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sábado, 12 de mayo de 2018

La Challenge Cup en San Mamés

Se ha llevado a cabo la final de la Challenge Cup de rugby en el estadio del Athletic de Bilbao y, según esta crónica dada a conocer en Deia, ha sido un encuentro entre titanes que hará historia.

Aquí la información:


El Cardiff Blues, cuna del afamado escritor, consuma una heroica remontada para conquistar la challenge cup a costa del Gloucester

Pako Ruiz

Quizá Ken Follett se tiene que arrepentir de no haber viajado este fin de semana a Bilbao. Como buen galés y para más señas hijo de Cardiff, el afamado escritor debería lamentar su ausencia en la villa, ya que anoche, además de celebrar el éxito de sus paisanos, habría absorbido mucho material para una nueva novela que, a tenor de lo que sucedió en San Mamés, le aseguraría otro best seller destinado al éxito. Como se sabe, Follet triunfó en su primera época gracias a sus ficciones de suspense. La final de la Challenge Cup de ayer fue fiel al género que tan bien maneja Follett. Fue una final de las que dejan huella. Un partido que marca, tanto al vencedor, en este caso el Cardiff Blues, como al perdedor, el Gloucester Rugby.

El deporte del oval presume de una esencia única. Sus valores son norma de ley. Por algo le acompaña una leyenda que le diferencia del fútbol. Ya sabe, es un deporte de bestias jugado por caballeros. La Catedral, que este fin de semana rinde honores al mejor rugby de Europa, pudo dar fe de ello. Ni una mala práctica. Ni un careo. Ni un gesto despectivo al colectivo. Ni un feo al rival. Rugby en mayúsculas. Y acentuado por un partido magnífico en cuanto a suspense, muy propio de Follett. El conjunto inglés, que defendía el subcampeonato y que partía como favorito, tenía en su mano el tercer título de su historia a la conclusión de los primeros cuarenta minutos. El marcador no deja lugar a dudas, 6-20. Sin embargo, el decorado cambió de forma radical en el segundo acto, donde emergió un Cardiff reinventado, que culminó la voltereta con el golpe de castigo ejecutado por el zaguero Gareth Anscombe. Con este triunfo el equipo galés sucede en el palmarés al Stade Français, vencedor en 2017 en Murrayfield (Edimburgo) ante el Gloucester.

La escuadra de David Humphreys mandó en el primer periodo. Se conocía su poderío en los tres cuartos, liderado por el internacional inglés Billy Twelvetrees, autor de tres golpes de castigo y dos transformaciones en ese tramo. El centro supo leer el partido después de que Evans adelantara al Cardiff, que solo superó en una ocasión la defensa inglesa en un intento de ensayo fallido por Blaine Scully, que sí acertó, en cambio, en el segundo acto. Twelvetrees empujó a su equipo, que apostó por una fuerte presión que rompió la segunda línea del Cardiff. Fruto de ello, el Gloucester comenzó a hacer caja. Se sentía cómodo. En una acción marca de la casa, su juego a la mano desbordó a los galeses y una patada genial de Mark Atkison ofreció a su compañero Henry Trinder el primer ensayo del duelo.

La final ganó, entonces, en un dinamismo que agradece el público. El espectáculo estaba servido. La tropa de Humphreys impuso su ley, en tanto que el Cardiff se resignaba a soportar la ofensiva y no llegar a vestuarios demasiado lastimado. Otro golpe ejecutado por Evans apretó el marcador, pero fue un espejismo, porque el Gloucester no cedió en su empeño. El juego de sus tres cuartos acentuaba su dominio, lo que se tradujo en el luminoso, con una nueva joya en la gestión del oval que culminó Mark Atkison con el segundo ensayo inglés, en tanto que Twelvetrees ratificaba su acierto en el golpeo a palos para sellar el 6-20 al descanso que parecía decantar el triunfo de Gloucester, decidido a conquistar una corona que se le escapó la edición anterior.

Voltereta galesa
Danny Wilson reseteó en la caseta a los suyos. Cambio de registro. No le quedaba más remedio que dar un paso. Su delantera ganó kilos y supo placar. Llevó el partido a su terreno y mucho tuvo que ver la ejecución de su primer ensayo nada más arrancar el segundo acto, obra del medio melé Tomos Williams, que él mismo transformó. Esta acción liberó al Cardiff Blues que ya se sintió capacitado para sumar más allá de los golpes de Evans. Tanto que al cuarto de hora de ponía por delante tras firmar una parcial de 17-0 gracias a un nuevo ensayo de Garyn Smith, que había comparecido a vuelta de vestuarios y cuya aportación fue determinante. El ala puso la guinda a una buena acción colectiva a la mano.

El 23-20 asomó un final de infarto. El Gloucester se recuperó. Activó la maquinaria de su delantera, que rentabilizó su poderío en una acción ofensiva que consumó en la marca el talonador australiano Jamen Hanson. Twelvetrees no falló en la transformación y el propio centro maravilló cuatro minutos después con la ejecución de un golpe de castigo desde 46 metros. Todo indicaba que se trataba de la sentencia, pero quedaba el último párrafo de una novela virtual de Follett, cuyo desenlace solo podía certificarse en el suspiro definitivo. En la última palabra. Scully rompió por el costado derecho y apretó el marcador. Anscombe no pudo materializar una transformación complicada, pero dejó lo mejor para el minuto 79, cuando el Gloucester lamentaba su inferioridad después de ver la amarilla el flanker Lewis Ludlow. Una progresión y una fina patada forzaron un golpe de castigo. Silencio. Anscombe tragó saliva. Visionó el golpeó, el oval encontró palos y daba el título al Cardiff Blue, que vuelve a saborearlo ocho años después. Y esta tarde la guinda la pone la Champions Cup.

Cardiff Blues: Anscombe, Lane, Lee-Lo, Halaholo,, Scully, Evans, Tomos Williams;Gill, Dacey, Filise, Davies, Turnbull, Navidi (Min. 7, Robinson), Jenkins y Nick Williams.

También jugaron; Myhill, Thyer, Andrews, Welch, Olly Robinson, Lloyd Williams, Smith y Morgan.

Gloucester Rugby: Woodward, Marshall, Twelvetrees, Atkinson, Trinder, Burns, Braley;Hohneck, Hanson, Afoa, Slater, Galarza, Polledri, Ludlow y Ackermann.

También jugaron: Matu’u, Val Rapava Ruskin, Balmain, Thrush, Morgan, Vellacott, Symons y Tom Hudson.

Marcador: 3-0: Min. 5;Golpe de Evans. 3-7: Min. 9;Ensayo de Trinder transformado por Twelvetrees. 6-7: Min. 15;Golpe de Evans. 6-10: Min. 27;Golpe de Twelvetrees. 6-15: Min. 38;Ensayo de Atkinson transformado por Twelvetrees. 6-20: Min. 40;Golpe de Twelvetrees. 13-20: Min. 41;Ensayo de Tomos Williams que transforma él mismo. 16-20: Min. 61;Golpe de Evans. 21-20: Ensayo de Smith que transforma Evans. 23-27: Min. 59;Ensayo de Hanson que transforma Twelvetrees. 23-30: Min. 63;Golpe de Twelvetrees. 28-30: Min. 76;Ensayo de Scully. 31-30: Min. 79;Golpe de Anscombe.

Árbitro: Jerome Garcés (Francia). Sancionó con tarjeta amarilla en el minuto 73 al delantero del Gloucester Lewis Ludlow.

Incidencias: Final de la Challenge Cup, la segunda competición europea de rugby por clubes, disputada en San Mamés ante unos 25.000 espectadores.






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