Margo Glantz, la escritora que nunca se ha pronunciado en contra de la barbarie del ente sionista en contra de la población palestina y que tampoco se ha dado el tiempo para sumarse a las voces que se han alzado en contra de la persecución de vascos por parte del gobierno de Vicente Fox, nos ha dado muestras de su vergonzante "equidistancia" en un texto que dedica a la caída del PP tras el 11-M.
Para ella, las dignas resistencias en contra de estrategias genocidas - como la israelí - son igual de execrables, igual de inmorales. En eso se parece mucho a los troskos Pedro Miguel, Guillermo Almeyra, Antonio Helguera y Rafael Barajas.
A todos ellos les dedicamos este artículo del diario en el cual colaboran, La Jornada, pues en el mismo relatan como los máximos responsables por la masacre del 11 de marzo en Madrid tuvieron el descaro de asistir a los funerales de estado, faltando el respeto a los familiares de las víctimas. Pero eso no fue todo, el cardenal español Rouco Varela tuvo el poco tacto de hacer eco de la maniobra de manipulación mediática emprendida por el PP de Aznar en los minutos posteriores a las explosiones, esa que daba la autoría a la organización antifascista vasca ETA, estrategia de intoxicación mediática que llevó a los crímenes de odio que se materializaron en la muerte violenta de Angel Berrueta en Iruñea y Kontxi Santxiz en Hernani.
Nacionalcatolicismo a tope, como en los tiempos del Generalísmo.
Ya veremos si la tórpida Margo Glantz, enfangada en su lodazal teórico, es capaz de detectarlo.
Aquí la información:
Reclamos a Aznar durante los funerales de Estado a las víctimas del 11 de marzo
Rodríguez Zapatero reitera a Powell y Blair que retirará a los soldados españoles de Irak
Armando G. Tejeda | CorresponsalEl futuro presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, insistió en que retirará a los soldados españoles de Irak si la Organización de Naciones Unidas (ONU) no se hace cargo de la transición en el ocupado país, durante un encuentro con el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, y con el secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, quienes asistieron a los funerales de Estado de las víctimas de los atentados del 11 de marzo, en la catedral de La Almudena.
Precisamente, la madre de un joven de 20 años que perdió la vida en los atentados de los trenes, Pilar Paz Manjón, expresó su indignación por la presencia de Blair y de Powell en los funerales.
Momentos antes de que comenzara la ceremonia, la mujer expresó a la cadena de radio Ser que para ella iba a ser muy difícil asistir a los funerales, "porque voy a tener que vérmelas con esa gente que a la larga decidió por mí, contra mí y contra mi hijo", en relación a la guerra contra Irak.
Las exequias oficiales, organizadas por el saliente presidente de gobierno José María Aznar y presididas por los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, tuvieron momentos de tensión cuando familiares de los afectados rompieron el silencio en la catedral madrileña para espetar: "Señor Aznar, le hago responsable de la muerte de mi hijo".
Otra de las madres de las víctimas de los atentados del 11 de marzo en Madrid, que provocaron la muerte de 190 personas y heridas a más de mil 400, manifestó su malestar de que "Aznar estuviera ahí, pues es a él a quien le debemos estos muertos".
La presencia de numerosos representantes internacionales y de prácticamente todos los líderes políticos españoles obligó a las fuerzas y cuerpos de seguridad a activar un dispositivo sin precedente en esta capital. A la ceremonia asistieron 15 jefes de Estado o de gobierno, entre ellos los presidentes de Francia, Jacques Chirac; de Italia, Carlo Azeglio Ciampi; de Portugal, Jorge Sampaio; el primer ministro de Polonia, Leszek Miller; el canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, y el príncipe de Marruecos, Noulay Rachid.
Tras la ceremonia, los reyes de España, acompañados de sus hijos, rompieron el protocolo y se acercaron a los familiares de las víctimas para compartir su dolor y les dieron el pésame.
El cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que concelebró la misa junto con unos 30 obispos, pidió a los afectados por las explosiones que se alejen "de toda forma de nacionalismo exasperado, de racismo y de intolerancia para responder de forma pacífica y democrática a toda forma de violencia ciega y al odio inhumano con el poder fascinante del amor".
El homenaje oficial no estuvo, sin embargo, exento de polémicas, ya que el gobierno de Aznar y la jerarquía católica decidieron relegar a los líderes religiosos de otras confesiones espirituales, a pesar de que muchas de las víctimas no eran católicos.
Rodríguez Zapatero, en tanto, vivió hoy la jornada política más intensa en materia de relaciones exteriores desde que el 14 de marzo ganó los comicios generales, al sostener reuniones con Chirac, Schroeder, Leszek Miller y Powell, para analizar la situación en Irak y Medio Oriente, y las consecuencias que tendría la promesa de retirar las fuerzas españolas de la región si antes del 30 de junio no hay un mandato de la ONU.
Powell expresó a Rodríguez Zapatero la voluntad de su gobierno de negociar con el Consejo de Seguridad de la ONU una nueva resolución sobre Irak que evite la retirada de los españoles, pero el futuro presidente de gobierno reiteró su compromiso realizado con anterioridad a los atentados sobre la salida de los soldados.
En respuesta, Powell le pidió "un diálogo inmediato y urgente" con el ministro de Asuntos Exteriores del nuevo gobierno, cargo para el cual se perfila Miguel Angel Moratinos, con la finalidad de buscar fórmulas respecto del refuerzo del papel de la ONU en Irak.
Rodríguez Zapatero reiteró su postura a Blair, quien le pidió que "reconsiderara" su decisión de retirar las tropas, pero el mensaje del presidente electo fue claro. "Si no cambian los parámetros actuales de la presencia en Irak, los soldados volverán el 30 de junio", afirmó Morantinos.
Mientras tanto, el juez Juan del Olmo decretó hoy prisión incondicional para los marroquíes Rafa Zuher y Naima Ilad, dos de los cuatro sospechosos detenidos el fin de semana en Madrid por su supuesta relación con los atentados.
Los arrestados negaron haber participado en los atentados y condenaron el terrorismo islámico con el que también negaron tener lazos. Está previsto que los otros dos, Faisal Alluch y Jalid Ulad Ackha, comparezcan ante el juez, el viernes.
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