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jueves, 17 de octubre de 2019

Entrevista a Xabi Otero

Desde Noticias de Gipuzkoa traemos a ustedes esta entrevista en la que se vuelve a plantear la posibilidad de una migración temprana desde lo que hoy en día es el área que bañan las aguas del Golfo de Bizkaia hasta el continente americano.

Nosotros no lo llamaríamos "descubrimiento" por nada del mundo e insistimos en el más apropiado término antropológico de migración. Vamos, imaginen ustedes que sabiendo que el ser humano proviene de África le llamáramos "descubrimiento" a cada una de sus paulatinas llegadas a Asia, luego a Europa, más tarde a Oceanía.

Aclarado lo anterior, aquí la entrevista:


Otero lidera Jauzarrea, el Fondo para el Estudio y Difusión de la Cultura Vasca, que organiza el Congreso Atlantiar este viernes en el auditorio Orona de Hernani

Juanma Molinero

Esta cita anual se centra en esta edición en la huella humana en el Atlántico Norte. Se presentarán también varios proyectos de investigación sobre los vascos y se celebrará un homenaje póstumo a Dennis Stanford, antropólogo de Smithsonian Institution, fallecido en abril de este año y habitual colaborador de Jauzarrea.

Una de las investigaciones que analizarán presenta la hipótesis de que europeos que vivían en el Golfo de Bizkaia alcanzaron las costas de América hace 20.000 años.

-Esta hipótesis hace bastantes años que está en danza. En EEUU se considera que la primera cultura americana es la cultura clovis, de hace 12.500-13.000 años. Pensaban que esos pobladores llegaban por Siberia y el estrecho de Bering. El antropólogo Dennis Stanford era el mayor conocedor de la prehistoria de América del Norte y del Sur. Cuando fue a Rusia para ver qué rastro había de clovis, vio que no había nada. Desde la costa Este de Estados Unidos a Eurasia no había nada. Stanford conoció a Bruce Bradley, especializado en arqueología experimental y profesor de la Universidad de Exeter, que vio que la abundancia de yacimientos era en el este y luego se dispersaba hacia el oeste. Bradley decía que se hacían piezas muy similares en América del Norte y Europa. No era normal que se hallaran piezas similares en dos partes del mundo diferentes. Así que, como durante 5.000 años hubo un puente de hielo entre los dos continentes, propusieron la idea de que los pobladores hubieran llegado a América desde Europa. Documentaron muchos más yacimientos y plantearon la posibilidad de que llegara a América gente de lo que conocemos hoy como Europa. Y creen que puede haber gente que puede haber ido a América desde lo que se conoce como el refugio vasco. He conocido a investigadores que eran críticos con esta teoría, la que se conoce como Solución Solutrense, y ahora se han moderado. Antes atacaban esta teoría y ahora son escépticos porque cada vez hay más pruebas y evidencias de que algo ha pasado. Se trata de demostrar que puede ser posible y en eso estamos. Hay que aportar más pruebas.

¿En algún momento se podrá demostrar?

-Está probado con la evidencia de las piezas. Si tienes dos piezas que son del mismo tipo en dos zonas tan alejadas... Los genetistas dicen que con las evidencias materiales es suficiente para demostrarlo, pero ahora se exige 80 pruebas diferentes para corroborarlo. Habría que corroborarlo con la genética. En esa zona de América ha habido muestras de ADN con marcadores genéticos que proceden de Europa de hace 15.000-18.000 años. Son pocos y hay que contrastarlo con más estudios.

Si lo demuestran, desmontarían la principal teoría de que América se descubrió hace poco más de 500 años.

-América está descubierta por los primeros pobladores, los que fueran. Hay excavaciones en Texas que llegan hasta los 20.000 años. La idea de que los pobladores llegaron a América desde Asia por un puente de tierra en el estrecho de Bering es de un jesuita que lo planteó en el siglo XVII. Hay que comparar las teorías para debatir de una manera seria.

En nuestro imaginario, América data de hace 500 años.

-Eso ya es de risa. Hay un montón de datos e investigadores del siglo XIX de Francia que te dicen que los balleneros venían a Donibane Lohizune desde Terranova desde el año 1372. Esos datos figuraban en los archivos de Donibane que se quemaron a principios del siglo XX. Hay también datos de aduanas de los puertos de Plymouth y Londres, recopilados por un investigador suizo, que habla del año 1342 y de cómo llegan a esos puertos pieles traídas por los vascos de América. En Islandia también se habla de los barcos vascos en el año 1400. Pero todo eso la historia oficial lo ignora. Te dicen que les lleves pruebas. Lo de mantener solo la teoría de los 500 años de Colón es de risa. Los vikingos ya estuvieron en América en el año 1000. Hay asentamientos y está probado. Adjudicarse lo de los 500 años de Colón es como muy pueril a estas alturas.

¿Esos pobladores que llegaron desde el Golfo de Bizkaia podrían ser vascos?

-Habría que probarlo. En 2009 propuse que se hiciera un estudio genético de las primeras naciones del este de América para ver si se encontraban marcas de vascos que lo corroboraran. Se ha hecho un estudio con 200 muestras con tribus y naciones muy concretas. No sé qué resultados habrá pero no espero gran cosa. Es como buscar en Baztan cuántos nativos hay de Soria. Según la gente que elijas, si no aciertas, nunca sabrás cuántos han venido de Soria. Hay que demostrar con la genética que esos pobladores del Golfo de Bizkaia que fueron a América eran vascos. El problema es que aquí, en Euskal Herria, casi no existen restos antiguos.

Lo que sí está probado es la relación de los vascos y los inuits.

-Sí, pero es más reciente, de los siglos XVI y XVII. Se han descubierto muchos asentamientos. Este año, otros cuatro nuevos en la Península del Labrador, al sur de Red Bay. La colaboración entre vascos e inuits es consistente y permanente. Los inuits bajaban al sur, exponiéndose a ser asesinados por los indios, sus enemigos ancestrales, para encontrarse con los vascos. Estaban con los vascos en la campaña ballenera, hacían carbón vegetal... Hasta hace unos años no se conocía esta relación y cada vez que se da un paso se encuentran más cosas.

En Canadá la huella vasca es una mina de oro.

Estuve en las excavaciones de Red Bay y tuve la suerte de conocer todos los restos humanos y todo lo que se encontró allí: una txalupa, el ballenero San Juan… Fue muy bonito ver cómo, gracias a investigadores de Canadá, los vascos allí existimos. Si eso lo ampliamos a todo el mundo, podemos tener una visibilidad mayor. Es necesario que el ejemplo de Canadá trascienda a todo el mundo. Y eso es lo que hacemos en el Congreso de Jauzarrea y en toda la semana que pasan los investigadores en Euskadi.

¿Por qué llama tanto la atención a investigadores extranjeros la huella vasca fuera de nuestras fronteras?

-Básicamente, porque no se conoce. Descubren algo nuevo y eso es muy exótico. En Louisbourg (Canadá) este verano hemos hecho un programa con Parks Canada y las investigadoras que han trabajado allí nos contaron que la gente que visitaba la exposición no sabía lo que era un vasco. Nos situaban en Turquía, en África… Los visitantes de Québec eran a los que más les sonaba. Pero hay un desconocimiento absoluto en la gente de lo que es un vasco o de que algo vasco exista. Reconstruir esa historia es el mayor atractivo. Y la lengua, que suena exótica.

¿Nuestra historia interesa más fuera que aquí?

-Aquí hay complejos. Y hay un bombardeo de medios de comunicación españoles y franceses que nos dicen que no somos nada. Creo que sí somos algo. Ya sabemos que no somos especiales, pero queremos hilvanarlo todo para mostrarlo a la gente.

¿Hay algún mito de los vascos que convenga desterrar de nuestra historia?

-Hay personas que quieren romper tópicos, pero no está bien destruir cosas sin evidencias. He visto a investigadores que te cuestionan cualquier cosa que hagas o quieras conocer de la historia y la prehistoria de los vascos como si llevaras la boina calada. Queremos recuperar desde el inicio del homo sapiens en África hasta su llegada aquí. Nos gustaría recuperar todo ese recorrido para saber qué hemos sido. Queremos ver nuestra foto de familia, que sirve para otras familias. Nosotros somos los portavoces de lo que nos cuentan los investigadores que traemos al Congreso. Cuando ellos digan otra cosa, lo modificaremos. Hacemos la transmisión de investigaciones de investigadores de primera línea. No son gente que copia de Internet, lo traduce y lo modifica. Son investigadores que trabajan sobre el terreno y les apetece meterse en el reto de reconstruir la historia vasca.

¿Cómo ha sido la experiencia en Louisbourg?

-Es difícil en dos meses explicar la historia de los vascos. Están encantados y quieren seguir con la experiencia. Habría que tener cinco personas allí. Todo requiere ayuda y somos muy malos vendedores. Aquí no conseguimos apoyo, habiendo instituciones y empresas que podrían ayudarnos.

Usted también presenta su propia investigación en el Congreso. Hace una interpretación de las piedras grabadas halladas en Gault (Texas), y considera que son las primeras imágenes de embarcaciones en América, de hace 13.000 años.

-Son piedras que se encontraron en los yacimientos de clovis de hace 13.000 años. Los investigadores de allí no lo veían, pero yo, al analizar las piedras, vi un barco con remos. Si lo viéramos al trasluz, veríamos los remos de la tripulación en la piedra. Alguien propuso que era un animal herido con flechas. Yo creo que son remos, las formas encajan perfectamente. El director de la excavación de Gault quiere ayudarme a publicar un artículo científico sobre esas piedras. Quiere que lo que yo he hecho desde el ámbito del grafismo, se complete con la antropología y la arqueología. Los investigadores ven viable defender esta hipótesis. En la parte superior de la piedra, si se aísla, se ve una ballena o un cachalote con arpones. La piedra fue tallada y el que lo talló lo hizo de forma rudimentaria pero sabía lo que quería hacer. Es un grabado despedazando una ballena. Un bocadillo en el que arriba está la escena de una ballena, debajo el plano de la embarcación, un umiak, y en medio la punta de un arpón. La piedra de abajo concuerda con varios planos de embarcaciones umiak del siglo XIX. Hace 30 años se publicó que los kayak se usaban hace 10.000 años. La pieza que he analizado yo puede datar de hace 13.000 años.






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