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viernes, 25 de octubre de 2019

Hong Kong con Catalunya

En un giro inesperado, llega solidaridad con el pueblo catalán desde muy lejos, desde un lugar insospechado... Hong Kong.

Y es que, para ser sinceros, nosotros nunca hemos apoyado el movimiento secesionista orquestado y financiado por Estados Unidos en esa isla china. Vaya, ni siquiera hemos requerido la etiqueta. 

Lean lo que nos da a conocer La Vanguardia:


Al rededor de mil personas se concentran en el centro financiero de la ciudad en apoyo a las protestas ante “ante un mismo destino triste y trágico”

Ismael Arana

Hubo decenas de estelades; vídeos con mensajes de apoyo desde diferentes partes del mundo; carteles por la libertad; discursos sobre la solidaridad entre los pueblos, la injusticia y contra la brutalidad policial; himnos; y gritos de ¡Visca Catalunya! o con los lemas de las manifestaciones locales. Así transcurrió la primera Asamblea por la Solidaridad Hong Kong-Catalunya, un acto al que asistieron alrededor de mil personas en pleno centro financiero de la ex colonia británica y que acabó sin incidentes.

Desde principios de verano, decenas de miles de personas han tomado las calles de esta ciudad para exigir sus cinco demandas, entre las que se encuentra una investigación sobre los supuestos abusos policiales o el sufragio universal a la hora de elegir a sus líderes. Aunque el grueso de los descontentos busca mantener las libertades que les otorga el principio de “un país dos sistemas” que rige en el territorio desde que volvieron bajo soberanía china en 1997, una pequeña parte -sobre todo jóvenes- está a favor de la independencia, una de las líneas rojas infranqueables para Pekín.

De acuerdo con los organizadores del evento de hoy, que pertenecen a esta minoría, los casos de Catalunya y Hong Kong guardan ciertas similitudes. Entre ellos, ser dos territorios con una lengua y cultura diferente, gozar de unos niveles de desarrollo mayores que los del resto del país y encontrarse “ante un mismo destino triste y trágico”, según palabras de Ernest Chow, ex presidente del sindicato de estudiantes de la Universidad China de Hong Kong encargado de leer el manifiesto.

Desde el estrado no hubo sorpresas. La suya es una pugna por la libertad, la democracia y la justicia. Se enfrentan a enemigos poderosos que no quieren dialogar y que no dudan en echar mano de la violencia policial para sus intereses -de la ejercida por los suyos ni palabra-. Catalanes, hongkoneses, chilenos o tibetanos deben luchar juntos y solidarizarse unos con otros. Tarde o temprano se lograrán los objetivos.

El acto de hoy había generado una gran polémica entre el bloque prodemocrático de la ciudad asiática, ya que muchos creen que esta no es su guerra y que el ser asociados con un movimiento independentista como el catalán les puede perjudicar a la hora de recabar apoyos internacionales. Además, imágenes como las registradas hoy dan gasolina a una China que ha acusado desde un principio a los manifestantes de “separatistas radicales”, a pesar de que ninguna de sus cinco demandas incluye la independencia.

Para evitar males mayores, Chow quiso dejar claro a este diario que “no apoyamos la independencia de Catalunya, sino su derecho a decidir”. Sin embargo, el matiz no sirvió para que viniera más gente a una plaza que hace tan solo dos semanas vio reunirse a 130.000 personas para pedirle a Estados Unidos que aprobara la Ley de Derechos Humanos y Democracia para Hong Kong.

Por el estrado erigido en la plaza de los jardines Charter también pasaron Ventus Lau, un conocido activista local al que se le prohibió participar en las elecciones locales de 2018 por mostrarse en el pasado favorable a la independencia, y Andy Chan, líder del ilegalizado Partido Nacional, el primero que abogó abiertamente por un Hong Kong independiente. “Que la gente de todo el mundo se una a nuestra revolución”, dijo al concluir su alocución, en la que también lanzó soflamas a favor de la independencia para la ex colonia.

El acto terminó con las palabras de José Manuel Sevilla, un residente en la ciudad asiática que habló en nombre de la veintena de catalanes congregados en la plaza. Tras dar su versión de lo sucedido en Catalunya durante los últimos años, leyó uno a uno los nombres, cargos y sentencias de los políticos sentenciados y pidió libertad para ellos.

Finalmente, con Els Segadors de fondo -a la que siguió Gloria a Hong Kong, el himno oficioso de las protestas-, los asistentes posaron para los medios con las luces de sus móviles cubiertas con trozos de plástico rojo y amarillo y las banderas de fondo. Una imagen con la que esperan generar sinergias e internacionalizar sus conflictos, aunque está por ver si les da resultado.






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