El régimen borbónico franquista, integrado por gente de muy poca estarura ética, se ceba en un niño de apenas siete años, y eso es solo un ejemplo de entre los cientos de historias desagarradoras producto de la política penitenciaria vengativa en contra de los activistas vascxs que caen en sus garras.
Les compartimos esta nota publicada en Naiz:
Reclaman en Errenteria los derechos de los hijos e hijas de las personas presas
Denuncian el caso de Garikoitz, un niño de 7 años cuyo padre, Jon Solano, ha sido trasladado a Sevilla, mientras su madre, Eider Pérez, continúa en Córdoba.
Un nutrido grupo de personas se ha reunido este lunes en la localidad guipuzcoana de Errenteria para reclamar los derechos de los hijos e hijas de las personas presas, ya que debido a la dispersión estos menores han de recorrer miles de kilómetros cada año para ver a sus padres y madres.
El acto, convocado por Sare, se centraba en este caso en la situación de Garikoitz, vecino de este pueblo e hijo de los prisioneros vascos Eider Pérez y Jon Solana. En la actualidad, este niño de 7 años tiene que recorrer 865 kilómetros para estar con su madre en Córdoba, otros 140 para estar con su padre en Sevilla y luego 925 de vuelta hasta su casa.
Sare ha denunciado que según la legislación vigente la pareja tiene que cumplir la pena en la misma prisión para favorecer los lazos familiares y que los hijos e hijas puedan visitar a su padre y a su madre conjuntamente.
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