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domingo, 7 de enero de 2018

Recordando a Castelao

Con Catalunya bajo asedio no son pocas las voces que se han alzado en su defensa desde Euskal Herria y desde Galiza.

Con este texto dado a conocer en El Nacional, honramos la memoria de quienes han trabajado en conformar el pacto solidario e internacionalista entre estas tres naciones bajo el yugo colonial del régimen español:


Marc Pons

Tal día como hoy del año 1950, hace 68 años, moría en Buenos Aires (Argentina) Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, padre del galleguismo político y uno de los fundadores de la alianza de partidos soberanistas gallegos, vascos y catalanes. La alianza soberanista Galeusca, nombrada también Triple Alianza, fue fundada en Barcelona el 11 de septiembre de 1923, y estuvo integrada por Estat Català —de Francesc Macià—, Unió Catalanista —de Josep Riera— y Acció Catalana —de Rovira i Virgili—, por Catalunya; el Partido Nacionalista Vasco y la Comunión Nacionalista Vasca, por Euskadi; e Irmandade Nazonalista Galega e Irmandades da Fala —de Castelao—, por Galicia.

Castelao, nacido en Rianxo (Galicia) el año 1886, médico, escritor y dibujante, tuvo una intensa relación con Catalunya a través de la política. Su idea de una Galicia desarrollada estaba plenamente inspirada en la Catalunya que conoció —la de la Mancomunitat de Prat de la Riba y de Puig i Cadafalch—, a la que reconocía como un modelo de progreso social, político y cultural, claramente contrapuesto a la España del caciquismo. Defensor de un modelo de Estado confederal, y del protagonismo que tenían que jugar las naciones peninsulares periféricas diría: "La cuestión catalana —igual que la vasca y la gallega— no es un delito que se tenga que reprimir, ni una enfermedad que se pueda curar".

Galicia había votado un Estatuto en junio de 1936, pero el estallido de la Guerra Civil y la ocupación inmediata de los militares sublevados había impedido convocar elecciones, constituir un Parlamento y formar un gobierno. Castelao se refugió durante un año en Barcelona, en un piso de la Rambla de Catalunya, 28, que convirtió en la sede del galleguismo político. Allí conoció la muerte de su amigo personal y aliado político Manuel Carrasco i Formiguera, fundador de la Unió Democràtica de Catalunya, fusilado en Burgos (Castilla) por orden expresa del general Franco. Sus escritos posteriores, desde el exilio, revelarían un estado de profunda decepción con la idea de España.






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