Cada quien a lo suyo, mientras unos se dedican a invadir y saquear otros se dedican a solidarizarse.
Les compartimo este texto publicado en La Jornada:
El gobierno de Estados Unidos reaccionó como siempre, y el de Cuba también. Para combatir el ébola en África occidental, Barack Obama prometió enviar tres mil soldados, y Raúl Castro a 165 médicos y enfermeras, que llegarán a comienzos de octubre a Sierra Leona.
En la llamada Operación Asistencia Unida de Estados Unidos, "ninguno (de los integrantes) de esa fuerza militar proporcionará cuidado directo a los pacientes de ébola", dijo el portavoz de Obama, Josh Earnest. Desde la isla se sabía, sin embargo, que sus enviados harán todo lo contrario y no serán los primeros médicos cubanos que arriben a Sierra Leona.
Ya están allí 23 colaboradores y otros 16 trabajan en Guinea Conakry, dos de los países africanos donde la epidemia se expande y ha cobrado la vida de 5 mil 300 personas, de acuerdo con el reporte de este jueves de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En total, la mayor de las Antillas tiene desplegada en el continente africano cerca de cuatro mil especialistas de la salud, de los cuales más de dos mil son médicos.
"Nuestra participación en la lucha contra el ébola en África no es un hecho aislado; está sustentada en el principio de compartir lo que tenemos", dijo en conferencia de prensa la semana pasada el ministro de Salud Pública de Cuba, Roberto Morales, en la sede de la OMS.
Morales aterrizó en Ginebra menos de 48 horas después de la conversación que sostuvieron el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente cubano, Raúl Castro, en una operación de Naciones Unidas para solicitar ayuda contra el flagelo a varios mandatarios internacionales. En ese encuentro, Castro adelantó la disposición de Cuba de colaborar con todos los países, incluido Estados Unidos.
La brigada Henry Reeve
Los especialistas que arribarán a Sierra Leona forman parte de la brigada Henry Reeve, organizada en septiembre de 2005 y está integrada por médicos preparados para enfrentar desastres y graves epidemias.
Este grupo, que lleva el nombre de un estadunidense que peleó en la guerra por la independencia de Cuba contra el colonialismo español, tiene una historia singular: fue creada por la isla para ayudar a las víctimas del huracán Katrina, que devastó Nueva Orleáns ese año.
En aquella ocasión, el líder cubano Fidel Castro recordó los principios que mueven la colaboración internacional de la isla en materia de salud: "Nosotros ofrecemos formar profesionales dispuestos a luchar contra la muerte. Nosotros demostraremos que hay respuesta a muchas de las tragedias del planeta. Nosotros demostraremos que el ser humano puede y debe ser mejor. Nosotros demostraremos el valor de la conciencia y de la ética. Nosotros ofrecemos vida". (http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2005/esp/f190905e.html)
El presidente George W. Bush se negó de plano a recibir la ayuda humanitaria cubana, a la que voluntariamente se incorporaron 10 mil médicos y enfermeras del país caribeño, con altas competencias profesionales. A pesar de la soberbia estadunidense, la brigada se ha mantenido activa y ha sido noticia –casi siempre local– en otras situaciones de desastre, como las que han asolado Pakistán, Indonesia, Bolivia, Chile y Haití.
Los primeros en llegar y los últimos en irse
En esas naciones, los médicos cubanos suelen ser los primeros en llegar y los últimos en irse. Al regresar de Chile en el invierno de 2011, el doctor Juan Carlos Andux me comentó que los pobladores de Rancagua y Chillán, dos de las ciudades más afectadas por el sismo, le decían: "Ustedes son médicos piel a piel". Al principio, Andux no entendía: "Ellos se referían al afecto, a que escuchábamos sus problemas. Para una población que sufre de estrés postraumático es esencial ofrecer, además de la atención profesional, cariño, seguridad, comprensión, apoyo sicológico".
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