Un blog desde la diáspora y para la diáspora

viernes, 12 de marzo de 2004

La Condena de los Tontos Útiles

Fieles al contubernio que mantienen con Madrid en lo que respecta a la negación de los derechos civiles y políticos de las naciones históricas contenidas en el estado español - llámese Euskal Herria, llámese Catalunya, llámese Galiza -, gobiernos y entidades se han lanzado a ratificar la autoría de ETA en los atentados sufridos por la población de Madrid.

El proverbial tiro les ha salido por la culata.

En el caso de la  resolución de la Organización de las Naciones Unidas en contra de ETA el escándalo es simplemente ignominioso.

La Jornada nos trae un recuento del ridículo al que se llegó trar el cierre de filas con José María Aznar y Ángel Acebes:


Condena generalizada de gobiernos, organizaciones y dirigentes políticos

La ONU y Estados Unidos atribuyeron a priori la responsabilidad a ETA

En una condena generalizada de los gobiernos y organizaciones de todo el mundo por los atentados explosivos de este jueves en Madrid, Estados Unidos y la Organización de Naciones Unidas (ONU) atribuyeron a priori la responsabilidad al grupo armado vasco ETA, horas antes de que aparecieran indicios de la implicación de Al Qaeda en los ataques.

Las manifestaciones de condena se produjeron igualmente en países árabes, y el secretario general de la Liga Arabe, Amr Musa, expresó su conmoción y envió sus condolencias a las familias de las víctimas, al igual que la Autoridad Nacional Palestina.

El primer ministro palestino, Ahmed Qureia, quien se encuentra en Francia, también declaró su repudio, al igual que el líder libio, Muamar Kadafi, mientras que en Israel el gobierno afirmó que "lo que pasó demuestra una vez más que el terrorismo es la tercera guerra mundial y los países del mundo libre deben unirse para hacerle frente".

Estados Unidos se solidarizó con España, uno de sus principales aliados en la guerra contra Irak, "en contra del maligno terrorismo de ETA". George W. Bush llamó por teléfono al rey Juan Carlos y al presidente del gobierno español, José María Aznar, para expresarles su adhesión "en este difícil momento (...) en el que permanecemos firmemente al lado del pueblo de España".

En declaraciones a la prensa, Bush afirmó que aprecia "mucho la lucha llevada a cabo por el gobierno español contra el terrorismo, así como su actitud determinada contra organizaciones terroristas como ETA".

El secretario de Estado, Colin Powell, hizo declaraciones mucho más fuertes contra la organización separatista: "Estados Unidos permanece firme al lado de España en la lucha contra todas las formas de terrorismo y contra la amenaza concreta que España enfrenta del maligno terrorismo de ETA".

Para definir a ETA, que figura en la lista de organizaciones terroristas del Departamento de Estado, Powell utilizó la misma expresión que Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando habló del "eje del mal", entonces integrado por Irak, Irán y Corea del Norte.

"Ningún pretexto político puede justificar el asesinato premeditado de inocentes", agregó, tras señalar que su gobierno va ayudar a hallar a los responsables de "estos actos odiosos y llevarlos ante la justicia".

De su lado, el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, dijo no tener información que le haya suministrado España sobre la responsabilidad de ETA, y agregó que Estados Unidos no tiene indicios de que la red Al Qaeda, de Osama Bin Laden, esté detrás de los atentados.

El embajador de España en Washington, Javier Rupérez, aseguró que el atentado en Madrid "es nuestro 11 de septiembre", en declaraciones a la cadena CNN.

Amenaza para la paz y seguridad

El Consejo de Seguridad de la ONU calificó los atentados de "una amenaza para la paz y la seguridad", y en una resolución que fue aprobada por unanimidad pidió a todos los países que cooperen en la "captura de los autores, organizaciones o patrocinadores de los ataques", que atribuyó a ETA.

En su resolución, en la que condenó en los más duros términos los ataques con bomba, subrayó su "firmeza en la lucha contra todas las formas de terrorismo", y consideró los ataques llevados a cabo "por el grupo terrorista ETA" como "una amenaza para la paz y la seguridad".

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, condenó los atentados en España y se mostró conmocionado por "estos asesinatos sin sentido", pero evitó culpar a cualquier organización en específico.

En Europa, el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, declaró que los ataques de Madrid subrayan "la amenaza terrorista que debemos enfrentar en numerosos países" y la necesidad de combatirla en el plano internacional

A su vez, Jack Straw, canciller británico, calificó de "ataque indignante contra los principios mismos de la democracia europea" los atentados en Madrid.

En París, el presidente francés, Jacques Chirac, expresó que "las que democracias estarán unidas para combatir sin debilidad el terrorismo, pues nada justifica la barbarie".

Chirac, quien llamó por teléfono a Aznar para expresarle sus condolencias, dijo que "estas acciones irresponsables, que no podrán tener justificación, son desde todo punto de vista condenables".

Francia elevará su alerta ante el terrorismo y reforzará su seguridad en el transporte público. El llamado plan Vigipirate será elevado al nivel de amarillo al naranja, y serán emplazadas tropas para reforzar la seguridad de la policía.

De la misma manera, la mayoría de los países europeos, que también repudiaron los atentados, decidieron reforzar su seguridad en sitios estratégicos como embajadas, consulados y sus fronteras, y en sitios de concentración pública.

También hubo una condena del canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, al señalar que "estos actos terroristas abominables, que han provocado tantas víctimas, nos llenan de tristeza y de indignación", y ofreció a Aznar ayuda policial para esclarecer el trasfondo de los incidentes.

De la misma manera, responsables de todas las instituciones de la Unión Europea condenaron los atentados.

El representante de Política Exterior y Seguridad Común, el español Javier Solana, llamó a que las "personas responsables de esta terrible brutalidad (...) estén delante de un tribunal y perseguidos por la justicia, para que cumplan condena por un acto que realmente no tiene explicación alguna".

El presidente de la Comisión Europea, el italiano Romano Prodi, observó, al igual que el Parlamento Europeo, un minuto de silencio en condena por los atentados, que fue deplorado por su presidente, Pat Cox

"La democracia española está determinada a vencer al terrorismo por todos los medios y es nuestro deber actuar para que no haya ningún refugio para el terrorismo y los terroristas en la Unión Europea", dijo Cox.

Además, el Parlamento Europeo apoyó una propuesta para que el 11 de marzo que sea fijado como día europeo de las víctimas del terrorismo.

Unas mil personas, entre ellas varios responsables europeos como Prodi y Solana, se manifestaron en Bruselas para repudiar los ataques. El grupo portaba una pancarta con el lema "Basta ya. Paz ahora, ETA no".

Al sumarse a las condenas, el escritor portugués y premio Nobel de Literatura 1998, José Saramago, sostuvo que es "el peor atentado desde que ETA es ETA", tras declarar que no tiene duda de que la organización separatista está detrás de las explosiones.

Se refirió a una "tragedia" e indicó que es un atentado cobarde de los más cobardes que se pueda imaginar, pues ataca a las capas populares que se levantan a las 5 o 6 de la mañana para ir a trabajar, gente que no tiene guardaespaldas.

El papa Juan Pablo II deploró los "execrables" atentados y expresó su absoluta reprobación de "estos actos injustificables que ofenden a Dios, violan el fundamental derecho a la vida y socavan, además, la pacífica convivencia".

También en América Latina se desató una ola de condena y de solidaridad con España por países, políticos y organismos como la Organización de Estados Americanos, que expresó su repudio "por los actos terroristas perpetrados en Madrid".

Los gobiernos de Brasil, Ecuador, Bolivia, Panamá, Perú, Colombia, Honduras, Venezuela, Uruguay, Nicaragua, Costa Rica, Chile, Argentina, República Dominicana, Guatemala y El Salvador se apresuraron a enviar mensajes por separado o llamaron por teléfono al rey Juan Carlos y a Aznar para expresarles su solidaridad y rechazar las explosiones.

Las cancillerías y gobiernos habilitaron además vías telefónicas y páginas de Internet, preocupados por la suerte de sus connacionales que viven en Madrid.

En Chile una falsa alarma de bomba provocó el desalojo de una sucursal del banco Benefe, vinculado al grupo español Santander. Una llamada telefónica anónima alertó sobre la colocación de dos bombas en las oficinas bancarias, en el centro de Santiago.

Los parlamentos Centroamericano y Andino también expresaron su condena y solidaridad por las trágicas muertes y por los actos terroristas.

Los atentados en Madrid se dejaron sentir en los mercados bursátiles cuando algunas bolsas cerraron con pérdidas, y tal fue el caso en Alemania y Londres, país este último donde las aerolíneas y agencias de viaje vieron bajar sus acciones, en tanto que en Nueva York Wall Street cerró a la baja.

Similar comportamiento se registró en Argentina, donde la bolsa de valores registró una caída de 2.18 por ciento en su principal índice, y se recuperó gradualmente después haber llegado a perder 2.7 por ciento. Una situación similar sucedió en Brasil, Chile y México. 




°

No hay comentarios.:

Publicar un comentario