Ha pasado casi un mes desde que Madrid pisoteara su propia Ley de la Memoria Histórica, mostrando al mundo que el legajo en cuestión es letra muerta, pero la verdad ha logrado penetrar el muro de silencio y hoy sabemos que el régimen borbónico franquista ha enterrado en Melilla los restos de José Sanjurjo expulsados de Iruñea.
Lo que no está tan muerto es el régimen del 36 que, como el monstruo de Viktor Frankenstein, es mantenido vivo por sus herederos en cada una de sus acciones, en cada una de sus omisiones. Es un monstruo que demanda sangre, que demanda represión, que demanda hacer mofa de sus víctimas.
Vaya, que ellos para burlarse no necesitan Twitter, tienen a las mismísimas instituciones del estado para hacerlo.
Aquí una nota de inSurGente sobre el tema:
El cuerpo del militar golpista fue trasladado desde la base de Colmenar Viejo (Madrid) hasta Melilla a bordo de un helicóptero del Ejército de Tierra. Sus restos fueron exhumados en noviembre de la cripta del Monumento a los Caídos de Pamplona en aplicación de la Ley de Memoria Histórica de Navarra.El Ejército de Tierra, a través de la Comandancia General de Melilla, admitió ayer que el general José Sanjurjo, exhumado del cementerio de Pamplona por decisión del Ayuntamiento navarro gobernado por Bildu, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, por su doble participación en golpes de Estado contra la República en los años 1932 y 1936, ha sido enterrado en el Panteón Militar de Melilla atendiendo su condición de ex Comandante General de Melilla y a petición de su familia. El entierro tuvo lugar el 23 de marzo y “no fue secreto” -se hizo a las 13.00 horas con toda los mandos asistentes uniformados- aunque sí “íntimo y privado”. La Comandancia, en un comunicado, ha subrayado que “no hubo honores militares, no formó ninguna unidad ni piquete”, como tampoco hubo durante el acto “ningún guión (bandera) ni cornetín”. “Atendiendo a que fue comandante general de Melilla, estuvo al mando de fuerzas de Regulares y estaba en posesión de dos cruces Laureadas de San Fernando (1914 y 1926), se autorizó que el entierro se celebrase en el cementerio municipal de Melilla”, añade el Comunicado.La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Marian Beitialarrangoitia, ha solicitado la comparecencia de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, para que explique la participación de autoridades militares en el entierro del general franquista.
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