En plena efervescencia por el proceso de desconexión catalán con respecto a su metrópoli se acerca la fecha en la que Madrid celebra sus gloria colonialista. Si bien los españolazos se exceden en su celebración de su pasado genocida, otros estados europeos no están esforzándose por hacer mejor las cosas y uno de ellos es nada menos que el vecino al norte, el estado francés.
Si a eso le sumamos la alerta emitida por organismos internacionales formados para combatir la trata de personas con respecto al aumento de actividades propias del turismo sexual orientado hacia la explotación de niños y niñas para ese fin, pues entonces el asunto es todavía peor.
Les invitamos a leer este artículo publicador por el Diario Vasco:
Polémica en Francia por un filme que camufla su relación en Tahití con una niña de 13 años y omite que tenía sífilisFernando IturribarriaPederastia, colonialismo y mitificación complaciente. Son los ingredientes de la polémica que envuelve la figura de Paul Gauguin (1848-1903) estos días en Francia. El pintor maldito domina el nuevo curso cultural con una película y una magna retrospectiva. La exposición 'Gauguin, el alquimista' va a ser abierta al público el próximo miércoles en el Grand Palais de París tras haber sido vista por más de 220.000 visitantes durante su estreno en Chicago. Llega precedida por la controversia desatada por el filme 'Gauguin, viaje a Tahití', de Edouard Deluc, estrenado el 20 de setiembre con Vincent Cassel en el papel protagonista.La mecha del escándalo ha sido encendida por la revista 'Jeune Afrique'. En un artículo titulado 'La pedofilia es menos grave en los trópicos', el autor acusa a la película de haber camuflado que el artista convivió con una niña menor de edad con la que se unió a los 43 años en 1891. Tehura, inspiradora de varias obras maestras, tenía solamente 13 años pero está encarnada por la actriz Tuhei Adams, de 17 durante el rodaje. «Para no chocar a las almas contemporáneas, el papel ha sido envejecido pues la chiquilla que Gauguin frecuentó en la realidad se convierte aquí en una honorable jovencita», subraya el semanario.Por si fuera poco, el largometraje biográfico también omite que Gauguin padecía sífilis, enfermedad sexualmente transmisible y potencialmente mortal que propagó de manera irresponsable por la isla. Estas elipsis revisionistas tratan de escamotear que el pintor reproducía el comportamiento sórdido de los colonos a finales del siglo XIX en aquel lejano paraíso, según los detractores de la película.La polémica ha arreciado en las últimas horas con las declaraciones torpemente justificativas de Cassel. El actor, de 50 años, relativizó los hechos ocultados el otro día en un programa de la televisión francesa. «Trece años de entonces igual no es como 13 años hoy. Era arcaico, era una completa locura, pero era así», declaró en el espacio cultural 'Stupéfiant!' de France 2.Gauguin vivió maritalmente con Tehura con el consentimiento de sus padres pues la relación de un adulto con una menor estaba admitida entonces en el edén polinesio. Pero 'Jeune Afrique' objeta que esa permisividad no reinaba en la Francia continental en aquella época.Se apoya en el dictamen de Jean-François Staszak, profesor de Geografía en la universidad de Ginebra, quien observa que «la edad de sus parejas le habría costado la cárcel a Gauguin si hubiera estado en la metrópoli». «Mantenemos que era escandaloso para un cuadragenario en Francia tener una relación sexual con una chiquilla de 13 años. Justificarlo en el extranjero ayer equivale a legitimar el turismo sexual hoy», sentencia la revista.Staszak también se indigna por las omisiones oportunistas de la cinta. «Me parece escandaloso que un filme rodado en 2016 borre deliberadamente ciertos aspectos sexuales y políticos de la estancia de Gauguin en Tahití para adecuarse a un mito romántico», opina el suizo. A su juicio, «no se puede hacer un filme hoy sobre Gauguin sin resituarlo en el contexto colonial».
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