico. Los capitalistas, el sistema capitalista, sí saben lo que quieren, no andan con ambigüedades, todo lo que huela a cambio, por pequeño que sea, es su enemigo, lo ataca sin pararse en crueldades. Nos ataca, y nuestra ambigüedad no nos permite defendernos, no tenemos tropa, no existe la pasión. Es necesario recomponer las fuerzas de la Revolución.

Las palabras de orden son AUTOCRÍTICA Y RECTIFICACIÓN, sin ellas no hay victoria posible. Sin amolar nuestras filas, éstas son pasto de las manipulaciones que, basadas en el egoísmo, transforman a los humildes en sus propios verdugos.

La autocrítica y la rectificación son inherentes a un proceso revolucionario, de ellas depende que se corrijan los errores. Y la Revolución es una colección de triunfos y también de errores. Sin autocrítica y rectificación los errores entierran a la Revolución y los triunfos la embriagan.






°

jueves, 24 de octubre de 2013

Garzón y los Españoles de la ESMA

Un día más y una denuncia más en contra del juez clown Baltasar Garzón.

Aquí lo que nos reportan desde el blog Baltasar Garzón (en Argentina):


El Coronel español Amadeo Martínez Inglés hizo en el año 1981 el curso de Estado Mayor durante la dictadura militar. Cuando volvió puso a disposición de sus superiores, y años después, del propio Garzón, todo lo vivido, sin que haya respuesta.

En el año 1998, el Ministerio de Defensa español remitió a su juzgado en el marco de la causa por los vuelos de la muerte, un listado parcial de altos oficiales españoles entrenados por la dictadura. Víctor Basterra, fotógrafo secuestrado en la ESMA y hoy director del Instituto para la Memoria, señaló ante Garzón a otro militar más al que reconoció como partícipe de los grupos de tareas del gobierno de facto. El ex juez desechó actuar contra ellos.

Baltasar Garzón tuvo en sus manos una lista de militares españoles que hicieron cursos de formación con sus pares argentinos y que participaron activamente en la represión durante la última dictadura militar, y decidió no citarlos ni tampoco investigar sobre tan graves hechos. Esta información fue cubierta por varios medios de comunicación argentinos y españoles, entre ellos los diarios Página 12, La Nación, Clarín y El País de Madrid.

En mayo de 1998, la cartera de Defensa española remitió al entonces hombre fuerte de la Audiencia Nacional, una lista de diez oficiales que visitaron Argentina entre 1979 y 1983 para realizar cursos de formación en las Escuelas de Guerra y de Inteligencia locales.

En la lista remitida por el Ministerio a Garzón, se señala que en 1979 -en plena dictadura- los coroneles Isidoro Calderón Portilla y Francisco Acin Gallego fueron parte de los cursos de la Escuela de Inteligencia argentina. A su vez, Rafael Sáinz Torres lo hizo en la Escuela de Guerra. En 1980, el coronel Juan Meléndez Jiménez realizó un curso en Inteligencia; en 1981, los coroneles Enrique Gómez Rueda y Joaquín Rodríguez Solano también estuvieron en la Escuela de Inteligencia, mientras que el coronel Amadeo Martínez Inglés estuvo en la de Guerra, y en 1982, el coronel Eduardo Fuentes Gómez de Salazar realizó un curso en la Escuela de Inteligencia.

También, estuvieron en Buenos Aires el general de división José Villaroya Chueca y el teniente coronel Julián Soutuelo Pérez, ambos en actividad cuando el Ministerio de Defensa remitió los datos a Garzón.

Todos estos militares compartieron información con sus pares argentinos, que para ese entonces -período 1979-1982- se encontraban en la fase final de aniquilamiento de lo que ellos denominaban "subversión" y que no era otra cosa que el secuestro, desaparición y asesinato de miles de militantes populares, algunos de sus familiares y una buena cantidad de personas secuestradas al azar que jamás volvieron a aparecer.

Además, obviamente, algunos de ellos visitaron los Campos de exterminio en la Escuela de Mecánica de la Armada y en Campo de Mayo.

Listado parcial

Cabe decir que el ahora ex juez Garzón había requerido expresamente estos informes, acicateado entre otras cosas por la investigación llevada a cabo por el periodista Carlos Bianco, entonces productor de Radio Mitre, que partió del hecho de que el Coronel español de Infantería de Marina, Cristóbal Gil y Gil fue señalado por el hoy director del Instituto para la Memoria, Víctor Basterra, como partícipe de los grupos de tareas con sede en el campo de exterminio. Es por lo que se entiende que el listado remitido por el entonces ministro de Defensa del Gobierno de Jose María Aznar, Eduardo Serra, es incompleto dado que la denuncia de Basterra hace referencia a un período anterior a 1979.

Con esos datos, Garzón citó a declarar únicamente como testigo a Gil y Gil, sin que hubiera más actuaciones. La gravedad de la información a la que tuvo acceso Garzón, a partir de las declaraciones de Basterra y de la información que en su momento hizo pública ante la prensa argentina el coronel Amadeo Martínez Inglés, quien hizo el curso de Estado Mayor en la Argentina e informó al gobierno español de las violaciones de los DDHH cometidos por la dictadura, implicaba un vuelco a dos causas que en ese momento llevaba adelante Garzón: la de los vuelos de la muerte y la que investigaba el terrorismo de Estado durante el gobierno de Felipe González, el llamado "Caso GAL", cuyas repercusiones penales afectaron, parcialmente, a los llamados escalones medio y bajo de los partícipes de la llamada "guerra sucia".

Martínez Inglés expresó ante los medios argentinos y españoles haber elevado un informe a sus jefes sobre las aberraciones que se cometían en la Argentina, el que fue mantenido en absoluta reserva por sus superiores. Martínez Inglés aseguró en su momento a Radio Mitre que tenía en su poder un listado de militares españoles que viajaron para adiestrarse en técnicas de represión ilegal -doce de ellos en la ESMA-.

A partir de estos datos, el entonces portavoz parlamentario del Partido Nacionalista Vasco, Iñaki Anasagasti declaró al diario Página 12: "Esto confirma nuestra sospecha de que los GAL fueron una creación del ejército español. Vamos a pedir en el Congreso una investigación a fondo de todo lo ocurrido. Está claro que en España no se puede seguir hablando de una ley de Punto Final sobre la guerra sucia contra ETA, mientras haya 600 etarras en la cárcel y del otro lado sólo 2 o 3 personas".

Lo paradójico es que Garzón, con todos estos datos en su poder nunca citó a estos militares informados por Defensa ni siquiera como testigos, generando así una fisura importante en la investigación, ya que varios de los "visitantes uniformados", sino todos, podían haber aportado datos de importancia para desentrañar muchos de los crímenes cometidos, y de los que fueron cómplices.

Como ya hiciera con el caso de las pruebas concretas de miles de víctimas del franquismo que le remitieran organizaciones de derechos humanos de Valencia, Garzón se preocupó más en generar un hecho mediático para luego, desestimar cualquier tipo de investigación. Y es que no era lo mismo en ese momento imputar a militares retirados de un Estado arrodillado ante la impunidad, que investigar la conexión española con la dictadura. Hay que recordar que la legislación española no discute la competencia de sus tribunales para juzgar los delitos cometidos por nacionales en el extranjero.

Garzón, que por estos días disfruta de permiso de residencia argentino y tiene un cargo de Subsecretario en el Estado Nacional en materia de Derechos Humanos, optó por no encarar la investigación de los crímenes de la dictadura militar argentina y decidió cajonear los informes suministrados por el propio Ministerio de Defensa español, que aún siendo parciales, resultaban reveladores.






°

Cronopiando | No le Consta

Madrid le debe mucho a Washington. 

Sin su valiosa ayuda no hubiese sido posible convencer a la comunidad internacional que Francisco Franco nunca había sido aliado de Adolph Hitler ni de Benito Mussolini. Tampoco hubiese sido posible hacer creíble aquello de que Juan Carlos Borbón había roto con el franquismo aquel 23-F.

Así que ahora es tiempo de corresponder el cariño, de la forma que sea, como nos hace ver nuestro amigo Koldo Campos Sagaseta en su más reciente entrega:
 

Koldo Campos  Sagaseta

No le consta

Angela Merkel sospecha que EEUU espía su teléfono;  al ministro español de la Guerra no le consta.

A Francois Hollande le preocupa que Estados Unidos oiga sus conversaciones; al presidente del Gobierno  español no le consta.

Los cancilleres de Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela en representación de “Mercosur” denuncian en las Naciones Unidas el  espionaje de los Estados Unidos en Latinoamérica; al Gobierno español no le  consta.

A los ciudadanos estadounidenses les indigna que su propio gobierno espíe sus conversaciones telefónicas; a la sociedad española no le consta.

Obama niega que su gobierno espíe teléfonos y correos electrónicos. Al menos, no de “personas comunes”, tan comunes como puedan serlo la presidenta alemana o el presidente francés, y se compromete a “revisar” los métodos de sus  servicios de inteligencia pero, entre tantas sospechas, preocupaciones,  indignaciones, desmentidos y compromisos que el mundo declara y se reparte, al  Estado español, simplemente, no le consta.

Como tampoco le consta que se  pague en “negro”, no le constan los sobres, no le consta el blanqueo, no le  consta que sea ilegal, no le consta que se adjudiquen a dedo, no le consta el  soborno, no le consta el desfalco, no le consta el perjurio, no le consta la malversación, la especulación, el fraude, no le consta el desempleo, no le  consta la calle, no le consta la crisis, no le consta nada, absolutamente  nada.

¿Que qué me consta a mí? Me consta que no consta, pero que conste, constancia constatable que constatar… Esa es mi constatación. O lo que es lo  mismo… ¡que les den!




°

Narbona | Simpatizo con la Izquierda Abertzale

Nos han hecho el favor de enviarnos este escrito solidario por correo electrónico:

Por qué simpatizo con la izquierda abertzale

Rafael Narbona | Escritor y crítico literario

Simpatizar con la izquierda abertzale sin ser vasco constituye una temeridad que suele castigarse con la exclusión laboral y la reprobación moral  de una sociedad presuntamente demócrata y tolerante. He perdido amigos, he sufrido el hostigamiento de compañeros de trabajo y he soportado el desprecio de los que se atribuyen una indudable superioridad porque se identifican con el  orden político y social surgido en 1978, cuando los partidos mayoritarios  redactaron una Constitución que garantizaba los privilegios de las oligarquías financieras y la impunidad de los políticos y militares franquistas implicados  en un silenciado genocidio.

El Parlamento español no condenó el golpe de  Estado de 1936 hasta 2002, pero esa condena tardía e insuficiente no ha  implicado la exhumación de las fosas clandestinas del franquismo, donde aún yacen 130.000 víctimas. La izquierda abertzale ha sido demonizada, pero es una  de las escasas fuerzas políticas que mantienen un compromiso real con las clases  trabajadoras desde una perspectiva internacionalista. Su oposición radical al  sistema capitalista y su solidaridad con los pueblos oprimidos es un desafío intolerable para las instituciones españolas, que han empleado la tortura, la manipulación mediática y la deformación histórica de la verdad para desmovilizar a la sociedad y dividir a los trabajadores, consiguiendo que la resignación y la impotencia malogren de raíz cualquier forma de resistencia.

Hace unos  días, pueriles gestiones burocráticas me llevaron al Paseo de la Castellana. Cerca de los juzgados de Plaza de Castilla, un escaparate provocó mi estupor.  Una pequeña librería había llenado todos sus expositores con libros que  ensalzaban a Franco, José Antonio Primo de Rivera y la División Azul. En una  portada, incluso asomaba la sobrecogedora imagen de Hitler, recortándose contra  un cielo wagneriano, con nubes rojas y un sol declinante. La proximidad de los  juzgados sólo acentuó mi asombro. ¿Sería posible algo semejante en París,  Londres, Roma o Berlín? Creo que no, pero no conozco suficientemente esas  ciudades para formular una respuesta contundente.

Ningún país con un pasado  fascista conserva un Mausoleo dedicado a un dictador que desencadenó un  verdadero “Holocausto”, por utilizar una vez más la expresión de Paul Preston.  La derecha española no es una derecha liberal o neoliberal (si es que hay alguna  diferencia entre ambos términos), sino una derecha profundamente reaccionaria que niega los crímenes del franquismo y no esconde su nostalgia de la dictadura. La socialdemocracia española se despojó hace mucho tiempo de cualquier vocación revolucionaria y cortó sus lazos con el marxismo, avergonzándose de sus propias  raíces. El comunismo se transformó en un partido marginal, soportando la  acusación de ser un movimiento totalitario. La corriente antirrevisionista que  surgió más tarde, intentando rehabilitar a Stalin, sólo ha contribuido a  fomentar su desprestigio.

Es una insensatez cuestionar la Gran Purga, el Gulag, la hambruna provocada en Ucrania por los planes quinquenales o la masacre de  Katyn en Polonia. Las evidencias históricas son abrumadoras. Exaltar a Stalin no  es la mejor forma de reactivar a una izquierda con graves problemas de identidad y un porvenir sombrío. Casi ningún intelectual se atrevería a suscribir hoy las palabras de Jean-Paul Sartre, cuando afirma: “Para nosotros el marxismo no es sólo una filosofía. Es el clima de nuestras ideas, el medio en que se alimentan.  No pedimos al marxismo sino que viva”. Lo cierto es que el marxismo es un  pensamiento moribundo, que ha llegado a definirse como “una herejía del cristianismo” (Raymond Aron). La izquierda abertzale no ha renunciado al marxismo, si bien entiende que es necesario actualizarlo y adaptarlo a las necesidades del siglo XXI. La Cuba de Fidel Castro o la Venezuela del recientemente desaparecido Hugo Chávez no son países perfectos, pero es innegable su apuesta por una sociedad igualitaria. Sus logros en educación y sanidad han mejorado notablemente la calidad de vida de los sectores más desfavorecidos. En el caso de Cuba, hay asignaturas pendientes en el capítulo de las libertades, pero la política de acoso mediático y bloqueo económico no ha  favorecido un clima de normalización política, pues Estados Unidos y, en menor medida, Europa nunca han dejado de ejercer un hostigamiento que –en el caso norteamericano- ha incluido actos de sabotaje y terrorismo. La famosa foto del  Che realizada por Alberto Korda se tomó casualmente en La Habana el 5 de marzo  de 1960 durante el entierro de las víctimas del vapor francés La Coubre. El día  anterior el barco había volado por los aires, causando un centenar de muertos y  doscientos heridos. Se trataba de un carguero que transportaba 76 toneladas de municiones belgas desde el puerto de Amberes. El Che se encontraba cerca del  puerto y acudió a atender a los heridos. Treinta minutos después, una segunda  explosión, aún más violenta, mató o malhirió a muchos de los que se habían  acercado espontáneamente a prestar ayuda. Todo apunta hacia la CIA, que  preparaba la invasión de Bahía de Cochinos y pretendía interrumpir el suministro  de armas a la nueva Cuba.

Detesto la violencia, pero entiendo que la  lucha armada es el recurso dictado por la impotencia. En agosto de 1973, el  comando Txikia, responsable del atentado que acabó con la vida del almirante Carrero Blanco, realizó una extensa reflexión sobre sus objetivos políticos,  argumentando que la lucha armada no es “una estrategia tercermundista” ni un  “aventurismo suicida”, sino la única alternativa posible cuando no hay vías  pacíficas para un cambio social efectivo, capaz de poner fin a la economía capitalista, “un modo de producción basado en la explotación del hombre por el hombre”. En un párrafo donde se advierte la lucidez de José Miguel Beñarán  Ordeñana, “Argala”, tal vez uno de los militantes más consecuentes y  carismáticos del movimiento de liberación vasco, se disipa el iluso sueño de una  transformación incruenta: “La oligarquía no va a ceder su posición ni sus  privilegios sin resistencia; de hecho, gasta sumas cada vez mayores en el  mantenimiento y la creación de unidades represivas altamente especializadas y  sin escrúpulos.

Quienes piensan en un cambio sin violencia parecen olvidar lo  que la experiencia cotidiana nos enseña: la oligarquía no duda un instante en  lanzar la potencia de su aparato represivo sobre los trabajadores y el pueblo indefensos cada vez que lo considera necesario”. Han pasado treinta años y la izquierda abertzale ha realizado un giro histórico a favor de la paz y la reconciliación. Sin renunciar a su proyecto socialista e independentista, SORTU pide en sus estatutos “la definitiva y total desaparición de cualquier clase de  violencia, en particular la de la organización ETA”. Me parece que ese giro  refleja madurez, autocrítica y esperanza. Sin embargo, las causas que podrían justificar la violencia no se han desvanecido, pues el Estado español nunca ha abandonado su política represiva, manteniendo la dispersión, la prolongación de  las penas mediante filigranas jurídicas y el régimen de aislamiento de una  legislación antiterrorista concebida para utilizar impunemente la tortura. SORTU  se opone al “sistema capitalista y patriarcal”.

Frente al “modelo neoliberal”,  reivindica “un socialismo del siglo XXI”, que ofrezca “una visión alternativa”  basada en “un modelo económico, político y social creíble y sostenible con una  mayoría social trabajadora como protagonista principal en el logro de una  sociedad justa, igualitaria y progresista”. Suscribo estos planteamientos y  celebro que la legítima aspiración de la independencia coexista con la  solidaridad con todos los pueblos “que sufren la negación de sus derechos  nacionales y la explotación económica y social”. Esa solidaridad se extiende con  especial énfasis a las mujeres, que aún soportan graves discriminaciones de todo  tipo. La violencia de género es hija del patriarcado y “el patriarcado no sólo  permanece y se reproduce, sino que es inherente a la sociedad  capitalista”.

No puedo votar a SORTU ni a la coalición BILDU, pero lo  haría encantado si hubiera nacido o residiera en Euskal Herria. No se me ocurre  ninguna objeción importante contra sus planteamientos. No me gustan los sectores minoritarios que vituperan a Otegi y reivindican la lucha armada. Tampoco me agradan los cantantes de hip-hop que incitan a la violencia, pero reconozco con tristeza que la revolución neoliberal iniciada en los ochenta y radicalizada con  el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la crisis de la deuda invita de nuevo a  la insurrección. Pobreza infantil, familias desahuciadas, desempleo masivo, pérdida de derechos laborales, sanitarios y educativos, superpoblación penitenciaria, nuevas leyes represivas que penalizan hasta la resistencia  pasiva. Al parecer es inaceptable justificar la violencia revolucionaria, pero  reducir a la pobreza al 21’8% de la población, forzar a los más jóvenes a  emigrar, recortar sueldos, pensiones y prestaciones sociales, privar de  asistencia sanitaria a los inmigrantes, amnistiar a los que cometen fraude  fiscal, promover la corrupción a todos los niveles e indultar a los policías  implicados en torturas, no es algo violento ni inmoral. La violencia de ETA se  combatió con todos los recursos del Estado español, sin escatimar torturas, desapariciones y asesinatos extrajudiciales. De hecho, la tortura y la  dispersión continúan. La sociedad española prefirió mirar hacia otro lado y  todavía se indigna cuando alguien se atreve a justificar una insurrección  armada. ¿Seríamos ciudadanos sin la Revolución francesa? ¿Existiría la Unión  Europea si el Ejército Rojo no hubiera derrotado a Hitler en Stalingrado,  Leningrado y Berlín? Sin el miedo a la revolución comunista, ¿habría humanizado  el capitalismo su rostro, creando el Estado del Bienestar? ¿Se puede asegurar  que el pacifismo no ha contribuido a desmovilizar a la clase trabajadora,  fortaleciendo a las oligarquías, libres al fin de peligrosas revueltas? La paz  es un viejo anhelo de la humanidad que no debe confundirse con el orden público.  La paz significa libertad, dignidad, solidaridad, bienestar y yo no advierto  nada de eso en la España actual.






°

miércoles, 23 de octubre de 2013

¡Mooooderación!

Las inmoderadas e impúdicas reacciones de la reacción con respecto al fallo de Estrasburgo en favor de Inés del Río y en contra de la Doctrina Parot no se podían hacer esperar, aquí les compartimos lo publicado en Gara al respecto:



Dicen que los medios cumplen una función social, pero en el caso de los editados en el infraebro, salvo contadas excepciones, esa función parece limitarse a echar leña al fuego. Ayer había mucha bilis concentrada en comentarios y editoriales, y también la sensación de haber recibido un sopapo con lábel europeo. Cada cual pasó el trago como pudo. Imposible hacer un hueco a todos, pero aquí va una muestra.

«El Mundo» valoraba en su editorial que la sentencia de Estrasburgo «es un revés para España» y, a su vez, «la mayor victoria lograda por ETA en los tribunales». Pues a servidora le parece un logro para los derechos humanos, pero admitirlo sería mucho pedir a la tropa de Pedro J. El editorialista se preguntaba si «España ha defendido suficientemente bien su posición ante la Corte Europea», mientras lamentaba que «los proetarras han jugado sus cartas» y concluía que «el resultado es descorazonador». Pero no crean que es «descorazonador» porque presas y presos injustamente encarcelados podrán salir libres, sino porque «supone una válvula de oxígeno para el mundo abertzale que les apoya, y que logra su objetivo de erosionar la imagen de España. Ahora puede insistir en los foros internacionales en su relato de la opresión». Para erosionar su imagen no les hace falta ayuda de nadie, se valen solos.

En «La Razón» se ponían tremendistas y abrían el periódico escribiendo «Injusticia» con letras grandes. Los miembros del TEDH piensan que injusticia es lo que ha sufrido Inés del Río, pero qué sabrán... En el editorial el diario marianista se limitaba a defender al presidente español, y ya en páginas interiores identificaban al culpable del bochorno patrio: «López Guerra consuma su traición», titulaban uno de los despieces, en referencia al juez español que integra el tribunal europeo. El pobre hará bien en no pasar por casa en una temporada, pues hay mucho demócrata suelto...

En «El Correo», por su parte, se sacaban de la manga una reacción qe no hubo para afirmar que «es abominable que la izquierda abertzale muestre con algarabía su satisfacción ante una sentencia que cuando menos debiera invitar a sus supuestos beneficarios a la moderación». ¿Algarabía? ¿Dónde vieron los de Vocento algarabía? Lo que es abominable es que decenas de personas se pasen años en la cárcel por el morro y que haya listillas y listillos que todavía pidan «moderación».




°