Les presentamos la editorial de Naiz con respecto a la propuesta presentada ayer por EH Bildu a sus bases:
Maddalen Iriarte y Arnaldo Otegi presentaron ayer las bases de EH Bildu para la reforma estatutaria de la CAV. Un documento ambicioso en el que la izquierda soberanista reformula e innova conceptos, y en el que, sin renunciar a nada, incorpora elementos de otras fuerzas políticas que forman la mayoría social vasca. Léase, sobre todo, PNV y Podemos. Un documento, en resumen, elaborado para hacer política y que contiene, en su naturaleza, una potente voluntad negociadora. Viene a ser la prueba de que hay mimbres para alcanzar grandes consensos y acuerdos siempre que haya voluntad política, claro está, y siempre que no se entregue un derecho a veto a aquellas fuerzas minoritarias que niegan a este país el derecho a ser lo que sus ciudadanos decidan libremente.Esta apuesta por la democracia y la soberanía se sintetiza en el concepto del derecho a decidir, que atraviesa todo el documento desde la primera hasta la última palabra, tanto como fórmula para resolver aspectos territoriales –ya sea la independencia o la relación con el resto de territorios vascos–, como mecanismo para decidir las políticas públicas. Un derecho a decidir que va más allá del recurso del referéndum y que incluye avances hacia una democracia deliberativa que se articule, por ejemplo, a través de procesos participativos.La ponencia de autogobierno retoma sus trabajos el próximo miércoles y está en manos de las fuerzas que conforman la mayoría social vasca hacer de ella una palanca para superar viejas inercias y agendas empobrecedoras siempre a merced de los vaivenes estatales. El impulso recentralizador que viene no es ya materia discutible, sino hecho empírico probado en cada recurso al Constitucional, por lo que urge tejer acuerdos de país capaces de hacerle frente. En este sentido, el documento presentado ayer supone una aportación que no debería caer en saco roto.
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