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sábado, 11 de marzo de 2017

Egaña | El Caballo de Troya

La situración actual en Euskal Herria es digna de ser analizada, y eso es lo que muy a su manera hace Iñaki Egaña con este texto que ha compartido en su cuenta de Facebook:


Iñaki Egaña

Euskal Herria tiene una enfermedad bipolar, anunciaba Gaindegia en su reciente trabajo "Des-Herria". Es complicado resumir en una frase un estudio de semejante profundidad. Me atrevo con ella, sin embargo. Al menos mi interpretación. Hemos tenido los mimbres para ser un estado y nuestros dirigentes no han hecho sino empujarnos por una cuesta abajo, sin freno, para perdernos en la irrelevancia, en un escenario secundario del neoliberalismo. Del puesto 83 en el ranking europeo regional hemos pasado al 120. ¿La bipolaridad? Buenas raíces, mala gestión.

¿Qué ha sucedido en estos últimos años para semejante pérdida de referencialidad? La dirigencia política (PNV) y la económica (Confebask y Cen) han abierto las puertas de par en par a los bandoleros, a aquellos que vienen a especular, a precarizar para obtener mayor beneficio. A desmontar los logros sociales obtenidos en décadas de luchas, huelgas y reivindicaciones. Y ellos se han convertido en meros gestores (horribles) del capital, por cierto, el extranjero proveniente en gran parte de paraísos fiscales.

¿Sabían que es en la Comunidad Autónoma vasca donde con mayor intensidad se han aplicado las reformas laborales? ¿Sabían que los sueldos de las trabajadores y trabajadoras vascos tienen cada vez menos peso en el PIB, por debajo de España? ¿Sabían que la precariedad y feminización de la misma crece más rápidamente en Euskal Herria que en la mayoría de escenarios europeos? ¿Sabían que en empleo, precariedad, I+D, gasto social... la Comunidad Autónoma Vasca se parece cada vez más a España y menos a Europa, su referencia hace una década?

Nuestras exportaciones suponen algo más de la mitad del PIB, un hecho histórico que se ha mantenido en el tiempo. Hemos cambiado, sin embargo, los lugares de destino. Desde la crisis especulativa, los estados receptivos de nuestros productos que más han crecido han sido Arabia Saudi, Israel y Corea del Sur. ¿Quién marca semejantes directrices? Estamos en los niveles más altos de formación de nuestros jóvenes. Por encima de Alemania, Dinamarca, Cataluña, España, de manera notable. ¿Para qué? Para que semejante inversión sirva a las empresas multinacionales y nuestra juventud mejor formada tenga que emigrar.

Iberdrola, 2.705 millones de euros de beneficio neto en 2016. Localización en Bilbao. Sus mayores accionistas, el estado terrorista de Qatar, la especuladora yankee Blacrock y Kutxabank (PNV). El recibo de la luz está alcanzando este invierno máximos históricos. En Euskal Herria 244.000 afectados por la pobreza energética. Mirando con pavor la bajada del termómetro en un grado, en dos. Las velas no dan calor.

¿Por qué semejante desastre en la construcción de nuestro país? Pasemos a otros parámetros. En junio de 2016, el Parlamento de Gasteiz (con votos de EH Bildu, PNV y PSOE) aprobó el compromiso de que la Ley Mordaza no se aplicara porque "vulnera derechos fundamentales". Desde entonces, como si se tratara de una macabra broma, la Ertzaintza ha agilizado su aplicación. Más que antes. Y eso que el listón estaba bien alto. En 2015 y 2016, la Ley Mordaza se aplicó en la CAV en 8.087 ocasiones.

PNV y PP negocian los presupuestos generales del Estado (español). Con una mirada aprobatoria del PSOE que aupó a Rajoy explícitamente al Gobierno. Una tríada que, en temas económicos, ejerce sin fisuras. ¿Recuerdan la trasformación de las cajas vascas en un banco? ¿Aquella uniformidad en la estrategia, en especial en Gipuzkoa, donde necesitaron incluso el apoyo de CCOO para obtener la mayoría? No hay matizaciones a la hora de declararse agentes del bandolerismo. Porque, saben, luego llega la recompensa. Y el pastel sigue siendo goloso para esos cuadros intermedios (centenares de miembros de los partidos que hay que colocar en cada legislatura para que el coste recaiga sobre nuestras espaldas y no sobre las de sus partidos-empresas). Privatizar el dinero público, de una manera u otra.

Puertas giratorias. Hace un mes nos desayunamos con el nombramiento de Jon Uriarte, ex director de la Ertzaintza, como asesor de empleo del Gobierno vasco. Hace unos días, Mireia Zarate, secretaria del EBB del PNV, ha sido nombrada asesora de cultura del Ejecutivo de Urkullu. Van 37 nombramientos más de asesores para el Gobierno vasco que en la legislatura anterior según El Correo, 20 según Gara. El gasto de altos cargos del Gobierno de Gasteiz ha aumentado un 15%.

La subida del RGI se vincula al incremento del IPC. Las pensiones aumentan un 0,25% (El 29,9 de nuestros pensionistas están en riesgo de pobreza absoluta, el 48,4% de los que cobran pensión de viudedad). Urkullu ha minimizado el tema sabiendo que estas noticias se olvidan en un par de días. El aumento del gasto, dice, ha sido sólo del 0,02%. Carcajada y palmadita en la espalda al lehendakari en Sabin Etxea.

No hay futuro con esos gestores. El abismo cada día más cerca. La uniformidad y la singularidad acercan sus aceras, para integrarse en una única avenida. La legislatura de la marmota, aquella con la que se nombró a la de Patxi López, apareado entonces con el PP, seguida de la de Urkullu por partida doble. Tres tristes trileros que, tras la desanexión catalana, se conforman como los "partidos dinásticos" que han dado validez a la Transición, asentando todos esos valores que cocemos de sobra. Así es, PP, PSOE (el bipartidismo) y el PNV. Más de 40 años de praxis nos han demostrado que esa supuesta "tirantez" entre PNV y Estado ha sido causal, esporádica. El estado natural es, justamente, el contrario. Consenso y acuerdo.

Y no me refiero exclusivamente a las cuestiones antes apuntadas (portero del capital, azote de la clase trabajadora), sino también a las de territorialidad. Las que, con mayor o menor incidencia, han puesto sobre el tapete la naturaleza de España. En todos los acontecimientos desde que falleció el dictador en 1975, el PNV ha ejercido de bastión de Estado. Como Ortuzar recordó a Rajoy, "el PNV ha contribuido a vertebrar España". Más aún: “Con la referencia de la construcción europea, hemos tenido el valor de no dejarnos seducir por los cantos de sirena de la izquierda abertzale de una apuesta soberanista, ni contagiarnos por la apuesta del referéndum soberanista en Cataluña y Escocia”.

No hay que recorrer el calendario en exceso para tropezar con las huellas de las opciones jeltzales en cada uno de esos acontecimientos susceptibles de transformar ese proyecto político español que tanto nos ha acogotado. PNV y PSOE echaron a los comunistas del Gobierno vasco en el exilio, firmaron el Pacto de París (1957) en el que exigían elecciones sin cuestionar el modelo de Estado (franquista). El PNV puso todos sus huevos en la cesta de Washington, abandonando cualquier cuestión que no supusiera gestionar fondos para la Democracia Cristiana europea.

Murió Franco y recordó a ETA que eran "malnacidos" y "malqueridos", que no habría frente abertzale, sino Plataforma de Convergencia Democrática (española). Compaginó Txiberta, para alardear de intentarlo, mientras ya había firmado con el PSOE el Frente Autonómico. Aceptó la Reforma Política y ninguneó a los rupturistas. Llegaron procesos como el de las Conversaciones de Argel, las de Loiola, incluso la Declaración de Aiete de 2011 y su elección no tuvo discusión: asentar la vertebración de España. Me dirán, con razón, que por medio se me despistaba Lizarra-Garazi (1988). Es cierto. Tiempos de acoso. Pero visto lo visto, aquel proceso se quedó en un amago.

Hay un concepto en el imaginario de la izquierda independentista que se reproduce de vez en cuando. La posibilidad de una alianza con la derecha vasco-española. Ese concepto es un caballo de Troya en la ideología rutpturista. La historia lejana y cercana nos da demasiadas pistas para marcar estrategias, alianzas y, sobre todo, no perder el tiempo en un bucle interminable de encuentros-desencuentros. No es época para supersticiones.





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