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viernes, 30 de diciembre de 2016

Día de Hegoalde

Después de leer este artículo publicado en El Independiente entenderán ustedes que si Iparralde toma la misma determinación entonces tendríamos que el 3 de diciembre se convertiría en el Día de Nabarra Osoa, aunque se infarten españolazos, navarricos y vascongados.

Lean ustedes:


Mikel Segovia

La sintonía es innegable. Cultural, soberanista y política. Y quizá, de calendario. Euskadi y Navarra han profundizado en los últimos meses su relación dejando atrás la frialdad que marcó los años de gobierno de UPN en la Comunidad Foral y el PNV y, en menor medida, el PSE en el País Vasco. Desde que Uxue Barkos (Geroa Bai) llegó a la presidencia del Ejecutivo navarro los lazos con la vecina Euskadi se han acentuado en ambas direcciones y ahora podrían hacerlo aún más.

El Gobierno vasco, formado por PNV y PSE, ve con buenos ojos que el Parlamento Vasco estudie la posibilidad de fijar el 3 de diciembre como el Día de Euskadi, tal y como plantea EH Bildu. Se da la circunstancia de que ese día, festividad de San Francisco Javier, patrón de Navarra, también la comunidad foral celebra su día. De salir adelante, Navarra y Euskadi escenificarían, al menos en el calendario, una unidad que el nacionalismo gobernante en ambas comunidades forales añora desde tiempo atrás.

La propuesta presentada por la izquierda abertzale ha sido valorada positivamente por el Gobierno de Iñigo Urkullu, que sin embargo insta al Parlamento vasco a tomar la decisión de fijar otro Día de Euskadi, que este año se ha celebrado el 7 de octubre y anteriormente el 25 de octubre.

La coalición abertzale recuerda que ese día también se conmemora el día del euskera “patrimonio común” y cultural de ambas comunidades, por lo que ve justificado que bajo esa premisa tanto Navarra como Euskadi puedan establecer en el calendario sus respectivos días oficiales.

La propuesta se suma a otros gestos de acercamiento que se han visualizado desde que Barkos, candidata de la coalición Geroa Bai en la que está integrada el PNV, asumiera la presidencia del Gobierno navarro en julio de 2015.

Además de sus apuestas por reforzar la colaboración por el impulso de la oferta de euskera en la Comunidad foral y el respaldo de Euskadi en esta materia, Barkos y Urkullu han cerrado varios convenios de colaboración, el más significativo en esa fusión cultural entre ambas comunidades vecinas es el cambio de política en la recepción de la televisión pública vasca, la ETB y sus radios públicas, en Navarra. Desde el pasado 21 de septiembre los navarros pueden sintonizar a través de TDT todas las emisiones del grupo ETB, opción que permanecía vetada en tiempos de UPN.

A ello se suma el apoyo dado por Euskadi para la incorporación de Navarra a la Eurorregion Euskadi-Aquitania, a la que había pertenecido en sus orígenes pero que los gobiernos anteriores habían abandonado. Ahora, Barkos, con el apoyo de Euskadi, ha logrado ser un miembro más de la región atlántica.

Una petición, que como las anteriores se basó en razones de lazos “históricos y culturales”. Además de las visitas oficiales que se han dispensado ambos mandatarios, Barkos ha acudido a la toma de posesión de Urkullu, ha estado presente en eventos relevantes del Gobierno vasco o más recientemente ha participado  junto a Urkullu en un homenaje al antropólogo vasco José Miguel de Barandiaran, considerado uno de los principales impulsores e investigadores del euskera.

“No se da puntada sin hilo”

El nuevo paso, en este caso desde Euskadi, para visualizar el acercamiento con Navarra, bajo el pretexto del patrimonio lingüístico común, llega de manos de la izquierda abertzale. Que el 3 de diciembre, históricamente Día de Navarra pueda ser también el Día de Euskadi no ha sentado nada bien en las filas del PP que considera que este tipo de iniciativas “no son inocentes” y pretenden avanzar en una aspiración identitaria del nacionalismo, “no se da puntada sin hilo”, recuerda el portavoz del PP vasco, Carmelo Barrio.

Los populares vascos consideran que supone “un hostigamiento” hacia Navarra y se muestran contrarios a contemplar esta opción. Desde Podemos, se ve “positivo” que se pueda analizar esta posibilidad sustentada sobre el valor del día del euskera.

La celebración del Día de Euskadi ha sido en los últimos años motivo de polémica en el País Vasco. Hasta la llegada del Gobierno del socialista Patxi López esta comunidad autónoma carecía de un día oficial. Lo más parecido era el Aberri Eguna, o Día de la Patria que conmemoraban fundamentalmente las formaciones nacionalistas coincidiendo con el Domingo de Resurrección pero que carecía de carácter oficial.

Con la llegada del PSE al Gobierno vasco López se instauró el 25 de octubre, fecha en la que se aprobó el Estatuto de Autonomía, como el Día de Euskadi. Una decisión que provocó un profundo revuelo por el carácter político y de reivindicación que atribuyeron a la decisión formaciones como el PNV y la izquierda abertzale partidarias de superar el Estatuto de Gernika como referente.

El Día de Euskadi sólo se celebró en 2011 y 2012, ya que un año después, con Iñigo Urkullu en el poder, el Ejecutivo del PNV derogó la ley que lo establecía. Este año, Urkullu decidió fijar el 7 de octubre como el Día de Euskadi, coincidiendo con la conmemoración del 80 aniversario de instauración del primer Gobierno Vasco del lehendakari José Antonio Agirre, del PNV.





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