¿Recuerdan cuando les compartimos aquel reportaje acerca del espacio okupa en Gasteiz conocido como Errekaleor?
Pues bien, resulta que los franquistas borbónicos han sumado a su causa a los colaboracionistas del Patronato del Neoliberalismo Vascongado en su intención de acabar con ese barrio autogestionado.
Lean ustedes este artículo en Público:
Los conservadores logran el apoyo de nacionalistas y socialistas para presentar una demanda de desahucio contra los 150 vecinos de Errekaleor, una antigua zona obrera que lleva okupada desde hace tres años. Los residentes aseguran que en las últimas semanas se ha incrementado la presencia policial.Danilo AlbinAunque hoy resulte difícil imaginarlo, hubo un tiempo en el que Vitoria (capital de la Comunidad Autónoma Vasca) era un hervidero de fábricas. Así, entre los humos de las chimeneas, el Obispado levantó “El Mundo Mejor”, un barrio habitado por cientos de familias obreras. Hoy ya no están (ni los obreros, ni las fábricas), pero pervive su espíritu. “Vivir aquí es muy diferente a hacerlo en otra zona”, explica Fabricio, un vecino con inconfundible acento argentino. “¿Sabe por qué? (continúa). Porque aquí encontramos un bienestar que no se puede comprar… ni alquilar”. Quédese con estos dos conceptos: ni comprar, ni alquilar.“El Mundo Mejor” es hoy conocido por el nombre de Errekaleor. Su censo no oficial dice que allí viven alrededor de 150 personas. Todas ellas pueden presumir que forman parte de un proyecto que trasciende las fronteras de Vitoria: se trata del barrio okupado más grande del Estado español. “Aquí vivimos personas con perfiles totalmente diferentes. Hay cuatro familias con hijos, y dentro de poco va a nacer otra criatura. También puedes encontrar profesores de universidad, locutores de radio, albañiles, parados, estudiantes…”, señala a Público Karla Derrojalbiz, integrante del colectivo Errekaleor Bizirik (“Errekaleor Vivo”, según su traducción del euskera).El exalcalde y ex ministro de Sanidad del PP, Alfonso Alonso, también conoce muy bien este barrio, o al menos los planes que existían para esta zona. En 2002, cuando el ahora portavoz de los populares en el Parlamento de Vitoria estaba al frente del ayuntamiento, los antiguos vecinos de Errekaleor se enteraron de que sus casas pasarían a mejor vida. La idea de Alonso era reubicar a cerca de 200 familias en otras partes de la ciudad, lo que le permitiría derribar los antiguos hogares de los obreros y levantar en su lugar una moderna urbanización. Por entonces, en plena burbuja inmobiliaria, su plan cazaba a la perfección con los deseos de las insaciables empresas constructoras.Una década después, la muerte del ladrillazo supuso la caída en desgracia de ese proyecto. Sin embargo, los planes para tirar abajo las viviendas continuaron. Un grupo de aproximadamente 20 vecinos resistió durante un buen tiempo –incluso hubo denuncias de mobbing inmobiliario contra el ayuntamiento-, pero al final acabaron realojados en otros puntos de Vitoria. Cuando esta antigua zona obrera parecía condenada a convertirse en un desierto, un grupo conformado por diez estudiantes universitarios consiguió entrar al portal número 26. Ocurrió un 3 de septiembre de 2013. “Lo que esos jóvenes planteaban era impulsar una alternativa de vivienda y, al mismo tiempo, ayudar a los vecinos que seguían allí”, explica Derrojalbiz, quien admite que al principio “la gente de Vitoria era bastante escéptica con este proyecto”.Si el primer año estuvieron casi “atrincherados”, al siguiente comprobaron que su iniciativa atraía cada vez a más personas. “Desde entonces no hemos parado de crecer”, afirma la portavoz de Errekaleor Bizirik. Hoy tienen panadería, huerto, cine o un centro cultural. Además, varias fachadas están decoradas con murales tan artísticos como reivindicativos. “Este es un barrio autogestionado. Pretendemos ofrecer alternativas al sistema, y las creamos nosotras mismas”, dice Esti, una profesora universitaria que llegó a Errekaleor en septiembre de 2015 y que hoy vive en un portal ocupado por mujeres.Sus argumentos no convencen a los representantes municipales del PNV, PSE y PP. A día de hoy, nacionalistas y socialistas gobiernan juntos en esta ciudad, mientras que los conservadores se ubican en la oposición. Sin embargo, a la hora de hablar de este barrio casi no hay diferencias entre ellos. Así quedó constatado en la última reunión de Ensanche 21, la sociedad municipal que ostenta la titularidad de todas las viviendas del barrio. Tanto PNV como PSE secundaron una propuesta formulada por el PP para “iniciar el procedimiento de desahucio por precario”. “Nosotras ya sabemos que nos quieren echar. Al fin y al cabo, nuestro proyecto de vida es totalmente antagónico con el que defienden los que están en el ayuntamiento”, reflexiona la portavoz de Errekaleor Bizirik.A los juzgadosSegún explicaron a Público fuentes populares, el siguiente paso será la presentación de una demanda civil en los juzgados, lo que supondría el comienzo del fin para las 150 personas que viven en esa zona. Este periódico intentó obtener una respuesta del gobierno municipal, pero sus responsables indicaron que no formularían ningún tipo de declaraciones. Lo mismo ocurrió en el PSE, cuyos concejales declinaron hacer una valoración sobre este asunto.En cualquier caso, la actuación de estas tres fuerzas políticas cuenta con la firme oposición del resto de partidos con presencia en el ayuntamiento. “Tememos que se esté negociando en los despachos un proyecto inmobiliario que la ciudad no necesita. De otra forma no se puede explicar el cambio de maniobra del gobierno municipal”, advierte Juan Cerezuela, concejal de Podemos-Ahal Dugu. A su juicio, “Errekaleor Bizirik se ha consolidado como un movimiento alternativo como pocos en todo el Estado que, lejos de causar problemas, sirve como ejemplo para quienes quieran impulsar proyectos de autogestión a todos los niveles”.“Quieren cortarlo porque no les gusta que se desarrollen proyectos de este tipo, que confrontan con el modelo de sociedad neoliberal que ellos defienden”, sostiene el edil de EH Bildu Félix González, quien pone el acento en una cuestión numérica: “en Vitoria hay 15 mil viviendas vacías. Además, existe suelo para construir hasta 25 mil casas”. “Por lo tanto –continúa-, está claro que aquí no existe ninguna presión urbanística para que pasado mañana haya que construir allí”.“Lo que el ayuntamiento debería hacer es sentarse a dialogar con las personas que viven en ese lugar, hablar sobre este proyecto y establecer los cauces necesarios para llegar a un acuerdo”, indica el concejal de Irabazi (Ganemos), Oscar Fernández. A su juicio, la intención de desahuciarles “no es más que una posición política, porque todos saben que ninguna constructora se va a meter ahí”. “Lo que no entendemos es qué intenciones hay desde el gobierno municipal respecto a esas viviendas”, apunta.Agresiones policialesEn ese contexto, desde Errekaleor Bizirik aseguran que el clima está cada vez más enrarecido. “Hace unos meses, las fuerzas policiales insultaron y amenazaron a un vecino mientras paseaba por los alrededores del barrio. Además, lo tiraron al suelo y le golpearon violentamente. Por si eso fuera poco, también retuvieron a otro vecino aprovechando que estaba solo y lo amenazaron gravemente, además de golpearlo”, denunció hace algunos días ese colectivo.En tal sentido, su portavoz aseguró a Público que en las últimas semanas han notado un incremento de la presencia policial en sus calles. “Quieren que sepamos que estamos vigilados. Quizás sea una preparación para el desalojo”, advierte. En 2017 se sabrá si tiene razón. De momento, la vida continúa en el “Mundo Mejor”.
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