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lunes, 4 de junio de 2018

El Multifacético Jean Borotra

Uno más para la etiqueta Kurlansky Arzalluz, este dentro del ámbito del deporte, específicamente, el tenis, donde comparte palmarés con René Lacoste.

Les invitamos pues a leer este artículo acerca de su camaleónica vida publicado por La Vanguardia:


El Mosquetero francés que también tuvo un papel destacado en la guerra y la política

Pedro Hernández

Nacido el 13 de agosto de 1898 en Domaine de Puy, cerca de Biarritz, Jean Laurent Robert Borotra fue uno de los cuatro jugadores franceses que formaron el famoso equipo de los Cuatro Mosqueteros. Fue apodado como el Vasco Saltarín. Su vida fue intensa dentro y fuera de la pista.

Henri Borotra y Julienne Margueritte Laurence Suzanne Revet, padres de Jean Borotra vivían en Arbonne, en el departamento de los Pirineos Atlánticos de la región de Aquitania, en el histórico territorio vasco-francés de Labort. Henri había nacido en 1864 en Zacatecas, ciudad en la que su padre había conocido y contraído matrimonio con una mexicana.

Jean Borotra era un chico ágil, fuerte y, como era normal entre los chavales de la zona, pronto se aficionó al juego de la pelota vasca. Como joven pelotari era bueno, muy bueno, con una enorme potencia como zaguero, pero también era excelente en el rugby, la esgrima y el ciclismo. La vida familiar quedó trastocada por la muerte de papá Henri cuando Jean apenas tenía 9 años, uno más que su hermano Frédèric, y cinco más que el pequeño, Edouard.

La primera vez que Jean Borotra vio un partido de tenis fue a los 14 años, durante una visita familiar a Londres. Le gustó, adquirió una raqueta y fue su compañera durante muchas horas en el frontón. No jugaba con el revés, sino que cambiaba su raqueta de la izquierda a la derecha, como si fuera un pelotari. Pero la I Guerra Mundial irrumpió de lleno en su vida. Jean Borotra abandonó sus estudios de ingeniería y se alistó en el ejército francés.

Se formó en la Escuela de Artillería de Fontainebleau y fue asignado al 121 Regimiento de Artillería Pesada. Con el cargo de comandante de su batería, se enfrentó a los alemanes en la Batalla de Champagne y fue distinguido con la Cruz de Guerra. Tras la guerra, Borotra regresó a la escuela y, gracias a aprobar un examen especial concebido para quienes no pudieron seguir los estudios para alistarse en la defensa de Francia, entró en la Escuela Politécnica.

En la Politécnica, no sólo se graduó como ingeniero, sino que pudo combinar los estudios con el deporte. En 1921 ganó incluso el Campeonato Militar de Francia de fútbol con el equipo de la Escuela Politécnica. Pero el tenis le fascinaba y vivió una experiencia vital tras su graduación.

Jean fue enviado a Dusseldorf para su primer trabajo para la compañía SATAM, empresa dedicada a la fabricación de aparatos para la distribución de carburantes. Él mismo explicó ese momento en una entrevista. “Estaba nervioso. Tenía que negociar con gente con la que me había enfrentado en el campo de batalla. Intenté que me vieran como alguien normal y vi que ellos también lo eran. Fue de alguna manera conmovedor”.

Aunque su primer partido de tenis lo disputó durante la ocupación, en 1921 Jean Borotra compitió por primera vez en el Campeonato de Francia. Lo hizo como jugador del Racing Club de Francia y fue también la primera vez en la que se le vio lucir la boina vasca que le caracterizó. Meses antes, un entrenador alemán le había enseñado el golpe de revés.

Creció rápidamente como jugador. No tenía un gran servicio, pero su juego desde el fondo de la pista era tremendo. Apenas fallaba un golpe y además, como era increíblemente ágil, subía a la red en muchas ocasiones y era capaz de volear en las condiciones más acrobáticas. Ya empezaron a apodarle como el Vasco Volador, quizás por aquella famosa frase de Voltaire en su libro La Princesse de Babylone, en el que decía que el vasco era un pueblo que bailaba a los Pies de los Pirineos.

Su trabajo como ingeniero le permitía practicar el tenis durante muchos de sus viajes a Gran Bretaña, pero también era un inconveniente en la programación de su carrera como tenista. Incluso en su mejor momento, cuando ya era miembro indiscutible del equipo de Copa Davis de Francia como uno de sus cuatro Mosqueteros, llegaba a muchas eliminatorias horas antes del partido. “Eran otros tiempos. Mis rivales accedían a que yo jugara el segundo punto para que tuviera tiempo para llegar o para descansar un poco después del viaje”, recordaba en una entrevista.

Además de levantar en seis ocasiones la Copa Davis, Jean Borotra completó un gran palmarés, ganando cinco torneos individuales de Grand Slam: Wimbledon (1924 y 1926), Roland Garros (1924 y 1931) y Open de Australia (1928). Disputó otras seis finales de Grand Slam, en la que fue derrotado por sus compatriotas René Lacoste en cuatro y Henri Cochet en las otras dos. Ganó asimismo 9 Grand Slams de dobles, todos con parejas francesas (Lacoste, Brugnon y Bernard), y otros 5 de dobles mixtos, uno de ellos con la gran Suzanne Lenglen.

Junto a Henri Cochet, Borotra ganó la medalla de plata en la prueba de dobles de los Juegos Olímpicos de París en 1924. Durante su carrera, derrotó a los mejores tenistas mundiales aunque su bestia negra fue el estadounidense Bill Tildenn, a quien solo le ganó un partido, siendo el primer jugador francés en conseguirlo.

Se adhirió al Partido Social Francés (PSF) y en la Segunda Guerra Mundial, durante la ocupación, fue nombrado Comisionado General de Educación y Deportes en el gobierno de Vichy. Defendió a ultranza el amateurismo en la práctica deportiva. Junto al nadador y buen amigo Alfred Nakache, partió para un gira por el Norte de África, pero fue arrestado por la Gestapo en un tren que procedía de Madrid.

Pasó tres años en el campo de concentración nazi de Sachsenhausen y posteriormente fue llevado como prisionero de guerra al castillo tirolés de Itter. Junto a otros prisioneros franceses y estadounidenses, algunos de ellos sus rivales en la política, liberó el castillo en mayo de 1945.

Tras el fin de la guerra, siempre siguió con cargos importantes en la política y el tenis, siendo asesor en política deportiva de Charles De Gaulle, vicepresidente en la UNESCO para temas relacionados con el deporte, vicepresidente de la federación francesa y, en 1960, de la Federación Internacional de Tenis. Ingresó en 1976 en el Tennis Hall of Fame de Newport junto a sus compañeros mosqueteros franceses. Murió en 1994 en Arbonne.





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