Fortalecido tras los resultados del 14-M el ERC comandado por Josep Lluís Carod Rovira ahora se enfoca en el tema de la reforma al vínculo entre Catalunya y la metrópoli.
Así nos lo informa La Jornada:
El gobierno catalán pide a Rodríguez Zapatero reformar constitución española
Es impostergable modificar el estatuto de los nacionalismos: Maragall y Carod-Rovira
Jenaro Villamil | EnviadoConsiderado el principal antecedente del cambio político que se registró en España en los comicios generales del pasado 14 de marzo, el gobierno tripartito de la Generalitat de Cataluña, conformado por tres organizaciones de izquierda: Partido Socialista, Esquerra Republicana y los medioambientalistas ICV-EUiÁ, cumplirá este martes sus primeros 100 días de inusitada coalición, después de superar dos crisis políticas severas y de ser acosado y estigmatizado por el "patriotismo constitucional" del aznarismo. Ahora ha reiterado su llamado al próximo gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a reformar la Constitución española, con el objetivo de reconocer la pluralidad y la autonomía de los gobiernos nacionalistas, que incluya la remodelación del Senado.
Tanto el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, principal dirigente del Partido Socialista Catalán (PSC), como el líder de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod-Rovira, ex integrante del gobierno tripartito, coinciden en la necesidad de transformar el estatuto de los nacionalismos, que permanece sin cambios desde 1982. Durante sus ocho años de mandato, José María Aznar rechazó sistemáticamente esa demanda. Para el régimen aznarista, esto iba en contra de la "unidad" española y condenó a todas las fuerzas que exigieran el autogobierno nacionalista, incluyendo el plan Ibarretxe del País Vasco.
Distintos observadores coinciden en que el gobierno de Aznar utilizó la llamada "cuestión vasca" para generar controversia y la estigmatización de todas las demandas de autodeterminación nacionalista, incluyendo las de catalanes, gallegos y valencianos. La intolerancia se agudizó desde que en septiembre de 2002 Juan José Ibarretxe hizo pública su propuesta en la que pedía para el País Vasco un estatuto de Estado Libre Asociado.
En entrevista publicada en La Jornada, Carod-Rovira subrayó que una reforma constitucional coronará la "segunda transición" española y tendrá como objetivo "desmontar la estructura involucionista" del Partido Popular y apostar por un modelo "más federal y plurinacionalista".
Esta demanda también ha sido expresada por los socialistas catalanes, la fuerza que junto con sus otros dos socios del tripartito desplazó los 23 años de gobierno nacionalista de Convergencia y Unión, el partido de centro derecha que encabezó Jordi Pujol.
En el consejo nacional del pasado fin de semana del PSC, Pasqual Maragall subrayó que España espera del próximo gobierno de Rodríguez Zapatero "algo más que una buena administración de la victoria". Puntualizó la necesidad de tener "una nueva interpretación de los textos fundamentales y una nueva libertad que de algún modo exprese la voluntad de construir un país plural y la organización política federal".
Otro protagonista del gobierno tripartito, el vocero Joaquín Nadal, indicó en entrevista con el periódico catalán La Vanguardia que "ya no habrá excusas" entre Cataluña y Madrid. "Se acabó una estrategia de negociación, del regateo caso por caso, del peix al cove de Jordi Pujol."
Los 100 días
En este periodo el gobierno tripartito de Cataluña ha sobrevivido a dos crisis políticas importantes. La más grave fue la derivada de la entrevista de Carod-Rovira, entonces conseller en cap de la Generalitat (especie de vicepresidencia del tripartito), con representantes de la dirección de ETA en territorio francés, el 4 de enero, sin avisar a sus otros socios de la coalición gobernante.
El periódico conservador madrileño ABC reveló tres semanas después el encuentro. Se desató un escándalo tendiente a estigmatizar al gobierno tripartito como "cómplice del terrorismo". Carod-Rovira asumió su error por no haber avisado a los otros dos partidos, renunció como conseller en cap y en su lugar quedó Josep Bargalló, también de ERC. Sin embargo, Carod defendió la vía del diálogo y la negociación para frenar el terrorismo. "Hablando se entiende la gente", afirmó una y otra vez. El suceso tensó al máximo las relaciones entre el gobierno central aznarista y el tripartito. A través de los medios cercanos al aznarismo se acusó a los catalanes de "egoístas, ventajistas y antiespañoles".
Otros momentos críticos derivaron de la cohesión interna. Durante el nombramiento del director de la televisión pública autonómica, la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV), las tres fuerzas expresaron sus diferencias. Sin embargo, por primera vez se discutió en forma abierta el control de un medio público.
A pesar de estas crisis, los ciudadanos catalanes han respaldado a su gobierno tripartito. En las elecciones del 14 de marzo, el PSC duplicó en número de escaños a CiU, al conseguir 21 posiciones, triplicó a los del PP, fuerza que quedó en un lejano cuarto sitio en Cataluña, y ERC registró un espectacular crecimiento, al pasar de uno a ocho escaños, convirtiéndose en la cuarta fuerza política nacional.
Entre sus logros, los especialistas catalanes reconocen haber acordado con sindicatos y empresarios la creación de una mesa de negociaciones para mejorar la economía, el impulso de una reforma educativa y un proyecto para facilitar el acceso de hasta 10 mil viviendas mediante compra o alquiler a jóvenes.
Durante su intervención ante el parlamento, el miércoles 24 de marzo, Maragall reflexionó: "difícilmente se encontrará un gobierno que haya dispuesto de 100 días de gracia tan parecidos a la desgracia, una desgracia muchas veces provocada por otras fuerzas políticas", y no dudó en calificar de "alivio" el triunfo del PSOE y reprochó al PP su acoso en este periodo al gobierno tripartito. "Nos hemos sacado de encima un clima de hostilidad permanente del gobierno hacia Cataluña", afirmó Maragall.
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