Inspirada en los dado a conocer por Yanis Varoufakis en sus recientemente publicadas memorias y dado el cariz de los acontecimientos recientes en Catalunya, desde Gara han publicado esta editorial:
La lectura de las memorias de Yanis Varoufakis, ministro de Finanzas en la primera etapa de Syriza al frente del Gobierno griego, pone de manifiesto que el modo en el que los Estados y las instituciones de la UE afrontaron la monumental crisis griega anticipaba en gran medida cuál iba a ser la respuesta al reto catalán. Un modus operandi al servicio de las visiones más conservadoras del statu quo, en el que saltarse a la torera los mandatos democráticos no produce empacho alguno.Syriza tenía el mandato de poner fin a una draconiana dieta de austeridad que la propia UE sabía contraproducente; mientras que de Catalunya emergía el mandato, como mínimo, de establecer una negociación (con un referéndum vinculante y acordado) sobre el futuro político del país. Ni un mandato ni otro fueron respetados.Esto demuestra varias cosas, por ejemplo, que plantear conflictos en términos democráticos es muy valioso para construir un relato y muy útil a la hora de afianzar mayorías internamente, pero no sirve de gran cosa cuando se llama a la puerta de eso que llamamos Comunidad Internacional. Es fundamental plantear los desafíos pertinentes en términos democráticos, pero queda claro que con eso no basta. Otra de las lecciones que dejan Catalunya y Grecia es que hacerlo solos es doblemente difícil. Ni ser un Estado con asiento en los órganos decisorios de la UE, como Grecia, sirve de mucho si al lado solo tienes el abismo.Aprender de las experiencias ajenas y compartir conocimientos se muestra así como una necesidad imperiosa para todo pueblo en lucha por su soberanía. Todos tenemos mucho que aprender de la experiencia griega. También Euskal Herria puede aprender del caso catalán –de lo bueno y de lo malo– y ahora, por desgracia, Catalunya puede nutrirse de la experiencia antirrepresiva de Euskal Herria, de sus aciertos y de sus errores. Solo el aprendizaje mutuo será capaz de abrir vías a la democracia y la soberanía en un concierto internacional que juega en su contra.
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