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miércoles, 17 de marzo de 2004

La Oferta de Ibarretxe

Todos conocemos la postura del españolismo en contra del ejercicio de sus derechos civiles y políticos de los pueblos vasco, catalán, galego y andaluz. José Luis Rodríguez no es la excepción pues también comulga con la idea de ese anacrónico nacionalismo expansionista para el que no existe la libre autodeterminación de las naciones históricas. Aún así, desde la CAV, Juan José Ibarretxe lleva a cabo un primer acercamiento según nos informa esta nota publicada por La Jornada
 
 
"Diálogo sin condiciones", ofrece el presidente vasco a Rodríguez Zapatero

Espera Ibarretxe que los gobiernos de Madrid y Vitoria encuentren "soluciones amables"
El presidente regional vasco, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, autor de un plan de "libre asociación" con España, ofreció hoy "un diálogo sin condiciones" al futuro jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
El "Partido Popular (PP) es pasado", dijo el lehendakari (presidente regional vasco) a la prensa tras la victoria electoral del domingo anterior del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) frente al instituto de José María Aznar, de derecha.

"Tenemos una oportunidad histórica para el cambio y para construir el futuro en paz y en libertad", añadió Ibarretxe, quien espera "que haya un diálogo en positivo para buscar soluciones amables entre los gobiernos español y vasco".

El presidente Ibarretxe, miembro del Partido Nacionalista Vasco, había elaborado en 2002 un proyecto que preveía un cambio del estatuto del País Vasco para convertirlo, previo referéndum, en un Estado libre asociado de España.

Aznar había rechazado este plan, contra el que en septiembre pasado se manifestaron unas 100 mil personas en la norteña ciudad vasca de San Sebastián.

Rodríguez Zapatero ya había indicado el lunes anterior, al día siguiente de su victoria electoral, que esperaba reunirse con Ibarretxe lo más pronto posible.

Desde su derrota electoral, el pasado domingo, Aznar guardó silencio. El jefe de gobierno en funciones no previó ninguna actividad pública antes del viernes próximo, ni citas con la prensa antes de la semana que viene, informaron este martes fuentes del PP y del Ejecutivo.

Ni siquiera reaccionó ante las afirmaciones de Rodríguez Zapatero, quien anunció un giro radical en política extranjera.

Aznar no asistirá este martes por la noche a la misa funeral de homenaje a las 201 víctimas de los atentados del 11 de marzo, "acontecimiento organizado por la región autónoma de Madrid" y no por el gobierno central que dirige.

Fuentes gubernamentales informaron este martes que los funerales de Estado en honor de las víctimas tendrán lugar el próximo 24 de marzo. En ellos estarán presentes los presidentes de diversas regiones autónomas, las más importantes autoridades civiles españolas, entre otros.

Las anteriores declaraciones de Aznar a la prensa son del domingo, cuando a la salida de su colegio electoral aseguró, en referencia a los atentados del 11 de marzo en Madrid: "No dejaremos hacer a los terroristas y fanáticos que quieren someter a la sociedad española, dividirla y destruir sus libertades".

Por otra parte, expertos señalan que la victoria del PSOE en las elecciones legislativas del domingo implica cambios en el panorama de la Unión Europea, principalmente en la negociación de la Constitución y en la posición sobre Irak.

Con el cambio de gobierno, "España ya no es el freno de mano a la Constitución", estimó este martes el presidente del grupo socialista del Parlamento Europeo, el español Enrique Barón. Rodríguez Zapatero defendió tras su victoria su intención de "agilizar lo antes posible (la adopción de) la Constitución europea".

Los líderes europeos no consiguieron en diciembre llegar a un acuerdo sobre el texto de la primera Constitución comunitaria, principalmente por la reforma institucional que incluye la modificación de la toma de decisiones en el consejo de ministros, a lo que se oponían España y Polonia, aunque Francia también se mostró intransigente.

Los socialistas apuestan por más política social, manteniendo la estabilidad presupuestaria y el crecimiento logrado por el gobierno conservador en los pasados cuatro años, y advierten que el "nerviosismo" de los mercados es injustificado.

 

 



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